El célebre intelectual liberal marroquí Tahar ben Jelloun, ídolo de la izquierda en Europa, escribió en el medio de comunicación francés Le Point: «La causa palestina murió el 7 de octubre de 2023, asesinada por elementos fanáticos sumidos en una ideología islamista de la peor especie. «[1] De hecho, el conflicto palestino-israelí ya no puede resolverse con los paradigmas anteriores al 7 de octubre. Están muertos y desaparecidos. Es una nueva realidad.

Ningún israelí aceptaría ahora poner su seguridad en manos de los árabes. El experimento de Oslo, que se basó en la idea de que las fuerzas de seguridad de la Autoridad Palestina –no limitadas por la Corte Suprema de Israel y las organizaciones de derechos humanos israelíes– se ocuparían de la seguridad de los ciudadanos de Israel, es un concepto que colapsó con muchas tragedias en los últimos 30 años. Ahora ha quedado destrozado, con el asesinato de más de 1.400 israelíes – hombres, mujeres, niños, ancianos, niñas en un festival musical, incluso sobrevivientes del Holocausto – con una brutalidad indescriptible el 7 de octubre. Ya no hay un acuerdo pacífico con cualquier parte palestina. El futuro político de Cisjordania será, en última instancia, como lo describió el primer ministro israelí Yitzhak Rabin en el Parlamento israelí después de sus dos años de amarga experiencia con la OLP y dos semanas antes de ser asesinado: una entidad autónoma que no es un estado, con la seguridad en manos de Israel.

Además, muy pocos israelíes verán algún significado en la paz con el mundo árabe en general. De hecho, Israel puede prosperar sin él. Lo que alguna vez fue una carta ganadora en las elecciones israelíes –la paz con los árabes– se convirtió en un lastre el 7 de octubre.

Lo que hizo la salvaje organización nazi Hamás es una cosa. Pero lo que se ha revelado en todo el mundo árabe y musulmán es otra cosa. De los 150 millones de árabes del mundo, sólo dos o tres musulmanes liberales se pronunciaron públicamente contra Hamás. Seguramente hay algunos más que no se atreven a hablar por miedo a ser asesinados.

El corazón de las masas está con Hamás, como estamos viendo en los canales de televisión de todo el mundo. El mundo árabe nunca ha aceptado la existencia de Israel, y cada vez que hay guerra –como el 7 de octubre– el sentimiento predominante entre la gente, a diferencia de sus gobernantes dictatoriales que firmaron acuerdos de paz con Israel, apoya a los aniquiladores. Sus verdaderos sentimientos están estallando, incluso en Europa y Estados Unidos. Los regímenes árabes que hicieron la paz con Israel están temblando ante las manifestaciones masivas contra Israel que son una amenaza directa para ellos.

El propio líder de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas – quien dijo que Hamás no representa al pueblo palestino – tuvo que eliminar esa declaración inmediatamente, descartándose así como «el único representante legítimo de los palestinos», que es el estatus reclamado por el OLP todos estos años.

En el futuro previsible, lo único que les importará a los votantes israelíes es la seguridad en tierra, aire y mar, tanto para la izquierda como para la derecha y el centro. No se correrán riesgos.

Gaza no será rehabilitada en los próximos 20 años

Los palestinos no tienen una figura como la que tuvieron los alemanes después de la era nazi, es decir, el Canciller Konrad Adenauer. Abbas es un cadáver político. Quienes creen que pueden instalarlo en Gaza se engañan. No asumirá el control de Gaza y, si lo intenta, será asesinado por Hamás.

La responsabilidad –y el destino– del régimen de Qatar

El entonces primer ministro de Hamás, Isma’il Haniya, conduce al emir de Qatar en Gaza en 2012 (Fuente: AP)

Si bien Irán es responsable del despliegue militar de Hamás –armas, planificación, entrenamiento y ejecución [2]–, Qatar es quien está detrás del ataque del 7 de octubre. Hamás es Qatar y Qatar es Hamás, y Qatar se unió a la guerra contra Israel a través de Hamás. La sangre de los ciudadanos israelíes está en las manos del Emir de Qatar Tamim Aal Thani y de su familia. También está en las manos del primer ministro israelí Binyamin Netanyahu, quien durante la última década ha colaborado con Qatar para canalizar 1.500 millones de dólares a Hamás para construir sus fuerzas militares: el enorme arsenal de misiles que se disparan contra Tel Aviv todas las noches; una fuerza de asesinos de 30.000 efectivos; y todas sus municiones, así como un despliegue militar subterráneo en Gaza que está esperando que el ejército israelí caiga en su trampa mortal.

Netanyahu se dejó engañar por razones que aún deben entenderse. Lo que dijo a muchos miembros del establishment de defensa, de los círculos políticos y de los medios de comunicación fue que estaba comprando a Hamás. Nunca compró a Hamás; vendió nuestras vidas. Cada misil, cada asesino, cada munición, cada pieza de equipo militar, cada túnel, es Qatar.

Qatar debería pagar un alto precio, y lo pagará. La familia Aal Thani apoya a todas las organizaciones terroristas islamistas: ISIS, Al Qaeda, los talibán, los Hermanos Musulmanes y Hamás. Incluso escondieron al cerebro del 11 de septiembre, Khalid Sheikh Mohammed, en Doha, y cuando el FBI vino a arrestarlo informando sólo al propio emir, KSM desapareció en cuestión de horas. En Estados Unidos y Europa hay demandas contra Qatar por financiación del terrorismo. Qatar debería ser llevado ante la justicia. Esta justicia también puede llegar de la mano de individuos judíos que han perdido a familiares en el ataque asesino de Hamás, como los vengadores de los nazis después de la Segunda Guerra Mundial. La familia Aal Thani está condenada.

Qatar tiene dos canales de televisión que sirven a Hamás en tiempos de guerra: Al-Jazeera y Al-Araby. Para vergüenza del insensato y fallido gobierno de Israel, estos canales tipo Goebbels están transmitiendo desde Israel. La guerra fue declarada por el comandante de Hamás en Gaza, Muhammad Deif, en estos dos canales la mañana del sábado 7 de octubre. Desde entonces, los dos han estado actuando como megáfonos para los mensajes militares, operativos y de propaganda de Hamás.

Israel se encuentra en estado de guerra legal, con leyes de emergencia activadas. Según estas leyes, esos canales enemigos podrían cerrarse en media hora, lo que significa que la letal colaboración del primer ministro Netanyahu con Qatar continúa incluso después de que 1.400 israelíes fueron asesinados, casi 200 fueron secuestrados y hay disparos nocturnos de misiles contra Tel Aviv que son transmitidos por estas emisoras.

El impacto de Al-Jazeera y Al-Araby tanto a nivel ideológico como operativo es enorme. Las vidas israelíes se han puesto en riesgo mortal debido al apoyo operativo e ideológico de estos canales. Y, sin embargo, hasta el día de hoy siguen operando libremente en Israel, para vergüenza de este insensato gobierno israelí.[4]

En algunos círculos israelíes, Netanyahu busca compararse con Winston Churchill. ¿Habría Churchill permitido a Goebbels transmitir desde Londres durante la Segunda Guerra Mundial?

El destino de Gaza y su población

Los bombardeos trágicamente necesarios de Israel para erradicar a Hamás han creado un desastre humano que debe resolverse lo más rápido posible, con todos los esfuerzos humanitarios. Israel debe ser uno de los países que participen en estos esfuerzos junto con todo el mundo occidental, proporcionando alimentos, agua y energía a través de un corredor humanitario.

Pero Gaza como centro de vida dejará de existir; se convertirá en terreno militar para Israel y sus enemigos, sean quienes sean, durante la próxima década, con estallidos recurrentes cada uno o dos años.

Cualquiera que se atreva a seguir disparando desde allí contra Israel –como el soldado japonés que, después de la Segunda Guerra Mundial, pensó que la guerra aún continuaba– será bombardeado. Tampoco habrá retorno de civiles a Gaza hasta que se garantice la seguridad total, tal vez dentro de una década o dos. Los ciudadanos israelíes de la zona fronteriza de Gaza compartirán el mismo destino; no habrá regreso a sus hogares hasta que se garantice la seguridad total y absoluta. Toda esta zona se conservará como un monumento cuasi-Yad Vashem.

La zona sur de Gaza se convertirá en un enorme campo de refugiados que existirá durante décadas. Será como los campos que se crearon en Siria, Turquía, Irak y Jordania hace más de 10 años, donde los refugiados siguen viviendo con la ayuda de organizaciones humanitarias. Israel debería permitir todo el apoyo humanitario a estos refugiados.

En unas pocas décadas, el norte de la Franja de Gaza se convertirá en una especie de gran zona de conmemoración, como Normandía después de la Segunda Guerra Mundial. Pasarán varias generaciones antes de que se discuta cualquier acuerdo temporal. No hace falta decir que Israel no permanecerá en Gaza después de erradicar a Hamás.

El destino de los rehenes

Israel debería declarar inmediatamente que está dispuesto a liberar a todos los prisioneros terroristas en sus cárceles a cambio de todos los rehenes israelíes y no israelíes en Gaza. Este es un imperativo moral que el gobierno israelí debe asumir de inmediato. Si Hamás considera que obtener la liberación de todos sus prisioneros es una victoria, a medida que Gaza está siendo arrasada gradualmente, que así sea. Esto sólo aumentará sus crímenes históricos.

Negociar sobre el destino de los rehenes es casi criminal. Israel debe demostrar que está dispuesto a dar todo lo que esté en sus manos, incluida la liberación de asesinos que cumplen cadena perpetua, con tal de liberar a los rehenes. Se lo debemos a todas sus familias, y no menos al presidente Biden, que está junto al pueblo israelí en el momento de la verdad e inspira a todos los jefes de Estado europeos a seguir su ejemplo moral, dejando de lado todas las consideraciones políticas pasajeras.

*Yigal Carmon es fundador y presidente de MEMRI y se desempeñó como asesor en antiterrorismo de los primeros ministros israelíes Yitzhak Shamir e Yitzhak Rabin.

 

[1] Lepoint.fr/monde/tahar-ben-jelloun-le-7-octobre-la-cause-palestinienne-est-morte-assassinee-13-10-2023-2539137_24.php, 13 de octubre de 2023.

[2] MEMRI Despacho Especial No. 10870, El liderazgo político y militar de Irán alienta a Hamás a continuar luchando hasta lograr el objetivo de la resistencia Irán-Hamás:la destrucción de Israel, 15 de octubre, 2023.

[3] Como Richard Clarke, asesor en antiterrorismo de los presidentes Clinton y H.W. Bush, escribió: «Si los qataríes nos hubieran entregado [a Khalid Sheikh Mohammed] como se solicitó en 1996, el mundo podría haber sido un lugar muy diferente».

[4] Se rumorea que después de 12 días de guerra, el gobierno israelí podría cerrar la oficina de Al-Jazeera en Israel. Esto sólo demuestra la insensatez de este gobierno, que no tiene ni idea de que un canal paralelo Qatar/Hamás, Al-Araby, también está transmitiendo libremente. No son sólo estos dos canales de Qatar/Hamás los que transmiten desde el corazón de Israel. También el canal de televisión iraní de Hezbollah, Al-Mayadeen. La ignorancia y la inacción de este gobierno israelí son nada menos que criminales. En MEMRI.org hay abundante material incriminatorio que muestra la colaboración de Al-Jazeera y Al-Araby con Hamás en sus esfuerzos bélicos. No se puede descartar por completo que un representante del portavoz del régimen iraní, Kayhan, participe en las ruedas de prensa del primer ministro israelí.