Recientemente, la prensa del gobierno sirio ha estado dirigiendo una severa crítica contra algunos países árabes, denunciando que ayudan a los Estados Unidos a implementar sus planes a expensas de los árabes. Los redactores también condenaron a los árabes por rechazar la política de resistencia – qué dijeron había demostrado su efectividad en el Líbano – y por normalizar las relaciones con Israel. Los escritores usaron severos términos para describir ciertos elementos dentro de los países árabes, llamándolos «Judas Iscariote», árabes «neo-conservadores», fuerzas del mal, «y» judíos dentro del [mundo árabe]».

Lo siguiente son extractos de las columnas:

Algunos árabes están actuando como «Judas Iscariote», instigando guerras destructivas entre los árabes

El editor del diario sirio Teshreen ‘Issam Dari escribió: «El ciudadano árabe no ve la conexión entre el caos aplastante que se está extendiendo a lo largo del mundo árabe y los planes y proyectos a largo plazo propuestos [por Occidente]. [Cuando] él escucha de [planes tales como] ‘El Nuevo Medio Oriente’, ‘Caos Constructivos’, o ‘Guerra Preventiva’… coloca la responsabilidad en la Gran Superpotencia, ya que este no puede concebir que algunos de su propios [hermanos] están involucrados en los planes del pasado, presente y futuro dirigidos contra la nación árabe. Él [por consiguiente] suprime este pensamiento fuera del pensamiento deseoso [y reprocha sólo a Occidente].

«De hecho, nosotros esperábamos que aquéllos que toman parte en formular estas conspiraciones no fuesen de entre nuestra propia [nación]. Pero [el hecho es que] ‘Judas Iscariote está en nuestro medio, totalmente involucrado en conspiraciones dirigidas contra [nuestra] nación. Él puede ser encontrado dondequiera que haya fisuras, tensiones, explosiones, o caos. A veces actúa abiertamente, y otras veces clandestinamente – pero [de cualquier modo] trabaja a menudo en contra de los intereses árabes supremos, instigando guerras destructivas y resentimiento, sembrando caos, que incita a la anarquía y al conflicto entre hermanos, plantando minas y separando con cuñas las relaciones entre los países árabes, alistando a extranjeros a actuar en contra de su país y en contra de otros países [árabes], tratando a un hermano como a un enemigo y a Israel como un amigo – [todo] con la protección de los Estados Unidos…

«El Judas Iscariote libanés es el individuo o grupo que rechaza la unidad nacional e intenta mantener al [Líbano como una federación fragmentada] de cantones étnicos, basados en el consejo de los Sabios de Sión… El Judas Iscariote libanés es el que acusa a Siria de [cualquier] crimen, asesinato, o atentado segundos después de que ocurre y antes de cualquier investigación criminal, en violación de ambas la lógica y la ley. [Él hace esto] no fuera de la preocupación por los intereses libaneses, ni en solidaridad con los mártires y víctimas, ni siquiera fuera de cualquier estrecho interés – sino solamente porque él, al igual que Judas Iscariote, quiere crucificar al Líbano y a la identidad árabe por la causa de los ‘neoconservadores’ [libaneses] quiénes blanden el emblema del cedro, y para servirle al antiguo-nuevo plan americano-sionista para la región.

«El Judas Iscariote palestino es cualquiera que desprecie el interés nacional y levante un arma contra su hermano palestino. Es cualquiera que le sirve al interés del enemigo, así lo admita o no, y quién renuncia a la resistencia, optando en cambio por el compromiso y derrotismo [refiriéndose al Presidente de la Autoridad Palestina Mahmoud Abbas].

«El Judas Iscariote iraquí es cualquiera que asesine gente basado en su afiliación [étnica] [refiriéndose a los sunnis que asesinan chi’itas]; cualquiera que perpetre masacres y actos despreciables de terrorismo contra gente inocente; todo el que aliente el resentimiento y las guerras destructivas; y [todo] el que consienta a la ocupación y acepte su destino.

«El Judas Iscariote árabe es cualquiera que descarte los peligros [que amenazan] a la nación, esforzándose por salvar su propia piel y se aferra a su asiento; cualquiera que se olvida de su pueblo y su interés y adopta… principios y declaraciones de derrotismo para justificar [su] negligencia e impotencia». [1]

Los ‘judíos dentro del [mundo árabe] se esfuerzan por destruir el espíritu de resistencia»

El redactor sirio ‘Abd Al-Karim Al-Na’em escribió en Teshreen: «Esta vez, el plan conjunto [formulado por] Washington y Tel Aviv está siendo implementado por otros, quiénes se suponen son [fieles a] la nación y a la patria. Los Estados Unidos han podido preparar un experimento natural y un modelo para dividir la sociedad a lo largo de toda la región del [Medio Oriente]. Los ‘judíos’ dentro del [mundo árabe] han así comenzado a destruir el espíritu de resistencia. El terco rechazo de toda la iniciativa árabe es una clara señal de lo que traerá el futuro cercano. Es un acto desdeñable de odio que apunta a erradicar todos los logros de la resistencia en el Líbano y Palestina [y prevenir] el derramamiento de sangre americana o sionista en estos países. Aquéllos que creen en oponerse al plan americano-israelí les resta sólo una opción – a saber, la resistencia». [2]

El redactor de Teshreen Hanan Muhammad escribió: «Algunos en el mundo árabe se han aprovechado de la desesperación que penetra en [los países árabes] para beneficiarse de la declaración de que ‘el enemigo es invencible’… Ellos tardaron en cosechar los frutos de las victorias que habían sido logradas, comenzando con la guerra de octubre de [1973] – donde la victoria fue barrida a través de una decisión gubernamental [e.d. el acuerdo de paz egipcio-israelí] – y finalizando con la victoria de julio del [2006, en la reciente guerra del Líbano] que causó un terremoto dentro de la entidad sionista. La mayoría de los regímenes árabes respondieron a esta victoria con dudas y críticas. Incluso cuando reconocieron considerarla como una victoria, sabotearon [cada oportunidad] de capitalizar en ella como para cambiar el equilibrio [de poder] en el conflicto – específicamente rechazando la resistencia como una opción que se había demostrado eficaz en lograr la liberación. Es más, ellos permanecían inactivos, argumentando que es imposible lograr un equilibrio de poder cara a cara con Israel…

«La fisura entre la mayoría de los gobiernos y sus pueblos se ha ensanchado, y los gobiernos, que comenzaron con los tres no de la cumbre de Khartoum de [1967], terminaron firmando tratados separados de paz y rendición, cayendo tan bajo como la iniciativa árabe [e.d. la iniciativa de paz saudita de marzo del 2005]… Esta iniciativa fue emprendida en el 2002, es decir, después de que el sur del Líbano fue liberado a través de los esfuerzos de la resistencia, y después de que el ejército israelí fue derrotado, [conduciendo] a su subsiguiente retiro, sin excepciones, condiciones o acuerdos.

«El reavivamiento [de la iniciativa árabe] siguió a la victoria que fue costosamente ganada por la resistencia… Al mismo tiempo, la resistencia estuvo sujeta a presiones, ambas desde dentro y fuera, intentaron distorsionar su imagen y enturbiar las distinciones entre la resistencia y el terrorismo. Los miembros [de la resistencia] fueron representados como individuos que buscan la muerte y odian la vida – la suya propia y la de otros. Los iniciadores de este programa [para distorsionar la imagen de la resistencia] y sus seguidores acudieron a mentiras y a decepciones, no salvando ningún esfuerzo para quitar el halo de santidad de los emblemas de la resistencia». [3]

El redactor ‘Ali Sawaha, quien escribe en el diario sirio Al-Thawra, protestó contra aquéllos entre los árabes que cuestionaron la habilidad de la resistencia: «Nuestra nación, para el momento, está experimentando una desintegración y una fisura de proporciones sin precedentes, y [especialmente] está en la necesidad de valores y una cultura de resistencia… No tenemos otra alternativa sino la de regresar a la cultura de resistencia, ahora que Irak se ha convertido en un tipo de estado americano, y el Líbano en el patio de la Casa Blanca, y en vista de lo que está siendo planeado para Siria, Sudán, y todos los países árabes como parte del plan americano-sionista.

«En nuestros medios de comunicación árabes hoy día, pueden oírse voces destructivas, sembrando desesperación entre la población y los funcionarios árabes, como para desalentar las aspiraciones de los [árabes] y cuestionar su habilidad de resistir a sus enemigos». [4]

Las fuerzas del bien dentro de la nación árabe son más fuertes que las fuerzas del mal

El redactor para el diario sirio Al-Ba’th Elías Murad escribió: «El plan americano-israelí en la región ha alcanzado ahora su pico, y no es ningún secreto que su éxito será a expensas de los árabes y su existencia. Por consiguiente, debemos hacer algunas preguntas cruciales: ¿Dónde está el contra-plan árabe [que está diseñado] para confrontar el [plan] americano-israelí, que se está expandiendo como un cáncer? ¿Somos nosotros los que trataremos con el plan americano-israelí asintiendo silenciosamente al asedio sobre los palestinos? ¿Lidiaremos nosotros con este permitiéndole a [los americanos y a los israelíes] formar nuestra existencia presente y futura y delinear las fronteras de nuestros países? O apoyando a aquéllos que creen que la redención yace en la ocupación extranjera y que las fuerzas extranjeras son nuestros [salvadores]? O pidiendo por una fuerza de pacificación internacional, [como si] nosotros nunca combatimos a las [fuerzas] imperialistas para liberar a nuestros países y no están celebrando nuestra independencia? O dándole la espalda a elementos activos e importantes en Palestina, el Líbano e Irak?

«[Al contrario], debemos estar de su lado y prestarles apoyo… No debemos perder la esperanza, ya que las fuerzas del bien escondidas dentro de la nación son mucho más fuertes que aquéllas del mal». [5]

«Neoconservadores» árabes están colaborando con los Estados Unidos

Nasri Al-Sayigh, redactor para el diario sirio Teshreen, escribió: «Los Estados Unidos nos regalaron el ‘caos constructivo’, un Irak ahogado en una democracia empapada en sangre, le dieron su bendición a la guerra civil en palestina, y ‘emitieron un fatwa’ permitiendo la matanza de [los combatientes] de la resistencia. Además, provocaron al pueblo libanés en perpetrar actos ilegales, rindiéndole al caos a la única opción permitida… los neoconservadores árabes colaboraron de manera entusiasta para promover un futuro americano en suelo árabe… y renunciar a los principios [árabes] bajo el pretexto de la modernización». [6]

Algunos árabes le concedieron a Israel una referencia de personaje, y creen que Irán es más peligroso que Israel

El redactor de Al-Ba’th Dr. Khayr Al-Din ‘Abd Al-Rahman escribió: «[Recientemente], un grupo surgió de entre los árabes que retoma el tema de las armas nucleares israelíes ligeramente. Ellos han adoptado el razonamiento de los israelíes, que claman de qué lo que importa es quién realmente tiene las armas y las usa, y cuan prudente son ocupándose de las armas, en lugar del peligro inherente en las armas [mismas]…

«Luego emergió de allí otro grupo, que, adoptando la misma línea de razonamiento, mencionó que Irán y sus armas nucleares son más peligrosas que Israel…

«El intelectual saudita ‘Eid bin Mas’oud Al-Jahni, decano del Centro para la Energía e Investigación Estratégica del Golfo Arábigo, declaró: ‘Algunos líderes árabes se apresuraron en normalizar las relaciones con Israel, y algunos escritores intelectuales anunciaron el advenimiento de una nueva era – una de paz, hermandad y unidad, de comercio, relaciones económicas y culturales, y de diálogo intelectual con los judíos’. A pesar de las tragedias que ellos sufrieron a manos de Israel, algunos árabes no han aprendido su lección y continuar apostando a la paz». [7]


[1] Teshreen (Siria), 16 de junio, 2007.

[2] Teshreen (Siria), 1 de julio, 2007.

[3] Teshreen (Siria), 4 de junio, 2007.

[4] Al-Thawra (Siria), 19 de junio, 2007.

[5] Al-Ba’th (Siria), 24 de junio, 2007.

[6] Teshreen (Siria), 20 de junio, 2007.

[7] Al-Ba’th (Siria), 19 de junio, 2007.