En un articulo el 19 de mayo, 2007 en forma de carta abierta a «los razonables entre los países del G8», en el portal liberal Elaph, el intelectual tunecino Lafif Lakhdar escribió que el conflicto árabe-israelí era una fuente principal de terrorismo e instó a los países del G8 a implementar las propuestas de Clinton.
Él explicó que mientras la adopción del conflicto árabe-israelí por Al-Qaeda era instrumental así como también ideológica, resolver el conflicto habría, en todo caso, privado a la organización de una herramienta poderosa para atraer simpatía y apoyo.
Lo siguiente son extractos de su artículo: [1]
Al-Zawahiri escribió que las masas musulmanas sólo tomarán parte en el jihad si las consignas de los jihadistas les son comprensibles
«La resolución del conflicto árabe-israelí, comenzando desde el corazón de este conflicto – a saber, el conflicto palestino-israelí – es el mejor acercamiento para aminorar una de las fuentes más importantes de terrorismo islamista. Este terrorismo amenaza con ‘somalian-izar’ los territorios palestinos, hacer al Medio Oriente menos gobernable, sacudir la frágil estabilidad global, y hacer al mundo menos justo y más peligroso.
«La opinión predominante en sus ciudades importantes, que son las capitales donde las decisiones internacionales son tomadas, son los lugares donde resolver el conflicto árabe-israelí no tiene absolutamente ningún papel que jugar en la contención del terrorismo islamista. Ésta es una presunción propagada por varios especialistas en terrorismo islamista, entre ellos Olivier Roy.
«Para ilustrar su toma de decisiones, les presentaré aquí con los pensamientos del Dr. Ayman Al-Zawahiri, quién está mejor informado sobre este asunto que sus ‘expertos’, quiénes no han leído del terrorismo islamista en sus [propios] textos y no se han tomado la molestia de leer la jurisprudencia del jihad, el cual es la autoridad religioso política del terrorismo islamista.
«El Dr. Ayman Al-Zawahiri expresa el punto de vista, en su libro Caballeros Bajo la Estandarte del Profeta que ‘el movimiento del jihad necesita involucrar al umma musulmán en su jihad’, pero que el umma musulmán nunca participará en su jihad a menos que las consignas de los mujahideen se vuelvan más comprensibles al umma musulmán…
«Por consiguiente, el movimiento jihad no debe conformarse con comprometerse en la guerra [contra Occidente y sus partidarios musulmanes] sólo bajo las consignas del mandato [islámico] (hakimiya), y la lealtad [entre los creyentes] y el rechazo de la lealtad [a los infieles] (al-wala’ wal-bara’).
«‘Desgraciadamente, estas consignas no son comprensibles a las masas del umma, que no está preparado a sacrificarse por consignas que ellos no entienden, aun cuando sean 100% verdaderas’ (pp. 227-8).
«El mandato islámico (hakimiya) significa establecer un estado islámico teocrático desde Al-Andalus hasta la frontera china. En cuanto al al-wala’ wal-bara’, su significado es, en forma muy condensada, un total y completo rompimiento con Occidente y su civilización, y un perpetuo jihad contra este hasta su derrota final».
Al-Zawahiri: «Está claro que nuestros enemigos no se quedarán atrás el tiempo que necesitemos» para convencer a los musulmanes a que adopten nuestras metas principales
«[Al-Zawahiri escribe que] la continua llamada de los movimientos jihad por el mandato islámico y al-wara’ wal-bara’ ‘hasta que de frutos requiere de nosotros que [continuemos] llamándolos firmemente, por largo tiempo. Está claro que nuestros enemigos no se quedarán atrás el tiempo que necesitemos para educar al umma’ (p.228). Al-Zawahiri dice: ‘Debemos agregarle a [aquéllas] consignas, [que expresan] nuestras puras y fundamentales creencias, otras consignas, que también son la pura verdad que serán comprensibles a las masas del umma musulmán… En lugar de considerarlas a las consignas que son secundarias en importancia, debemos darles importancia…’
«[Al-Zawahiri continúa:] ‘La consigna de que el umma musulmán entiende bien y qué ha resonado con este durante 50 años es la consigna que llama al jihad contra Israel. En esta década [actual], el umma también se ha movilizado por el jihad contra América, además del jihad contra Israel… Así el movimiento islámico combatiente jihad necesita elevar las consignas de liberación de los tres lugares santos islámicos: el altísimo Ka’ba, la noble Mezquita del Profeta [en Medina], y la bendita Mezquita Al-Aqsa. De esta manera, [el movimiento jihad] se sostendrá de las riendas del liderazgo sobre el umma musulmán y reunirá los corazones de los musulmanes hacia esta…’ (pp. 229-30).
«Con previsión considerable como analista político, el Dr. Ayman Al-Zawahiri es de la opinión de que si el movimiento jihad abandona la consigna del jihad en contra de Israel y la liberación de la Mezquita Al-Aqsa, ‘se aislará a si misma, y su lucha se convertirá en una lucha entre la elite [jihadista] y la del gobierno (pág. 230). Esto, dice el Dr. Al-Zawahiri, hará más fácil para ‘los gobernantes que son agentes [de Occidente]’ el incitar a las masas contra el movimiento jihad y ‘lo aplastará en silencio’.
«Se ha puesto en claro para ustedes de esta larga y significativa cita, que ‘la liberación de la Mezquita Al-Aqsa’, tal como fue exigido por Al-Zawahiri – es decir, una resolución al conflicto palestino-israelí – golpeará en el centro del terrorismo islamista».
Ignorarle a los jihadistas la importancia del problema palestino «hará más fácil para el lobo Al-Qaeda entrar en el rebaño palestino»
«En paralelo, el no tomar consciencia de esta verdad hará más fácil al lobo de Al-Qaeda entrar en el rebaño palestino, y ganarse a los seguidores de Hamas y a las brigadas [‘Izz Al-Din] Al-Qassam, [el último del cual] parece estar a punto de rebelarse contra los moderados en su liderazgo, y el primer ministro Haniyeh en particular. La entrada de Al-Qaeda en Palestina no se presagia bien, ya que los territorios ocupados pueden convertirse en un segundo Irak en donde el terrorismo islamista florecerá.
«La estrategia de jihad de Al-Qaeda respecto al problema palestino, que le otorga la mentira a los ‘expertos’ en terrorismo quienes los engañaron, también pueden llevarlos a considerar un limpio descanso con la política vergonzosa de ‘permítanles a (los palestinos e israelíes) sangrar entre si’ hasta que el combate los agote y vengan a nosotros [e.d. a Occidente] pidiendo una solución – [una política] puesta por el ex secretario de estado de los Estados Unidos James Baker».
«No existe mejor… remedio que el desarrollo para sanar a los palestinos y árabes musulmanes de sus heridas narcisistas»
«El peligro de que Al-Qaeda se infiltre en Gaza; los pronosticadores [indicando] una ruptura de Hamas en extremistas y moderados; el pragmatismo de Abu Mazen y su facción; la propuesta de la [Liga] árabe, que rompió el tabú de reconocer a Israel y normalizar relaciones con este; Los intensos esfuerzos de Damasco hacia las negociaciones con el gobierno israelí; y una posible visita de Assad, siguiendo los pasos de Sadat, a Jerusalén – todos éstos son factores que militan por una resolución satisfactoria al conflicto árabe-israelí, comenzando con una resolución del conflicto palestino-israelí a través de la implementación de las propuestas del [ex] presidente Bill Clinton, que le ofreció a los dos bandos, los israelíes y los palestinos, lo más importante que necesitan.
«[Las propuestas de Clinton ofrecieron] la seguridad que a los judíos les faltó durante 20 siglos, y el estado que la nación palestina nunca ha conocido a lo largo de su historia. Un estado palestino viable, acompañado por un Plan Marshall para su desarrollo, puede muy bien traerle los clavos al ataúd del terrorismo islamista.
No existe mejor y más saludable remedio que la paz y el desarrollo para sanar a los palestinos y a los árabes musulmanes de sus heridas narcisistas, que fueron causadas por la superioridad de Occidente sobre ellos, desde el tiempo de la invención de las armas de fuego en el siglo 16, y en particular desde que los cañones de Napoleón derrotaron a los jinetes de Mamluk y desde que le cortaron la nariz a la Esfinge».
[1] www.elaph.com, 29 de mayo, 2007. Se introdujeron enmiendas menores de acuerdo con la propia traducción francesa del autor del artículo, que envió a MEMRI, y bajo su petición.