En una entrevista el 25 de junio, 2009 con el diario jordano Al-Dustour, el jefe del departamento de negociaciones de la Autoridad Palestina Sa’eb ‘Ariqat dijo que el anterior gobierno israelí, bajo Ehud Olmert, le había ofrecido al Presidente de la Autoridad Palestina Mahmoud ‘Abbas un territorio igual al 100% de las tierras ocupadas en 1967, a través de un intercambio de tierras. ‘Ariqat explicó, sin embargo, que la Autoridad Palestina no acordaría un intercambio de tierras antes de que Israel reconozca el derecho de los palestinos a la soberanía sobre todos los territorios ocupados en 1967. Añadió que ha habido una constante erosión de la postura de Israel en los últimos años, hasta el punto de que recientemente esta les había ofrecido a los palestinos el 100% del territorio, por lo que los palestinos no tenían motivo alguno de apresurarse a aceptar las propuestas israelíes. Él enfatizó que el Derecho a Retorno y la compensación monetaria para los refugiados no eran mutuamente excluyentes, y que los palestinos insistirían en recibir ambos.

Abordando el tema de Hamas, dijo que nadie estaba pidiendo reconocer a Israel, pero que cualquier gobierno en que Hamas fuese socio tendría que reconocer a Israel y los compromisos asumidos por la OLP.

‘Ariqat dijo además que los palestinos estaban actuando en plena coordinación con Jordania y la mantenían informada de todas las propuestas de Israel y de sus respuestas a estas propuestas. Con respecto a Irán, dijo que este no representa una amenaza, tal como se ha denunciado con frecuencia.

A continuación se presentan extractos de la entrevista:

«Una vez que [los palestinos] establezcan su soberanía, comenzaremos el intercambio de tierras»

«Después de las conversaciones de Annapolis de [noviembre del 2007], el Presidente de la Autoridad Palestina Mahmoud ‘Abbas y el [entonces] primer ministro israelí [Ehud] Olmert celebraron varias reuniones a puerta cerrada. [De hecho], desde el [momento de las] conversaciones hasta diciembre del 2008, hubo 288 sesiones de negociaciones a través de 12 comités [diferentes]…

«Durante la última sesión de negociaciones, los israelíes presentaron su postura a ‘Abbas – y esta fue quizás la primera vez en que la propuesta de [Olmert] fue revelada. Bajo el marco de las fronteras del 4 de junio 1967, la zona de la Ribera Occidental y Gaza, incluyendo a Jerusalén este, es de 6.235 kilómetros cuadrados, y también hay 46 kilómetros cuadrados de tierra de nadie, que serán dividas de acuerdo al derecho internacional [es decir, iguales entre Israel y Palestina]. Por lo tanto en definitiva, parte de nuestro territorio es de 6258 Km.

«Olmert le mostró a ‘Abbas un mapa presentando la postura de Israel. En el [área] Salfit, está el asentamiento de Ariel, que [los israelíes] quieren borrar de la Ribera Occidental, y existe otro asentamiento en la zona de Tul Karem, llamado Qedumim, que ocupa [otros] 21 kilómetros cuadrados de la Ribera Occidental. Estos dos asentamientos también se asientan en la parte occidental del acuífero palestino, comprendiendo 400 millones de metros cúbicos de agua…

«Otra zona densamente poblada que [los israelíes] quieren [mantener] es el [área] de Maale Adumim, el cual está cerca de Jerusalén, 13 Km. en la Ribera Oriental, y una tercera, llamado Gush Etzion, el cual está situado entre Belén y Hebrón. En conjunto, las zonas que los israelíes quieren mantener constituyen el 6,5% de Cisjordania y a cambio nos ofrecieron [zonas equivalentes en tamaño al 5,8% en el territorio israelí al sur de Hebrón, al oeste de Belén y al norte de Jericó [cerca] de Bet Shean. El 0,7% restante será un salvoconducto [entre Gaza y Cisjordania], 38 Km. de largo y 150 metros de ancho, que conecta la ciudad de Tarqumiya [cerca] de Hebrón con Bet Hanun al norte de la Franja de Gaza.

«‘Abbas le dijo a [Olmert] que, de acuerdo con el mapa que había obtenido de un país amigo, los asentamientos [israelíes] que habían sido construidos hasta la fecha ocupan el 1,2% de Cisjordania, incluida Jerusalén oriental. Él añadió que le gustaría avanzar, pero [preguntó]’, ¿Cómo espera que aceptemos el principio de intercambio de tierras antes de delinear las fronteras de 1967?’ Sabemos que en 1965, Jordania y Arabia Saudita intercambiaron territorios equivalentes a 29 kilómetros cuadrados. [Los intercambios también fueron hechos entre] Jordania e Irak, los Estados Unidos y Canadá y los Estados Unidos y México. Se trata de una práctica [aceptada]. Sin embargo, con el fin de hablar acerca del intercambio de [tierras], [primero] debe ser establecida la soberanía.

«Olmert quería en primer lugar atraparnos en su red. Sin soberanía, ¿cómo podemos aceptar el principio de intercambio de tierras? No es como si [al momento] de firmar un acuerdo de [intercambio de tierras], un estado palestino será establecido al mismo día e Israel se retirará el mismo día. Una vez que establezcamos nuestra soberanía, iniciaremos el intercambio de tierras.

«Sin embargo, aceptando el principio de intercambio de tierras antes de eso equivaldría a renunciar a la Resolución 242 de las [Naciones Unidas]. Sería caer en el juego de [Israel], porque [los israelíes] dirán luego que los territorios de 1967 y las fronteras no están establecidos en piedra. No tiene sentido discutir un canje de tierras hasta que hayamos establecido nuestra soberanía en la práctica.

«‘Abbas le dijo a Olmert otra cosa [mientras] yo estuve allí. [Dijo:] ‘No estoy administrando un mercado o un bazar, y no voy a abrir uno. Existen los territorios ocupados, y existe la Resolución 242, que establece que la ocupación de la tierra de otro pueblo es inaceptable. ¿Acepta usted este principio?’

«Mucha gente dice que las negociaciones [palestino-israelíes] de los últimos 10 o 15 años fueron inútiles y no convergieron en nada, pero [eso no es cierto]. En 1994, [es decir, durante las negociaciones de Oslo], el bando palestino pudo haber capitulado y adquirido un logro en el lapso de un mes. [Es decir], podríamos haber aceptado el llevar a cabo la gestión de los [sistemas] de educación y salud en la Ribera Occidental. [Asimismo], Yasser Arafat, pudo haber aceptado lo que se le ofreció en Camp David [en el 2000], en lugar de [dejarse sitiar a sí mismo] en la Muqata’a y luego fue asesinado sin ninguna razón. El Presidente Mahmoud ‘Abbas pudo haber aceptado la propuesta de [Olmert] de diciembre del 2008, [pero prefirió esperar]…

«Tenemos un derecho absoluto a Jerusalén oriental. No podemos escuchar las voces que preguntan quien gestionará Al-Aqsa. Veneramos y santificamos la mezquita Al-Aqsa, así como también la Iglesia del Santo Sepulcro, pero estos no son diferentes a la de Rafah, Jericó y el campamento de refugiados Aqbat Jabr. Todos estos lugares fueron ocupados por Israel, y no debo distinguir entre ellos. Nadie debería decir que Al-Aqsa debe ser administrada por un ‘musulmán’ o un ‘árabe’, [en lugar de un palestino].

«[Asimismo], nadie debería estar de acuerdo en que los colonos israelíes permanezcan en el [estado] palestino. No debemos comparar a un palestino [cuya familia] vivió en Palestina mucho [antes] de que Netanyahu o sus antepasados llegaran, y que sigue viviendo allí, a un colono que vive en territorio palestino [y mantiene su presencia allí a través de] coacción, opresión y el inaceptable [uso de] la fuerza. No debemos hablar de intercambio de tierras antes de establecer en práctica nuestra soberanía…

«Aquellos que están dispuestos a entregar Al-Aqsa a los países musulmanes están hablándose a sí mismos, y no representan al presidente de la AP, a la OLP o al departamento de negociación de la OLP. Algunos dicen que [estaremos dispuestos a] concederle la ciudadanía a los colonos. Rechazamos [esta idea] fuera de contexto…»

El Derecho a Retorno y compensación no son mutuamente excluyentes

«El problema de los refugiados [palestinos] no es el resultado de un volcán en [erupción], terremotos o inundaciones. Alguien lo ha generado. Antes de hablar del derecho internacional, debemos señalar el elemento de fondo, e Israel debe reconocer esta responsabilidad.

«Los palestinos encargados de adoptar decisiones no tienen el derecho de decidir la suerte de los refugiados, sólo los propios refugiados pueden decidir su propio destino. No es tampoco decisión de la [comunidad] internacional. Es el refugiado que tiene derecho a elegir si desea regresar a Israel, regresar a Palestina o permanecer donde está – y en todos estos casos [tiene derecho a una] indemnización.

«No es el Derecho a Retorno o compensación, es el Derecho a Retorno e indemnización. En caso de que Israel reconozca su responsabilidad, y en caso de que el mundo quiera resolver el conflicto, habría una necesidad de establecer un mecanismo internacional para asumir el costo. Estimo que estamos hablando de 140 billones de dólares».

Israel está ablandando lentamente sus posturas, entonces ¿por qué apurarnos?

«[Algunos preguntan] hacia donde nos han llevado las negociaciones con los israelíes. En primer lugar [los israelíes] dijeron que [sólo tenemos derecho de] administrar nuestras propias escuelas y hospitales. Luego nos dan su consentimiento de usar un 66% [de los territorios ocupados].

«En Camp David nos ofrecieron 90%, y [recientemente] nos ofrecieron el 100%. ¿Entonces por qué darse prisa, después de toda la injusticia que hemos sufrido? El acuerdo no será estable de todos modos, a menos que esté basado en el derecho internacional y en la justicia».

El discurso de Netanyahu fue un «No» bien grande

«Ahora que un nuevo gobierno israelí ha llegado. Netanyahu procede de un hogar con una [orientación] ideológica [específica]. Su padre, Ben-Zion Netanyahu, es un profesor de 92 años de edad que cree que existe una minoría no-judía en Israel que debe ser tratada con respeto [permitiéndole] gestionar sus propios asuntos en materia de educación, salud, cultura y religión.

«El discurso de Netanyahu, permaneció dentro del marco de esta lógica. En primer lugar, pasó una hora [dictándonos] las condiciones, y, luego, en 10 segundos, exigió que viniésemos y hablemos con él sin pre-condiciones. Además, la afirmación de que mencionó un estado palestino es infundada… Netanyahu fue muy claro y preciso.

«Así cuando los Estados Unidos publicaron una declaración diciendo que el discurso contenía elementos positivos, llamé a la Casa Blanca y le dije a uno de los miembros del personal allí, ‘Parece que hemos escuchado dos discursos [diferentes] de Netanyahu. El que yo escuché no incluyo nada positivo. Si usted escuchó un discurso diferente, por favor hábleme sobre este, porque [en el que yo escuché]… Netanyahu dijo ‘no’ a la solución de dos estados [sobre la base de] las fronteras de 1967, ignoró la Iniciativa de [Paz] Árabe, y, [en un acto] sin precedentes de desprecio por los dirigentes árabes, propone hablar con ellos sobre gasoductos y equipos de transporte de agua.

«También dijo ‘no’ a [alcanzar] un acuerdo final sobre [los temas de] Jerusalén, los asentamientos, las fronteras y los refugiados. Cambió el significado de la palabra ‘negociación’ de ‘dar y tomar» a «tomar y dictar’. Arrojo fuera la Hoja de Ruta – en especial la cláusula relativa a la congelación de los asentamientos, incluyendo su crecimiento natural – y rechazó la visión de Obama. Este último habló del futuro y de un nuevo Medio Oriente, mientras que Netanyahu habló del pasado y del viejo Medio Oriente…»

«Netanyahu le dirá al [enviado de los Estados Unidos George] Mitchell de que Israel está dispuesto a aceptar cualquier cosa, pero que existen unidades de vivienda en los asentamientos que [ya] están en construcción, así como también los [contratistas] que [ya] han sido asignados [y no pueden ser detenidos]. Nosotros les hemos dicho a los norteamericanos que 3.290 unidades de nuevas viviendas están en construcción en los asentamientos, y que las ofertas han sido expedidas para la construcción de 11.000 más, de modo que alrededor de 14.000 viviendas serán construidas durante la actual administración [israelí] y las siguientes, hasta que se complete la construcción. Los norteamericanos están obligados a caer en esa trampa.

«Esta es la razón del por qué Obama debe lanzar su iniciativa de paz para reactivar el [proceso] tan pronto como sea posible, ya que de otro modo la región será impulsada a un abismo de violencia, caos y extremismo y eso es un problema grave que debe ser abordado…

«Todos debemos saber que el presidente ‘Abbas y los palestinos no aceptan las propuestas [de una congelación parcial de los asentamientos], y ‘Abbas ya lo dejó claro en los documentos que le envió a Obama».

Reconocer a Israel como un estado judío significa unirse al movimiento sionista

«Otra cuestión es [reconocer] a Israel como estado judío. El 14 de mayo de 1948, a Truman se le pidió firmar [un documento] reconociendo [el establecimiento de] un ‘estado judío provisional’. Después de leerlo con cuidado, tachó las palabras ‘estado judío’ y en su lugar escribió las palabras ‘estado de Israel’ – porque pedirle a alguien que reconozca un estado judío es equivalente a pedirle que se una al movimiento sionista. Este movimiento cree que la religión y la nacionalidad son una misma cosa.

«También existen otras razones bien conocidas [para evitar el reconocimiento de Israel como estado judío] – es decir, los 1,5 millones de palestinos que viven en los territorios de 1948 [es decir, ciudadanos árabes de Israel], así como también el Derecho a Retorno, etc… Israel ha firmado tratados de paz con Egipto y Jordania, y tiene relaciones con el mundo entero. Entonces por qué este no les pide que lo reconozcan [como un estado judío]? ¿Por qué me pide esto sólo a mí?

La Iniciativa de Paz Árabe es buena para los palestinos

«Luego del discurso de Netanyahu, es posible obtener sólo una cosa de los árabes – a saber, la adhesión a la Iniciativa de Paz Árabe. Aquí quiero revelar el secreto del por qué nos adherimos a esta iniciativa. Esta incluye una cláusula que dice: ‘A la retirada completa de Israel de los territorios ocupados en 1967, incluyendo Jerusalén y la ocupada Arab Golán de Siria, [los árabes] comenzarán a tomar medidas [de acercamiento] con Israel». [Basados en esta cláusula], los árabes pueden decirle a Israel: ‘Nosotros no vamos a tomar ni un solo paso en su dirección antes que el objetivo [de una completa retirada de Israel] sea conseguido». Esto nos ayudaría. Pero existen aquellos que quieren torpedear la Iniciativa de Paz Árabe.

Los palestinos coordinan todas sus acciones con Jordania

«Después de la [cumbre] de Annapolis, el Presidente Abbas se reunió con el Rey de Jordania ‘Abdallah II, y le pidió formar una ‘cocina’ conjunta [política palestino-jordana]’, de modo que cada palabra que intercambiemos con los israelíes será en primer lugar examinada por el rey. [Nosotros le dijimos], ‘Usted es nuestro socio. [Compartimos] una frontera y [nuestras preocupaciones sobre] seguridad, agua y los refugiados son [también] intereses jordanos. No los vamos a sorprender. Cada propuesta que le presentamos a Israel fue en primer lugar presentada a nuestra hermana Jordania, y cada propuesta que recibimos de Israel fue presentada a Jordania antes de que nos diera nuestra respuesta, teniendo en consideración los intereses conjuntos [palestino-jordanos]. Las relaciones entre Jordania y los palestinos nunca han sido mejores de lo que son en la actualidad. Todo lo que sucede en Palestina afecta a Jordania. Además, no puedo estar de acuerdo con el despliegue de un tercer socio [militar] en la frontera [jordana] sin el consentimiento de Jordania, y yo no puedo tomar ni un solo paso en resolver el problema de los refugiados sin conocer la suerte de los refugiados en Jordania – [el país] que alberga el mayor número de refugiados…»

Hamas como movimiento no necesita reconocer a Israel

«Hamas ganó las elecciones, pero no es razonable decir que [sólo] porque ganó las elecciones, la ONU debe ahora cambiar su carta constitucional, sus estatutos, sus normas y sus resoluciones, que la Liga Árabe debe retirarse de la Iniciativa de [Paz Árabe], y que la OLP debe cambiar los acuerdos humillantes que se han firmado.

«Nadie le está pidiendo a Hamás que reconozca a Israel o la [solución] de dos estados. Nadie le ha pedido a Hamás incluso que cambie una letra en sus documentos [ideológicos]. Es el gobierno de la [Autoridad Palestina] que está obligado a reconocer a [Israel]. La resistencia es algo noble, y un deber sagrado de toda persona bajo la ocupación, pero existe una gran diferencia entre invertir en la resistencia y llevarla a cabo…

«Lo que se necesita en este momento es un gobierno palestino de unidad [nacional] que reconozca el compromiso de la OLP, [ya que] esto nos permitirá reconstruir a Gaza…

«Si la meta de [Hamas] es establecer un estado nación árabe unificado, o un califato, perseguiremos [esos objetivos], incluso antes de que [Hamas] lo haga – pero primero es necesario liberar a Palestina… Si todo lo que queremos es combatir – no hay problema, enterremos la iniciativa de paz, limpiemos las trincheras, y hagámoslo…»

Irán no plantea ninguna amenaza a la región

«Está realmente el mundo árabe [dividido] en un bando moderado y un bando de resistencia?… Nosotros no vemos a Irán como una amenaza. Irán es un país de la región con los que [algunas veces] no estamos de acuerdo y [a veces] si estamos de acuerdo.

«Quiero que Irán este de lado de los palestinos y apoye a la causa palestina sin favorecer a un bando [es decir Hamas] sobre el otro [es decir, la OLP/Fatah]. Sin embargo, Irán no representa una amenaza a la región, eso es una invención utilizada por Netanyahu para convencer al mundo.

«Esta región no puede tolerar más guerras. El diálogo pacífico Irán-Estados Unidos debe tener éxito. Le pregunté al [ex director general de la AIEA] Dr. Mohamed ElBaradei en Viena cuántos años le llevaría a Irán desarrollar un arma nuclear, y dijo: de 14 a 16 años. Tenemos que cambiar este historial desgastado [acerca de la amenaza iraní]».

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