La última edición (#23) de la revista vinculada a Al-Qa’ida Sawt Al-Jihad incluye un artículo de Abd Al-Rahman Ibn Salem Al-Shamari, alabando la decapitación de un ciudadano egipcio en Irak. El autor enfatiza que un musulmán está obligado únicamente a ser fiel a su religión, y no a su identidad nacional o a su país, y por consiguiente todos los no creyentes son lo mismo, sin importar si son árabes o no. Lo siguiente son extractos del articulo: [1]
«Entre los que sucumbieron a esa daga feliz había una tiranía infiel poderosa y un ídolo adorado en lugar de Alá»
«‘¡Que su mano sea fortalecida!’ – eso dijeron todos aquellos que vieron el vídeo que mostraba el degollamiento de un espía egipcio al servicio del ejército norteamericano en Irak – me refiero a todos los de fe verdadera.
«Estáis equivocados si pensáis que sólo el espía egipcio fue degollado. No, porque entre los que sucumbieron a esa daga feliz se encontraban una poderosa tiranía infiel y un ídolo al que adoran en vez de a Alá; ¡¿no visteis esto mientras era degollado?!
«Un espía ha muerto, un espía entre otros, y el luchador de la jihad [que le acuchilló] se ha aproximado a Alá por medio de la sangre [del espía]. Aun así, ¿cuál es la novedad de este humilde espía de cuya muerte hemos dado testimonio estos mismos días?. La novedad, y le pedimos a Alá que haya más [como él], es que un espía ha muerto, ¡y este espía parecía ser árabe, tenía nombre árabe y hablaba árabe!. La novedad yace en el triunfo de la fe en el único Dios y en el abanderado estandarte de ‘no existe otro Dios sino Alá’, sobre todo y por encima de otras obediencias, ya sean étnicas, lingüísticas, de identidad, o de nacionalidad «.
«De cualquiera que sea enemigo de Alá, nosotros somos su enemigo… árabe o no árabe, próximo o lejano – todos son iguales»
«‘No encontraréis incrédulos en Alá ni en el Último Día bajo condiciones amistosas con los que se oponen a Alá y a Su mensajero, aunque sean padres, hijos, hermanos o sus parientes más cercanos. Alá ha inscrito la Fe en el fondo de sus corazones, y les ha fortalecido con un espíritu Propio. Él les admitirá en jardines regados con torrentes nutridos, en los que se saciarán para siempre. Alá está sumamente complacido con ellos y ellos están sumamente contentos con Él. Son el partido de Alá, y el partido de Alá ciertamente triunfará’. [2]
«Hay sólo un criterio respecto a la obligación de obediencia a Alá o a la ausencia de la misma, y este único simple criterio está conectado con el Islam. Incluso si las relaciones familiares, es decir, primos, hermanos o hijos [están involucradas]… la obediencia es sólo al Islam y la enemistad es sólo para sus enemigos; este es el camino al verdadero partido de Alá [ Hezboláh ], que Alá ha tenido cuidado en distanciar del Hezboláh chi’í, [3] que está en conflicto [con el enemigo].
«En el propio Irak, el tirano apóstata Saddam Hussein se colocó a la cabeza del partido Ba’th, cuyo famoso eslogan era: ‘Creo en el Ba’th como el único Señor que no tiene igual y en el arabismo como la fe sin igual’. Alá es exaltado por encima de las vanidades de los Ba’atistas. Este verso fue escrito por un poeta del Ba’ath y es la descripción más exacta de los Ba’atistas y su verdadero credo y religión; para ellos el arabismo es una religión y es el único criterio de obediencia o de ausencia de obediencia.
«En ese mismo Irak aprendimos una lección de religión, una lección breve, [de la duración de] desenfundar la daga y rebanar la garganta de un apóstata hasta levantar la daga [tras el acto].
«Pero [la daga] arremetió y tumbó toda la ignorancia [ jahiliyya ], como si [en forma de muerte] yaciera regada a los pies de ese combatiente de la jihad. La [daga] fue levantada, y levantó la palabra de Alá, para que la palabra de Alá alcanzara la cumbre.
«Y estas son las lecciones que aprendimos: El colapso de las identidades nacionales. Cuando éstas se opongan a la Sharia [ley religiosa islámica] o rivalicen con ella, y cuando causen división entre el pueblo y [proporcionen una base para] la obediencia, entonces estas identidades nacionales deben caer, y antes que nada [debe caer] el nacionalismo árabe y a toda costa.
«El monoteísmo y sus obligaciones están antes que todas las restantes obligaciones, relaciones, o lenguajes. El monoteísmo es la obediencia [a Alá], y Alá es El ‘que te colocó en naciones y tribus, para que pudieras conocerlas. Lo más noble de ti a los ojos de Alá es el que Le teme más’. [4] Pero el infiel es un infiel ya sea árabe o no árabe. Debe vérsele como un enemigo. Además, este es uno de los principios fundamentales del monoteísmo y uno de los fundamentos del Islam.
«No dudéis de que aprendemos esta lección de Irak. Porque los luchadores de la jihad en Irak ya nos han enseñado a oponernos al patriotismo, a la identidad nacional y al particularismo regional, y han puesto sus miras en el gobierno colaboracionista instituido por la ocupación, y nos han mostrado que ha proporcionado placer a los creyentes [es decir, los ataques terroristas]».
«De hecho, cualquiera que sea enemigo de Alá, nosotros – los que creemos en Alá – somos sus enemigos… árabes o no árabes, próximos o lejanos, todos son lo mismo».
«Oh Jeque de los carniceros, Abu Mus’ab [Al-Zarqawi], avanza en el camino recto, guiado por Alá»
«Yo escribo desde la tierra de los dos lugares santos conocida como ‘Arabia Saudí’, y se me recuerda la propuesta de los malditos gobernantes de la península Arábiga, de enviar fuerzas islámicas a Irak, y no hay duda alguna de que estos tiranos apóstatas serían los primeros en merecer el honor de profanar esta asistencia de cruzado al ejército norteamericano, y enviaría a compañías, batallones y brigadas de idiotas e imbéciles de entre los soldados apóstatas que han traicionado a la religión del Islam.
«Querríamos que estos soldados regresaran al Islam y que abandonasen el ejército del gobierno, que ha abandonado completamente el Islam. Sin embargo, aquellos de entre ellos que insistan en venir a Irak serán degollados mañana como la próxima lección y merecerán quizá el titular de: ‘La masacre de un apóstata saudí’ ¡y nosotros seremos los primeros en agradecer a Alá esta gran misericordia y esta gran lección!.
«De hecho, si la muerte de un espía egipcio es la destrucción del ídolo del nacionalismo [pan-] árabe, entonces la decapitación de espías y soldados saudíes será la destrucción de los ídolos del patriotismo, del nacionalismo [pan-] árabe y del nacionalismo territorial. [Será la destrucción] de la fe de los residentes de esa tierra en el concepto de ciudadanía y la destrucción de su devoción a un frente nacional que incluye tanto a musulmanes como a infieles, [como si] no hubiera ninguna diferencia entre ellos.
«Todos estos credos idólatras se pueden encontrar en esta mi tierra, y rezo a Alá para que limpie esta tierra y persiga a los apóstatas, hipócritas que se hacen pasar por creyentes, y a los decadentes.
«Oh Jeque de los carniceros, Abu Mus’ab [Al-Zarqawi], avanza en la senda recta con la ayuda de Alá, guiado por Alá, lucha junto con los monoteístas contra los adoradores de ídolos, junto con los guerreros de la jihad contra los colaboradores, los hipócritas y los rebeldes. Esperamos la decapitación de un apóstata saudí y ésta es la voluntad y el testamento de todos los monoteístas de la tierra de Al-Haramain [es decir, Arabia Saudí]: cualquier soldado de entre las legiones del rey saudí que venga [a Irak] es un colaborador del gobierno colaborador [iraquí]; en lo que respecta a la religión de Alá, ¡no les muestres misericordia alguna!».