El 23 de octubre del 2007, el Presidente sirio Bashar Al-Assad emitió un decreto que concede el documento de identidad sirio a los nacionales sirios drusos que residen en las Alturas del Golan. [1]

Seguido a esta acción, el activista de los derechos humanos kurdos Muhyi Al-Din ‘Iso publicó un artículo en un portal de oposición sirio llamando a Assad a tomar un paso similar vis-à-vis con los kurdos no-naturalizados que viven en Siria. [2]

En respuesta, Hassan Shams, un residente druso de las Alturas del Golan, escribió en otro portal opositor sirio, para apoyar la apelación de ‘Iso, preguntando cómo un país igual a Siria, que le niega a sus propios ciudadanos la ciudadanía y libertad, presume restaurar a los residentes del Golan su identidad y suelo.

Lo siguiente son extractos de los dos artículos:

Activista de derechos humanos kurdo a Assad: «Restáurele la ciudadanía a los kurdos también»

El activista de derechos humanos kurdos Muhyi Al-Din ‘Iso a quien se le fue negada la ciudadanía siria, escribió en el portal de la Declaración de Damasco, una organización paraguas de las fuerzas opositoras sirias: «… Esta iniciativa por parte del Presidente Assad es loable, ya que las Alturas del Golan sirias son parte del suelo sirio, y cada ciudadano patriótico tiene el deber de defenderlas…

«Sin embargo, no se nos permite a nosotros los kurdos sirios, a quienes se le es negada la ciudadanía siria, preguntarle al honorable presidente por qué, después de 45 años de suspensión, no decidió tampoco restaurar la ciudadanía que se le ha negado a los kurdos? ¿No cree el que estos le pertenecen en su patria, Siria?

«A los kurdos, tal como el honorable presidente conoce, nunca le han fallado de forma alguna a su patria: Han defendido su unidad y sacrificado a miles de sus [hijos] en batallas por la liberación de [Siria]. No tienen ellos el derecho a una identidad [siria], que les fue quitada de la noche a la mañana?…

«El sufrimiento de los kurdos al norte de Siria no es menos que el de nuestros [compañero sirios] en las Alturas del Golan. A [los kurdos] se les niega los más básicos derechos políticos, culturales y sociales, junto con [otros] derechos que Alá le dio [a todos los seres humanos]… Sufren de discriminación en tratamientos médicos; por ejemplo, los hospitales militares y algunos hospitales públicos se niegan a admitirlos… Su derecho a la educación es perjudicada en dos niveles: después de que completan sus estudios, a los ‘extranjeros [como residentes kurdos cuya ciudadanía fue revocada seguido al censo de 1962 son llamados]… no se les permite trabajar en cargos gubernamentales o en la [profesión] que estudiaron.

«En cuanto a los maktumin [e.d. otros kurdos nacidos en Siria que no están registrados como ciudadanos] – están peor que los ‘extranjeros’. No se les admite en las universidades o seminarios [en lo absoluto]; aun peor, no pueden obtener ni siquiera un certificado de matriculación, o trabajar en cargos gubernamentales.

«Muchos kurdos con diplomas universitarios están trabajando en restaurantes, o como vendedores ambulantes, obreros de la construcción… o porteros. Además de las dificultades de empleo, no se les permite poseer granjas, apartamentos, etc… Se les niega el derecho al beneficio de la ley de reforma agrícola (bajo el cual la propiedad de la tierra pasó a los granjeros). Sus tierras se las dieron a [los granjeros no-curdos] de otras regiones.

«[Además, a los kurdos se les negó el derecho] de recibir tarjetas para racionamiento de [alimentos], y tener a sus esposas e hijos registrados bajo sus nombres. Ni pueden inscribir bienes raíces y [otras] propiedades en su propio nombre (lo qué cuantifica el rechazo a los derechos de propiedad), y son excluidos del servicio militar obligatorio (defender su patria), y de quedarse una noche en un hotel sirio sin un permiso de seguridad.

«Honorable Presidente, aplaudimos su valerosa decisión de concederle la ciudadanía a nuestros compatriotas en las ocupadas Alturas del Golan sirias, y le imploramos que publique una decisión similar que conceda la ciudadanía siria a los kurdos en la provincia Al-Hasaka». [3]


[1] Al-Thawra (Siria), 24 de octubre, 2007.

[2] Siguiendo a un censo especial en noviembre de 1962 en la provincia Al-Hasaka, dónde la concentración de kurdos es la mayor en Siria, las autoridades sirias le despojaron a unos 100,000 kurdos que viven en Al-Hasaka de su ciudadanía siria, exigiendo que los documentos otomanos de antes de -1920 no contenían ningún registro de sus familias. Según fuentes kurdas, el número de kurdos no-naturalizados que viven actualmente en Siria excede los 200,000. Véase http://hrw.org/reports/1996/Syria.htm .

[3] Portal de la Declaración de Damasco Declaración (www.damdec.org ), 24 de octubre, 2007.