En un artículo el 2 de julio, 2008 publicado en el portal liberal árabe www.alawan.org, el Dr. Muhammad ‘Abd Al-Muttalib Al-Houni, abogado libio, empresario y autor liberal que reside en Europa, escribió en contra de la decisión emitida por una corte en la ciudad de Lille al norte de Francia anulando un matrimonio después de que el marido encontró que su esposa no era virgen en su noche de bodas. La decisión de la corte judicial disparó una controversia en Francia, y el ministro de justicia francés ha llamado a una apelación de la corte de Lille.
En su artículo, titulado «No ha Sido Demolido Aun el Bastión de la Virginidad?» Al-Houni argumenta que la decisión de la corte es un retroceso al Régimen de la Antigüedad y que contradice las bases morales y legales de la Republica Francesa y de la Europa moderna.
Lo siguiente son extractos: [1]
«[Este] juicio… es un fracaso moral de primer orden»
«Me gustaría comentar desde un punto de vista legal y político sobre el juicio emitido por una corte en Lille, Francia. Éste fue un juicio que anuló el matrimonio de un hombre con una mujer joven porque le mintió sobre su virginidad. La justificación de la corte para la anulación del matrimonio fue que el beneplácito de una de las partes, es decir el marido, fue engañado, [mientras] entraba en el matrimonio bajo la influencia de un error objetivo sobre el cual estaba basado su consentimiento a la finalización del matrimonio.
«Este juicio emitido en nombre de la República francesa secular podría ser considerado un serio retroceso de la progresión modernista histórica de Francia, ya que esta representa un retorno al régimen judicial que amplió el alcance de los poderes discrecionales personales del juez, y los cuales el juez poseía, tal como fueron, la autoridad legislativa; inventa modelos legales no presentes en el código civil, condenando lo que la ley no condena y sancionando lo que no sanciona.
«Este juicio es recordativo del Régimen Antiguo, cuando las cortes en Francia, en incidentes similares, emitieron varios juicios basados en estos amplios poderes discrecionales. Éste fue el caso, por ejemplo, en la tragedia del juicio de la familia Calas a mediados del siglo 18, que fue la marca más alta de degradación de juicios legales en esa era. Voltaire escribió un libro sobre este caso, el Tratado a la Tolerancia, en Ocasión de la Muerte de Jean Calas.
«Pero este juicio emitido por la corte en Lille no es meramente un error legal y jurídico. Más bien, es un fracaso moral de primer orden. El matrimonio es un contrato, pero uno de una naturaleza especial. Ya que es un contrato, tiene elementos básicos y condiciones, y se vuelve no valido si uno de sus elementos es anulado.
«Pero el juez francés observó que este contrato estaba basado en el consentimiento mutuo del tema del cuerpo de la mujer, y consideró el himen de ser parte del objeto en cuestión en el contrato…
«El juez consideró el himen una cosa de tal importancia que su ausencia constituye la prueba de que la mercancía – el cuerpo de la mujer – era fraudulento, requiriendo así la anulación o abrogación del contrato. Puesto de una manera diferente, la intención del ‘comprador’ fue juzgada defectuosa como resultado del ‘vendedor’ (la mujer) ocultando un elemento fundamental [respecto] a su cuerpo».
«[E]l contrato matrimonial está basado en la sociedad… y no en la compra del cuerpo de una mujer
«De hecho, la virginidad es una parte del cuerpo de la mujer; sin embargo, el contrato matrimonial está basado en una sociedad y la opción de un cónyuge, y no en la compra del cuerpo de una mujer y sus componentes.
«Qué pasó en esta decisión? La estructura de contrato comercial fue aplicada al contrato matrimonial, a pesar de ser una sociedad [y no un comercio]. La corte francesa no distinguió entre un contrato matrimonial y un contrato para comprar un automóvil, o bienes y raíces, o cualquier otro objeto material.
«En la República francesa, el problema de la virginidad no puede ser considerado un elemento o condición cuya ausencia invalida un contrato político de forma alguna. La modernidad y su legado aumentado la teoría legal nos dejaron claro que lo que está sujeto a rechazo o afirmación, aprobación o censura, criminalidad o permiso – así sea del punto de vista legal o moral – es la conducta humana, [es decir], acción o inacción. [Todo esto] no es aplicable al estado de ser de una persona, ya que eso demolería todos los logros de pensamiento legal y la filosofía de la ley del Renacimiento hasta nuestros días.
«Pongamos un caso hipotético traído ante esta corte involucrando el matrimonio de una mujer francesa y un hombre musulmán, dónde la mujer ha descubierto que su marido fue circuncidado, contrariamente a lo que él clamo antes de la boda. ¿No ordenaría la corte la anulación del contrato matrimonial debido a la existencia de una demanda fraudulenta respecto a la mercancía (el cuerpo del hombre)? Y si un caso fuese traído ante esta corte por un patrón que quería anular un contrato de empleo entre él mismo y un empleado, porque los documentos que él entregó declararon que era blanco y resultó ser que era de color, o los documentos dijeron que él era cristiano y resultó ser musulmán – declararía la corte aquí también la anulación del contrato?
«El abogado del demandante declara que el marido entró en esta unión bajo la influencia de un error objetivo. Él invoca un precedente en la ley francesa, dónde un matrimonio fue anulado porque la esposa descubrió que su marido era un ex prisionero. Pero esta [analogía] es engañosa, ya que [en el caso invocado como precedente] el atributo disimulado que fue la causa para la anulación del matrimonio no se relacionó al estado de ser del individuo, sino a la conducta criminal que se emite de un acto de comisión u omisión castigable por la ley.
«Según esta analogía, sería lógicamente necesaria para el parlamento francés pasar una ley que hace ilegal a una mujer perder su virginidad a través de cualquier medio otro que el coito legalmente sancionado, tal como el idioma del shari’a islámico lo llama. [Al parecer] eso simplemente estaría bien en esta edad de retroceso global».
«Si estos graves errores continúan… estaremos en la necesidad de otra era de iluminación en la propia Europa»
«Con esta decisión, la magistratura francesa ha llevado el sistema legal y ético en Francia a un estado afligido. Si estos graves errores continúan en la práctica judicial, puede convertirse en el caso que la ley francesa no aplicará por [igual] a todos los franceses, pero [más bien que] las leyes diferentes si aplicarán, según la diferencia de religión, sexo y quizás de color. Esto sacrifica la idea de ciudadanía y el principio de aplicar la ley a todos sin tener en cuenta las distinciones entre los ciudadanos.
«Este incidente no es el primero de su tipo en Francia. Hemos observado que el estado francés ha ido lejos en diferenciar entre sus ciudadanos. La evidencia de esto es la ley que tuerce un ojo a los hombres musulmanes que se casan con más de una mujer, continuando en castigar a los franceses de origen europeo que lo hacen. Si esta violación de las leyes de la República francesa y de los logros de la modernidad continúa, estaremos en la necesidad de otra era de iluminación, y tendremos que comprender que la fase de esta no se ha completado todavía».
[1] www.alawan.org, 8 de julio, 2008.