El secuestro de dos periodistas franceses en Irak en agosto del 2004 ha dado pie a una fuerte reacción en el mundo árabe y musulmán. Muchas figuras prominentes han pedido su inmediata liberación – particularmente a la luz de la política de Francia con respecto a Irak – y muchos clérigos han decretado fatwas a estos efectos. En una línea similar, la prensa árabe ha pedido activamente su liberación, con numerosos artículos publicados siguiendo estas líneas.
Algunos redactores árabes, por otra parte, afirman que la «neutralidad» de Francia no ha supuesto a los sujetos franceses la inmunidad ante los terroristas de Irak, y algunos incluso sugieren que ha contribuido a la anarquía y al terrorismo. Además, ha habido críticas, en la prensa al doble rasero adoptado por los árabes y musulmanes: movilizaciones masivas para liberar a los periodistas franceses, pero indiferencia en el secuestro y asesinato de otros de diferentes nacionalidades. Lo siguiente son algunos extractos de estas opiniones:
«[Esta] es una lección para los que piensan que pueden ser neutrales en la guerra contra el terror»
En su columna en el diario londinense en árabe Al-Sharq Al-Awsat, Ahmed Al-Rab’i escribe: «El secuestro de los periodistas franceses es una lección para los que piensan que se puede ser neutral en la guerra contra el terror, o para los que piensan que es posible llegar a una tregua con el terror internacional por medio de posturas políticas sin bases sólidas hacia el terrorismo.
«Francia pensó que el terrorismo de Irak no le alcanzaría porque se opuso a la guerra e intentó desvincularse de la posición norteamericana. Como resultado, el terrorismo internacional trata a [Francia] como a cualquier otro [país]. El terrorismo Internacional es democrático. Golpea a todos sin preguntar si las bajas son musulmanes o cristianos, o partidarios u opositores de Norteamérica. El terrorismo internacional no diferencia entre los civiles de Faluyah, los de Ryad, San’aa, Argelia, Nueva York o Nairobi. No hay diferencia entre norteamericanos y franceses. El único objetivo del terrorismo internacional es matar». [1]
El anterior editor de Al-Sharq Al-Awsat, Abd Al-Rahman Al-Rashed, escribe: «Los franceses pensaron que su posición en contra de la guerra de Irak y de lo que la siguió sería apreciada por los fundamentalistas de la región, y protegería a [Francia] de la maldad de nuestros terroristas. Este pensamiento fue un gran error por su parte… Mientras haya restos de anarquía y terror, nadie encontrará refugio de la guerra de Irak, sin importar si sus fuerzas están o no allí…
«Aquí los países ‘neutrales’ erraron al entender que los nuevos sucesos en la escena árabe les permitirían permanecer neutrales. Esto se debe a que la verdadera aspiración de los grupos de terror es matar a los cautivos en nombre de Aláh. La neutralidad sigue siendo algo inaceptable hoy, porque éstos son grupos que quieren entrar en el Paraíso con la mayor cantidad de sangre de sus víctimas, y no están interesados en negociaciones políticas o financieras…» [2]
«En un artículo publicado en la página web progresista www.elaph.com, el columnista ‘Aziz Al Hajj escribe: «Aquellos que afirman que existe una «Cruzada de Occidente contra el Islam» están de hecho enarbolando la «guerra santa» contra las democracias occidentales y contra la democracia y la civilización de todas partes… Francia, que se engañó a sí misma al verse salvada de manos depravadas de terroristas por su oposición a la guerra de la liberación de Irak, hoy se topa con la verdad: La guerra contra el terror debe ser internacional, y todos los países democráticos y las Naciones Unidas deben combatir a países terroristas tales como el régimen de Saddam…» [3]
«Chirac… ostenta parte de la responsabilidad del secuestro de sus ciudadanos»
En un artículo titulado «Oh Irak, ¿No has escuchado nuestros agravios?», el columnista Rashid Al-Hayun escribió en Al-Bagdad, el órgano del partido del primer ministro iraquí Iyad Alawi: «Las noticias del secuestro de los periodistas franceses fueron de entre las noticias de Irak las más dolorosas, y son el resultado de la oposición del [ presidente francés Jacques ] Chirac a ayudar al gobierno iraquí a estabilizar su seguridad interna…
«Es cierto que no se debe echar la culpa a los periodistas [franceses]. Pero Chirac, que intenta que le vean como un defensor de la justicia internacional… ostenta parte de la responsabilidad del secuestro de sus ciudadanos, debido a que se apresuró a oponerse a cada decisión internacional que intentaba inculcar seguridad a los corazones iraquíes. Al igual que las fuerzas del terror y el líder espiritual de Irán [ Alí Jamenei ] y [el ex presidente iraní Alí Akbar Hashemí ] Rafsanjani, Chirac ha intentado desviar la lucha con Estados Unidos a Irak – y el que sufre es el pueblo iraquí». [4]
El columnista Kamel Ghurbal escribió en www.elaph.com: «Hoy, tras el secuestro de los periodistas franceses, ¿reexaminará Chirac su posición [en Irak]?. ¿Es consciente de las implicaciones de su vergonzosa posición, con todos los centros de terror e incitación saliendo en su defensa y exigiendo la liberación de sus ciudadanos?. ¿Alcanza a ver la magnitud de la desgracia que pende sobre Francia tras la marcha organizada por los diseminadores del terror a favor de la libertad de los periodistas [franceses]?. Y todo esto cuando la masacre de 12 inocentes del Nepal por los terroristas ha pasado inadvertida por todos aquellos que aplauden a Chirac y su apoyo a la nación árabe, cuyos hijos están siendo educados a los pies de los decapitadores y ladrones de altos vuelos.
«¿Tiene Chirac el valor suficiente para ponerse delante de todos, después de que la crisis haya terminado – y esperemos que acabe bien – para anunciar que estaba equivocado con respecto al pueblo francés, con respecto al pueblo iraquí y con respecto a todos pueblos que admiran la civilización y la paz?. ¿[Dirá] que erró la herencia de la gran Revolución Francesa cuando escogió [jugar] en los dos bandos, y buscar ayuda y aplauso de los bárbaros y fascistas de todo Oriente Medio?…» [5]
«¿Por qué… no hay condena similar de [otras] operaciones terroristas?»
Abd Al-Hamid Al-Ansari, ex decano de la Facultad de Shari’a de la Universidad de Qatar, escribió en el diario londinense en árabe Al-Hayat: «¿Por qué no hemos visto una expresión de solidaridad en situaciones similares de secuestro de periodistas inocentes, trabajadores o conductores?. El número de víctimas de secuestros ha alcanzado los 51 periodistas de 16 países, y docenas de infelices de varias nacionalidades han muerto mientras no hemos movido un dedo. ¿Por qué está el mundo árabe molesto por los rehenes franceses mientras 12 obreros del Nepal, que fueron asesinados a sangre fría… no encontraron a nadie que les ayudara?. ¿Dónde dormía nuestra conciencia moral cuando nuestros canales de televisión satélite emitían ante nuestros ojos y oídos las imágenes de matanzas y mutilaciones de cuerpos?. ¿Por qué no hemos escuchado una condena similar a estas operaciones de terror?. ¿Por qué esta duplicidad…?» [6]
El columnista Samir ‘Attalah escribe en Al-Sharq Al-Awsat: «¿Qué pasaría si los periodistas [secuestrados] no fueran franceses o [sujetos de] un país solidario con los árabes?. ¿Estarían entonces permitido secuestrarlos?. ¿Está permitido secuestrar a coreanos, italianos o norteamericanos y matarlos ante la cámara…?. Me entristece decir que la responsabilidad de esto no sólo yace en varios bárbaros salvajes… Es el quehacer de los partidos en el poder, los autores y funcionarios electos que tuvieron miedo y se callaron, como dando legitimidad a una cultura de secuestros, asesinatos y decapitaciones y metiendo la [cabeza] en la nevera junto a los mangos y a la leche del desayuno». [7]
En un artículo publicado en www.elaph.com, el columnista iraquí Salim Rasoul escribe: «Esperamos que los árabes y musulmanes se opusieran decididamente a las operaciones de terror que tienen lugar hoy en Irak, y que las despojarían del título de «legítimas»… por la preocupación de la imagen del islam y de los musulmanes del mundo, una preocupación que precedió a todas las tareas de la agenda política, así como también a otros deberes. Es particularmente cierto que los autores materiales de estas operaciones se esconden tras un manto de religión y están masacrando, quemando y perpetrando cualquier cosa que sus enfermos corazones quieren en el nombre de Aláh.
«¿Señala la intervención de todos estos elementos, incluyendo a Yasser Arafat y al canal de televisión Al-Jazira, una conexión entre ellos y los secuestradores?. [No indica esto] que se está llevando a cabo un plan con la bendición de estos elementos, pero que sus autores han errado en [escoger] el objetivo y así han lanzado una campaña de rectificación que reza: «Secuestrad a italianos, a nepalíes y a otros, pero no a los franceses o a cualquiera que comparta sus intereses».
«Lo reitero, exigimos la liberación de los periodistas franceses. No por la causa del gobierno de Francia, sino por el bien de la imagen del islam, que se ve aún más dañada por operaciones irresponsables y por la causa del humanismo, dado que el periodista no es parte de lo que sucede en la arena política. No adoptaremos un doble rasero como los que actúan imprudentemente». [8]
«Chirac… hace un llamamiento a los terroristas para que distingan entre amigo y enemigo»
El columnista ‘Adnan Fares escribe en el semanario progresista iraquí Al-Ahali: «Francia está recordando a los terroristas que sus dos periodistas no son miembros del gobierno de Iyad Alawi, que tiene el apoyo del 80% del pueblo iraquí, y que no son expertos de la reconstrucción de Irak, sino que se encontraban en Irak para cubrir «las luchas de la resistencia por la libertad de Irak» y para movilizar a la opinión pública dentro y fuera de Francia contra el nuevo Irak.
«El primer ministro de la Francia democrática; Los terroristas de Hamas que asesinan a niños y a inocentes; [ el secretario general de la Liga árabe ] Amr Moussa, que protege la unidad terrorista árabe oficial, los despreciables del «gobierno libre libanés» – los agentes de Siria e Irán – y todos los amigos y camaradas de Saddam: [todos ellos] contemplan hoy con miradas de reproche a los terroristas de Irak…
«Hoy, la Francia de Jacques Chirac es una fuente primordial de apoyo para las dictaduras tercermundistas y organizaciones del terror. Esto se encuentra en el contexto de un nuevo plan en su política internacional actual, que pretende servir a intereses que están muy lejos de estar conforme a las normas y valores internacionales… Jacques Chirac no condena el terrorismo contra el pueblo iraquí, sino que pide a los terroristas que distingan entre amigo y enemigo». [9]
[1] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 31 de agosto del 2004.
[2] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 1 de septiembre del 2004.
[3] www.elaph.com, 30 de agosto del 2004.
[4] Tal como es citado en Al-Hayat (Londres), 3 de septiembre del 2004. El artículo también puede encontrarse en www.elaph.com, 31 de agosto del 2004.
[5] www.elaph.com, 1 de septiembre del 2004.
[6] Al-Hayat (Londres), 9 de septiembre del 2004. Traducido por Al-Hayat, http://english.daralhayat.com/opinion/09-2004/Article-20040909-e2f52af0-c0a8-01ed-0003-e35b71966a63/story.html.
[7] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 1 de septiembre del 2004.
[8] www.elaph.com, 2 de septiembre del 2004.
[9] Al-Ahali (Irak), 8 de septiembre del 2004.