En su columna del 4 de agosto, 2008 en el diario árabe liberal en Internet Elaph, el redactor saudita Saleh Al-Rashed argumentó que los estados del Golfo deberían instar a Occidente a atacar a Irán antes de que este adquiera armas nucleares.

A continuación se presentan extractos de la columna: [1]

Un Irán nuclear es como un bin Laden con una bomba atómica

«‘No hay que evitar lo inevitable’ – este adagio me vino a la mente cuando leí la declaración del comandante de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán Mohammad ‘Ali Ja’fari quien dijo: ‘Mi país fácilmente es capaz de cerrar el Estrecho de Hormuz, el pasadizo principal de los buques petroleros, si el país es atacado debido a su programa nuclear’.

«En mi estimado, confrontar a este país, que está intentando ganar el tiempo necesario para adquirir armas nucleares, es inevitable. La posesión de armas nucleares por un estado como Irán, que es ideológica hasta la medula, es más o menos como si Osama bin Laden tuviese una bomba nuclear. Son tal para cual. A pesar de la diferencia en sus turbantes y en sus creencias religiosas, el resultado final es el mismo.

«Quizás es nuestra mala suerte que nosotros [e.d. Arabia Saudita] y los estados del Golfo serían los primeros en padecer por una confrontación militar con Irán y de su respuesta, y el problema se volvería aun más grave si Irán tuviera éxito en cerrar el Estrecho de Hormuz, tal como amenazó el comandante del CGRI. Pero nuestra situación con Irán es como la del enfermo que se niega a tratar su enfermedad con cauterización. Sí, el dolor de ser quemado es horrible, pero esta enfermedad sólo puede ser tratada a través de esta confrontación militar – la cauterización.

«La historia nos ha enseñado que los países ideológicos solo prestan atención a la victoria sobre su ideología… Ellos nunca aceptan ninguna situación a medias, incluso cuando se encuentran a si mismos al borde del desastre».

«La confrontación es la solución»; «la prioridad absoluta debe ser nuestra seguridad estratégica en el Golfo»

«La confrontación es la solución, y no existe ninguna solución sino la confrontación. El juego de la zanahoria y la vara jugado por los Estados Unidos y la U.E. no tendrá efecto alguno.

«En la actualidad, estamos padeciendo dos cosas: Los esfuerzos de Irán [por ganar] hegemonía regional, y sus esfuerzos por imponer su influencia vía sus aliados sectarios – la quinta columna de fundamentalistas árabes chi’itas. Imagínese cual sería la influencia, hegemonía y quinta columna de Irán si esta tuviera una bomba nuclear.

«Quizás es una coincidencia extraña que, esta vez, nuestros intereses estratégicos coinciden con los de Israel. El régimen de los mullahs en Irán son nuestros enemigos, y al mismo tiempo no es un enemigo sólo de Israel, sino de la paz y la seguridad mundial.

«Yo sé que los demagogos árabes se codean juntos indiscriminadamente con cualquiera que esté en contra de Israel y América. Pero no necesitamos ser barridos por estos demagogos al igual que lo fuimos en el pasado. Esta vez, la prioridad absoluta debe estar en nuestra seguridad estratégica en el Golfo que está amenazada por Irán – aun cuando esto venga a expensas de la causa palestina.

«En política, nada impide aliarse con el diablo por la causa de sus intereses. Esto es lo que está confrontando al peligro iraní – el cual está cercano – exige de nosotros. Este asunto, en mi estimado, no puede sufrir retraso o vacilación. Cada día que pasa beneficia a Irán.

«Así, necesitamos dar un empujón a los poderes mundiales, y sobre todo a los Estados Unidos y a la U.E., hacia la confrontación militar para neutralizar al enemigo iraní, cualquiera sea el costo, antes de que la bomba nuclear lo haga ser demasiado tarde – aun cuando esté en contra de la voluntad de los árabes del norte».


[1] www.elaph.com, 4 de agosto, 2008

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