En una columna que fue publicada el 26 de diciembre del 2005 en el diario de Londres Al-Hayat, el redactor Hazem Saghiya atacó severamente a los líderes árabes e iraníes que niegan el Holocausto. Aquéllos a los cuales señaló incluyeron al líder de la Hermandad Musulmana Mahdi ‘Akef, al líder del Hamas Khaled Mash’al, y al Presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad. Lo siguiente son extractos, en su inglés original:
«Mahdi ‘Akef se ha unido a Khaled Mash’al, quien, a su vez, se había unido al [Presidente iraní] Mahmoud Ahmadinejad, en negar la existencia del holocausto nazi que tuvo como objetivo a los judíos europeos. Al asunto ya no se le aborda o se discute, excepto en entornos intelectual y educativamente retrasados. Cuando el rechazo está siendo proferido por árabes y musulmanes, esto le agrega otra dimensión, la cual es la incapacidad de lograr algún progreso en la realidad, entonces proceden a confrontar a la historia con el mito.
«Por enésima vez, la verdad debe ser reiterada: la posición hacia el Holocausto no está unida a la posición hacia Israel. Aquellos que conectan las dos o son firmes sionistas que consideran que la actitud hacia el estado hebreo es automáticamente la misma hacia el Holocausto, y viceversa; o los que odian a los judíos que consideran que reconociendo el Holocausto es equivalente a apoyar a Israel, y no dejan ningún espacio para contradecirlo.
«Tal como fue mencionado previamente, No existe necesidad alguna en discutir este asunto ya formalizado, a pesar de lo que un oficial iraní dijo cuando recalcó la opinión de [Ahmadi]nejad como ‘un punto de vista académico’, y a pesar de las fangosas fuentes de ‘Akef que van desde David Irving hasta Roger Garaudy.
«Y más importante, la ‘cultura’ de negar el Holocausto – la cual es, entre otras cosas, el resultado de la falta de educación – ha crecido para ocupar una posición dominante en la vida publica árabe e islámica. Aunque el asunto estaba a punto de llegar a un fin y ser confinado a estrechos márgenes que recogen el absoluto fanatismo con el absoluto retraso, la pesada y envenenada lluvia iraní, nos empapó y fue bienvenida, bastante ansiosamente, por los ávidos desiertos árabes.
«El problema no se restringe ya ahora a estrechar márgenes. La razón es que [Ahmadi]nejad, lamentable y dolorosamente, es el Presidente de la República elegido por millones de iraníes. En cuanto a Mash’al, es uno de los símbolos de la organización que picoteó en las municipalidades palestinas, y puede ahora también picotear a su Parlamento, en el caso de que las elecciones legislativas tengan lugar, confundiendo al mundo sobre la manera de evitar tal estancamiento. En cuanto a ‘Akef, él es la estrella que surge en Egipto, mientras sus hermanos musulmanes han asegurado más del 25 por ciento de los escaños del Parlamento. Ellos podrían incluso lograr más en mejores circunstancias electorales.
«Introducidos por algunos escritos del ex Ministro de Defensa sirio Mustapha Tlas, o algunas cartas e instrucciones de Osama bin Laden y Ayman Al-Zawahiri, la biblioteca del Hamas, el Jihad Islámico, y la del Hizbullah abundan con largos extractos sacados de los Protocolos de los Sabios de Sión, El Peligro Judío, y otras páginas amarillas entremezcladas con visiones míticas sobre martirio y tumbas.
«Esto significa que nosotros no seremos envidiados en lo absoluto. La dolencia se está inflamando desde el corazón de las sociedades hacia los que toman decisiones allí dentro. No es ninguna coincidencia de que los elementos del bloque que esparcen y diseminan las antedichas ‘ideas’ son esos mismos elementos que nos prometen salvación de la ocupación y de la oscuridad hacia un horizonte más luminoso y resplandeciente. También no es ninguna coincidencia que el mismo bloque representa una sensibilidad anti-moderna acoplada con una cierta regresión a lo que ya ha [sido] intentado muchas veces antes, en el poder así como en la oposición…»
