En un reciente artículo, el destacado columnista pakistaní Dr. Iqbal Muzaffar criticó el movimiento anti-guerra en Occidente por su silencio sobre la operación militar contra los talibanes en Afganistán y Pakistán. El Dr. Iqbal también acusó el despliegue de tropas de los Estados Unidos en Afganistán por ser parte de la «continua codicia de sangre» de los estadounidenses.

A continuación se presentan algunos extractos del artículo, titulado «La Sed de Sangre de los

Estados Unidos», tal como fue publicado originalmente en inglés en el diario paquistaní The News: [1]

«El movimiento anti-guerra se encuentra en total confusión por la continua ocupación de Afganistán y la expansión de las operaciones militares

«El movimiento anti-guerra en los Estados Unidos, Canadá y Gran Bretaña se ha convertido prácticamente en una entidad inexistente. Esto no fue imprevisible, ya que los diversos grupos que componen el llamado movimiento anti-guerra no tienen ni los recursos ni el liderazgo, ni ninguna base ideológica sólida más allá de la aparente repugnancia por la guerra.

«La invasión de Afganistán por los Estados Unidos tuvo lugar en un momento de alta fiebre (los ataques del 11 de Septiembre, 2001) y nadie pensó mucho en la agenda a largo plazo de los estadounidenses para el momento de la invasión a Afganistán. Por lo tanto, Afganistán nunca obtuvo el tipo de importancia frontal que Irak logró inmediatamente con el movimiento anti-guerra.

«Pero ahora el movimiento anti-guerra se encuentra en total confusión por la continua ocupación de Afganistán y la expansión de las operaciones militares. Esto le ha dado vía libre a los tres gobiernos principales que conducen las operaciones de Afganistán para que hagan lo que deseen en Afganistán sin temor alguno a la oposición dentro de casa.

«Por lo tanto, el Presidente Obama no tuvo a nadie que se le opusiera cuando decidió enviar más tropas a Afganistán. Lo hizo para hacer ‘exitoso’ su primer mandato al igual que el de sus predecesores – suponiendo que la definición de éxito por el estadounidense a la prueba de tiempo todavía es válida: Estados Unidos debe estar comprometida en una guerra para ser exitosa.

«Aunque [los Estados Unidos] está moviendo sus soldados fuera de las ciudades iraquíes, los está simplemente reorientando – este continuo deseo de sangre define ahora a los Estados Unidos»

«La insaciable sed de sangre de los estadounidenses está ahora en pleno apogeo en esta temporada de matanzas, mientras sus aviones teledirigidos continúan quitándole la vida a hombres, mujeres y niños en diversas partes del FATA Pakistaní [zonas tribales federalmente administradas a lo largo de la frontera afgana] y sus soldados continúan cavando más y más hondo en Afganistán.

«A pesar de que está moviendo sus soldados fuera de las ciudades iraquíes, sólo los está redistribuyendo. Esta continua ansia de sangre define ahora a los Estados Unidos. Su máquina de guerra se ha vuelto tan sanguinaria que no existe ninguna señal a la vista a la ocupación norteamericana de Afganistán, a pesar de que no tiene absolutamente ninguna justificación legal o moral…»

«Sin embargo, ni el aumento de tropas, ni los enormes recursos monetarios que están siendo inyectados a la guerra en Afganistán no indican nada más que fracasos. Hace apenas dos semanas en julio, 46 soldados extranjeros ya habían sido asesinados, haciendo de julio, 2009 un mes histórico. Sin embargo, para el portavoz de la OTAN contralmirante Greg Smith, estas muertes eran ‘algo que anticipamos ocurrirían mientras ampliamos nuestra influencia en el sur». Asimismo, también aclamó la «intensa serie de objetivos reunidos en términos de asignación de rutas para los insurgentes». Sangre y muerte son de forma simple lo que se espera, no existe absolutamente ninguna vergüenza, sin pesar, ni nauseas por la pérdida de vidas humanas, todo está previsto y eso, de alguna manera lo justifica!

«El 10 de julio, la muerte de ocho soldados británicos en un período de 24 horas estableció una marca: el número de muertos del ejercito británico en Afganistán de (184) ya supera el número de sus soldados muertos en Irak (179). Sin embargo, haciendo uso de la palabra en la cumbre del G8 en L’Aquila, Italia, el Primer Ministro británico Gordon Brown defendió la misión afgana: ‘Nuestra resolución en completar el trabajo que hemos comenzado no ha disminuido’, dijo….»

«Esta es la retórica circular de los políticos británicos, norteamericanos y canadienses la cual se ha convertido en la piedra angular de su raison d’être (razón de ser), de estar en Afganistán: Necesitamos completar la misión que comenzamos. Pero si uno les pregunta ‘cual misión’? ‘Cual es exactamente la razón de su presencia en Afganistán?’ no tienen ninguna respuesta salvo vagas [banalidades]: la defensa de los avances tan duramente ganados, la eliminación del terrorismo, la defensa de nuestros ideales, la protección de nuestra nación….»

«‘La libertad de quién, cual paz?» uno puede preguntar. Estos hombres y mujeres están siendo sacrificados simplemente en la búsqueda de un enemigo fantasma en una tierra lejana. Ningún canadiense en su sano juicio cree que los talibanes en Afganistán atacarán a su país. Sencillamente no existe razón para que soldados canadienses estén en Afganistán – pero este simple y aparente hecho no entra en los cálculos de los políticos canadienses, ya que inmediatamente comienzan a pensar en las consecuencias económicas del retirarse de Afganistán: ¿Qué pasara con el comercio junto al gran socio comercial al sur, si nos retiramos? ¿Cuántos empleos se perderán….»

«Si la historia nos sirve de guía… tarde o temprano las tropas extranjeras tendrán que abandonar Afganistán – y dejaran tras de sí, sólo familias destruidas, cuerpos desmembrados, niños asustados…»

«Si la historia sirve de guía, se puede decir con certeza que tarde o temprano las tropas extranjeras tendrán que abandonar Afganistán, y que no dejarán nada más que familias destruidas, cuerpos desgarrados, niños asustados y una estela de corrupción y destrucción de un nivel y escala nunca visto antes en la historia afgana.

«Sin embargo, esto no sucederá hasta que los norteamericanos encuentren otro lugar donde enviar a sus soldados, para que su insaciable sed de sangre tenga nuevos campos de muerte».


[1] The News, Pakistán, 17 de julio, 2009.