En su columna del 31 de agosto, 2009 en el diario de la Autoridad Palestina Al-Ayyam, Mohammed Yaghi, quien también es investigador en el Instituto Washington para las Políticas del Medio Oriente, expresó sus reservas sobre el plan político y los estatutos de Fatah, donde ambos serán presentados en la sexta conferencia del movimiento inaugurada el 4 de agosto, 2009 en Belén. Asimismo, expresó su preocupación en que la conferencia no sería capaz de discutir seriamente estos documentos debido a la preocupación del liderazgo de Fatah con cuestiones organizacionales.
A continuación se presentan extractos de la columna:
«Es el objetivo de Fatah [aun] la total liberación de Palestina y la eliminación del ocupante estado sionista?'»
Yaghi argumenta que es necesario re-examinar 28 artículos en la primera sección de los estatutos de Fatah, titulado «Principios, Objetivos y Método». Él dice que es dudoso que dicho examen dejará las cosas como están, diciendo: «Es el objetivo de Fatah [aun] la liberación total de Palestina y la eliminación del ocupante estado sionista – económica, política, militar y culturalmente?’ Es [cierto todavía que] ‘el sendero de Fatah a la revolución armada popular es la única, e inevitable manera de liberar a Palestina?’ Sigue siendo la lucha armada «una estrategia y no una táctica? Y en que se basa la oposición a todas las soluciones políticas propuestas hasta la fecha como alternativas a la eliminación de la ocupante entidad sionista de Palestina a la llamada [hoy] al mundo [por los palestinos] a implementar las resoluciones de las Naciones Unidas pertinentes al conflicto con Israel?
«En qué se diferencian todas estas cosas al pacto de Hamas? Y que es toda esa lucha con Hamas, si sus objetivos y metas se superponen a [los de Fatah]? ¿Cómo encaja todo esto con la aceptación de [Fatah] a la solución de dos Estados, con la iniciativa de paz árabe y con toda el [proceso] de negociaciones?»
Yaghi critica también el hecho de que otras secciones de los estatutos no han sido cambiadas, tales como las secciones llamando a reforzar las relaciones con los países que se oponen a los sionistas y al imperialismo, el rechazar las resoluciones de la ONU, y el eliminar a Israel a través de la revolución armada popular. Él señala que Fatah ya ha pasado esa etapa, escribiendo: «Dejando estas secciones tal como están no se corresponde con la creencia de Fatah o con su actividad política del día a día en el campo.
«Hace varios días, el ‘imperialismo’ mencionado en los estatutos [es decir, los Estados Unidos] le otorgaron a la Autoridad Palestina 200 millones de dólares para que pueda pagar los sueldos de los [palestinos] ‘combatientes’ que se supone deben eliminar ‘al brazo atacante de [Estados Unidos] en la región’, [es decir Israel] – y [los palestinos] incluso agradecieron a los Estados Unidos por esto. Este ‘imperialismo’ es el que supervisa el entrenamiento de los aparatos de seguridad [palestinos] los cuales ‘emprenderán la guerra popular a largo plazo’… Fatah debe abandonar el ciclo de farsa y auto-engaño, y centrarse en sus creencias políticas, tal como se declara y se aplica cada día.
«Fatah hoy día cree en un estado independiente con plena soberanía sobre el territorio que Israel ocupó en 1967, con Jerusalén como su capital – [un estado] que viva en paz y seguridad junto a Israel. [También cree] en una solución justa al problema de los refugiados basado en las resoluciones de las Naciones Unidas.
«Con respecto a los medios, la lucha armada no es el [medio] más adecuado o importante, y tampoco el supremo. En la actualidad, Fatah concedió a la lucha armada en el intercambio de cartas de reconocimiento mutuo con Israel en nombre de la OLP en Oslo, y se comprometió a luchar contra quien lleve a cabo [la lucha armada]. La conferencia tiene derecho a examinar si esto le sirve o no a Fatah y al pueblo palestino y si los acercó a sus metas…»
«Cuando Fatah trata de hacer de las suyas solamente con el fin de jactarse [de que es más patriota que Hamas], se hace así misma más daño que bien»
Él continuó, «Fatah debe dejar la opción del conflicto abierta, y no debe limitarse a si misma a un único medio. Cuando Fatah quiere hacer una de las suyas con el único fin de alardear [de que es más fanática y patriota que Hamas], se hace a si misma más daño que bien».
Respecto al plan político de Fatah, Yaghi declaró: «La mitad del plan de [Fatah] [suena] como una crónica de cuentos históricos parciales sobre acontecimientos políticos u organizacionales. En lugar de dar respuestas, esta presenta decenas de preguntas – y esto no tiene cabida en un plan político.
«El plan debe incluir secciones relacionadas con las metas a largo y corto plazo por las cuales Fatah está trabajando a diario en implementar… El plan debe [también] incluir opciones estratégicas a futuro, y la percepción de Fatah en relación con las negociaciones, itinerarios, condiciones, mecanismo y qué es lo que no está dispuesta a aceptar».