En una serie de recientes artículos en el diario saudita [en inglés] Arab News [Noticias Arabes], el periodista liberal Raid Qusti [1] escribió sobre la necesidad de reevaluar el sistema de educación saudita, al cual culpa por producir terroristas en Arabia Saudita, y de lograr la reforma religiosa respecto a los derechos de las mujeres sauditas. Lo siguiente son citas de los artículos:
Artículo 1: «Cuánto Tiempo Antes del Primer Paso?»
Lo siguiente son citas del artículo titulado «Cuanto Tiempo Antes del primer Paso», del 5 de mayo, 2004:
«Las acciones terroristas en Arabia Saudita se están convirtiendo más o menos en noticias del día. Cada vez espero y rezo de que se acabe, [pero] sólo parece ponerse peor…»
«El sábado, cinco occidentales fueron muertos a sangre fría en Yanbu, y testigos dicen que el cuerpo de uno de ellos fue arrastrado por la calle en un jeep que los terroristas estaban manejando. Atentados suicidas, vagonetas llenas con explosivos, ametralladoras, granadas propulsadas por cohetes; a mí se me parece más a las calles de Kabul o Fallujah, no Riad, Jeddah o Yanbu. Cada vez que me acuerdo de las acciones terroristas durante el último año, me acuerdo de lo que un oficial saudita le dijo a un grupo de invitados en una reunión en una embajada extranjera: ‘Esto es solo una nube negra que pasará a su debido tiempo’, dijo. Eso fue hace un año, incluso antes del atentado al complejo Muhaya el 8 de noviembre y el enredo que estamos viendo hoy.»
«Yo desearía poder ver de nuevo a esa misma persona hoy para preguntarle cual fue el boletín meteorológico para el próximo año. Más nubes negras y lluvias de bombas en vagonetas y granadas propulsadas por cohetes? Una explicación del porque todo esto está pasando fue planteada por el editor en jefe del periódico Al-Riad, Turki Al-Sudairi, en un programa acerca de determinar las raíces de los actos terroristas. Él dijo que la gente que lleva a cabo estos ataques compartieron la ideología del movimiento Juhaiman que se apoderó de la Gran Mezquita en los años setenta. Su doctrina fue la de acusar a otros de ser infieles y de darse a si mismos una mano libre para matarlos, ya sean occidentales – quiénes, según ellos, deberían ser sacados a patadas de la Península Arabica – o el creyente musulmán que no sigue su camino. Ellos desaparecieron en los años ochenta y noventas del ojo público y han surgido de nuevo con su ideología destructiva. La pregunta que Al-Sudairi se olvidó de plantear fue: Qué es lo que nosotros saudí vamos a hacer sobre esto?»
«Si nosotros, como nación, rechazamos mirar la raíz del problema, así como hemos hecho durante las últimas dos décadas, será sólo una cuestión de tiempo antes de que otro grupo de personas con la misma doctrina surgiere. Hemos nosotros ayudado a crear a estos monstruos? Nuestro sistema de educación, el cual no enfatiza la tolerancia de otras fe – permite solo la tolerancia de seguidores de otras escuelas islámicas de pensamiento – es algo que necesita ser reevaluado desde lo más alto a lo más bajo.»
«Lo otro es la cultura saudita misma, el hecho de que la mayoría de nosotros no acepta otros estilos de vida e impone nuestro propio estilo sobre otras personas. Y el hecho de que, del cuarto al doceavo grado, no enseñamos a nuestros niños que hay otras civilizaciones en el mundo y de que somos parte de la comunidad global, y sólo enfatizamos los imperios islámicos una y otra vez es digno de reevaluar. Y por último, pero de hecho no menos, de que el clima religioso en el país debe cambiar, un asunto el cual fue declarado por nuestro propio ministro de asuntos islámicos pero permaneció siendo una mera declaración sin aplicación.»
«El viaje de las mil millas comienza con un paso. Vamos nosotros a esperar otros 30 años para ver las consecuencias de la espera?» [2]
Artículo 2: Tradición contra Religión
En un artículo del 12 de mayo, 2004 titulado «Tradición contra Religión», Qusti se dirigió al asunto de los derechos de las mujeres en el reino:
«Me gustaría agradecer al Dr. Laila Al-Ahdab desde el fondo de mi corazón. Le estoy agradecido por su artículo, el cual apareció en el [diario saudita] Al-Watan, ‘Qué es Correcto Seguir: Tradición o Religión?’ Fue un articulo que le abrió los ojos a cada saudita – hombre o mujer – que quiere saber la verdad sobre cómo la actual situación en el reino respecto a las mujeres tiene todo que ver con nuestras costumbres y tradiciones, pero muy poco con nuestra religión.»
«En el artículo, el Dr. Laila dio ejemplos del Al-Bukhari y del Musulmán (las dos fuentes más fiables del Hadith) de como no había ninguna segregación entre hombres y mujeres en la vida pública a principios de la historia islámica y del cómo las mujeres fueron un factor importante en el desarrollo social en casi todos los aspectos de la vida. Esto ciertamente no es el caso en nuestra sociedad tradicional hoy. Al contrario, hay llamadas continuas de saudíes ultraconservadores para las mujeres musulmanas de no tomar parte alguna en la vida pública y quedarse en casa. El escritor dio ejemplos de varios Hadiths narrados por Al-Bukhari y del Musulmán, de cómo las primeras mujeres musulmanas asistieron a sermones en las mezquitas (no permitidos en la mayoría de los casos aquí), le aconsejaron a gobernantes (lo que no sucede aquí), vendían bienes en el mercado (prohibidos desde que los poderes dicen que este se sumaría a la mezcla pecadora), alimentó y cuidado a los heridos y enfermos (particularmente inaceptable aquí porque involucra mezclar, la cual se dice que es pecadora) y así sucesivamente.»
«Otros Hadiths en Al-Bukhari narran del cómo algunas compañeras femeninas del Profeta Muhammad (que la paz esté con él) le pidió que les permitiera combatir en batalla y el permiso les fue concedido. Un Hadith hasta mencionó de cómo varios hombres y mujeres discutieron un tema públicamente, prueba que el mezclar era un hecho pero que la modestia y el respeto prevalecieron en la temprana sociedad islámica. El escritor también mencionó de cómo, en varios Hadiths, los compañeros del Profeta saludaron a las mujeres en público, durante visitas y en bodas y otras ceremonias públicas. Un punto válido, el cual el Dr. Laila planteó, fue de que muchas de las tradiciones a las cuales nos aferramos – e incluso forzamos en otros – son externas a nuestra religión a la luz de la historia islámica. De hecho, algunas de estas tradiciones están ahora saliéndonos como el tiro por la culata. Los terroristas se están aprovechando de ellas para sus propias razones perversas.»
«Lo que estoy específicamente hablando es del abaya y del cubrirse la cara de una mujer en público. Ésta es la norma en Arabia Saudita. Los terroristas en Riad, sin embargo, pudieron huir completamente a Jeddah porque llevaban puestos abayas y cubrieron sus caras. Se asumía que eran mujeres y, como mujeres, fueron virtualmente inaccesibles. Un periódico incluso publicó una fotografía de varias abayas en la villa incursionada en Jeddah dónde los terroristas se estaban escondiendo. Cuando una mujer periodista le preguntó al Ministro del Exterior Saud Al-Faisal que podía hacer el gobierno para detener a los terroristas que usen abayas, el ministro dijo que la pregunta debe ser dirigida al Ministerio del Interior…»
«Recientemente, el Jeque Saleh Al-Hussein le dijo a la publicación hermana de Arab News [Noticias Árabes], [el diario de Londres] Al-Sharq Al-Awsat, que mujeres que visitan el Reino no se les requiere llevar el abaya. Él dijo que la prueba era de que millones de mujeres musulmanas vienen al Haj, todas ataviadas con su ropa tradicional. Yo desearía que el jeque diera énfasis en que a las mujeres musulmanas no se les exija cubrirse la cara; durante el Haj y el Umrah se declara en el Hadith de que es una violación el hacer esto pero algunos de los hombres y mujeres que trabajan en la Gran Mezquita en Makkah necesitan ser recordados de esto. Y aunque es bien sabido que las mujeres no deberían cubrirse la cara durante el Haj o el Umrah – un hecho que nuestros estudiosos religiosos no pueden disputar – algunas personas en la Gran Mezquita hostigan a mujeres cuyas caras están descubiertas. Una mujer americana musulmana me contó de su experiencia cuando visitó la Gran Mezquita por primera vez. Dijo que cuando estaba de pie delante de la Kaaba, estaba sobrecogida por la espiritualidad del momento. Cuando estaba de pie ahí, un hombre con barba le comenzó a gritar, ‘Cúbrete la cara!’ Luego le golpeo en la espalda con su palo. Que triste de hecho de que tales personas son permitidas de llamarse así mismos musulmanes. Lo que es igualmente triste es que la mayoría de ellos son ignorantes de la verdad y la tolerancia del Islam.»[3]
[1] Para más sobre Raid Qusti, véase MEMRI Despacho Especial No. 665, febrero 20, 2004, ‘Los Escritos del Periodista Liberal Saudita Raid Qusti.’.
[2] Arab News (Arabia Saudita), mayo 5, 2004.
[3] Arab News (Arabia Saudita), mayo 12, 2004.