En un artículo de opinión el 19 de mayo del 2011, titulado «¿Dónde Están los Padres de la Patria de la ‘Primavera Árabe?'» Adel Al-Toraifi explica que a pesar de la tan aclamada «Primavera Árabe», no existe un «auténtico cambio en las ideas o personajes de la región». Este añade: «La ‘primavera árabe’ no tiene padres fundadores – porque [esta] no está basada en el «pensamiento iluminado y progresista» y concluye citando a Thomas Jefferson.

Según el diario, Al-Toraifi es editor jefe de la revista árabe Al-Majalla.

A continuación se presenta el texto completo del artículo: [1]

«No estamos ante un verdadero cambio en las ideas o personajes de la región»

«¿Existe realmente una ‘primavera árabe’, o existe de hecho un conflicto interno en contra de las autoridades y externo entre los países que consideramos influyentes en el equilibrio regional de poder?

«La verdad yace entre esto y aquello. No hay duda de que ha habido una transformación superficial dentro de la forma actual de gobierno, sus símbolos y sus pilares principales. – En otras palabras, ha habido un cambio de líderes, sin que sean cambios ideológicos o sociales que afectan a los ciudadanos y a una cultura más amplia de gobierno en la región.

«Fuertes levantamientos populares siguen siendo organizados en las ciudades árabes y distritos y un estado de congestión y de rebelión prevalece entre una amplia categoría de la generación de jóvenes. Sin embargo, parte de esta congestión y rabia puede atribuírsele a la situación económica, especialmente a los altos precios de los productos alimenticios desde el 2007 y el empeoramiento del desempleo desde el 2008. La congestión también se puede atribuir a la situación de estancamiento en varias de las sociedades árabes, en lo que respecta a la reforma, la participación política, la corrupción y la exclusión total de la oposición del gobierno.

«También deberíamos hacer notar que hemos experimentado algún tipo de golpe de estado militar disfrazado en Túnez, Egipto y Libia, donde el ejército, o partes de este, han tomado la iniciativa y se han desvinculado a si mismos de la cabeza del estado. Tal vez esto explica por qué el alzamiento de Siria tartamudea, ya que esta se puede considerar una guerra civil [sin el apoyo militar] ante un régimen de imposición, de hecho más violento que todos sus predecesores.

«En Yemen también, las alianzas tribales y sectarias han jugado un papel importante en llegar a la actual situación de estancamiento entre el presidente y sus opositores, por lo menos hasta ahora.

«Sin embargo, la pura verdad es que no estamos ante un verdadero cambio en las ideas o personajes de la región, en lo que se ha denominado la ‘primavera árabe’. No existen ‘padres de la patria’, ni existe una elite intelectual o cultural con un proyecto realista para cambiar al régimen gobernante, elevar la conciencia política de las masas o lograr el deseado equilibrio de poder regional.

«David Ignatius escribió una vez acerca de aquellos a quienes llamó ‘Los Padres de la Patria de la Revolución Egipcia’, tales como [el entonces secretario-general de la Liga Árabe] Amr Musa, [el Premio Nobel de química egipcio-norteamericano en 1999] Ahmed Zewail y el [multimillonario] egipcio Najib Sawirus (Washington Post, 14 de abril).

«Con la excepción de Sawirus, un empresario con un sentido de iniciativa, los otros dos hombres no tienen nada que ver con la noción de cambio en Egipto. Zewail es un científico estadounidense que fue galardonado con la Orden al Mérito por el [presidente egipcio Hosni] Mubarak, mientras que Musa fue uno de los pilares del antiguo régimen y desde entonces ha tratado de aprovecharse de la crisis después de asegurarse que el régimen de Mubarak caería.

«Estos (hipotéticos) padres de la patria no tienen una conciencia política nueva, a menos que consideremos las declaraciones públicas y contradictorias de Amr Musa tales como el despertar de la conciencia, o como una nueva visión para la región».

«Los poderes políticos tradicionales… no tienen intención de implementar el cambio necesario en nuestra región»

«Un claro intento se está haciendo para representar los alzamientos populares presenciados por parte de algunos estados árabes como ‘revoluciones’ – lo que supondrá un cambio en la forma de pensar y la naturaleza de la política tal como la conocemos.

«Algunos describieron lo que está sucediendo como una ‘revolución’ democrática contra los regímenes despóticos y autoritarios, pero la realidad muestra que no existen ni ideas ni la elite política o intelectual que pueda conducir el proceso de cambio hacia un futuro mejor para la región. Por el contrario, los poderes políticos tradicionalistas y los dignatarios sociales están tratando de subirse a la ola del cambio, aunque, tal como podemos ver, no tienen intención de aplicar el cambio necesario en nuestra región.

«En más de un país, algunas de estas figuras políticas y religiosas a la vanguardia de los hechos se han apresurado a manipular los asuntos públicos y sus causas, con el objetivo de lograr beneficios personales o políticos en medio de la seguridad existente y el caos político.

«En Egipto, por ejemplo, quedó claro que el consejo militar ha llegado a un acuerdo, aunque en silencio, con la Hermandad Musulmana, que se está preparando para tomar el control de la escena en las próximas elecciones, después de haber demostrado su fuerza en el reciente referéndum sobre las enmiendas constitucionales.

«Al mismo tiempo, ambos Irán y Siria han tratado de aprovecharse de los levantamientos populares actuales – aun así el intento de Irán fue sorprendido por la fuerte intervención del Golfo, en Bahrein y por la fiebre de los alzamientos extendiéndose estos a Siria. Las élites iraníes están tratando de agravar el tema de Bahrein mediante la promoción de voces radicales en la escalada sectaria entre los sunitas y los chiítas.

«También hemos visto manifestaciones convocadas por primera vez en las Alturas del Golán, Gaza y la frontera con el Líbano en contra de Israel, todos siendo ejemplos de maniobras regionales por parte de [Irán].

«Sin embargo Irán aún alberga preocupaciones nacionales, ya que las calles iraníes pueden explotar en cualquier momento».

‘En el… Medio Oriente, la libertad significa deshacerse de la intervención extranjera y de los regímenes que los apoyan’

«En un clima lleno de agitación política y emocional, podemos distinguir entre tres niveles en la actual crisis en el Oriente Medio:

«El primer nivel es interno, donde los poderes políticos compiten para hacerse del control de la escena política. El segundo es el nivel regional, donde las discusiones sobre las diferencias entre ‘monarquía’ y ‘república’ populista han surgido. En el tercer nivel, el nivel internacional, algunos países occidentales – incluyendo los Estados Unidos – han puesto sus esperanzas en el cambio, en la creencia de que el cambio de régimen se traducirá en la creación de un entorno mejor.

«Tal creencia es una idea falsa basada en el ‘liberalismo intervencionista’, que representa a los países árabes en la actualidad pasando por una fase problemática con el fin de convertirse en economías liberales. Aquellos que adoptar una convicción ilusoria no se dan cuenta que la ‘libertad’ en el contexto norteamericano no significa necesariamente la libertad en el contexto del Medio Oriente. En el primer caso, la libertad significa la libertad de un individuo respecto a las opciones económicas, mientras que en el último caso del Medio Oriente, la libertad significa deshacerse de la intervención extranjera y de los regímenes que la defienden.

«A nivel regional, el intento hecho por los países del Golfo de incluir a Jordania y Marruecos en la CCG es evidencia de un grave vacío geopolítico existente, que ha llevado a estos estados a acercarse unos a otros y cooperar, a pesar de la distancia significativa entre ellos. Este se debe a que los países de la región, tales como Irán, Siria, Irak – e incluso Egipto – se han convertido ahora en poco fiables para los estados del Golfo en lo que respecta a sus políticas exteriores.

‘La primavera árabe’ no tiene padres de la patria – porque [no] tiene su base en el pensamiento iluminado progresista’

«Algunos pueden preguntarse: ¿Qué sucede con el papel de la generación Facebook? Esta categoría está activa en la escena virtual y estuvo alguna vez activa en el terreno. Sin embargo, en la realidad, así estén de acuerdo o no, estos se ven influenciados por el modelo norteamericano.

«Al igual que hicieron sus predecesores en Irán, para el momento de la revolución, la juventud Facebook cree que es posible establecer democracias estilo europeo en los estados árabes, sin tener que adoptar la cultura o el pensamiento occidental.

«Ahora, algunos de estos jóvenes serán utilizados para servir como justificativo a las prácticas de los futuros regímenes populistas. Otros jóvenes, o los sinceros entre ellos, se encontrarán denegados del juego, porque los partidos tradicionales y personajes de la región son aún más capaces de guiar a las masas, por una sencilla razón: la región, ya sea cultural, intelectual o religiosa, todavía está sumergida en el pasado y sigue sufriendo los problemas estructurales en su comprensión del concepto de la modernidad y los prerrequisitos para el renacimiento económico y científico.

«Por lo tanto, la región puede ser fácilmente conducida y dirigida usando consignas religiosas y nacionalistas – tales como la causa palestina – y las consignas populistas que se oponen a las monarquías o a la intervención extranjera.

«La ‘primavera árabe’ no tiene padres de la patria, porque la ‘primavera’ no tiene su base en el pensamiento iluminado progresista. Más bien se produjo, primeramente, como una reacción a los regímenes árabes que han estado involucrados en corrupción y segundo, esta reacción no rechazó las consignas y valores que estos regímenes utilizaron durante mucho tiempo para justificar su existencia en el poder, es decir la causa de la liberación, la resistencia, el desafío a Occidente y las teorías de conspiración que vinculan todo con Israel y Estados Unidos.

«La evidencia más convincente de señales de que la ‘primavera árabe’ puede estar cambiando, en un país como Egipto, por ejemplo, viene del hecho de que quienes están en el intervalo – y son inconstitucionales – el gobierno está más preocupado por alcanzar los ‘remanentes’ del régimen anterior, liberando a presos fundamentalistas y pagando inútiles visitas regionales bajo la consigna de la búsqueda de inversiones.

«Todo esto está sucediendo en un momento en que el Golfo y los proyectos en el extranjero en Egipto están siendo ilegalmente nacionalizados. El gobierno está haciendo esto en lugar de hacer frente a la deplorable situación económica, que vemos todos los días con la falta de suministros de trigo y combustible, el estancamiento de las empresas públicas y los bancos y la incontrolable seguridad y el caos sectario.

«Thomas Jefferson, uno de los Padres de la Patria de los Estados Unidos, dijo una vez: ‘El progreso natural de las cosas es para que la libertad se dé y el gobierno gane terreno’. Tal vez esto es lo que nos falta en medio de esta fase caótica actual».


[1] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 19 de mayo, 2011. El texto ha sido ligeramente editado para mayor claridad.