En un programa religioso en el canal de televisión Al-Quds presentado el 18 de abril, 2013, el profesor saudita Tareq Hawwas hizo una serie de declaraciones antisemitas sobre los judíos diciendo: «Si tan solo Hitler los hubiese acabado, aliviando así a la humanidad de ellos».
Hawwas, quien es profesor en la Universidad Islámica del Imam Muhammad ibn Saud en Riyadh, así como un conocido predicador y miembro de la Unión Internacional de Ulemas Musulmanes (UIUM) del Jeque Yousuf Al-Qaradhawi, es visto frecuentemente en programas de televisión discutiendo temas religiosos.
En enero del 2004, el diario Washington Post informó que el Departamento de Estado estadounidense había revocado las visas diplomáticas de 16 personas afiliadas al Instituto de Ciencias Islámicas y Árabes en Estados Unidos, el campus satélite con sede en Virginia de la Universidad Imam Muhammad ibn Saud. El diario dijo que la medida del Departamento de Estado se debió a acusaciones de que el Instituto «promovía una variante del Islam que los críticos dicen es intolerante con otras corrientes de la religión, así como también del cristianismo y el judaísmo».[1]
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«Los judíos están entre los verdaderos enemigos del Islam»
Tareq Hawwas: «Los judíos están entre los verdaderos enemigos de la nación islámica. Su enemistad comenzó con el inicio de la llamada al Islam.
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«Es bien sabido entre los eruditos islámicos que el Profeta Mahoma murió como resultado de comer carne envenenada que le dio esa mujer judía en Khaybar. Ella lo invitó a una fiesta, y le sirvió cordero envenenado. Sabía que era parcial a la caña, por lo que la llenó de veneno. Cuando lo probó, fue informado [de que fue envenenado]. Algunos dicen que el propio cordero fuel el que habló, mientras que otros dicen que tuvo una revelación. El Profeta Mahoma se levantó, pero algunos rastros del veneno permanecieron.
«Por lo tanto, los académicos consideran que el Profeta Muhammad fue un mártir porque murió por el veneno dado por los judíos. Antes de eso, algunas de las tribus judías trataron de arrojarle piedras, y trataron, más de una vez, de enviar gente para asesinarlo. Estas no son meras afirmaciones, sino que han sido bien establecidas. Estas conspiraciones comenzaron cuando la primera luz del Islam comenzó a brillar, y ellos subrepticiamente trataron de conspirar contra el Islam.
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«Los judíos son los enemigos de esta nación, y estos no escatiman esfuerzos en prevención de que esta nación obtenga poder. Ellos tienen sus formas. Pero antes de entrar en eso, cualquiera que sepa lo que son los judíos sabe que este tipo de conducta no es ajena a su carácter».
«Son los asesinos de los profetas»
«En primer lugar, son el pueblo más rechazado por Alá. Ninguno ha atribuido falsedades a Alá más que los judíos. Dijeron que Alá tiene un hijo, que es pobre, y que es miserable. Los judíos le atribuyeron a Alá todos los rasgos negativos que uno se debe atribuirle incluso al más común de los pueblos. Por lo tanto, los judíos se encuentran entre los pueblos que más rechazan a Alá.
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«Además, son los asesinos de los profetas. ¿Cuántos profetas han asesinado! Masacraron a Yahya y a Zacarías, y trataron de asesinar al Profeta Mahoma. Son los que intentaron asesinar a Jesús. Ellos son los asesinos de los profetas.
«Además, son unos cobardes. Alá dijo: «Ellos no combatirán contra todos ustedes, excepto dentro de ciudades fortificadas». Lo que está ocurriendo en Palestina demuestra la cobardía de los judíos, y demuestra que son las criaturas más cobardes de Alá. Si no fuera por las armas a control remoto, que esconden detrás… Por Alá, son demasiado cobardes para entrar en combate directo».
«Son el más avaro de todos los pueblos»
«Son los más miserables de todos los pueblos. La maldad, el engaño y la decepción están arraigados en su interior. Los judíos – con sólo algunas excepciones – tienen una disposición natural hacia la traición. Los judíos no piensan nada en lo que a violar tratados se refiere. No tienen respeto por estos. Lo que ha ocurrido en Palestina desde el principio y hasta el día de hoy nos muestra que los judíos nunca han respetado, ni un solo día, ningún acuerdo o tratado internacional que firmaron.
«La nación islámica ha sufrido de las violaciones a tratados por los judíos desde los días del Profeta Mahoma en Al-Madina. Estas características son lo que hace que empleen todos los medios de coerción y engaños. Por lo tanto, tienen los medios para engañar a la nación islámica, primero y ante todo, a través de la economía. Tienen una buena comprensión de las finanzas, y por lo tanto…
‘Si tan solo Hitler hubiese acabado con ellos»
«Cuando estaban dispersos por todo el mundo en los días de Hitler… Por cierto, la mayor parte de lo que se dice de la masacre son exageraciones y mentiras. Ojala Hitler hubiese acabado con ellos, aliviando así a la humanidad de estos. Pero Hitler fue más misericordioso de lo que ellos mismos son. Se aprovecharon de este incidente menor con el fin de extorsionar al mundo. En pocas palabras, su dispersión por todo el mundo, su sentido de ser condenados al ostracismo, y la sensación de que no podían lograr nada sin dinero los llevó a contemplar la economía.
«Las dirigieron en los Estados Unidos – y antes, en Gran Bretaña… las empresas más grandes pertenecían a los judíos, por lo que para ese entonces, incluso le prestaban dinero a Gran Bretaña. Hicieron lo mismo en los Estados Unidos. Hoy día, en Estados Unidos, muchas de las más grandes corporaciones de todas las industrias – tales como la del automóvil, perfumes, y la industria de aviones – pertenecen a los judíos. Explotan los medios de comunicación. En resumen, su interés en la economía es claro e indiscutible. Usaron la economía para comprar lealtades y lograr muchos de sus objetivos».
«Utilizan el sexo contra sus adversarios… [Tzipi] Livni dijo: ‘Sí, he utilizado el sexo para lograr los objetivos del estado judío'»
«Usan el sexo en contra de sus oponentes. Los judíos están detrás de los mayores distribuidores de productos sexuales, porque piensan que esto preocupa a la gente. Así, pueden lograr sus objetivos. El sexo es su mejor ficha. Lo usan contra sus oponentes. Les envían mujeres con el fin de conspirar contra ellos, utilizan el sexo. Esa [Tzipi] Livni, quien se postuló para la presidencia del así llamado estado judío, dijo: «Sí, he utilizado el sexo para alcanzar los objetivos del estado judío». […]
[1] El Washington Post, 29 de enero, 2004.
