Últimamente, varias reuniones históricas e inusuales han tenido lugar entre el príncipe saudita Turki Al-Faisal, ex jefe de inteligencia saudí y embajador en Washington y Londres, y funcionarios israelíes.[1] En respuesta a las críticas evocadas por estas reuniones, las cuales fueron vistas como una forma de normalización de relaciones con Israel, Al-Faisal, publicó un artículo en el diario saudita Al-Riad en el que trató de explicar el por qué está dispuesto a reunirse con los israelíes.

En el artículo, Al-Faisal presenta dos argumentos principales: Primero, de que su participación en los foros internacionales junto a los israelíes tiene como objetivo promover la Iniciativa de Paz Árabe, y exponer el rechazo a la paz por parte de los israelíes y por lo tanto hacer que enfrenten una mayor presión internacional. Segundo, este argumentó que el sharia islámico no prohíbe hablar con los enemigos e incluso firmar acuerdos con ellos. Como prueba de ello, destacó el diálogo y las negociaciones celebradas por Moisés y Aarón con el Faraón, y el Tratado de Hudaybiyya siendo este temporal firmado por el Profeta Mahoma con la tribu quraysh.


Lo siguiente son extractos de su artículo:[2]

«Varios medios de comunicación han informado sobre mi participación en foros y conferencias internacionales, incluyendo el Foro Económico Mundial que se celebra anualmente en Davos, Suiza, y la conferencia sobre seguridad que se celebra cada año en Múnich, Alemania, después del Foro en Davos. Ya que estas son conferencias internacionales abiertas a cualquiera, yo a veces hablo con los israelíes presentes, ya sean funcionarios públicos u otros, o responder a sus preguntas. Mi participación en estos foros ha suscitado preguntas sobre si es beneficioso y correcto asistir a estos. En este artículo quisiera aclarar mi postura respecto a este…

«Todos estamos conscientes del sufrimiento y opresión que enfrentan nuestros hermanos los palestinos: las guerras injustas, la opresiva ocupación, las deportaciones y los asentamientos ilegales. El reino árabe [saudita] ha invertido grandes esfuerzos en el apoyo a la causa palestina desde la era del Rey ‘Abd Al-‘Aziz hasta el día de [hoy], la era del Custodio de los Dos Lugares Santos, el Rey ‘Abdallah bin ‘Abd Al-‘Aziz. Esto, como parte de una clara, justa y amplia perspectiva que garantice a los palestinos sus derechos legítimos, tales como el derecho a la libre determinación, el regreso de los refugiados,[3] el fin de los asentamientos y la ocupación, y el reconocimiento de un estado palestino independiente con Jerusalén como su capital. Esto es lo que impulsó al Custodio de los Dos Lugares Santos, el Rey ‘Abdallah, en sugerir su iniciativa en el 2002, cuando todavía era el príncipe heredero, [una iniciativa], que ha sido aprobada por todos los estados árabes, y ha llegado a ser conocido como la «Iniciativa de Paz Árabe»…

«Creo que la Iniciativa Árabe es la única manera de poner fin a la tragedia palestina. Esta garantiza los derechos básicos de los palestinos, tales [como] el establecimiento de un estado independiente con Jerusalén como su capital y el retorno de los refugiados. Al mismo tiempo, le ofrece una paz global y la normalización de relaciones con Israel…

«Dado que la Iniciativa es la única solución viable y completa, esta ha sido una gran fuente de vergüenza para los israelíes. Estos no pueden declarar su oposición a la misma, por lo que en su lugar continúan ignorándolo, ya que hablar de ello les obligaría a aceptarlo. Por lo tanto, mi participación en los foros internacionales ha sido siempre con el propósito de llamar a que se den cuenta de esta iniciativa y exponer [el hecho de que] los israelíes están evitando esto y no son serios en la búsqueda de una solución al problema palestino. Esto es lo que hace llena de vergüenza a los israelíes y los coloque bajo una gran presión internacional…

«Todos [mis] debates y conversaciones con personalidades israelíes a los que conocí casualmente en los foros internacionales se llevaron a cabo en público. Siempre me niego a cualquier reunión o conversación a puerta cerrada… Esto, ya que somos personas que aman la verdad y la paz, y nuestra fuerza proviene de nuestra fe en Alá y en la naturaleza justa de nuestra causa.

«El diálogo y el debate en el marco de la Iniciativa Árabe no contraviene el sharia o los principios nacionales, [al igual que] el diálogo sostenido por nuestros profetas Moussa y Haroun [el Moisés bíblico y Ahron] con su enemigo, el Faraón, y la negociación que tuvieron con él a fin de levantar el sufrimiento de su pueblo. Los profetas y mensajeros de Alá proporcionan el mejor ejemplo de cómo hablar con los enemigos y con aquellos hostiles hacia nosotros…

«La biografía del Profeta es el mejor ejemplo de diálogo y negociación con otros grupos orientados a la eliminación de la opresión y el obtener justicia, en la medida de lo posible – [ya que el Profeta] estuvo siempre inclinado al principio de la paz, por la adhesión a las palabras de Alá el Exaltado: ‘Y si se inclinan hacia la paz, entonces inclínense a esta también [Corán 8:61]’.

«Cuando las negociaciones entre palestinos e israelíes en un intento por lograr la paz estuvieron en su auge en el año 1414 de la Hégira [1993], algunos [clérigos] emitieron fatuas prohibiendo participar en estas negociaciones. El difunto [mufti saudita] Jeque ‘Abd Al-‘Aziz Ibn Baz les respondió [emitiendo] algunos fatuas [suyos] en los que recomienda a todas las facciones palestinas acordar en las negociaciones a fin de lograr la reconciliación. Este dijo: «Aconsejamos a todos los palestinos en acordar en la reconciliación y la cooperación [conjunta], basada en la honestidad y la piedad, a fin de detener el derramamiento de sangre y ponerse de acuerdo sobre la verdad a pesar de las llamadas de los enemigos a la división y la discordia». Ibn Baz también respondió a los que decían que estaba prohibido celebrar negociaciones o dialogar con un enemigo que roba dinero y tierras. Este dijo: ‘La tribu quraysh robó dinero y la tierra de los Muhajiroun [Compañeros del Profeta que emigraron con él de la Meca a Medina]… A pesar de esto, el Profeta se reconcilió con la tribu quraysh el día [que hizo el Tratado] de Hudaybiyya en el año 6 de hijri.[4] El robo de los asentamientos y el dinero de los Muhajiroun por la tribu quraysh no impidió esta reconciliación, porque [el Profeta actuó] por consideración a los intereses públicos, tal como este lo percibía.

«Cuando presento la iniciativa de mi señor, el Custodio de las Dos Lugares Santos [Rey ‘Abdallah], a los israelíes en las conferencias internacionales, lo hago con el fin de exponer su rechazo a la paz y [aclarar] que no habrá normalización de relaciones con ellos hasta que acepten la iniciativa y restauren los derechos robados a los palestinos, Líbano y Siria.

«Permítanme concluir con el asesoramiento del Imam Ibn Baz, tal como lo expresó en su fatua. Este hizo un llamamiento a todos a que examinen la cuestión ante la evidencia jurisprudencial, en lugar de emociones y preferencias [subjetivas]».


[1] Por ejemplo, se informó que Al-Faisal habló con la Ministro de Justicia de Israel Tzipi Livni al margen de un panel el 31 de enero, 2014 sobre el proceso de paz entre israelíes y palestinos en la Conferencia de Seguridad de Múnich. También se informó que habló con el ex embajador israelí en Washington Itamar Rabinovich y el miembro del Knesset Meir Shitrit el 15 de febrero, 2014.

[2] Al-Riyadh (Arabia Saudita), 13 de febrero, 2014.

[3] Cabe señalar que, si bien la Iniciativa Árabe de Paz habla de «una solución justa y acordada solución al problema de los refugiados sobre la base de la Resolución 194 de la Asamblea General, «Al-Faisal habla del retorno de los refugiados.

[4] El Tratado de Hudaybiyya es un acuerdo de tregua de 10 años firmado por el Profeta Mahoma y sus enemigos de la Meca en el año 628 CE, pero fue violado dos años más tarde a la conquista de La Meca por Mahoma. Esto sentó un precedente en la tradición islámica a hacer acuerdos de paz temporales cuando los intereses de los musulmanes lo dicten así.