El Dr. Faisal Al-Qassem, quien es anfitrión del popular programa de Al-Jazeera «La Dirección Opuesta«, escribió en un artículo de opinión en el diario de Qatar Al-Sharq en donde dice que son los canales de satélite el verdadero motor tras las revoluciones en el mundo árabe, no las redes sociales en Internet. Añadió que este último aún no ha ganado tanta aceptación entre el público árabe.
Lo siguiente son extractos de su artículo de opinión: [1]
«Millones de personas en estos países ni siquiera saben lo que es Facebook»
«No podemos dejar de apreciar la bendita revolución mediática que ha liberado a los pueblos árabes del yugo de los medios de comunicación contratados y gracias a que todo el mundo [ahora] tiene una computadora [personal], un teléfono móvil e Internet… después de un [largo periodo en el que] para millones de personas publicar dos frases en el diario era un sueño lejano.
«[Cierto], uno no puede negar el papel positivo desempeñado por las redes sociales tales como Facebook y Twitter en la organización de las revoluciones populares que han tenido lugar en Túnez, Egipto, Libia, Yemen, Jordania, Bahrein y Kuwait y pronto se llevarán a cabo en muchos otros países árabes… También hay que mencionar el papel de los portales para compartir vídeos como YouTube, que capturaron las protestas en su sonido e imagen y suministra [vídeos] a otros medios de comunicación, especialmente en países donde los canales de satélite no pueden cubrir eventos debido a la estricta censura.
«Como todos saben, muchos jóvenes lograron filmar los eventos en Túnez y en otros lugares utilizando sus teléfonos móviles y publicaron [los videos] en los portales YouTube y otros, documentando así estas revoluciones.
«Sin embargo, seria una injusticia terrible que, en nuestro entusiasmo, le atribuyamos estas poderosas revoluciones a Facebook… El número de usuarios de Internet en el mundo árabe no es como en los Estados Unidos, donde el 80% de la población tiene acceso a Internet. [De hecho], el porcentaje de usuarios de Internet en el mundo árabe no sólo es bajo en comparación con los Estados Unidos, sino también en comparación con los países tercermundistas. Egipto tiene una población de más de 80 millones, pero el porcentaje de usuarios de Internet es muy bajo. En Siria, no hay más de 800.000 usuarios de Internet, en una población de más de 23 millones – por no hablar de Sudán, Somalia o los países del Magreb árabe. Seguramente, no es exagerado decir que millones de personas de estos países ni siquiera saben qué es Facebook y ciertamente no tienen una cuenta en Facebook o [incluso] un computador. Para la gran mayoría en Egipto y en otros países [árabes], eso es un sueño lejano…
«Por lo tanto, no se puede afirmar que la poderosa revolución egipcia fue llevada a cabo por los jóvenes de Facebook. Eso es una mentira total y una distorsión de la verdad. Millones de obreros y campesinos y [pobres] que viven en cementerios y en chabolas improvisadas… se alzaron en las ciudades y pueblos de Egipto. No creo que se alzaron y [se] convirtieron en una fuerza revolucionaria formidable gracias a Facebook, que en su mayoría nunca han escuchado hablar de este portal…
«Un revolucionario libio me dijo que muchos de sus compañeros revolucionarios, que ahora están luchando en el frente, nunca han visitado Facebook o cualquier otro portal. Cierto, algunos libios que viven en el extranjero lanzaron páginas en Facebook llamando a una revolución. Pero la mayor parte de la lucha no es hecha con un teclado y un ratón».
«Sin la cobertura de los canales de la televisión, las revoluciones nunca hubieran asumido tales proporciones»
«[Uno debe tener en cuenta que] en los países árabes, Internet suele ser lento y molesto y hace que los usuarios pierdan la paciencia. Es bien sabido que en algunos países árabes elogian el impacto del ‘Jihad electrónico’ – pero [el hecho es que] debido a la lentitud de Internet en estos países, es más fácil viajar a Londres para recibir un mensaje que enviarlo por correo electrónico…
«En Túnez, que tuvo el privilegio de iniciar la bendita revolución árabe, el [ex presidente] Ben ‘Ali estranguló a la Internet con una barbarie sin precedentes. Incluso creó un Ministerio para Internet y compró mega-computadores por millones de dólares, a fin de controlar Internet y a sus usuarios… así que ni Internet ni Facebook provocaron la revolución de Túnez. Si es que [tuvieron algún papel en lo absoluto], fue muy pequeño.
«Lo mismo es sin duda cierto para las demás repúblicas de miedo, que hacen que la gente muestre sus documentos de identidad antes de entrar en un Internet café con el fin de vigilarlos e intimidarlos. En estos [países], entrar a un portal prohibido es un delito penado por décadas en prisión. Quien comience un blog, o escriba algo en contra del presidente, seguramente se encontrará en los calabozos de los [aparatos de investigación] del Ministerio del Interior».
«Cómo puede [Facebook] impactar revoluciones si en muchos países es inaccesible?
«Lo más curioso es que algunas personas aplauden el inmenso impacto de Facebook y sus secuaces y luego se quejan de que estos portales están bloqueados. ¿Cómo puede [Facebook] impactar revoluciones si en muchos países es inaccesible? [De hecho], los regímenes de Túnez y Egipto lograron cortar Internet y controlarla justo antes y durante las revoluciones, por lo que no era posible la comunicación por Internet. No debemos exagerar la influencia de Internet cuando los gobernantes pueden cortarlo tocando un botón…
«No quiero dar la impresión de que estoy totalmente en contra de la revolución electrónica [y sólo reconozco el papel de la] televisión por satélite… pero sin la cobertura de la televisión, las revoluciones nunca hubiesen asumido tales proporciones. Cuando la gente siguió las revoluciones, en qué medida utilizaban Internet, frente a lo que veían por los canales de televisión, que les dio cobertura continua? Evidentemente, no hay comparación…
«La mejor prueba [del impacto de] los canales de televisión es que cualquier actividad popular que estos no cubran, en cualquier país, morirá antes de que pueda despegar. Algunos países árabes están viendo actualmente… las protestas y los comienzos de una revolución, pero estos [eventos] no están recibiendo la cobertura necesaria en la televisión, debido al foco sobre la escalada de la revolución en Libia. Como resultado, [estas protestas] no ganarán mucho impulso… sino que se desvanecerán y serán olvidadas.
«Algunos podrían argumentar que las imágenes transmitidas por los canales de satélite fueron tomadas de Internet. Eso es cierto, pero si los [canales] no hubiesen sacado repetidamente al aire estas imágenes, su impacto habría sido limitado. Todavía no he escuchado a ningún [manifestante]… quejarse por la cobertura insuficiente de sus actividades en Internet o en Facebook. Pero [algunos manifestantes están] muy enojados con los canales de satélite, que, según ellos, no le están dando a sus actividades la cobertura mediática necesaria…»
«Son los [canales por satélite] el verdadero combustible de las revoluciones – con imágenes y sonido, siendo estos más poderosos que cualquier otra arma»
«Son los [canales por satélite] el verdadero combustible de las revoluciones – con imágenes y sonido, siendo estos más poderosos que cualquier otra arma… No es exagerado decir que un informe en la televisión en un determinado país tiene un impacto igual al de todos los portales visitados por todos los árabes juntos – tanto es así que los [activistas] a veces han dicho: ‘Pospongamos nuestra protesta, porque algunos canales por satélite están ocupados cubriendo otra revolución’…»
[1] Al-Sharq (Qatar), 13 de marzo, 2011.