Introducción

Con la elección del presidente Joe Biden, los estados del Golfo – en especial Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos y Bahréin, se les ve muy preocupados a que esta nueva administración reviva las indulgentes políticas de la administración Obama hacia Irán y sus agentes en la región y restablezca el acuerdo nuclear pautado en el 2015 con Irán, de la que se retiró el predecesor de Biden, Donald Trump.[i] Desde la perspectiva de los estados del Golfo, el principal problema con este acuerdo es que ignoró los temas de los misiles balísticos de Irán y su interferencia en los países de la región. Estos países temen que la administración Biden restablezca el acuerdo sin expandirlo e incluir estos temas dentro de ello, a pesar de las declaraciones de Biden y del secretario de estado Antony Blinken de que estos temas si serán abordados.[ii] Además, en las últimas semanas los estados del Golfo han exigido ser incluidos en las conversaciones en materia nuclear con Irán, en caso de que estas se reanuden. Según informes, Qatar se encuentra mediando entre Estados Unidos e Irán, quizás con el consentimiento silencioso de Arabia Saudita, que recientemente puso fin a su boicot a Qatar. Las voces en los medios de comunicación del Golfo también instan a Estados Unidos a no levantar las sanciones impuestas por la administración Trump a Irán a menos que este modifique su política en la región.

Los estados del Golfo consideran a Irán como una amenaza existencial a sus países. Arabia Saudita ha venido sufriendo frecuentes ataques con cohetes y drones armados contra objetivos vitales dentro de sus fronteras, perpetrados por las milicias houties respaldadas por Irán en Yemen y según algunos informes, también de las milicias respaldadas por Irán en Irak. Las fuerzas pro-iraníes también han amenazado recientemente con atacar a los Emiratos Árabes Unidos, especialmente Dubái y se cree que Irán está detrás del intento de ataque a la embajada de los Emiratos Árabes Unidos en Etiopía a comienzos de febrero, 2021.[iii] Desde la llegada de la nueva administración estadounidense, los ataques perpetrados con cohetes contra Arabia Saudita se han intensificado, aparentemente en un intento de presionarlos para que levanten las sanciones a Irán y reanuden el acuerdo nuclear. Las acciones a tomar por parte de la administración, para renovar las negociaciones con Irán a pesar de su creciente violencia son percibidas por los estados del Golfo como capitulación ante el terrorismo iraní, e intensifica su preocupación de que, bajo el nuevo acuerdo, Irán logrará fabricar un arma atómica y convertirse de esta manera en una permanente amenaza a su existencia.

La preocupación respecto a las políticas de Biden sobre el tema Irán se intensificaron aún más ante sus nombramientos, especialmente el de Antony Blinken, quien fue subsecretario de estado bajo la anterior administración Obama, como secretario de estado y de Robert Malley, quien fue asesor sénior de Obama y es considerado como uno de los arquitectos del acuerdo nuclear, como representante especial estadounidense para Irán. Diferentes artículos en la prensa del Golfo advirtieron que, dados estos nombramientos, es muy probable que el nuevo acuerdo en materia nuclear sea una copia exacta del original.

Otra acción más de la nueva administración que provocó ansiedad y temor en el Golfo es el congelamiento a las ventas de armas para Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos, incluyendo la venta de aviones de combate F-35 a los Emiratos Árabes Unidos, siendo esto parte de los Acuerdos Abraham con Israel y con los Emiratos Árabes Unidos.[iv] Si bien Arabia Saudita no ha respondido oficialmente a esta decisión, los Emiratos Árabes Unidos expresaron su ira al respecto. El embajador emiratí en Washington Yousef Al-‘Otaiba, destacó la importancia de estos aviones para su país como medida de defensa estratégica contra Irán y un artículo en un diario emiratí advirtió que esta medida pudiera percibirse como un acto de traición por parte de los estadounidenses.

Otra fuente de preocupación es el reciente anuncio hecho por Biden sobre el tema Yemen, donde una coalición árabe liderada por Arabia Saudita combate contra los houties en un intento por restaurar el gobierno reconocido por la ONU. En un discurso pronunciado el 4 de febrero, 2021 Biden dijo que, aunque Estados Unidos reconoce el derecho que posee Arabia Saudita de defender su territorio y su soberanía, este pondrá fin a todo apoyo a las operaciones ofensivas en Yemen, incluyendo la venta de armas. Este también anunció el nombramiento de Tim Lenderking como enviado especial estadounidense en Yemen, con el encargo de buscar una solución pacífica en el lugar.[v] Además, el secretario de estado Blinken anunció el 12 de febrero que Estados Unidos revocó la designación de la organización Houtie Ansar Allah como organización terrorista con el argumento de que esta designación lo que hace es exacerbar la crisis humanitaria en Yemen.[vi]

Aunque estas medidas tomadas por la administración Biden son un duro golpe para las políticas sauditas respecto a Yemen, las respuestas de los funcionarios saudíes fueron moderadas y diplomáticas. Una declaración oficial de los sauditas agradeció a Biden por su compromiso en mantener la seguridad del reino y señaló que tanto Arabia Saudita como Estados Unidos están a favor de una solución pacífica en Yemen, mientras ignoran de manera notoria las decisiones estadounidenses de poner fin al apoyo a la coalición árabe liderada por Arabia Saudita y el eliminar a los houties de la lista terrorista.[vii] Solo después de que aumentaron los ataques de los houties en Arabia Saudita, el embajador de Arabia Saudita ante las Naciones Unidas ‘Abdallah Al-Mu’alimi criticó implícitamente la decisión estadounidense de revocar su designación de organización terrorista cuando señaló que su país considera a los houties de ser una organización terrorista.[viii] En contraste con el tono moderado de las respuestas oficiales, artículos publicados en la prensa saudita y de los Emiratos Árabes Unidos declararon que las decisiones tomadas por los Estados Unidos respecto a Yemen fueron un acto hipócrita de abandonar Arabia Saudita y realizar concesiones con Irán.[ix]

Cabe señalar que el tema del historial de los derechos humanos de Arabia Saudita es otra fuente de tensión en las relaciones de Estados Unidos con este país y especialmente con su príncipe heredero Muhammad bin Salman, a quien la administración estadounidense considera responsable de muchas violaciones a los derechos humanos en el reino, incluyendo el asesinato del periodista y disidente Jamal Khashoggi.[x] Incluso antes de ser electo, Biden expresó duras críticas a la conducta de Arabia Saudita sobre este tema y declaró que «la muerte de Jamal Khashoggi no será en vano y le debemos a su memoria el luchar por una vida más justa y un mundo libre».[xi] La secretaria de prensa de la Casa Blanca Jen Psaki dijo que Biden tiene la intención de hacer de los derechos humanos tema clave en las relaciones con Arabia Saudita y que Estados Unidos espera que Arabia Saudita libere a los activistas de derechos humanos, especialmente a aquellos activistas de los derechos de la mujer.[xii] El reino ya ha tomado algunas medidas para mejorar su imagen en el ámbito de los derechos humanos ante la administración Biden y ganarse su confianza. Este liberó a dos activistas saudíes con ciudadanía estadounidense que estuvieron encarcelados desde febrero del 2019 – Bader Ibrahim, periodista y epidemiólogo junto a Salah Haidar, comentarista de los medios de comunicación e hijo de la activista de los derechos humanos ‘Aziza Al-Yousuf[xiii] – así como también la activista por los derechos de la mujer Loujain al-Hathloul, quien estuvo detenida durante casi tres años sin derecho a juicio.[xiv] También conmutó la pena de muerte de tres saudíes chiitas.[xv] También anunció la intención de reformar las leyes sobre el estatus personal.[xvi] Sin embargo, es muy poco probable que para la administración Biden sea suficiente con estas medidas y probablemente continuará presionando al reino sobre este frente.

Además, Estados Unidos publicó recientemente un informe secreto de los servicios de inteligencia el cual evaluó que Muhammad bin Salman le había dado el visto bueno a la operación que puso fin a la vida de Jamal Khashoggi en Estambul en octubre del año 2018.[xvii] Antes de la publicación del informe, Biden se apartó de las políticas de Trump en la Casa Blanca y comenzó tratando directamente con el rey saudí Salman, en lugar de tratar directamente con su hijo Muhammad bin Salman y en una llamada telefónica realizada el 25 de febrero con el rey, incluso destacó la importancia que Estados Unidos le atribuye al tema de los derechos humanos.[xviii]

Ante estas declaraciones y acciones, que aumentaron la preocupación al hecho de que la administración Biden tomara curso a una política indulgente hacia Irán que amenazara los intereses de los estados del Golfo – los escritores en la prensa saudí, emiratí y bahreiní sugirieron medidas prácticas que deberían ser tomadas. Entre estas medidas estaban la formación de un lobby árabe en los Estados Unidos, similar al lobby iraní allí; el encontrar fuentes alternas para la compra de armas, en lugar de Estados Unidos; e incluso lanzar un programa nuclear del Golfo para disuadir a Irán.

Este informe da un repaso a las preocupaciones de Arabia Saudita y de los estados del Golfo respecto a la política de Biden en Irán, sus críticas a esta política y las sugerencias hechas en la prensa del Golfo en abordar este tema.

El nombramiento de funcionarios de la era Obama genera preocupación de que el nuevo acuerdo nuclear será muy similar al anterior

El nombramiento de Antony Blinken como secretario de estado y Robert Malley como representante especial de los Estados Unidos para Irán despertó preocupación en Arabia Saudita y entre sus aliados en el Golfo. A ellos les preocupa especialmente que el nombramiento de Malley, a quien consideran aliado de Irán, indique que Estados Unidos tiene la intención de restablecer el antiguo acuerdo con Irán a pesar de que este país sigue mostrando violencia hacia sus vecinos e interfiere en sus asuntos internos. Esta preocupación también fue expresada en artículos publicados en la prensa saudita y del Golfo. Najat Al-Saeed, columnista del diario de los Emiratos Árabes Unidos Al-Ittihad, escribió lo siguiente: «El nombramiento de alguien como Malley, un simpatizante del régimen iraní, crea la impresión de que las negociaciones en materia nuclear producirán malos resultados y que Estados Unidos hará concesiones e incluso restablecerá el inútil antiguo acuerdo. La administración Biden ha creado una situación que nos lleva de vuelta al punto de partida».[xix]

El periodista Khairallah Khairallah escribió con un tono similar en el diario en Londres Al-Arab, propiedad de los Emiratos Árabes Unidos: «Darle la cartera de Irán a alguien como Malley no ayudará a convertir a Irán en un país normal que se preocupa por su pueblo en lugar de exportar sus crisis. Este nombramiento… nos hace preguntarnos sobre la conducta de la administración Biden y sus capacidades para capitalizar los logros de la administración Trump… Los próximos días y semanas dirán si la administración Biden posee una política clara sobre el Medio Oriente y el Golfo, o es una administración indefensa… ¿Se da este cuenta de que ni Malley ni nadie más puede cambiar la manera en que Irán se comporta?»[xx]

‘Abdullah bin Bijad Al-‘Otaibi, columnista del diario saudita en Londres Al-Sharq Al-Awsat, también consideró que los nuevos nombramientos no auguran nada bueno y que su efecto ya es evidente y se percibe en las amenazas de Irán. Este escribió: «La composición del equipo estadounidense encargado de manejar el expediente iraní está comenzando a aclarar y de ninguna manera tranquiliza a los rivales de Irán en la región… Es muy fácil ver que las declaraciones, posturas y políticas de Irán han cambió rápidamente desde la rotación de las administraciones estadounidenses. Estas se han reanudado en jactancias y amenazas y el terrorismo en Irak y Yemen se ha intensificado. El régimen iraní… está depositando sus esperanzas en las posturas de algunos funcionarios de la administración Biden. Esta los conoce muy bien personalmente además de tener experiencia trabajando con ellos y en lograr sus objetivos». ‘Otaibi agregó que el programa nuclear iraní es «totalmente militar» y por ende «cualquier concesión de las superpotencias hacia Irán tendrá consecuencias trágicas para la región y el mundo».[xxi]

Caricatura en un diario propiedad de los Emiratos Árabes Unidos: La política sobre-excesiva no tendrá ningún efecto contra Irán (Al-Arab, Londres, 3 de marzo, 2021)
Caricatura en un diario propiedad de los Emiratos Árabes Unidos: La política sobre-excesiva no tendrá ningún efecto contra Irán (Al-Arab, Londres, 3 de marzo, 2021)

Arabia Saudita y los países del Golfo piden mantener las sanciones en contra de Irán

Además de expresar el temor de que los nombramientos de Biden dentro del contexto iraní produzcan un nuevo acuerdo similar al anterior, muchos columnistas pidieron a la administración Biden que mantenga el régimen de sanciones impuesto por Trump a Irán como pauta de negociación en los diferentes acuerdos con este y que adopte una política dura hacia este para así disuadirlo de que perjudique a otros países de la región y del mundo.

‘Abd Al-Rahman Al-Rashed, un importante periodista saudí y ex-editor del diario Al-Sharq Al-Awsat, escribió: «Si estas sanciones contra Irán son levantadas, Biden no tendrá ninguna otra carta bajo la manga para impulsar alguna enmienda en el trato, tal como prometió… La pregunta aquí es, ¿cómo impondrá Biden su nueva visión sin recurrir a la fuerza o a las sanciones económicas? En mi opinión, la situación continuará escalando y las tensiones aumentarán incluso si Biden no toma ninguna medida. Esta inacción debilitará la postura de Biden y afirmará lo que la región presume de él, en este caso como un presidente débil, lo que, a su vez, desencadenará una serie de eventos desfavorables que pueden volverse inmanejables a futuro».[xxii] En otro artículo, Al-Rashed escribió: «Biden puede aprovechar los logros de Trump y proponer el fin de la confrontación y las guerras con Irán modificando el Plan Integral de Acción Conjunto (PIDAC), es decir, el acuerdo nuclear de Irán, para evitar así la expansión iraní más allá de sus fronteras y que logre obtener armamento nuclear. El peligro es que Irán ve a Biden como un presidente débil y piensa que su administración demócrata se aleja del desafío y de la confrontación, lo que incitará a Teherán a no ceder… Pero si la administración mantiene esta presión y mantiene la sanciones, los iraníes vendrán a la mesa más preparados para una solución razonable».[xxiii]

Yahya Al-Amir, columnista del diario saudita ‘Okaz, escribió que la única forma de influir sobre Irán es aplicar fuerte presión que no sólo hará que cambie su comportamiento, sino que «transformará totalmente la estructura de su régimen».[xxiv] ‘Abd Al-Wahhab Faiz, del diario saudita Al-Jazirah escribió lo siguiente: «La nueva administración no comprende que Irán es la fuente de los problemas en la región… Si Biden restablece la política de la ‘zanahoria’ hacia Irán mientras este va agitando la vara iraní contra los estados del Golfo, entonces lo podemos ver como algo equivalente a una declaración de guerra en contra nuestra, ya que nosotros consideramos a Irán como una amenaza existencial».[xxv]

Caricatura en un diario propiedad de los Emiratos Árabes Unidos: «El plan Biden para Irán»: el «Medio Oriente» espera por varas, mientras que «Irán» espera por golosinas (Al-Arab, Londres, 28 de enero, 2021)

Funcionarios del Golfo: Los países del Golfo deben ser parte del acuerdo nuclear con Irán y de las conversaciones sobre su participación regional

Los países del Golfo se ven con la preocupación no solo por el programa nuclear de Irán, sino también por sus misiles balísticos y su participación en los países árabes. Por lo tanto, junto a su demanda de mantener las sanciones a Irán, estos han exigido repetidamente ser incluidos en futuras conversaciones nucleares con este, a diferencia de su exclusión de las negociaciones sobre el acuerdo del 2015.[xxvi] El canciller de Arabia Saudita Faisal bin Farhan, dijo el 5 de diciembre, 2020: «Nosotros y nuestros aliados en la región colaboramos mutuamente, excepto para ser consultados plenamente sobre todo lo relacionado a las negociaciones con Irán».[xxvii] En otra ocasión este dijo: «Los países más afectados por las amenazas de Irán [es decir, sus vecinos del Golfo] deben ser parte importante en cualquier negociación internacional con el régimen iraní sobre su programa nuclear y otras acciones que amenacen la seguridad regional».[xxviii]

Esta demanda también fue expresada en la prensa del Golfo. El subsecretario general del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), ‘Abdel’ Aziz Aluwaisheg, escribió en el diario Al-Sharq Al-Awsat: «La participación de los países del CCG en las conversaciones con Irán no debe ni siquiera ser un tema de debate. Ellos se lo merecen más que nadie, ya que son los países más perjudicados por los programas nucleares y de misiles de Irán y por su interferencia en la región. Su participación en las conversaciones ayudará a corregir las fallas del acuerdo anterior».[xxix] El destacado periodista saudita y ex-editor de Al-Sharq Al-Awsat Tarek Al-Homayed, escribió en tono similar: «La afirmación de Arabia Saudita de que es de vital importancia para este estar representado en cualquier acuerdo con Irán es una acción política sabia… Quien esté ausente de la mesa de negociaciones… será de los más perjudicados. Nadie puede negociar en nuestro nombre, porque nosotros somos los que permanecemos en la región».[xxx]

Caricatura en diario saudita: La falta de sinceridad de Irán en las negociaciones en materia nuclear desconcierta a los Estados Unidos (Al-Sharq Al-Awsat, Londres, 9 de febrero, 2021)

Para ver el despacho en su totalidad en inglés junto a las imágenes de las caricaturas copie por favor el siguiente enlace en su ordenador: https://www.memri.org/reports/concern-saudi-arabia-and-gulf-states-biden-administrations-policy-appeasing-iran-will-come

*B. Chernitsky es compañero investigador en MEMRI.

[i] Escritores árabes expresaron su preocupación por las implicaciones de una victoria de Biden incluso antes de las elecciones estadounidenses. Véase la serie de MEMRI Despacho Especial No. 8993 – Preocupación en Arabia Saudita: Una victoria de Biden significará el regreso de la política destructiva de Obama, 27 de octubre, 2020.

[ii] State.gov, 1 y 8 de febrero, 2021.

[iii] Nytimes.com, 15 de febrero, 2021. Una milicia iraquí llamada Alwiya Al-Wa’d Al-Haqq se responsabilizó por un ataque utilizando cohetes contra Riad el 23 de enero, 2021 y amenazó con tener en la mira a los Emiratos Árabes Unidos y en especial a Dubái (Raialyoum. com, 25 de enero, 2021). Después, el 5 de noviembre, 2017 los houties dispararon un misil contra la capital saudita, el diario iraní Kayhan publicó un artículo titulado «El próximo objetivo – Dubái». (Kayhan, Irán, 5 de noviembre, 2017).

[iv] Washingtonpost.com, 27 de enero, 2021.

[v] Whitehouse.gov, 4 de febrero, 2021. Entre las posibles implicaciones de estos anuncios se encuentra la suspensión a la cooperación de inteligencia y otro apoyo para las operaciones ofensivas en Yemen. También se ha informado que las ventas de municiones guiadas de precisión a Arabia Saudita, por un valor estimado de $760 millones, ya han sido suspendidas (Defensenews.com, 5 de febrero, 2021). Sin embargo, debe mencionarse que Estados Unidos permite acuerdos de armas vitales para la seguridad de Arabia Saudita, tales como un acuerdo saudita con el contratista estadounidense Lockheed Martin para formar una empresa conjunta que se ocupe de la defensa aérea y marítima, entre otras áreas. Makkah (Arabia Saudita), 21 de febrero, 2021.

[vi] State.gov, 11 de febrero, 2021. Blinken dijo que las sanciones a los líderes houties permanecerían vigentes.

[vii] Al-Jazirah (Arabia Saudita), 7 de febrero, 2021. El canciller de Arabia Saudita ‘Adel Al-Jubeir y el viceministro de defensa Khalid bin Salman realizaron declaraciones similares en sus cuentas Twitter. Twitter.com/AdelAljubeir, 5 de febrero, 2021, twitter.com/kbsalsaud, 5 de febrero, 2021.

[viii] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 13 de febrero, 2021.

[ix] Los Emiratos Árabes Unidos negaron cualquier participación en la guerra en Yemen. Su entonces canciller Anwar Al-Gargash, tuiteó que su país puso fin a su intervención militar en Yemen en el año 2020 y que ha sido «uno de los mayores partidarios de extender la asistencia humanitaria al pueblo yemení». Twitter.com/AnwarGargash, 4 de febrero, 2021.

[x] Khashoggi fue asesinado en el consulado de Arabia Saudita en Estambul el día 18 de octubre, 2021.

[xi] Joebiden.com, 2 de octubre, 2020.

[xii] Reuters.com, 5 de febrero, 2021.

[xiii] Reuters.com, 5 de febrero, 2021.

[xiv] Twitter.com/LinaAlhathloul, 10 de febrero, 2021.

[xv] Raialyoum.com, 7 de febrero, 2021.

[xvi] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 9 de febrero, 2021.

[xvii] Tras la publicación del informe de inteligencia, el secretario de estado Blinken anunció que se impondrán sanciones a 76 saudíes involucrados en amenazar a disidentes saudíes, incluyendo aquellos asociados con el príncipe heredero a la corona Muhammad bin Salman Sa’ud Al-Qahtani y el ex-subjefe de inteligencia Ahmad Al-‘Asiri. También se han impuesto sanciones a la fuerza de intervención rápida de la Guardia Real saudita, que llevó a cabo el asesinato de Khashoggi, en virtud de la Ley Global Magnitsky (State.gov, 26 de febrero, 2021).

[xviii] Whitehouse.gov, 25 de febrero, 2021.

[xix] Al-Ittihad (EAU), 30 de enero, 2021.

[xx] Al-Arab (EAU), 1 de febrero, 2021.

[xxi] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 31 de enero, 2021.

[xxii] Edición en inglés de Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 27 de enero, 2021. Para más extractos de este artículo, consulte la serie de MEMRI Despacho Especial No. 9161 – «Periodista saudita sénior: La respuesta de Biden a las provocaciones de Irán determinará los resultados en Irak, Siria, Yemen, el Líbano y Palestina», 29 de enero, 2021.

[xxiii] Al-Sharq Al-Awsat edición en inglés (Londres), 31 de enero, 2021.

[xxiv] ‘Okaz (Arabia Saudita), 7 de febrero, 2021.

[xxv] Al-Jazirah (Arabia Saudita), 10 de febrero, 2021.

[xxvi] El secretario de estado estadounidense Blinken, dijo que la administración tiene la intención de consultar con sus aliados sobre un acuerdo a largo plazo con Irán (State.gov, 27 de enero, 8 de febrero, 2021).

[xxvii] Al-Watan (Arabia Saudita), 5 de diciembre, 2020.

[xxviii] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 9 de febrero, 2021.

[xxix] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 10 de febrero, 2021.

[xxx] ‘Okaz (Arabia Saudita), 10 de diciembre, 2020.