Las reacciones en los diarios de la Autoridad Palestina (AP) Al-Hayat Al-Jadida y Al-Ayyam, y en el diario de Jerusalén Al-Quds, al ataque mortal en la sinagoga en Jerusalén el 18 de noviembre, 2014 y a otros recientes ataques en Israel, fueron mixtas. Artículos en Al-Hayat Al-Jadida elogiaron el ataque y responsabilizaron a Israel del mismo, mientras que Al-Ayyam y Al-Quds ofrecieron una amplia gama de reacciones: justificaciones del ataque y afirmaciones de que Israel tiene la culpa, junto a expresiones de crítica y temor de que los eventos podrían derivar en una tercera intifada y una guerra religiosa.
Lo siguiente son extractos de artículos en los tres diarios:
Ex editor de ‘Al-Hayat Al-Jadida’: La ocupación tiene la culpa
Hafez Al-Barghouti, ex editor del diario de la AP Al-Hayat Al-Jadida, escribió: «Las acciones, todas realizadas por [atacantes] solitarios, fueron llevadas a cabo con herramientas fácilmente disponibles, tales como autos, tractores y armas blancas. Estos son ataques vengativos por [atacantes] solitarios y no por organizaciones. Incluso si [varias] facciones palestinas se atribuyeron la responsabilidad por estos, lo hicieron como una muestra de apoyo, [buscando] apropiarse de ellos y ganar popularidad, nada más. Tales acciones son imparables, porque son respuestas estímulo del momento y no son planificados de antemano.
«Es la ocupación la responsable por [los ataques], [ya] que es esta la que empuja inflamar el sentimiento religioso en ambos lados. Probablemente lo hemos advertido antes a los peligros de la guerra religiosa, porque, a diferencia de otros tipos de guerra, no deja nada tras de esta y abrasa a todos. Por lo tanto, se deben hacer muchos esfuerzos para eliminar las causas de tensión y violencia en Jerusalén, que son conocidas por todos. También es necesario impulsar las negociaciones sobre la base de términos que son igualmente conocidos a todos. La alternativa es una violencia mutua interminable que resultará en incluso peores explosiones».[1]
Columnista de ‘Al-Hayat Al-Jadida’: El ataque a la sinagoga es una reacción natural a los crímenes del derechista gobierno israelí; Los israelíes deben despertar a la realidad
‘Omar Hilmi Al-Ghoul, asesor del ex primer ministro de la AP Salam Fayyad, escribió en Al-Hayat Al-Jadida: «La operación llevada a cabo ayer por la mañana en una institución religiosa en Jerusalén Occidental, en la zona de Dir Yassin – el pueblo donde 250 mártires palestinos fueron masacrados en 1948 – resultó en la muerte de cuatro personas y seis heridos que asistían a esa institución, o [para ser más precisos], la sinagoga judía. [Esta acción fue cometida] en respuesta a una serie de violaciones y crímenes israelíes…
«La operación llevada a cabo por Ghassan y ‘Udai Abu Jamal de Jabal Al-Mukabbar no es más que una respuesta natural a los crímenes de extrema derecha del gobierno israelí y los actos de masacre que ha cometido como parte de un plan calculado para enterrar cualquier chispa de esperanza a una solución diplomática. [Este gobierno] se ha negado a cumplir con todas sus obligaciones en el marco del proceso de paz y la solución de los dos estados [basado en] las fronteras del 4 de junio, 1967, y continúa alimentando la ira y el odio en los territorios palestinos ocupados, especialmente en la capital Jerusalén, a fin de alcanzar sus objetivos, que son poner fin a cualquier acuerdo diplomático, facilitar una política de transferencia, y abstenerse de concederle a los palestinos cualquiera de sus derechos nacionales.
«Israel y sus líderes no han aprendido nada de sus experiencias pasadas. No entienden [la capacidad] del pueblo palestino de luchar, y se engañan a sí mismos [en creer] en la opción de «subyugar» a los palestinos y ‘hurgar en sus conciencias’ de que deben aceptar la realidad existente. Pero la evidencia muestra que lo contrario es cierto. Después de las últimas operaciones de auto-sacrificios, es mejor que los israelíes comprendieran mejor la realidad, antes de que sea demasiado tarde».[2]
Miembro del Comité Revolucionario de Fatah: Los jóvenes palestinos que perpetraron el ataque a la sinagoga no son malvados como aquellos que asesinaron – los rabinos «usando el ropaje de Satanás»
En su columna en el diario de la AP Al-Hayat Al-Jadida, ‘Adli Sadeq, miembro del Consejo Revolucionario de Fatah y alto funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores de la AP, escribió de los dos palestinos que perpetraron el ataque en la sinagoga: «[Su] percepción de la realidad en la tierra de sus padres y antepasados fue formada por eventos despreciables, vergonzosos y mortales que ocurren a diario. [Estos eventos] son parte de un ataque enloquecido sobre las tumbas de los muertos y en las mezquitas y casas de los vivos, [que también incluye] el desarraigo y la quema de sus árboles y el robo de sus tierras. En cuanto a los rabinos que llevaban puesta la túnica de Satanás, que despachan a los extremistas, asesinos y terroristas…, estos nos consideran a todos nosotros como si fuésemos criaturas superfluas o nombres trazados en tiza en el tablero de la vida, que son fáciles de borrar y deben ser borrados…
«Estoy seguro que la cultura de los dos jóvenes [que llevaron a cabo el ataque] es totalmente diferente de la de sus víctimas, así fueran cinco o seis. [Estos jóvenes] no excluyen gente indiscriminadamente, y no son malvados indiscriminados en contra de gente, y están dispuestos [a aceptar] un acuerdo en cuyo marco los dos pueblos coexistirán sin que uno ataque al otro… No odian a nadie por motivos de religión o nacionalidad. En cuanto a la cultura de sus víctimas, está inscrito sobre las lápidas destrozadas, sobre los muros de las mezquitas atacadas e iglesias incendiadas, y sobre los troncos de los árboles arrancados…»[3]
Columnista de ‘Al-Ayyam’: El único camino es el camino de un conflicto de fuerza total con la ocupación
El columnista Hani Habib escribió en el diario de la AP Al-Ayyam: «En estas circunstancias explosivas y provocadoras [creadas] por la ocupación israelí, y en ausencia de opciones políticas, ante el fracaso del proceso de negociaciones y la continua judaización de la capital palestina y todas las regiones de la Cisjordania ocupada por medio de asentamientos, el único camino para los palestinos es un conflicto con esta ocupación con toda la fuerza que poseemos. Este es el contexto en el que se llevó a cabo la operación en Jerusalén – y la responsabilidad de sus consecuencias le pertenece a Netanyahu y su gobierno fascista!»[4]
Columnista de ‘Al-Hayat Al-Jadida’: Todos deberían ver que la sociedad palestina acoge tales acciones
El columnista Dr. Osama Al-Fara escribió en el diario de la AP Al-Hayat Al-Jadida: «Todos debemos tener en cuenta que la sociedad palestina, incluyendo a todos sus diversos grupos políticos, acoge este tipo de acciones y de hecho, las ve como el comienzo de una nueva etapa que la política idiota del gobierno de ocupación ha obligado [sobre nosotros]. La sociedad palestina no necesita que una de las organizaciones palestinas asuma responsabilidad por estas acciones a fin de expresar su apoyo por ellos. El extremismo dirigido por los rabinos, que día y noche llaman a asesinar árabes y contaminan la Mezquita Al-Aqsa con la protección del ejército de ocupación, es suficiente para hacer que los palestinos le den la bienvenida a esta intifada y aspiren expandir su ámbito y recursos. Debido a su política idiota, solo el gobierno de ocupación tiene la culpa de la situación actual y de los futuros desarrollos…»[5]
Columnista de ‘Al-Ayyam’: El ataque asesino contra la Sinagoga es peligroso e ilegítimo
«El columnista Hassan Al-Batal escribió en el diario Al-Ayyam: «El asesinato [en la sinagoga] es un acto peligroso cuyas repercusiones podrían resultar aún más peligrosas. Dejen que las facciones [palestinas] digan lo que quieran. Incluso si justifican o alaban [la acción] o la describen como un acto de heroísmo, o condenan la condena de la Autoridad [Palestina] a esta… [Todavía sostengo que] esta acción amenaza con transformar la lucha entre los dos pueblos en una guerra, en un momento en que Palestina está luchando en el terreno diplomático para convertirse en un estado, y el estado de Israel está luchando contra esta [en el mismo plano].
«El secuestro y asesinato de los tres jóvenes colonos intensificaron la situación un grado más, el asesinato del joven Muhammad Abu Khdeir lo intensificó aún más, y esto fue seguido por una ola de provocaciones judías en el Haram Al-Sharif [es decir, Al-Aqsa]… Israel culpó por el secuestro y asesinato de los tres colonos a [individuos afiliados a Hamas]. Luego, durante o después de la guerra ‘Borde Protector’ – la tercera guerra contra Gaza – Hamas asumió responsabilidad por la acción.
«Hamas es el que controla Gaza, y es parte de los esfuerzos fallidos para establecer una unidad nacional. Sin embargo, si el anuncio por parte del Frente Popular [para la Liberación de Palestina] de que es responsable de la acción en la sinagoga es exacta, esto tendrá repercusiones, ya que [esta organización] es parte de la OLP… Miembros de un frente de izquierda no se supone lleven a cabo un ataque asesino contra una sinagoga y verter aceite sobre el fuego de la guerra religiosa, cuando el Presidente de AP [Mahmoud ‘Abbas] advirtió contra el peligro [de tal guerra], al igual que mucha gente cuerda en Israel…
«Esto es violencia y contra-violencia. Algunos palestinos llaman a varios tipos de contra-violencia palestina ‘lucha armada’, ‘resistencia’ o ‘intifada’, [mientras que] algunos israelíes lo llaman terrorismo. Algunos describen la primera intifada como ‘popular’, la segunda como ‘armado’ y la tercera, [basada en] sus características iniciales, como político-diplomática. [Pero] lo que llamamos [a estas] intifadas es irrelevante; lo que importa son sus resultados políticos. Algunos creen que la primera intifada resultó en el surgimiento del movimiento Hamas y que la segunda dio lugar a su llegada al poder. ¿Cuáles serán los resultados de la tercera [intifada]? Tal vez irá en una dirección religiosa, como la [organización] de EIIS?…
«La lucha [palestina] es legítima [y] la lucha diplomática y militar también son legítimas, pero el asesinato de personas y grupos o personas en iniciativa de cualquier persona física o facción es ilegítima, especialmente si ofende los sentimientos religiosos – sin tener en cuenta cual es el bando perjudicado.
«Los individuos palestinos que cometen los atentados saben que serán asesinados, y sin embargo no se inmutan. [En cambio,] los israelíes, soldados y colonos saben que escaparán el castigo [por sus crímenes] y esto les anima. La Israel oficial no le importa que las acciones de los [atacantes] palestinos son cometidas fuera de las zonas de control relativo de la Autoridad Palestina, y lo responsabilizan. Los palestinos hacen lo mismo, sosteniendo al gobierno israelí directa o indirectamente responsables de las acciones de los colonos, soldados, ministros y miembros del Knesset. Pero nada justifica incendiar una mezquita o perpetrar un ataque asesino contra una sinagoga, aunque las excusas son muchas y algunos llamen a estos ‘actos de heroísmo'».[6]
Miembro del Comité Central de Fatah: A la sombra de la guerra contra el EIIS, los palestinos tienen interés en mantener el carácter nacional de su lucha
El miembro del Comité Central de Fatah Nabil ‘Amar escribió en el diario Al-Quds: «Cuando hachas, cuchillos y barras de metal entran en escena, y la respuesta son medidas adoptadas por un país fuerte con capacidad de disuasión y de venganza horripilantes, el resultado altamente peligroso es que el conflicto palestino-israelí entra en una fase que puede llamarse la fase donde ‘no hay reglas’. Esta fase es diferente de las anteriores, cuyas reglas y formas a las que estamos acostumbramos, en que ambas partes parecen incapaces de controlarlo… el peligro es que la fase ‘sin reglas’ nos arrastra hacia el círculo de la violencia, sin que el público pueda salvarse a sí mismo de los resultados catastróficos de un conflicto de este tipo.
«No hay duda de que las acciones poderosas y la cruel respuesta israelí en estos días en Jerusalén han comenzado a crear una nueva ecuación, e incluso han comenzado a acercar al público hacia una rutina de guerra que, si no es religiosa [en sí misma], lleva el disfraz de religiosa. A pesar de todos nuestros intentos de distanciarnos del plano religioso en el conflicto y adherirnos al plano político, insistiendo de que se trata de una batalla nacional integral por la libertad y la independencia, trayendo las [variables de] Al-Aqsa y el Templo a la ecuación, ha impuesto una realidad diferente, una que está más cerca de la guerra religiosa que a cualquier otra descripción.
«Tal vez lo que provocó el fuego de esta idea, a la que todos tememos, es el medio ambiente [general] que se impone a sí mismo en toda la región. No existe el ignorar el hecho de que en nuestro medio una guerra mundial, en el pleno sentido de la palabra, se esté librando, y su titular sea la eliminación de un plan para un estado religioso y de la empresa de un estado que lleva puesto un disfraz religioso que ha movilizado a miles de personas [es decir, la guerra contra el EIIS]…
«Los palestinos tienen interés en mantener claramente su lucha con un carácter nacional, y quedar ante los ojos del mundo como un movimiento de liberación nacional con una empresa de humanidad, liberación y progreso. Por lo tanto, la región y el mundo entero tiene la responsabilidad de apoyar la dimensión nacional, política y cultural de su lucha».[7]
Ex ministro palestino: No debemos ser arrastrados por un pequeño grupo como en la segunda Intifada
El ex ministro palestino Ashraf Al-Ajrami escribió en el diario Al-Ayyam: «Estos días nos recuerdan los días antes de la segunda Intifada… en octubre, 2000 es decir, tres meses después de Camp David. Aunque las negociaciones continuaron de una forma. u otra e incluso progresaron de a poco, nos deslizamos rápidamente a usar armas y artefactos explosivos improvisados y hacia una situación de total caos que nos hizo perder todo, nos hace retroceder décadas, y creó las circunstancias que llevaron a la toma armada por Hamas de Gaza y el cisma del que todavía estamos sufriendo, que aparentemente estará con nosotros durante mucho tiempo por venir. [Hoy] tras el fracaso del proceso de paz y nuestra llegada a un callejón sin salida… estamos otra vez de vuelta a una tensa situación, pero es aún más [tensa] que la situación que prevalecía en vísperas de la Intifada Al-Aqsa [es decir, la segunda Intifada].
«Cuando advertimos sobre el caos [que resultaría a la utilización de] armas en la segunda Intifada, algunos afirmaron que esta postura iba en contra de la resistencia, a pesar de que casi todos… llegaron a la conclusión de que todos los que predijeron los trágicos resultados de este caos tenían razón. Hoy, parece ser que estamos de vuelta en el mismo lugar… Sin embargo, en el año 2000, la Autoridad [Palestina] apoyó la intifada de una forma u otra, y en varias de las operaciones violentas, mientras que hoy se opone clara e inequívocamente al uso de armas».
«La operación en la sinagoga es considerada problemática por dos razones: [Primero], fue contra un lugar de culto, lo que contradice la razón esencial de las [actuales] tensiones – es decir, la política israelí contra Al-Aqsa y los lugares santos. Los palestinos aquí parecen estar haciendo lo que [ellos mismos] están protestando y luchan por detener.
«La segunda razón es que el grupo contra el cual la operación se llevó a cabo es un grupo fundamentalista que pertenece al [partido político religioso israelí] Agudat Ysrael, cuyos miembros no son políticamente extremistas – al contrario, se oponen a que los judíos visiten la Mezquita Al-Aqsa e incluso resueltamente prohíben que lo hagan. Esto indica un deseo de hacer algo en contra de los judíos israelíes y nada más, sin pensar en lo que quieren lograr con esta acción…
«Un pequeño grupo aquí o allí es probable determinar nuestro destino, porque si permitimos que las cosas se lleven a cabo sin premeditación, entonces nos encontraremos en la [misma] situación en la que estábamos en la segunda Intifada, que comenzó con resistencia a la ocupación y terminó en caos y en una toma de control por los que tienen intereses y agendas que no tienen ninguna conexión con la liberación de la patria…
«Todavía tenemos una oportunidad de no perder el control y llorar el pasado, tal como sucedió con la segunda Intifada, cuando nos encontramos frente a la agenda de Hamas por un lado, y la agenda de las bandas sobre el otro, luego que los mejores de nuestros hijos fueron asesinados o encarcelados o perdieron la esperanza, y después de que el sueño se había desvanecido y tuvimos enormes pérdidas.
«Esta llamada va dirigida a [detenernos] y calcular nuestros acciones, y a no arrastrarnos tras nuestras emociones».[8]
[1] Al-Hayat Al-Jadida (AP) 19 de noviembre de 2014.
[2] Al-Hayat Al-Jadida (AP) 19 de noviembre, 2014.
[3] Al-Hayat Al-Jadida (AP) 19 de noviembre, 2014.
[4] Al-Ayyam (Autoridad Palestina), 19 de noviembre, 2014
[5] Al-Hayat Al-Jadida (AP) 19 de noviembre, 2014.
[6] Al-Ayyam (AP) 19 de noviembre, 2014.
[7] Al-Quds (Jerusalén), 19 de noviembre, 2014
[8] Al-Ayyam (Autoridad Palestina) 19 de noviembre, 2014.