En un artículo del diario palestino Al-Ayyam el 11 de junio, 2018, ‘Atef Abu Saif, quien reside en Gaza y que desde febrero, 2018 se desempeñó como portavoz de Fatah, afirmó que la lección más importante en la reunión del 12 de junio, 2018 entre el Presidente de Estados Unidos Donald Trump y el gobernante de Corea del Norte Kim Jong-un y de la historia en general, es que el mundo entiende solo el lenguaje de la fuerza y que no existe lugar para los débiles. Este elogió a Irán y a Corea del Norte como países que han logrado mantener su honor en sus relaciones con los Estados Unidos y la comunidad internacional y que nunca dejaron de trabajar para alcanzar sus objetivos, sobreviviendo a la condena internacional, a sanciones y a boicots y forzando al mundo a escuchar su punto de vista. Abu Saif expresó sus reservas sobre la tiranía de Corea del Norte en relación a las libertades individuales y colectivas y a la política y señaló que Irán tampoco es un modelo de libertad o democracia. Sin embargo, agregó, cualquier árabe que sea honesto consigo mismo anhela a un dictador como Kim Jong-un que, a diferencia de los tiranos árabes, empuja a su país hacia adelante y puede hacerle frente a la arrogancia de Washington. Es lamentable, agregó, que los árabes no hayan aprendido las lecciones de la historia e insto a seguir tras el ejemplo de Irán y Corea del Norte.
‘Atef Abu Saif (Fuente: Birzeit.edu/ar/biography/Atef-abu-Saif)
Lo siguiente son extractos traducidos del artículo de Abu Saif:
«La única y singular lección que puede aprenderse del encuentro que realizaron el Presidente estadounidense Donald Trump con el Presidente norcoreano Kim Jong-un es que el mundo solo reconoce el lenguaje de la fuerza y que, así como las relaciones entre estados tienen su base en intereses, también se basan en el equilibrio del poder e influencia de estados y en la preservación de estos. Obviamente, esto no es nada nuevo en la percepción de las relaciones de los estados y de los pueblos, pero esta es prácticamente la primera lección de un estudiante universitario en una clase introductoria sobre relaciones internacionales. No es que el mundo sea adicto al poder o que la violencia sea la base de las relaciones entre países, sino que la historia humana es de hecho, la historia de las guerras de la raza humana y de humanos luchando entre sí para sobrevivir…
«Nuevamente se evidencia que la fuerza… es el colmo del realismo, y [esta] sigue siendo la escuela de pensamiento más importante en política y en las relaciones internacionales, incluso después de que surgieron nuevas teorías de comprensión de estas áreas en la segunda mitad del Siglo 20. Este realismo ha seguido siendo la esencia del verdadero entendimiento en el tema político y no se ha desvanecido ni ha desaparecido como lo hacen las teorías a medida que se desarrollan las ciencias.
«La cumbre estadounidense-norcoreana en Singapur fue una manifestación de desafío y de libre albedrío, ya que Pyongyang, que durante décadas había estado en contra de la política estadounidense y había emitido muchas advertencias y posturas que constituían amenazas, no se vio obligado a sentarse con el hombre más estúpido del mundo, sino que se sentó con él en iguales condiciones. En primer lugar, cabe señalar que la política de Corea del Norte sobre el tema de los derechos humanos, la falta de libertades, la represión y la dictadura no son motivo de admiración y no están destinados a concretarse. Al contrario, esta [política] debe ser criticada y condenada, muy particularmente respecto a las acciones del líder norcoreano contra sus oponentes políticos… Pero ese es un tema diferente.
«[Sin embargo,] no hay duda de que [todo] árabe que se auto-examine muy dentro le reza a Alá para que le envíe un dictador autoritario como el de Corea del Norte, que al menos puede forzar al mundo [a que reconozca] el honor de su país y el de su pueblo y puede forzarse a sí mismo a asociarse con el arrogante de Washington. En efecto, con pocas excepciones, nuestro mundo árabe está repleto de tiranos, pero estos tiranos no están motivados por los intereses de sus pueblos, no tienen ningún interés en presionar a sus países para que avancen y no hacen ningún esfuerzo por desarrollar las capacidades de sus tierras, sino que continúan reprimiendo, despojando de libertades al individuo y las del público en general y haciendo añicos la voluntad del pueblo. [Ni siquiera] tenemos un dictador decente. Por supuesto, el modelo de Corea del Norte no es nada imitable, particularmente en lo que respecta a las libertades y al gobierno político, sino que presenta una oportunidad para recordar la lección más importante de la historia y de la política, que el mundo no entiende otra cosa que el lenguaje de la fuerza y que no existe lugar para los débiles excepto en los archivos del pesar y en los ríos de lágrimas.
«Irán y Corea del Norte pueden ser tomados como modelos para entender este tema. Irán ha sido exitoso, a pesar de todos los nombres que Occidente le ha colocado, al imponerse por sí mismo en el ámbito regional e internacional y no en virtud de la fuerza de su ideología y al no presentarse a sí mismo como un modelo de libertad o democracia… sino en virtud de su éxito en presentarse como una fuerza inspiradora. A este se lo acusa de exportar el terrorismo y ayudar a elementos extremistas en el mundo, incluyendo las organizaciones palestinas y libanesas en sus enfrentamientos con Israel y ha sido restringido y boicoteado por países y elementos. Pero a pesar de esto, ha obligado a sus rivales a sentarse y hablar con este, escuchar su punto de vista y gradualmente aceptarlo tal como es. Irán simplemente continuó desarrollando su poderío militar y sus capacidades en [armamentos] no convencionales, particularmente en el área de sus capacidades nucleares y de armamento. El mundo gritó, protestó, se enfureció, amenazó y actualizó sus amenazas, pero Teherán continuó sus actividades [nucleares] a pesar del tumulto y consideró solo crear los hechos sobre el terreno que lo conducirán a una situación en la que podrá poseer armas nucleares en muy poco tiempo. En definitiva, el mundo debe lidiar con un Teherán con capacidad nuclear.
«La situación de [Corea del Norte] parecía aún peor. No solo se oponía a Washington, sino que incluso lo amenazaba y algunas de estas amenazas incluían medidas prácticas, tales como el desarrollo de misiles capaces de llegar a territorio estadounidense. Ningún líder habló con Washington con tanta burla como lo hizo [Corea del Norte]… [pero] ¿qué podía hacer Estados Unidos al respecto? Este gritó, amenazó, realizo declaraciones, inició [medidas], condenó y estigmatizó y levantó sanciones al igual que boicoteó. Pero al final, los fuertes saben que las crisis se resuelven solo a través del diálogo y mutuo acuerdo, ya que la alternativa a esto son las guerras destructivas, no cualquier guerra, sino las guerras en las que el enemigo puede alcanzar las ciudades estadounidenses y no se inmuta en volarla por los aires con misiles, porque comprende que sin sus afilados dientes no puede defenderse por sí mismo.
«Cuando los estados no muestran sus afilados dientes se vuelven corderos, pero no un cabrito inocente, porque en las relaciones entre estados, en las que los intereses y los podere[14] Alghadpress.com, 6 de junio de 2018.s forcejean entre sí, un cordero inocente no despierta simpatía, sino que anima a [otros] a derrotarlo ¿No es esta la situación árabe [en el mundo]? Esto es lamentable y es aún más lamentable que los árabes no aprendan bien las lecciones de la historia, o quizás fue Alá él causante de su incurable sufrimiento».