El diario pro-sirio libanés Al-Safir publicó un artículo del periodista Jad Al-Karim Al-Juba’i alabando la elección de un presidente kurdo en Irak, declarando también que este movimiento era parte de la edificación de un nuevo estado e identidad nacional iraquí basados en la afiliación nacional (watani) y la afiliación no étnica (qawmi). [1] Lo siguiente son extractos del artículo:
Es aconsejable que los árabes «se liberen a sí mismos del mito de su origen [étnico]»
«… La elección a la presidencia de Jalal Al-Talabani, intelectual secular bien conectado con muchos intelectuales y no intelectuales árabes y políticos, es, esperamos, parte de un proceso de edificación global del estado [iraquí], y particularmente de la reconstrucción de la nacionalidad iraquí (wataniya).
«Es una buena señal que los iraquíes – sean árabes, kurdos, turcomanos, sunnis, o chiítas – acordaron… presentar su candidatura y elegirlo para esta posición. Quizás este acuerdo hace algo para reparar las heridas creadas en la sociedad iraquí por el régimen anterior… y ayudará a remover los remanentes de los detestables crímenes que este cometió contra los iraquíes – particularmente contra los kurdos entre ellos, y también contra gente no-iraquí…
«Esta no es la primera vez que un ciudadano kurdo logra la presidencia de un país con una mayoría árabe. Algo similar ocurrió más de una vez en Siria, durante su breve fase liberal que inmediatamente siguió a su independencia. [Para ese momento], como mejor lo recuerdo los sirios no estaban interesados en el origen étnico de su presidente, y fue suficiente para ellos de que él era sirio.
«Además, yo pienso que en Siria, tal como en Irak, no había ningún problema kurdo tal como lo conocemos hoy, hasta que los pan-árabistas [qawmiyun, e.d., el partido Ba’th] tomó el régimen por la fuerza de las armas…
«Los árabes en general y los iraquíes en particular deberían librarse del mito del origen [étnico] y reemplazarlo con el hecho de la identidad nacional (watani) – una identidad que individuos, grupos sociales, y partidos políticos deducen del estado, provisto de que el estado es una expresión del conjunto social y de la soberanía del pueblo».
El concepto de estado nacional está completamente ausente del pensamiento político árabe
«Obviamente, la elección de Al-Talabani a la presidencia iraquí despierta un debate extensivo entre los defensores del nacionalismo étnico (qawmiya) ambos árabes y kurdos, y dentro de cada bando también, y no es ninguna sorpresa de que este debate está cargado de precipitaciones del pasado, de una manera u otra. Aquéllos que hallan que la historia no se desplegó tal como les hubiera gustado [e.d. los nacionalistas árabes] se consuelan a sí mismos [diciendo] que esta elección no es nada más que una etapa de transición, para no mencionar que esta se celebró bajo ocupación. Pero ellos se olvidan de que esta etapa de transición, tal como todas las etapas de transición, es una etapa formativa. También se olvidan que la historia tiene una lógica que no toma en cuenta los deseos de uno mismo o los de los étnico-nacionalistas (qawmi) u otras ilusiones – y esa ocupación es el castigo de la historia a la arrogancia y a la tiranía.
«Y aquéllos que imaginan que esta historia del tiempo va tal como ellos desean [e.d los nacionalistas kurdos]… quiénes entienden de la astucia de la historia sólo que esta les permitió tomar venganza en los árabes, todavía observan al mundo a través del ojo de una aguja, y son incapaces de ver a Jalal Al-Talaban sino solamente como un combatiente para la causa kurda.
«Esta actitud es entendible desde el punto de vista de ambos grupos [étnico-nacionalistas] debido a que el concepto de estado nacional (watani) está completamente ausente de su conciencia social e ideología étnico-nacionalista (qawmi), así como también del pensamiento político árabe.
«Con su elección como presidente de la república, Jalal Al-Talabani ha dejado de ser un líder kurdo o el presidente de un partido kurdo, y sería impropio para él actuar como tal. Al contrario: Ha alcanzado el pináculo del nacionalismo iraquí (wataniya)… y se ha convertido en el presidente de todos los iraquíes…
«Su elección establece firmemente un principio político mayor del estado moderno: de que cada ciudadano se le es permitido presentar su candidatura para la posición de la presidencia, y el pueblo o sus representantes están en su derecho de elegir a cualquiera que ellos piensen conveniente, de acuerdo con los estatutos del país y su constitución…
«La etapa de transición es la etapa de formación. ¿Es la elección del Presidente Al-Talabani la primera señal en el redactar de una constitución iraquí, en cierto manera que adelantará un estado nacional (watani), reconstruirá la ciudadanía iraquí, y determinará el derecho de cada ciudadano iraquí a ser presidente del nuevo Irak por medio de elecciones libres – sin tener en cuenta su afiliación étnica, religiosa, sectaria, de clase, o política? Si éste es el caso, bendito sean los iraquíes, y felicitaciones a Jalal Al-Talabani en su presidencia».
[1] Al-Safir (Líbano), 18 de abril, 2005. A lo largo del artículo, el autor distingue entre el nacionalismo de base étnica ( qawmiya ), el cual en el pensamiento árabe normalmente se refiere al pan-árabismo, y el nacionalismo basado en la afiliación al estado nación individual (wataniya).