Introducción
En un notable despliegue de coraje público millones de iraquíes votaron el 30 de enero, 2005 a favor de una forma democrática de gobierno en las primeras elecciones generales y libres en la historia del la moderna Irak.
El entusiasmo inicial que acompañó la exitosa conclusión de las elecciones ha dado gradualmente camino a un creciente sentido de frustración en los comienzos de una interminable disputa de los recientemente electos políticos iraquíes en la formación del nuevo gobierno y su programa político. [1]
El nuevo gabinete
Casi tres meses después de las elecciones, el primer Ministro de signado, Dr. Ibrahim al-Ja’fari, [2] anunció el 27 de abril la formación de su gabinete. Irónicamente, el día del anuncio coincidió con el cumpleaños de Saddam Hussein la cual, en el pasado, fue un día de grandes celebraciones y fanfarrias lo que es apenas la atmósfera que caracterizó el nacimiento del nuevo gobierno.
El día después del anuncio, el primer ministro presentó su nuevo gobierno a la Asamblea Nacional para su confirmación. De los 185 miembros presentes, 180 miembros votaron por el nuevo gobierno. Es notable que en tal histórico día cuando un gobierno recientemente democrático fue formado, 90 miembros de la Asamblea Nacional, o un tercio de los 275 miembros, incluyendo el primer ministro saliente Ayad Allawi, estuvo ausente.
El gobierno comprende a un primer ministro, cuatro diputados primeros ministros y 32 ministros divididos entre la Alianza Nacional Iraquí (17 puestos), la Alianza Kurda (8 puestos), sunnis (5 puestos), turcomanos (1 puesto) y cristianos (1 puesto). Cada uno de los tres grandes grupos arriba mencionados les será asignado el puesto de un diputado primer ministro. El Sr. al-Ja’fari ha quedado no-comprometido con respecto al cuarto puesto de diputado primer ministro. La composición del gobierno refleja la nueva realidad en Irak dónde las consideraciones religiosas y étnicas son superiores. Para ver la lista de ministros y sus afiliaciones, véase el Anexo I.
Criterio para la selección de ministros
Presentando su gabinete a la Asamblea Nacional, el Dr. al-Ja’fari dijo que seleccionó a los miembros de su gabinete sobre la base de tres criterios: competencia debido a que el país estaba en la necesidad de capacidad iraquí para empujar hacia adelante el proceso político; integridad/honestidad — debido al alto nivel de corrupción en el gobierno y, finalmente, la reputación nacional y la historia nacionalista del candidato.
Reflejando la nueva cultura de la democracia, al-Ja’fari dijo: «Bienvenido sea cada voz que ha participado en el gobierno y bienvenido sea cada voz que no ha participado en el gobierno… mientras discrepe de una manera civilizada». [3]
Las razones para el prolongado proceso
Hay muchas razones que pueden haber contribuido al prolongado proceso en la formación del nuevo gobierno. Algunas de estas razones son técnicas o procesales. Otras tienen que ver con los asuntos de política substantiva. Por el lado técnico, podría atribuirse el retraso en la formación del gobierno a la ausencia de experiencia a nivel político con la coalisión haciéndolo un sistema parlamentario democrático, la incapacidad o falta de buena voluntad a comprometerse y ocuparse en el arte de dar y recibir y las presiones para reunir un gobierno nacional que incluya a todos los segmentos políticos y étnicos de la población iraquí.
Los asuntos substantivos son profundamente difíciles. Ellos podrían determinar la longevidad y eficacia del nuevo gobierno iraquí y más importante, el futuro de la democracia en Irak y la propia supervivencia de la integridad territorial del país.
Consenso a la inclusión
Existe un acuerdo general entre todas las fuerzas políticas iraquíes para la inclusión, particularmente de la comunidad sunni quienes han boicoteado las elecciones pero cuya participación en el nuevo gobierno fue considerada crucial ambas por la causa de la reconciliación nacional y para derrotar a la insurrección sunni en el país. Sin embargo, a diferencia de los chi’itas, los sunnis no tienen nada equivalente a un marja’iya, algo así como una autoridad religiosa central que habla por ellos y guía sus acciones. Ni existe ahí un partido político sunni de ningún peso representado en la Asamblea Nacional que podría negociar en nombre de los sunnis [la excepción es el partido de Ghazi al-Yawer con sólo cinco escaños en la Asamblea Nacional). Como resultado, los sunnis hablan con múltiples voces que representan múltiples y dispares grupos, cada uno buscando aumentar al máximo su representación en el nuevo gobierno. Es preocupante pero no sorprendente, que la negociación con los varios grupos sunni ha fracasado en alcanzar un acuerdo, particularmente en el candidato que ocuparía el Ministerio de la Defensa.
Las exigencias kurdas
Los dos partidos más importantes kurdos, la Unión Patriótica de Kurdistán (UPK), bajo el auspicio de Jalal Talabany y el Partido Democrático de Kurdistán, bajo el auspicio de Mastoid Brazen, han surgido de las elecciones como el segundo grupo político más grande en la Asamblea Nacional con 75 escaños en los 275 escaños de la Asamblea Nacional, o el 27 por ciento de los escaños. El tamaño de la representación kurda en la Asamblea Nacional es mucho mayor que su peso demográfico y sólo fue hecho posible en virtud del boicot sunni a las elecciones.
Estuvo claro desde el comienzo que para que los chi’itas dominaren a la Alianza Iraquí Unida en formar un gobierno, el voto kurdo fue crítico. Así, por primera vez en la historia de Irak, el voto kurdo se ha convertido en indispensable para gobernar al país, y hubo que pagar un precio para ganárselo:
- La elección de Jalal Talabany como Presidente de Irak.
- La adhesión al principio de federalismo en Irak que le permitirá a los kurdos plena autonomía sobre sus tres municipalidades – Dehouk, Erbil, y Suleimaniya. [Un nuevo cambio fue recientemente agregada por la exigencia de tres de las municipalidades sureñas chi’itas de Basra, Nassiriya, y ‘Amara por una Federación del Sur]. [4]
- La integración de la Ciudad de Kirkuk, con sus inmensas reservas de petróleo, hacia Kurdistán.
- El Shari’a, o ley islámica, debería ser sólo una de las fuentes de legislación en Irak pero no la única.
- La milicia kurda – los Peshmerge – debería ser parte de las fuerzas armadas iraquíes y de hecho, deberían estar financiadas por el presupuesto nacional. Al mismo tiempo ningún ejército regular iraquí puede entrar en Kurdistán sin la anterior aprobación del parlamento kurdo.
- El reverso del proceso de arabización de Kirkuk comenzada por Saddam Hussein enviando a los residentes árabes que no eran originarios de Kirkuk, principalmente del sur, de vuelta a sus antiguos lugares de residencia.
- El justo, y pre-convenido, método de compartir las ganancias públicas del petróleo entre el gobierno central y el gobierno de Kurdistán.
Se especuló también de que los kurdos estaban arrastrando sus pies respecto al establecimiento del nuevo gobierno debido a que eran sospechosos de la forma de pensar del primer ministro islamista designado y su cercana asociación con el establisment religioso chi’ita, particularmente el Ayatola Ali al-Sistani. Los kurdos también podrían haber sido sospechosos bajo los puntos de vista del primer ministro sobre federalismo. Ellos por consiguiente pueden haber conjeturado que si al-Ja’fari se consigue con problemas insuperables en formar el nuevo gabinete alguien más con más simpatía a la agenda kurda podría surgir como primer ministro. [5]
Las exigencias sunni
A lo largo del proceso de negociaciones para formar el nuevo gobierno los sunnis han hecho exigencias que no reflejan su peso en la asamblea nacional (17 delegados) pero reflejando su peso demográfico el cual está cerca del 20 por ciento de la población. Las exigencias de los sunni también pueden haber reflejado su dominación política en Irak por siglos y su renuencia a aceptar la nueva realidad dónde el centro de poder cambió, quizás permanentemente, de la minoría sunni a la mayoría chi’ita. Aunque un sunni, Hajim al-Hassani fue electo como el portavoz de la Asamblea Nacional y otro sunni, el Jeque Ghazi al-Yawer (el ex-presidente interino) fue elegido como vicepresidente, fueron rápidos en quejarse de ser marginados. Un miembro sunni de la Asamblea Nacional, Mish’an al-Jabbouri, le dijo a Al-Jazeera Tv: «Nos sentimos traicionados. Nadie respeta nuestra presencia en este país». [6]
La inclusión de los sunnis de Irak es crucial para el delineamiento y la ratificación final de la constitución en un referéndum nacional. Debería recordarse que debido a la insistencia kurda la Ley Administrativa de Transición (LAT), la constitución provisional interina de Irak, incluyó una cláusula en donde la constitución será delineada por la Asamblea Nacional y sometida a referéndum si fuese rechazada si dos tercios de los votantes en tres municipios votaran en contra de ella. La intención detrás de esta cláusula era la de conceder poder de veto a las tres municipalidades kurdas sobre la ratificación de la constitución si no llegara a acuerdos en sus demandas. Pero la misma arma puede ser manejada por los votantes en los municipios sunni si sus representantes no estuviesen suficientemente involucrados en el delineamiento de la constitución o no estuvieran satisfechos con ella.
Después de una prolongada negociación, el Primer Ministro ha asignado cinco posiciones ministeriales a los sunnis incluyendo el importante Ministerio de Defensa, además del puesto de un diputado primer ministro.
No obstante, y en el mismo último momento, los sunnis optaron por irse del gobierno debido, en palabras de Ghazi al-Yawer, a que los puestos destinados para los sunnis estaban por debajo «del nivel deseado». [7] Los verdaderos problemas eran dobles: la selección del Ministro de la defensa (los sunnis propusieron a candidatos con largas asociaciones con el régimen de Saddam), y segundo, exigieron que las políticas de des-Ba’thificación sean suspendidas y que aquéllos que están ocupando posiciones gubernamentales deberían permitírsele mantenerlas. Durante el juramento del nuevo gobierno a la Asamblea Nacional el 3 de mayo, el político más antiguo sunni, el Vicepresidente al-Yawer, estaba demostrablemente ausente.
La participación del grupo de Allawi
El primer ministro saliente, Ayad Allawi quien controla 40 escaños en la Asamblea Nacional, hizo varias exigencias como condición a la participación de su partido en el gobierno. Él pidió un ministerio soberano [8] y varios otros ministerios los cuales fueron juzgados por la Alianza Iraquí Unida como desproporcionados al peso de su partido en la Asamblea Nacional. También exigió el derecho a disolver el gobierno si los partidos no alcanzaran el acuerdo sobre un asunto de política mayor. Finalmente pidió que los clérigos permanezcan fuera del gobierno. [9] Después de prolongadas negociaciones los partidos no pudieron alcanzar un acuerdo y Allawi se declaró a sí mismo el líder de la oposición en la Asamblea Nacional y salió del país en viaje personal al Líbano.
El acuerdo de la coalisión
Los dos partidos importantes en la coalisión, la Alianza Iraquí Unida y la Alianza Kurda firmaron un acuerdo de coalisión que reúne la mayoría de las demandas kurdas. El acuerdo estipula un compromiso para adherirse a las provisiones de la ley Administrativa de Transición como la ley final para el nuevo gobierno, la legislatura y la magistratura hasta que una nueva constitución sea promulgada. Más importante, el acuerdo hace una mención específica del artículo 58 del TAL el cual requiere que el gobierno de transición iraquí «actúe eficazmente para tomar medidas a remediar las injusticias por las prácticas del régimen anterior alterando el carácter demográfico de ciertas regiones, incluyendo Kirkuk… » La referencia era al programa de arabización implementado por el régimen de Saddam el cual los kurdos mantienen que ha cambiado el carácter kurdo de la ciudad el cual los kurdos insisten en mantener dentro de la estructura federal kurda. El acuerdo también confirma el principio de que el Shar’ia es uno, pero no la única fuente, de legislación. [10]
La marginalización de las mujeres
Como parte del impulso a la liberalización de la sociedad iraquí, la Ley Administrativa de Transición ha estipulado que un tercio de todos los candidatos a la asamblea nacional deben de ser mujeres. Los partidos que compiten en las elecciones nacionales, incluyendo a la Alianza Iraquí Unida, han obedecido este requisito. Como resultado, 31 por ciento de los miembros de la Asamblea Nacional son mujeres.
Sin embargo, a las mujeres no se les ha dado un buen trato en los nuevos cuerpos gobernantes del país. El Presidente iraquí, el Primer Ministro, y el Portavoz de la Asamblea Nacional, cada uno con sus dos o más diputados, lo integran solamente hombres. En el nuevo gobierno con sus 36 miembros, incluyendo al primer ministro y sus diputados, sólo 6 son mujeres ministros pero sólo una mujer de la Alianza Nacional Iraquí que controla la membresia de los premiers y 17 otras posiciones del gabinete. Por contraste, de los ocho puestos ministeriales ocupados por los kurdos, tres son mujeres. Una mujer fue designada por los sunnis en caso de que se uniesen al gobierno y la única ministro cristiana es una mujer. La exclusión casi total de mujeres en los partidos chi’itas representados en el gobierno no puede augurar bien por el estatus de las mujeres en Irak bajo un liderazgo chi’ita. Merecería la pena observar a los que bosquejan la nueva constitución a diríjirse al asunto de la igualdad para las mujeres.
Desafíos por delante
Está claro de que, la seguridad será la prioridad máxima del nuevo gobierno. La reconstrucción de Irak será todo menos imposible sin un ambiente de seguridad que permitiría los esfuerzos de desarrollo y reconstrucción para ir marcha adelante. Un ambiente seguro también permitiría liberar una inmensa reserva de iniciativas de empresas iraquíes para reconstruir a Irak sobre las ruinas creadas por el régimen de Saddam.
La falta de alineación del tiempo es también la esencia. Sólo quedan apenas cuatro meses para delinear una constitución la cual puede requerir de esfuerzos superiores y de mucha voluntad y muchos compromisos por parte de todos, para hacer de puente sobre asuntos potencialmente muy divisionistas y contenciosos tales como el papel del Islam en la legislación, la naturaleza del federalismo, el futuro de Kirkuk, la política de des-Ba’thificación, la integración de las varias milicias en las fuerzas armadas del país, y la asignación de las ganancias públicas del petróleo.
ANEXO I: El Gabinete Iraquí
Miembros de la Alianza Iraquí Unida
Dr. Ibrahim al-Ushaiqar al-Ja’fari |
Primer Ministro |
Dr. Ahmad Chalabi |
Diputado Primer Ministro y Actual Ministro de petróleo |
Bayan Soulag Jabr |
Ministrodel Interior |
Dr. Ibrahim al-Ja’fari |
Ministro de Defensa en actuación |
Dr. Ahmad Chalabi |
Ministro de Petróleo en actuación |
Ali Abdul-Amir Allawi |
Ministrode Finanzas |
Jassim Muhammad Ja’far |
Ministro de Hogar y Construcción |
Abdul-Fallah Hassan |
Ministro de Educación |
Sami al-Muthaffar |
Ministro de Alta Educación |
Abdul-Mutalib Muhammad Ali |
Ministro de Salud |
Ali al-Bahadli |
Ministro de Agricultura |
Abdul Hussein Shandal |
Ministro de Justicia |
Salam al-Maliki |
Ministro de Transporte |
Suhaila Abd Ja’far |
Ministro de Desplazamientoy Migración |
Taleb Aziz Zaini |
Ministro de Juventud y Deportes |
Safa al-Din Muhammad al-Safi |
Ministro de Estado para la Asamblea Nacional |
Abdul Karim al-Enzi |
Ministro de Estado parala Seguridad Nacional |
Sa’ad Na’if al-Hardan |
Ministro de Estado para las Provincias |
Alaa Habib Kadhem |
Ministro de Estado para la Sociedad Civil |
Miembros de la Alianza Kurda
Rowsch Nuri Shaways |
Diputado Primer Ministro |
Hoshiyar Zebari |
Ministro deAsuntos Exteriores |
Rowsch Nuri Shaways |
Ministro de Energía en actuación |
Barham Saleh |
Ministro dePlanificación y Desarrollo |
Jowan Fouad Ma’ssoum |
Ministro de Comunicaciones |
Idriss Hadi |
Ministro de Trabajo y Asuntos Sociales |
Lateef Rashid |
Ministro deHidrología |
Nermeen Othman |
Ministro del Ambiente |
Nermeen Othman |
Ministro de Derechos Humanos en actuación |
Nasreen Mustapha Berwaru |
Ministro deObras Públicas |
Ministros Sunni
Vacant |
Diputado Primer Ministro |
Prime Minister acting |
Ministrode Defensa |
Abdul Basit Karim Mawloud |
Ministro de Comercio |
Muslih Khidr al-Jabbouri |
Ministro de Industria y Minas en actuación |
Nuri Farhan al-Rawi |
Ministro deCultura |
Azhar al-Sheikhly |
Ministro de Estado para las Mujeres |
Hashem al-Hashemi |
Ministro de Estado para el Turismo y Antigüedad |
Partido Cristiano
Basema Yusuf Butrous |
Ministro de Ciencia y Tecnología |
Vacante y sin localizar
NA |
Cuarto Diputado Primero Ministro |
* El Dr. Nimrod Raphaeli es Analista Senior del Programa de Estudios Económicos del Medio Oriente de MEMRI
[1] Al-Mada (Bagdad), 25 de abril, 2005.
[2] Véase MEMRI, la serie de Investigación & Análisis No. 211, «Ibrahim al-Ja’fari: Primer Ministro de signado de Irak – Una Nota Biográfica,» 1 de marzo, 2005, http://www2.memri.org/bin/articles.cgi?Page=archives&Area=ia&ID=IA21105
[3] Al-Sharq al-Awsat (Londres), 28 de abril, 2005.
[4] Al-Sabah (Bagdad), 1 de mayo, 2005.
[5] Al-Zaman (Bagdad), 24 de abril, 2005.
[6] Al-Jazeera Tv, 28 de abril de 2005.
[7] Conferencia de prensa televisada en Al-Jazeera Tv (Qatar) el 28 de abril, 2005.
[8] Irak se refiere a los cuatro ministerios de asuntos exteriores, defensa, interiores, y finanzas como ministerios soberanos.
[9] Al-Sabah (Bagdad), 2 de abril de 2005.
[10] El acuerdo detallado fue publicado por el diario Al-Mada (Bagdad), 30 de abril, 2005.