En un artículo publicado en el diario ‘Okaz, el periodista y escritor saudí Khalaf Al-Harbi pidió al gobierno saudita levantar la prohibición que existe sobre las mujeres al volante. Este declaró que no es un pecado que la mujer conduzca autos sino un derecho natural y normal y que la prohibición hace que Arabia Saudita no pueda avanzar hacia la era moderna.

Harbi mencionó la «valiente» decisión adoptada por el gobierno este mes de abril para redefinir el funcionamiento y la autoridad del Comité para la Promoción de la Virtud y Prevención del Vicio (la policía religiosa).[1] Esta medida, dijo, detuvo las violaciones a los derechos humanos por la policía religiosa y puso fin a la crítica pública de este cuerpo en Arabia Saudita y el mundo. Citando el éxito de esta medida, este llamó al gobierno a realizar reformas similares respecto a la prohibición que existe sobre la mujer al volante y permitirles conducir, poniendo fin así a la «ilógica» situación que separa a Arabia Saudita del resto del mundo.

Lo siguiente son extractos del artículo.[2]

 

Khalaf Al-Harbi (Imagen: ‘Okaz, Arabia Saudita)

«Ha pasado suficiente tiempo como para evaluar [la eficacia] de la decisión de [re] regular el funcionamiento del Comité para la Promoción de la Virtud y Prevención del Vicio y determinar que los resultados de esta decisión histórica han sido positivos en su mayoría de aspectos – [desde que fue tomada la decisión] los desafortunados incidentes que preocuparon a la opinión pública y cuyos ecos vergonzosos llegaron hasta los medios de comunicación del globo se han detenido casi totalmente. Además, la tensión social creada por estos repetidos incidentes ha disminuido. La cooperación entre el comité y el personal de seguridad ha sido buena, permitiéndole a [las autoridades] asegurar el orden [público] sin incidentes que potencialmente infringen sobre la dignidad humana. Todo sucedió normalmente y, gracias a Alá, no vimos nada parecido a las consecuencias terribles, que los oponentes de la [decisión] anticiparon.

«Esta decisión importante y valiente pasó instantáneamente a través de una barrera imaginaria que desde hace años nos había impedido convertirnos en una sociedad moderna normal como todas las otras sociedades en el mundo de hoy día. Aquellos que se beneficiaron de [la existencia de] esta barrera imaginaria ejercieron presión psicológica sobre la gente afirmando que [incluso] acercándose a [la barrera] distanciaría a la sociedad de las directivas del Islam, como si el Islam estuviese opuesto al desarrollo, planificación y a la protección de los derechos humanos.

«Hoy el estado necesita de una decisión similar del gobierno que le permita a la mujer conducir autos, para esto también existe una barrera imaginaria que separa a nuestra sociedad de todas las otras sociedades en el mundo. [Esta barrera] impone una realidad ilógica que fue y sigue siendo una de las razones por las que la sociedad [saudita] se ve preocupada por temas menores y los debate en un sin fin de oportunidades. Además, hoy día vivimos en una situación económica muy diferente a la que [tuvimos en el pasado y que] solíamos utilizar para cubrir nuestras fallas, conocidas por todos. Yo no sé cómo [puede ser], que nuestra [necesidad] de desarrollarnos nos obligue a alentar a la mujer a realizar trabajos simples y sin embargo, al mismo tiempo la obligamos a emplear un conductor extranjero para que la lleve a su lugar de trabajo. ¿Han visto ustedes alguna vez a una mujer trabajadora que emplea a un conductor que se devora la mitad de su sueldo?

«Cuando vacilamos en tomar una decisión que eliminaría una de las barreras imaginarias que separan a nuestra sociedad del mundo moderno, estamos defendiendo esencialmente una situación ilógica, ya que el gobierno y los ciudadanos, hombres y mujeres, pagan un precio de distintas maneras por esta incredulidad. No creo que podamos avanzar hacia la Visión 2030[3] mientras nos restringimos con cadenas que no tienen sentido y que no tienen nada que ver con religión. Nosotros los [sauditas], e incluso por encima de nosotros el gobierno, no podemos decir que negarle a las mujeres el derecho natural de conducir es un [comportamiento] normal. [Claro], podemos imaginar innumerables problemas [que pueden ser causados al permitirles conducir], al igual que [los problemas] que nos imaginamos antes de reformar a [la policía religiosa] – pero no podemos decir que es un pecado para las mujeres conducir un auto. Cuando será [finalmente] tomada la decisión que liberará al estado y a la sociedad de esta enorme equivocación?»

[1] El 11 de abril, 2016, el Consejo de Ministros Saudita emitió un nuevo reglamento que limita la autoridad de la Comisión para la Promoción de la Virtud y Prevención del Vicio. Sus principales puntos son: el jefe del comité tendrá condición de ministro, pero el comité no tendrá autoridad para realizar arrestos, investigaciones criminales, vigilancia o interrogatorios, pero sólo para reportar actividades sospechosas a la policía o de la Autoridad para la Lucha en Contra de las Drogas. Sus funcionarios sólo operaran durante horas específicas y llevarán consigo distintivos de identificación visibles. Para más información sobre las medidas adoptadas por el gobierno sobre este contexto, véase alarabiya.net 12 de abril, 2016.

[2]Okaz (Arabia Saudita), 10 de octubre, 2016.

[3] El establecimiento de un plan saudita de medidas económicas para la supervivencia del reino a largo plazo. Para divisar al plan, véase english.alarabiya.net 26 de abril, 2016.