El Dr. Khaled Batarfi, director editorial del diario árabe saudí Al-Madina y amigo de Osama bin Laden 1 [durante] su infancia, escribió recientemente un artículo en Al-Madina crítico con los musulmanes por utilizar versos coránicos para justificar el odio a judíos y cristianos. Lo siguiente es el artículo, traducido y publicado en el diario árabe saudí Arab News: 2

‘El problema se encuentra en los que malinterpretan la historia para que sirva para sus propios intereses’

«Algunos de mis lectores judíos tienen dudas. Sospechan que los árabes y los musulmanes les odian, culpándoles de las malas obras de Israel y de los errores pasados, como intentar matar a los profetas de Dios y a sus mensajeros (que la paz sea con ellos). Dicen que los musulmanes aún recuerdan con amargura cómo los judíos de Medina intentaron matar al Profeta (Mahoma), romper su acuerdo y traicionarle alineándose con sus enemigos.

«Muchos cristianos tienen sospechas similares por otras razones históricas: Las Cruzadas en la Edad Media, el colonialismo de los siglos XVIII y XIX, las últimas guerras contra musulmanes y la supresión de minorías musulmanas.

«Los judíos y cristianos están a la vez en lo cierto y equivocados. No existen respuestas simples a estas complejas cuestiones, pero permitidme intentar explicarlo. La historia es una gran profesora, pero es importante que la utilicemos – y no abusemos – de sus lecciones. Los estudiantes de historia pueden dividirse en tres grupos: Los que aprenden de los ‘aciertos’ y parten de ellos, los que ignoran las lecciones de ‘las equivocaciones’ y las repiten, y los que se obsesionan y viven y mueren por ella. Es mucho más seguro no leer nada de historia que malinterpretarla.

«La mala interpretación puede ser intencionada o puede derivar de la ignorancia. Con la segunda es mucho más fácil tratar. Puedes volver a formar y mejorar la educación y dar explicaciones.

«El problema radica en los que malinterpretan la historia para que sirva a sus propios intereses, y apoye convicciones preestablecidas. Actúan como abogados inteligentes que buscan laboriosamente leyes y precedentes que apoyen sus defensas, al tiempo que ignoran todo lo que les contradice. Después interpretan lo que han descubierto, de modo que valgan para sus argumentaciones. No se sienten culpables porque los rivales hacen lo mismo. Es un juego en el que sólo se te castiga si fracasas a la hora de ganar [en] tu alegato. Los individuos fanáticos y paranoicos, y los que buscan la fama, la posición o con intereses especiales, son probablemente los peores ofensores – pero no están solos. Casi todos nosotros adoptamos la práctica de la lectura selectiva y de malinterpretar intencionadamente por diversas razones. Las posiciones colectivas apasionadas y los pensamientos tales como agruparse en torno a una bandera o una causa religiosa hacen que los individuos que normalmente [son] equilibrados y sensatos realicen una lectura de ‘ elige y sírvete [tú mismo]’ sin el menor atisbo de culpa intelectual. Ellos también asumen que el otro bando hace lo mismo».

«El Corán no condena a todos los cristianos y judíos»

«Los fanáticos musulmanes son tan culpables de tales prácticas como cualquiera. No sólo malinterpretan hechos de la historia así, representan incorrectamente a propósito los libros sagrados – el Corán, la Torah y la Biblia. Tómese por ejemplo nuestra postura hacia ‘el pueblo del libro’ – es decir, cristianos y judíos. Alá diferencia claramente entre amigos y enemigos. Dice en la Sura Almumtehináh, versos 7-9:

«7. Puede darse el caso de que Alá conceda amor (y amistad) entre vosotros y aquellos a los que (hoy) tenéis como enemigos. Porque Alá tiene poder (sobre todas las cosas); y Alá es el más Misericordioso y El que lo perdona todo.

«8. Alá no os prohíbe, con respecto a aquellos que no os combaten por razones de (vuestra) fe, u os expulsan de vuestros hogares, y apoyan a (otros) que os expulsan, que los tratéis educadamente y con justicia: porque Alá ama a los justos.

«9. Alá sólo os prohíbe, con respecto a aquéllos contra los que lucháis por (vuestra) fe, y os expulsan de vuestros hogares, y apoyan (a otros) que os expulsan, que os volváis hacia ellos (por amistad y protección). Es el recurrir a ellos (en estas circunstancias) lo que es erróneo’).

«Aún así, muchos eligen ignorar estas órdenes, encontrar versos circunstanciales o partes de versos acerca de sucesos pasados concretos, y aplicarlos al presente. Por ejemplo, dice Alá en la Sura Albaqrah, versos 191-193:

«191. Y masacradlos dondequiera que los sorprendáis, y expúlsadlos de donde te hayan expulsado; dado que la turba y la opresión son peores que la masacre; pero no luches contra ellos en la Mezquita Sagrada, a menos que ellos te ataquen (primero) allí; pero si luchan contra ti, masácralos. Tal es la recompensa para los que obvian la fe.

«192. Pero si cesan [en su intento], Alá es el más Misericordioso, El que lo perdona todo.

«193. Y continuad combatiendo hasta que no haya más turba u opresión, y prevalezca la justicia [de], y la fe en, Alá; pero si cesan [en su intento], que no haya hostilidad excepto hacia aquellos que practican la opresión’.

«Los fanáticos tomarían la primera mitad de la primera sentencia, e ignorarían el resto. Se centrarían en la parte de masacrar y omitirían todas [las de] mandato de búsqueda de paz, misericordia y perdón. Alá prohíbe con vehemencia esta práctica cuando dice en la misma sura: 84. «Entonces, ¿es sólo en una parte del Libro en la que crees, y rechazas el resto?. ¿Pero cuál es la recompensa de aquellos de entre vosotros que se comportan así, pero deshonran esta vida?. Y en el Día del Juicio serán enviados a la pena más dolorosa’.

«No necesito aprobar ningún veredicto más acerca de partisanos, de nosotros o de otros. Alá lo dice todo».


1 Daily Telegraph (UK), 9 de noviembre del 2002.

2 Arab News (Arabia Saudí), 28 de noviembre del 2004.