En vista de las continuas victorias del ejército de Assad en Siria y la aparente derrota de las fuerzas de oposición sirias, en vísperas de las elecciones en Irak y el Líbano, el periodista libanés Hazem Al-Amin, jefe del departamento de investigaciones y funciones en el diario Al-Hayat, publicó un artículo titulado «Pesimismo», en el que discutió la derrota sufrida recientemente por los sunitas en Irak, Siria y el Líbano. Este escribió que los sunitas están excluidos de la política que afecta a estos países, que se encuentran bajo la influencia de Irán y que la derrota del EIIS en Irak y en Siria se percibe como la derrota de todos los sunitas. Esta situación, dijo, probablemente engendre una nueva organización violenta similar al EIIS, que atacará a los países árabes, justo cuando el EIIS surgió de lugares sunitas de estos países luego que los sunitas perdieran allí su posición dominante.
Lo siguiente es una traducción de los puntos principales del artículo:[1]
«En medio del conflicto sectario tripartito en el Mashreq [en Irak, Siria y el Líbano], existe un gran vacío: los árabes sunitas. El EIIS nació de este vacío y fue destruido dentro de ello Este sector, los árabes sunitas, está totalmente ausente hoy de todos los planes alternos [para una solución a las crisis en estos países]… porque, de acuerdo a las percepciones de los otros grupos, este sector [los árabes sunitas] ya han sido derrotados…
«Por lo tanto, debemos anticipar el nacimiento de una nueva entidad: una descendencia del EIIS o algo similar, que nos recordará una vez más que este vacío no es real y que algo está sucediendo allí. [Es cierto que esta nueva entidad] no posee ninguna resonancia política por el momento, pero se impondrá a si mismo lo suficientemente pronto. En Irak, los árabes sunitas no tienen influencia en las actividades políticas actuales, en Siria son derrotados una y otra vez y en el Líbano han sido anexados al proyecto del «Estado Hezbolá».
«Hoy se dice que Bashar Al-Assad seguirá en el poder. Esta es una derrota para el sector que oprimió y que se rebeló contra él [es decir, los árabes sunitas]. En Irak, las elecciones parlamentarias están siendo llevadas a cabo luego de la derrota del EIIS y los árabes sunitas son el eslabón más débil en estas elecciones. Y en el Líbano, donde el sectarismo es una realidad que no puede ser ignorada, los sunitas compiten con sus rivales en las elecciones y aceptan la identidad del país como el «Estado Hezbolá».
«Esta es una situación imperfecta y obviamente conducirá a guerras. La estabilidad es poco probable en esta [situación]. Ya hemos comenzado a escuchar que el EIIS se está reagrupando en algunas áreas dentro del vacío en Irak. En Siria se espera que los estadounidenses se retiren, tal como dijo su presidente y esta retirada significa que los árabes sunitas serán abandonados, [abandonados a su suerte] frente a Bashar Al-Assad y las milicias iraníes [chiitas]. En poco tiempo, esta mala situación engendrará un monstruo Mientras que la situación en el Líbano no es tan mala como la situación en sus países hermanos de Siria e Irak, incluso el Líbano no se salvará si el monstruo vuelve a despertar…
«Si a las fuerzas políticas que representan a este sector [los sunitas] en estos tres países se les impide que influyan sobre su propio futuro, esto conducirá gradualmente a guerras. Esta es una lección que no hemos podido aprender de las guerras civiles en las que hemos estado revolcándonos durante décadas: tras la derrota de cierto sector civil [los sunitas], es imposible volver a una vida normal y no habrá estabilidad en estos países.
«Las elecciones en Irak y el Líbano parecerán ser más una renovación de las guerras y en Siria la tragedia es por partida doble, ya que el mundo se está preparando para recibir una vez más a Assad como presidente…
«Hoy día, los árabes sunitas en los tres Mashreq [países, Siria, Irak y el Líbano] están excluidos del discurso. La competencia en las elecciones iraquíes será entre chiitas y chiitas y entre chiitas y kurdos. Ni los árabes sunitas ni los resultados de sus votos tendrán algún impacto en el futuro de Irak… En el Líbano, es seguro asumir que Sa’d Al-Hariri ganará las elecciones, pero se ha vuelto en una persona diferente desde que se encontró solo en la refriega contra Hezbolá, cuyas [fuerzas] están organizadas desde el océano hasta el Golfo… En Irak, la organización del [EIIS] ha renovado parte de sus actividades, en Siria esperamos una retirada estadounidense que creará un enorme vacío y en Líbano la situación no es diferente de la de sus vecinos.
En vista de este vacío, sería imprudente anticipar algo más que guerras».
[1] Al-Hayat (Dubái), 2 de abril, 2018.