Durante septiembre, 2003 la histeria en masa se esparció a través de Jartum, la capital de Sudán, la cual finalmente fue sofocada por la intervención policial y las declaraciones hecha por el ministro de sanidad. El pánico fue causado por rumores de extranjeros que vagaban por la ciudad dándole la mano a los hombres, haciendo que desaparecieran sus miembros genitales. Los rumores se extendieron rápidamente por mensajes de texto en los teléfonos celulares, y desvió la atención del público de una brecha en las negociaciones en Kenya entre el Vicepresidente sudanés Ali Othman y el líder del SPLA John Garang. [1]
Varias versiones de la historia circularon y no todas involucraban a extranjeros: Inicialmente, se clamo que los perpetradores pertenecían a una tribu sudanés; según otra versión, un hombre africano Oriental era el responsable; después, el hombre fue reemplazado en el rumor por un grupo de africanos Orientales.
El corresponsal de Al-Quds Al-Arabi Kamal Hassan Bakhit, quien fue el primero en informar sobre el asunto fuera de Sudán, escribió que «la fuente del horror es un ciudadano extranjero de un país africano Oriental que vaga a través del mercado de la ciudad y drena la virilidad de los hombres a través de un apretón de manos» y de que el «pueblo se está negando a dar la mano con nadie que ellos no conozcan.» Bakhit informó que la policía había recibido numerosas quejas sobre alguien llamado ‘el Amigo de Satanás’, y de que ellos habían lanzado una investigación y habían arrestado a un extranjero que tenía en su posesión libros sobre hechicería, y dos millones de libras sudaneses (aproximadamente $1,500). [2] Lo siguiente son las citas de artículos que discutieron el asunto:
Las Víctimas Cuentan sus Historias
Dos de las «víctimas» acordaron en contar su historia al diario árabe con sede en Londres Al-Quds Al-Arabi. Uno de ellos, mercader de tejidos S. K. A., dijo que un hombre de una tribu africana Oriental entró en su tienda para comprar telas, pero una discusión se desarrolló rápidamente entre los dos. Entonces el africano Oriental apretó fuertemente la mano al dueño de la tienda hasta que el dueño sintió que su pene se le fundió dentro de su cuerpo. El dueño de la tienda se puso histérico, y fue llevado al hospital. [3]
Mientras la mayoría de los encuentros involucraron el apretón de manos, otra víctima que se negó a dar su nombre, dijo que mientras estaba en el mercado, un hombre se le acercó, le dio un peine, y le pidió que se peinara. Cuando lo hizo, en segundos, él dijo, que sintió una sensación extraña y descubrió que había perdido su pene. También se reclamó que una vez «‘el Amigo de Satanás’ le dreno la virilidad a un hombre,» él exige que su víctima le pague más de cuatro millones de libras sudaneses (aproximadamente $3,000) para recobrarlo. [4]
La Policía Investiga, el Gobierno Interviene
Los sudaneses, inseguros de cómo manejar el asunto, arrestaron a 40 personas que hicieron petición de quejas junto con otras 50 personas bajo sospecha de hechicería y fraude. Muchos africanos Orientales fueron traídos a las estaciones de policía para ser interrogados, en medio de los esfuerzos por grupos de personas para atacarlos. La policía fue obligada a consagrar mayor esfuerzo para dispersar a los alborotadores.
Los políticos más altos del país y oficiales de sanidad entraron para intentar tranquilizar las cosas. El Fiscal General Salah Abu Zayed dijo que todas las quejas se habían llevado ante un comité investigador especial y que el primer demandante seria procesado por perturbar la paz ya que los doctores habían determinado que él estaba absolutamente sano. [5] Sin embargo, otro informe dijo que aquellos que intentaron las quejas estaban padeciendo de «neurosis» y de «sugestión.» [6]
La Dra. Nour Al-Huda mujer policía de alto rango dijo: «Nosotros nos reunimos con los sospechosos y descubrimos que ellos eran de hecho las víctimas. Ellos fueron acusados de algo que no sabían… Uno de los acusados había sido informado por su esposa de que su hija estaba padeciendo de fuertes dolores y de que ella iba a ser operada. Él corrió al hospital, pero en el camino se detuvo para preguntarle a un hombre dónde estaba la sala de operaciones y para su sorpresa descubrió que este hombre lo estaba acusando de ser uno de aquellos que estaban causando impotencia a través de los apretones de manos. Él se encontró bajo sospecha en un momento en que se estaba dando prisa para localizar a su hija en la sala de operaciones…»
«En nuestra opinión, lo que esta en juego no es hechicería o magia. Los hombres jóvenes que se quejaron estaban bajo la influencia de la sugestión. Ya que fueron preparados [mentalmente] para que esto pase, ellos honestamente sintieron que estaban enfermos.»
El prominente psiquiatra Prof. Taha Ba’asher dijo que el fenómeno era similar a los casos de mujeres que se imaginaron a si mismas que estaban embarazadas. [7]
Dispersando los Rumores
El Fiscal General Principal de Criminalidad Yasser Ahmad Muhammad le dijo al diario sudanés Al-Rai Al-A’am que «el rumor brotó cuando un mercader fue a otro mercader para comprar un poco de Karkady [una bebida sudanesa]. De repente, el vendedor sintió su pene arrugarse como resultado de la hechicería. Fue la primera queja respecto al asunto. Después, el asunto alcanzó los medios de comunicación y esto causó sensibilidad entre muchos.» Él agregó de que todas las personas quienes haben petición de una queja fueron enviadas al hospital. En todos los casos, los informes médicos dijeron que sus penes eran normales y que no habían sufrido ninguna atrofia o dolor.
«Veinte por ciento vinieron el siguiente día a la corte y retiraron sus quejas, clamando de que se habían recuperado. Pero algunos de ellos persistieron con los cargos.»
El Ministro de Sanidad sudanés Ahmad Bilal Othman dijo que los directores del hospital le habían informado, en una sesión de emergencia el 23 de septiembre, de que ningún caso de impotencia con la mencionada experiencia había sido admitido a los hospitales. Él dijo que el fenómeno no tenía bases «científicas» y de que era hechicería, magia, o un problema emocional. [8]
Las autoridades prestaron mucha atención al asunto. Al-Rai Al-A’am publicó dibujos animados sobre el asunto; uno mostró a un hombre extendiendo una mano de prótesis dándole la mano a otro hombre y diciendo, «Prevención es mejor que la cura,» [9] y otro mostrando a un hombre con ambas manos amputadas diciéndole a un amigo, «Gracias a Dios, yo no le doy la mano a nadie y nadie me la da a mi.» [10]
En la Prensa
El Dr. Abd Al-Latif Al-Buni escribió en el periódico sudanés Al-Sahafa que las lecciones del asunto pudieran extrapolarse a la política sudanesa: «La situación ha alcanzado el punto dónde una esposa que acompaña a su marido a la puerta delantera de su casa le ofrece adiós diciendo, ‘Ten cuidado de no darle la mano a los hombres, pero puedes darle la mano a las muchachas tanto como quieras.’… Fuera del miedo de perderlo, ella ha acordado en compartir [su marido con otras mujeres], aun cuando esto sea una sociedad forzada. Lo mismo va para [las negociaciones] de paz que se están llevando a cabo en Kenya. Deben haber concesiones para que no perdamos a Sudán en su totalidad. Si la esposa concedió a su marido y le permitió acercarse a otros de su género, entonces los políticos pueden abstenerse de la ganancia política.» 11
Ja’far Abbas, un redactor sudanés que vive en el extranjero, expuso más allá del asunto en dos artículos, uno en el diario saudita Al-Watany el otro en Al-Rai Al-A’am. En su artículo de Al-Watan, Abbas escribió: «Aunque lo que yo escribo hoy dañará ‘el turismo’ en Sudán, yo lo considero mi deber advertir a cualquiera que quiera venir a Sudán de abstenerse de darle la mano a un hombre de piel oscura y delgado. Ya que la mayoría de los sudaneses son de piel oscura, él más bien tuvo que evitar darle la mano a cualquiera que no conozca…»
Enfocándose en el informe del hombre sudanés que perdió su pene después de tener contacto con un peine, Abbas escribió: «Ninguna duda, este peine era un robot quirúrgico de láser-controlado que penetra el cráneo [y pasa] a la parte más baja del cuerpo y castra a un hombre!!»
«Yo quise decir que el hombre que cayó víctima del peine electrónico: ‘Usted asno, cómo puede ponerse un peine de un hombre que no conoce en su cabeza, mientras incluso los parientes evitan usar el mismo peine?!'»
Es un Complot Sionista
En conclusión Abbas escribió: «Ese hombre quien, tal como se clama, es de África Oriental, es un agente sionista imperialista que fue enviado para impedirle a nuestro pueblo procrear y multiplicarse…» 12
En su artículo de Al-Rai Al-A’am, Abbas escribió: «Yo había planeado visitar Sudán en las fiestas de Id Al-Fitr, y ahorre tantos dólares como pude para este propósito… Pero yo oí y leí sobre ‘el Amigo de Satanás’ quién te da la mano y luego descubres de repente que no ‘eres un hombre.’ Es concebible que un hombre razonable escogería visitar una ciudad asida por el horror de la castración?!…»
«Yo pago [impuestos] al gobierno, yo le traigo dinero a mi familia [desde el extranjero], y luego yo también necesito pagarle a un hombre que me roba de las cosas que son más queridas y exige que compre mis bienes robados [de] él?…»
«… Nuestras mujeres dominan en los servicios públicos y en las aulas universitarias. [En mi opinión], los hombres en Sudán hoy tienen el derecho de fundar una Asociación para los Derechos de los Hombres de Sudan; todo lo que queda de nuestra masculinidad son nuestros rasgos biológicos más prominentes, y ahora alguien quiere robárnoslo!»
Abbas escribió también sobre el «incidente del peine» en este artículo: No obstante, lo que me llevará a proceder con mi plan emprendedor para visitar Sudán es que uno de los hombres cuyo ‘equipo fue confiscado dijo que la confiscación ocurrió cuando uno de ellos le dio un peine y le pidió que se peinara… Es decir, no estamos hablando de coerción. La víctima podría haberse negado a peinarse.»
«Si yo alguna vez me encuentro a esta bestia, le preguntaré cómo podría el ponerle a alguien más el peine en su cabeza!!! Es verdad de que somos gente loca, [y] 10 de nosotros usan la misma toalla, y cada casa tiene varios peines. Pero, ay, [los peines] están todos desapareciendo, y todo lo que queda es un peine, goteando grasa, usado por todos. Pero esto normalmente pasa dentro de la familia. ¡Es decir, nosotros normalmente no usamos los peines de personas que no conocemos, excepto en la barbería!» «No permitan que ninguno de ustedes exijan que pueden protegerse contra la castración evitando darle la mano a alguien cuya apariencia indique que es africano Oriental – ya que ha transpirado de que los que realizan estas maravillas y milagros son africanos Orientales! ¿Cómo se ve un africano Oriental? ¿Negro? Hay algún sudanés de piel blanca?…» 13
[1] Al-Quds Al-Arabi (Londres), septiembre 24, 2003.
[2] Al-Quds Al-Arabi (Londres), septiembre 22, 2003.
[3] Al-Quds Al-Arabi (Londres), septiembre 22, 2003.
[4] Al-Quds Al-Arabi (Londres), septiembre 22, 2003.
[5] Al-Rai Al-A’am (Sudan), septiembre 24, 2003.
[6] Al-Rai Al-A’am (Sudan), septiembre 24, 2003.
[7] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), octubre 9, 2003.
[8] Al-Rai Al-A’am (Sudan), septiembre 24, 2003.
[9] Al-Rai Al-A’am (Sudan), Septiembre 26, 2003.
[10] Al-Rai Al-A’am(Sudan), octubre 1, 2003.
[11] Al-Sahafa (Sudan), septiembre 23, 2003.
[12] Al-Watan (Arabia Saudita), septiembre 24, 2003.
[13] Al-Rai Al-A’am (Sudan), septiembre 29, 2003.