Introducción

Durante los largos años del mandato de Saddam Hussein en Irak, la información económica fue tratada como secreto nacional, y la revelación de tales datos a personas no autorizadas podrían traer la pena de muerte. Por consiguiente, fue sólo después de la caída del régimen que la magnitud de la enorme deuda soberana de Irak, estimada para el momento en más de $120 billones, se iba a convertir en historial público.

Después de la invasión de Irak en abril del 2003, se hizo evidente que el desarrollo económico y social del país no podía ser iniciado con tanta proyección de la deuda externa, y el tema fue tomado por el Club de París.

En la reunión de septiembre del 2003 en Dubai del G-7, los ministros de finanzas [1] llamaron en el Club de París a «hacer sus mejores esfuerzos para completar la reestructuración de la deuda de Irak antes de finales del 2004». Según cifras de los Estados Unidos, Irak les debía a los miembros del Club de París aproximadamente $40 billones. De esta cantidad, $21 billones era el capital principal y $19 billones los intereses. El FMI estimó la deuda iraquí retenida por los gobiernos que no pertenecen al Club de París – principalmente los países árabes ricos en petróleo en el Golfo Persa – de $60 billones a $65 billones, y la deuda a los acreedores comerciales de aproximadamente $15 billones. [2]

El Club de París aborda la deuda iraquí

El Club de París es un grupo informal de funcionarios financieros de 19 de los países más ricos del mundo, que proporcionan a los países endeudados y a sus acreedores tales servicios financieros como la reestructuración, alivio y cancelación de la deuda. Los deudores son recomendados a menudo por el Fondo Monetario Internacional después de que hayan fracasado las soluciones alternas. [3]

En su reunión el 21 de noviembre del 2004, el Club de París recomendó un plan del tres fases para reducir la deuda de Irak en un 80%. La primera fase era cancelar inmediatamente el 30% de la deuda de Irak por cada país del Club de París. La segunda fase era comenzar la aplicación de un programa del FMI que seguido cancelaría otros 30%. El 20% remanente de la acción inicial sería abdicado a la finalización del último programa del FMI. [4]

Esfuerzos fallidos de Irak por resolver el tema de la deuda con los países del Golfo

El Ministerio de Finanzas iraquí ha enviado varios mensajes a los países árabes, Kuwait y Arabia Saudita, confirmando la prontitud de Bagdad en celebrar conversaciones para establecer la deuda iraquí. Sin embargo, el director general del Ministerio de Finanzas Muhammad Al-Hariri ha denotado de manera amarga, «Nosotros esperábamos, durante algún tiempo, que estos estados resolverían el tema y seguirían el camino de varios otros países alrededor del mundo que han cancelado la deuda que se les debía a ellos de Irak, pero los países árabes han seguido siendo espectadores».

El diario iraquí Al-Da’wa, editado por el partido político del mismo nombre del Primer Ministro Nuri Al-Maliki, ha sido más explícito en su crítica de los países del Golfo por su negativa de cancelar las deudas iraquíes. En un artículo titulado «Irak No Está Obligado a Pagar las Odiosas Deudas», Rassim Qassim escribe que la mayoría de las deudas acreditadas a Irak fueron «el resultado de las acciones del régimen dictatorial e inconstitucional anterior, y están principalmente en la forma de daños y perjuicios sostenido por países durante la invasión y ocupación de Kuwait o el resultado de las guerras y crisis que llevaron al aislamiento de ese régimen…»

Qassim continua diciendo que «la nueva Irak – con su gobierno constitucional elegido y sus instituciones democráticas – no está obligada a pagar estas deudas y no está obligaba a reconocerlas… El mundo civilizado y, específicamente, Europa, ha respondido al Club de París, el cual canceló el 80% de las deudas odiosas, y la Unión Europea está intentando cancelar el resto y abrir una nueva página con la emergente Irak. La comunidad internacional ha comenzado a ver a Irak bajo una perspectiva diferente – como el único país en la región que disfruta de un parlamento democrático, multipartidario y constitucional.

Después de subrayar el gran potencial económico de Irak, el autor advierte sobre «los impedimentos puestos a esta por países que tienen regímenes que son incompatibles con la orientación democrática y qué insisten en retener deudas falsas que fueron impuestas sobre Irak». Él concluye llamando en los países del Golfo a reexaminar sus cálculos y tener presente que, «perjudicar a Irak no perdurara, y lo que da vueltas siempre regresa». [5]

Reflejando los mismos puntos de vista, Hilal al-Ta’aan escribe en el diario del gobierno iraquí Al-Sabah que la mayoría de los préstamos dados a Irak por países extranjeros y del Golfo fueron hechos con la certeza de que tenían un objetivo militar – armar a Irak y apoyar su guerra contra Irán. [6]

La doctrina de las deudas odiosas

Los dos artículos hacen eco a la doctrina de «deudas odiosas». Los defensores del recurso de doctrina de que algo de la deuda de Irak podría ser clasificada potencialmente como no-legítima bajo la ley internacional, ya que esta fue emprendida durante el régimen de Hussein y que la ley internacional debería poder cancelar estas deudas. Patricia Adams quien está asociada con Probe Internacional, una organización con sede en Toronto consagrada al tema de las «deudas odiosas», citas al estudioso legal ruso Alejaxander Sack quien, en 1927, definió la Doctrina de las Deudas Odiosas, tal como sigue:

Si un poder despótico incurre en una deuda no por las necesidades o en el interés del Estado, sino para fortalecer su régimen déspota… esta deuda es odiosa…. Esta deuda no es una obligación para la nación; es la deuda de un régimen, una deuda personal del poder que ha incurrido en ella, que por consiguiente cae con la caída de este poder. [7]

Las indemnizaciones como deuda

Aparte de la deuda externa, existe el problema de las indemnizaciones a Kuwait y, en menor grado, a Arabia Saudita, proviniendo de la ocupación de Kuwait por Irak, el saqueo del país y el incendiar sus campos de petróleo.

Seguido a la ocupación de Kuwait, las Naciones Unidas impusieron sanciones contra el régimen iraquí. La Resolución 661, de 1990 del Concejo de Seguridad, prohibió a todas las naciones comprar petróleo iraquí y de no vender ningún artículo a Irak excepto alimento o medicinas. Bajo la misma resolución, la Comisión de Compensación de las Naciones Unidas (CCNU) se estableció como un órgano subsidiario del Concejo de Seguridad para procesar las demandas y pagar compensación por las pérdidas y daños sufridos como resultado directo de la invasión de 1990-1991a Irak y la ocupación de Kuwait.

La Comisión ha adoptado una política de pagarle a individuos primero, con el resultado de que la suma restante se le debe a las entidades gubernamentales (incluyendo a las compañías de petróleo del estado) de Kuwait y Arabia Saudita.

Kuwait, que ha recibido casi $14 billones del CCNU, todavía se le debe aproximadamente $27 billones, o casi toda la compensación restante de $28 billones, a ser pagados por Irak a través del CCNU.

Conclusión

No hay ninguna duda de que Kuwait sufrió enormemente como resultado de su ocupación por Irak y la administración brutal, establecida por Saddam Hussein que siguió. El país fue sistemáticamente saqueado, muchos de sus ciudadanos fueron asesinados o tomados como prisioneros hacia Irak sin dejar rastro. Las indemnizaciones fueron justificadas. Pero cuánta indemnización debería ser evaluada, y recolectada, negociada en un espíritu de generosidad que les convenga a dos países árabes que deben vivir lado a lado durante mucho tiempo.

El problema de la deuda es de un género totalmente diferente, porque los préstamos extendidos al régimen iraquí durante la guerra de Irak-Irán fueron igualmente beneficiosos para los prestamistas y prestatarios por igual, y este factor debería mantenerse en perspectiva mientras las partes buscan llevar el asunto a una finalización. Un Irak árabe fuerte y próspero puede servir de nuevo como un dique contra una rabiosa marea persa que amenaza barrer el Medio Oriente en su estela. Y este factor, sobre todo lo demás, sólo podría ser ignorado por las naciones deudoras bajo su propio riesgo.

* El Dr. Nimrod Raphaeli es el Editor del Blog Económico de MEMRI, www.memrieconomicblog.org.


[1] El G7 (Grupo de los 7) países son: Los Estados Unidos, Japón, Canadá, Alemania, el Reino Unido, Francia e Italia. Rusia se unió al grupo, que se ha convertido ahora en el G8. Todos los miembros de G8 pertenecen al Club de París.

[2] El Servicio de la Investigación del Congreso, Reporte SIC al Congreso, Código de Orden RS21765, actualizado el 19 de enero, 2005.

[3] Los miembros permanentes de naciones club son: Australia, Austria, Bélgica, Canadá, Dinamarca, Finlandia, Francia, Alemania, Irlanda, Italia, Japón, Países Bajos, Noruega, Rusia, España, Suecia, Suiza, el Reino Unido y los Estados Unidos.

[4] Irak, información dada a conocer por el Club de París, (París), 21 de noviembre 2004.

[5] Al-Da’wa (Bagdad), 11 de mayo, 2008.

[6] Al-Sabah (Irak), 11 de mayo, 2008.

[7] www.odiousdebts.org/odiousdebts/index.cfm?DSP=content&ContentID=7759 (publicado el 26 de junio, 2003).