En una carta al editor del diario londinense en idioma árabe, Al- Hayat,[1] Abu Saber M. G., padre de un joven palestino que llevó a cabo un bombardeo suicida en una ciudad israelí, escribió:

«No puedo encontrar mejores palabras para comenzar mi carta que las palabras de Alá, en su preciado libro [el Corán]: ‘Actúen por amor a Alá, y no se lancen a la destrucción con sus propias manos’.[2] Escribo esta carta con un corazón lastimado por el dolor y con unos ojos que no han cesado de llorar. Hoy, mas que nunca, debemos de obedecer este verso coránico, actuar por amor a Alá, y abstenernos de llevar a cabo actos que nos lanzarán a la destrucción.»

‘Amigos Persuadieron a Mi Hijo de Hacerse Explotar; Ahora Ellos Están Tras de Su Hermano’ 
«Cuatro meses atrás, perdí a mi hijo mayor, cuando sus amigos lo indujeron, alabando el camino de la muerte. Lo persuadieron de hacerse explotar en una de las ciudades de Israel. Cuando el cuerpo puro de mi hijo se esparció por doquier, mis últimas señales de vida también se dispersaron, junto a mi esperanza y mi voluntad de existir. Desde aquél día soy como una aparición caminando sobre la Tierra, sin mencionar que mi esposa, mis otros hijos e hijas y yo, hemos sido desplazados, desde que arrasaron con la casa en que vivíamos. «

«Pero el colmo fué, cuando se me informó que los amigos de mi hijo mayor, el martir, comenzaban a arroparse como serpientes alrededor de mi otro hijo, sin cumplir aún los 17, para dirigirlo por el mismo camino al que habían guiado a su hermano, para que se hiciera explotar y así vengarlo, afirmando que «no tenía nada que perder»».

«Desde la sangre del corazón herido de un padre, que ha perdido lo más preciado que para él hay en el mundo, me vuelvo en contra de los líderes de las facciones palestinas, y de sus dirigentes, los líderes de Hamas y el Yihad Islámico y de sus jeques, quienes utilizan reglas religiosas y declaraciones para empujar más y más a los hijos de Palestina hacia su muerte – sabiendo perfectamente que el enviar gente joven a explotarse en el corazón de Israel, no frena al enemigo ni libera tierras. Por el contrario, intensifica la agresión y después de cada operación similar, civiles son muertos, casas son arrasadas y ciudades y villas Palestinas son reocupadas.»

‘¿Quién Les Dió el Derecho de Enviar a Nuestros Hijos a la Muerte?’ 
«Entonces, estos líderes y portavoces aparecen [en los medios] para amenazar al enemigo, con realizar actos aún más graves, en venganza por sus actos barbáricos. Ellos empujan a más jóvenes hacia su muerte.»

«Yo pregunto, de mi parte y de parte de cada padre y madre que hayan sido informados que su hijo se ha hecho explotar: ‘¿Con que derecho envían estos líderes a nuestros hijos a la muerte?»

‘Muerte, No Martirio’ 
«Sí, digo ‘muerte,’ no ‘martirio.’ Cambiando y embelleciendo el término, o pagando unos cuantos miles de dólares a la familia del joven que se ha ido y nunca regresará, no hace más fácil el golpe o altera el irreversible final. Las sumas de dinero [pagado] a las familias de los mártires causa mas dolor que alivio; hace sentir a las familias que están recibiendo una recompensa por la vida de sus hijos.»

«¿Tiene precio la vida de los hijos? ¿Se ha convertido la muerte en el único medio para restaurar los derechos y liberar la tierra? Y si éste es el caso, ¿por qué no, alguno de los jeques, que compiten entre ellos para emitir candentes fallos religiosos, envía a alguno de sus hijos? ¿Por qué no, envía a sus hijos alguno de estos líderes, que no pueden reprimirse de expresar su alegría y éxtasis ante los cánales de satélite, cada vez que un joven palestino -hombre o mujer- se hace explotar?»

«Por qué hasta este preciso momento, no hemos visto a alguno de los hijos o hijas de cualquiera de estas gentes, ponerse un cinturón explosivo e ir y llevar a cabo, con hechos no con palabras, lo que sus padres predican día y noche?»

«¿Están el Yihad, el martirio y la muerte sin razón, restringidas a un sector particular [del pueblo], sin que le concierna a otro sector? Lo que aplica a los hijos e hijas del público en general ¿no aplica [también] a sus propios hijos e hijas [de los líderes]? ¿Por cuanto tiempo más esta gente resuelta, continuará pagando el precio de la idiota política que ha demostrado ser una falla colosal para obtener tan siquiera una diminuta parte de los ursurpados derechos palestinos?» ‘Con el Estallido de la Intifada, los Líderes Enviaron a Sus Hijos al Extranjero’ 
«Pero lo que causa el dolor al corazón, las lágrimas del alma y nos llena los ojos de lágrimas, -más que cualquier otra cosa-, es la visión de estos líderes y jeques para evadir enviar a sus propios hijos al combate -tales como Mahmoud Al-Zahar, Isma’il Abu Shanab, y Abd Al-‘Aziz Al-Rantisi. Al momento en que la Intifada explotó, Al-Zahar envió a su hijo Khaled a Estados Unidos; Abu Shanab envió a su hijo Hassan a Gran Bretaña; y [como ella misma declaró a la prensa], la esposa de Rantisi se ha detenido de enviar a su hijo Muhammad a explotarse a sí mismo. En lugar de éso, lo ha enviado a Irak a completar allá sus estudios.»


[1] Al-Hayat (Londres), Octubre 1, 2002.

[2] Koran 2:195.