Las relaciones entre Egipto y Estados Unidos han tenido sus altas y bajas durante los últimos años. Se ha hecho costumbre que la prensa del gobierno egipcio y la oposición ataquen a la administración americana por sus políticas en la región. Desde el 11 de Septiembre de 2001, la crisis se ha intensificado en varios aspectos: la actividad de los Estados Unidos en Afganistán, la guerra de los Estados Unidos en contra del terrorismo, las reformas que los americanos quieren hacer en el mundo árabe, el acuerdo que los americanos arreglaron en Sudán, la política americana hacia Irak, su intervención en la crisis Palestina-israelí, y otros.

La ola de antiamericanismo en la prensa oficial egipcia ha aumentado en los últimos meses, a raíz de la declaración de la administración Americana en la que afirmó que no aumentará la ayuda a Egipto debido al encarcelamiento del sociólogo egipcio-americano y activista de los derechos humanos, Dr. Sa’ad Al-Din Ibrahim. Las administraciones pasadas nunca habían condicionado su ayuda a Egipto, por lo que la reacción de la prensa ha sido extremadamente dura.

El escalamiento de los ataques en la prensa egipcia hacia los Estados Unidos comenzó en realidad antes de la declaración americana respecto al Dr. Ibrahim. Sucedió como resultado del inminente ataque estadounidense a Irak. Desde el 14 de agosto, el diario londinense pro-iraquí ‘Al-Quds Al-Arabi reportó que el consejero político del Presidente Mubarak Dr. Osma Al-Baz, declaró en exclusiva al semanario de oposición egipcio, Al-Geel, que: «Egipto no permitirá que los barcos americanos pasen por el Canal de Suez para atacar a Irak.» También «advirtió sobre el peligro que represntaría para toda la región una acción militar de los Estados Unidos en contra de Irak.» [1]

A continuación presentamos extractos de la prensa egipcia:

Kamal Abd Al-Raouf, columnista del semanario oficial Akhbar Al-Yaum, escribió: «Rumsfeld es un nuevo Hitler en América,» y después prosiguió a asegurar a sus lectores que «al final, el destino de Rumsfeld será el mismo que el de otros dementes: acabará en el basurero de la historia.»[2]

Después de la declaración americana con respecto a la ayuda a Egipto, el editor del diario oficial Al-Akhbar Galal Duweidar, escribió:

«Hubiera querido que la falta de respeto a los derechos humanos que caracteriza actualmente a los Estados Unidos -hasta el punto de interferir con las decisiones del glorioso sistema legal egipcio- se tornara en una muestra de justicia y equilibrio y que no se basara en ambigüedades y en un intento constante de politizar las posiciones americanas de manera que convenga a los intereses de sus agentes…»

«Me pregunto: «¿Donde está la indignación por las violaciones de los derechos humanos de los palestinos inocentes que son asesinados todos los días, encarcelados, desaparecidos y acorralados por las fuerzas de ocupación israelíes en los territorios palestinos ocupados?… Y debo mencionar también el mas reciente número del Reporte de Derechos Humanos con respecto a las acciones y violaciones de los derechos humanos de los Estados Unidos por medio de arrestos y violaciones a la ley y los procedimientos legales…'» [3]

El columnista de Al-Akhbar, Sa’id Sunbul, escribió: «… Es bien sabido que un amplio grupo de intelectuales egipcios expresaron su preocupación por el veredicto en el juicio de Sa’ad Al-Din Ibrahim… Si hubiese habido la intención de liberar a Ibrahim debido a su salud y a la presión de los intelectuales egipcios, esto no sucederá -al menos por ahora-, para evitar que su liberación sea interpretada como una rendición a la presión y amenazas norteamericanas. Por el contrario, las autoridades americanas han empeorado la situación del Dr. Ibrahim y no le han ayudado en nada con su comportamiento desconsiderado y provocador… Egipto no sucumbirá ante la presiones de los Estados Unidos, y las autoridades americanas deben de estar concientes de esto…»[4]

Al-Akhbar escribió en una editorial: «Así como América le ha dado anualmente ayuda económica a Egipto, Egipto le ha dado al occidente y a América una gran estabilidad en la región al tomar posiciones en defensa de las reservas petroleras en 1990 durante la invasión iraqui a Kuwait y su cooperación en las medidas de seguridad después de los eventos de Septiembre 11… El papel que han jugado los egipcios en la región no puede ser marginado ni ignorado – pero Egipto no permitirá presión ni intervención en sus asuntos internos.» [5]

Algunos artículos afirman que los fondos de ayuda Americana a Egipto son, en realidad, dinero árabe depositado en bancos americanos. En otra editorial, Al-Akhbar escribió: «La declaración de la administración Americana es grosera e incivilizada… América está probando que no quiere amigos sino agentes y eso es inaceptable para Egipto… Lo que la administración Americana sabe, pero no dice en público, es que el gran Egipto no pidió su ayuda. Fue América la que declaró que le daría ayuda económica a Egipto…»

«Esta declaración surgió al mismo tiempo que la demanda de las familias de las víctimas del 11 de Septiembre, en contra de Arabia Saudita por un billón de dólares [sic], pues estas familias afirman que algunos príncipes sauditas estuvieron involucrados en el ataque al World Trade Center en Nueva York. Nosotros preguntamos: ‘¿América ha hecho investigaciones? ¿Por qué no presenta los resultados? ¿Condenaró a quienes estuvieron involucrados con Osama bin Laden?'»

«…¿No tienen derecho algunos países árabes productores de petróleo de exigir dinero de los americanos por los dividendos de 850 billones de dólares depositados en sus bancos a intereses bajísimos? Porque de esos fondos, América recibe alrededor de 150 billones anualmente, alocados para ayuda económica a países pobres, y para pagar la porción americana del presupuesto de las Naciones Unidas y sus agencias como la UNESCO y la UNICEF… Sin embargo, debe saberse que los Estados Unidos no pagan su parte…»[6]

El editor del diario oficial Al-Gumhuriya, Samir Ragab, también tuvo algo que decir sobre el asunto de Ibrahim: «¿Qué tienen que ver los Estados Unidos con un juicio realizado en tierras egipcias, aunque el acusado tenga ciudadanía americana? ¿Se da cuenta Washington que la ley internacional afirma que cada país es independiente dentro de sus fronteras? Por lo tanto, si una persona ha cometido un crimen en un lugar en particular, es el sistema legal de ese país el que tiene autoridad en la materia y nadie mas… y nadie mas debe analizar, oponerse o criticarlo – sin violar la ley…»

«América está absolutamente equivocada si piensa que puede proteger sus intereses por medio de presión, imposición de sanciones o por medio de terrorismo material y moral.»[7]

El diario gubernamental Al-Masaa adoptó un tono amenazador en una editorial: «En vista de la locura oficial y de la prensa en América, le decimos a todos los interesados: ‘Jueguen sus juegos lejos de Egipto. Egipto es diferente, algo que ustedes no conocen y que son incapaces de aguantar las ramificaciones que este juego peligroso puede ocasionarles.'»[8]

El diario Al-Ahram tomó una postura mas mesurada: «Mantener relaciones entre los pueblos basadas en respeto mutuo requiere que los Estados Unidos se olviden de la idea de usar presiones económicas, porque eso aumenta el enojo en el sentimiento popular, lo que afecta las relaciones en pro de los intereses de ambas naciones.»

«Egipto es un poder en la región que juega un importante papel en el proceso de paz de la zona… Es también uno de los países mas importantes del Tercer Mundo, con la mas antigua e importante herencia cultural… Si los Estados Unidos ayudan a Egipto económicamente, Egipto ayuda a los Estados Unidos en otras áreas. Aun con respecto a ayuda económica, las condiciones de esta ayuda abren horizontes para compañías y exportaciones americanas en Egipto…»[9]

Mientras tanto, el semanario de oposición Al-Usbu’, que ha servido en años recientes como instrumento de incitación en contra de Ibrahim, dedicó varios artículos a la declaración americana. Por ejemplo, en un artículo titulado «¡Abajo con América!» el columnista Amru Nasif escribió: «Estados Unidos, fundado por deportados y criminales europeos, y que crearon su país sobre la sangre de un pueblo entero (los indios) parece que se ha adaptado a su historia, convirtiéndose en criminal una vez mas… La grandeza de Egipto no le permite descender al nivel inferior de los americanos – aún a costo de la humillante ayuda americana… Me dirijo al Presidente Mubarak y le pido que responda enérgicamente a la «Casa Negra» (Casa Blanca) y a quienes ahí residen – no solo por su soberbia y violencia, sino también por el papel que han jugado en los asuntos palestinos, iraquis y sauditas, y sus posiciones hacia Egipto. Que se vaya al diablo con su ayuda.» [10]

En el mismo número de Al-Usbu’, Ahmad ‘Iz Al-Din escribió: «El arma de odio político está marcada: O Egipto deja que Estados Unidos lo maneje… para alimentar a los lobos con sus avariciosas aspiraciones en la región, o se desatará el episodio mas cobarde de la historia: la miseria económica de un pueblo y el aniquilamiento estratégico de una región…»[11]


[1] ‘Al-Quds Al-Arabi (Londres), Agosto 14, 2002.

[2] Akhbar Al-Yaum (Egipto), Agosto 17, 2002, citado en ‘Al-Quds Al-Arabi (Londres), Agosto 19, 2002.

[3] Al-Akhbar (Egipto), Agosto 18, 2002.

[4] Al-Akhbar (Egipto), Agosto 18, 2002.

[5] Al-Akhbar (Egipto), Agosto 18, 2002.

[6] Al-Akhbar (Egipto), Agosto 19, 2002.

[7] Al-Gumhuriya (Egipto), Agosto 18, 2002.

[8] Al-Masaa (Egipto), según se cita en‘Al-Quds Al-Arabi (Londres), Agosto, 19, 2002.

[9] Al-Ahram (Egipto), Agosto 19, 2002.

[10] Al-Usbu’ (Egipto), Agosto 19, 2002.

[11] Al-Usbu’ (Egipto), Agosto 19, 2002.