A continuación presentamos extractos de una entrevista con Muntazer Al-Zaidi, el periodista iraquí que lanzó sus zapatos al entonces presidente de los Estados Unidos George W. Bush, la cual fue presentada en el canal egipcio Dream 2 TV el 12 de junio, 2010.
Para ver este segmento de video en MEMRI TV, visite http://www.memritv.org/clip/en/0/0/0/0/0/0/2531.htm.
«Cuando entré en la conferencia de prensa, sabía muy bien que iba a salir como un mártir»
Muntazer al-Zaidi: «Cuando entré en la conferencia de prensa, sabía muy bien que me iría como un mártir. Me quité el anillo, se lo dí al fotógrafo y le dije que se lo entregara a mi hermano, Maytham – porque estaba seguro de que iba a ser martirizado allí. Recité las dos shahadas: «Soy testigo de que no existe otro dios sino Alá y que Mahoma es su mensajero». Durante todo ese tiempo, no sabía lo qué iba a suceder – tal vez lo peor. Me dije que era por el bien de Alá y que era un sacrificio para todos los mártires – para los muertos, las víctimas de violación y los huérfanos.
«Pensaba en el cómo Bush asesinó a los iraquíes. Fue entonces cuando arroje un zapato y le pasó de largo. Le dije: ‘Esto es un beso de despedida de los iraquíes, perro!’ Pido disculpas por pronunciar esta palabra en televisión, en frente de su querida audiencia».
Entrevistador: «Ese fue el primer zapato?»
Muntazer al-Zaidi: «Sí. El primero le paso de largo y le arroje el segundo zapato. Desafortunadamente, el segundo no lo hizo caer tampoco, pero si hizo que se incline ante el zapato árabe! […]
«Soy sólo un hombre sencillo – no un héroe – tal como dije cuando salí de la conferencia de prensa. No soy un líder, un comandante ni nada. Sólo soy un hombre sencillo, pero esto acabo por salir de mí. Cuántos genios tenemos, cuantos comandantes y cuantos héroes? Saquémoslo fuera de nuestros pechos y arrojémoslo a nuestros enemigos.
«Imagínese, si 20 árabes, de los 300 millones de árabes, fuesen a decir: ‘Qué podemos hacer para restaurar el honor de la nación?’… Sólo 20 árabes de 300 millones… Imagínese lo que pasaría. Tal como sigo diciéndole a la gente: ‘No soy una leyenda, ni un líder. Soy un ciudadano árabe que desea vengarse'». […]
Entrevistador: «Debemos estar orgullosos que esos zapatos que usted le arrojó a Bush… fueron comprados en Egipto»
Entrevistador: «Dónde compró los zapatos que le arrojó a Bush?»
Muntazer al-Zaidi: «No se?»
Entrevistador: «No».
Muntazer al-Zaidi: «Es esencial saberlo?»
Entrevistador: «Nadie lo sabe hasta el día de hoy».
Muntazer al-Zaidi: «Quiero decir, ¿es necesario saberlo?»
Entrevistador: «Es importante».
Muntazer al-Zaidi: «Compré estos zapatos… tengo una foto, pero la voy a guardar para un futuro. Tengo una foto mía usando esos zapatos, cuando eran nuevos – sólo un par de días de haberlos comprado. En el fondo estaba la feria anual del libro en el Cairo, febrero, 2008».
Entrevistador: «Compró usted los zapatos en el Cairo?»
Muntazer al-Zaidi: «En el Cairo, en la calle Al-Arish».
Entrevistador: «En el área de Al-Haram?
Muntazer al-Zaidi: «En la calle Al-Arish, creo. Ahora que recuerdo».
Entrevistador: «Esta es información…»
Muntazer al-Zaidi: «Importante, por supuesto».
Entrevistador: «Esta es la primera vez que estamos escuchando esto. Es importante, porque somos egipcios y debemos estar orgullosos de que esos zapatos, que usted le lanzó a Bush, fueron, al menos, adquiridos en Egipto. Esto en sí mismo es un motivo de orgullo para Egipto». […]
Bush y Obama «son los mismos, salvo por el color de la [piel]»
Muntazer al-Zaidi: «Con respecto a la naturaleza sanguinaria de Bush, varios periodistas extranjeros me preguntaron, después del terremoto en Haití, acerca del hecho que Bush había ido allí como si fuese un activista de la paz’. Yo dije: Créanme, Bush no fue allí por el bien de los derechos humanos o por las víctimas. Fue allí porque echaba de menos el olor a sangre y el hedor de la destrucción que causó en Irak. De modo que fue allí para obtener una bocanada de ese olor, porque es un enfermo».
Entrevistador: «En su opinión, Obama no es muy diferente de Bush, aunque cubra las acciones de los Estados Unidos en una falsa envoltura humanitaria».
Muntazer al-Zaidi: «Tenemos un dicho en árabe iraquí – y estoy seguro que los hermanos egipcios que viven en Irak lo saben. «Lejos va un perro blanco, y aparece un perro negro’. Son lo mismo, salvo por el color. Lejos va un presidente de los Estados Unidos blanco y llega un presidente negro. No son diferentes». […]