El 3 de septiembre, 2018 el portal de Dar Al-Ifta Palestine, la institución palestina del fatua, publicó una declaración oficial del Muftí de Jerusalén Jeque Muhammad Hussein, en el que reiteró la prohibición de los fatuas tanto la de vender tierras palestinas a «los enemigos» como aceptar una compensación por la tierra que Israel se apropió para sí y que define a cualquiera que lo haga como infiel y traidor a Alá y a la patria.

El reiterar esta postura se produce aparentemente dentro del contexto de rumores y filtraciones de que Estados Unidos tiene la intención de redefinir el estatus de los refugiados palestinos, con el objetivo de disminuir el número de personas elegibles para dicho estatus y transformar el problema palestino en una tema humanitario a ser resuelto como parte de la iniciativa de paz del Presidente Trump en el Medio Oriente, conocido como el Acuerdo del Siglo.

Muftí de Jerusalén Muhammad Hussein (Fuente: Darifta.org, 3 de septiembre, 2018)

Lo siguiente es la traducción de la declaración del muftí, tomada del portal de Dar Al-Ifta:[1]

«Ante el contexto del antiguo/nuevo discurso sobre el compensar a los refugiados palestinos por sus propiedades que la ocupación israelí les incauto y robo, el Jeque Muhammad Ahmad Hussein, Muftí general de Jerusalén y Palestina y predicador en la Mezquita Al-Aqsa, subrayó la decisión del 31 de octubre, 1996 del Consejo Supremo del Fatua de la [Autoridad Palestina], así como también los fatuas sobre este asunto emitidos por Dar Al-Ifta Palestine [la institución palestina del fatua], que declara: «Palestina es tierra de waqf[2] y kharaj[3] y de acuerdo a la ley islámica, ninguna parte de ella puede ser vendida, ni su propiedad puede ser transferida a los enemigos, porque según esta ley es considerada propiedad de la comunidad musulmana y no es propiedad privada [de ningún individuo]. Cualquier transferencia de propiedad de [tierra] Dar Al-Islam[4] a los enemigos es nula y constituye traición a Alá, a Su Mensajero [el Profeta Mahoma] y a la confianza del Islam [colocada en el manos de los creyentes]. Alá dijo: «¡Creyentes! No traicionen la confianza de Alá y del Enviado, ni utilicen las cosas que te han sido confiadas [Corán 8:27]. «Cualquiera que le venda su tierra a los enemigos o acepte compensación por ello, es un pecador, ya que al hacerlo está ayudando a la eliminación de musulmanes de sus tierras y Alá lo ha conectado a aquellos que combatieron contra los musulmanes por su religión, diciendo: «Alá no les prohíbe a aquellos que no combaten contra ustedes por su religión y no les expulsan de sus hogares – de ser justos con ellos y actuar con justicia hacia ellos. De hecho, Alá ama a los que actúan con justicia. Alá solo te prohíbe juntarte con aquellos que combaten contra ustedes por su religión y les expulsan de sus hogares y ayudan en tu expulsión, [prohíbe] que te hagas aliado de ellos. Y quien se haga aliado de ellos, entonces serán esos los malhechores [Corán 60:8-9]».

«‘Venderle tierra a los enemigos y hacer partícipe su venta a ellos, cumplir [la definición] de acciones que convierten a los que lo llevan a cabo en infieles y se les considera [una expresión de] lealtad a los infieles y a aquellos que se rebelan en contra de Alá. Esta lealtad excluye [a un individuo] de la comunidad de creyentes: cualquiera que lo haga es considerado murtadd, un individuo que ha abandonado el Islam y ha traicionado a Alá, a Su Profeta, a su religión y a su patria. Los musulmanes deben excomulgarle, deben evitarlo, no debe casarse con él, no deben mostrarle afecto, no deben asistir a su funeral, no deben rezar por su alma [después de la muerte] y no deben enterrarle en un cementerio musulmán.

«Por lo tanto, cualquiera cuya tierra sea expropiada por la ocupación no debe aceptar una compensación por ello, porque al hacerlo pudiera parecer que aprobó y aceptó el transferir su propiedad de la tierra a la ocupación. Este debe mostrar paciencia, ya que la tierra será necesariamente restaurada a sus propietarios [legítimos], incluso si esto conlleva esperar por mucho tiempo. La victoria de Alá está cerca, pero la mayoría no lo sabe o está impaciente».


[1] Darifta.org, 3 de septiembre, 2018.

[2] Waqf es un dote islámico a la propiedad que se mantendrá en fideicomiso y será utilizado con fines caritativos o religiosos.

[3] Kharaj es un impuesto a la tierra aplicado a tierras agrícolas de acuerdo a la ley islámica.

[4] Dar Al-Islam: tierras bajo dominio musulmán.