Lo siguiente son extractos de dos entrevistas con el mufti chi’ita de Tyre Jeque Ali Al-Amin que fueron puestas al aire en LBC Tv el 26 de agosto del 2006 y el 5 de septiembre del 2006.

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26 de agosto, 2006

Jeque Ali Al-Amin: «Con respecto a la victoria del [Hizbullah], tal como esta se ha llamado – no creo que fue tal victoria… No quiero entrar en discusión sobre el significado de lo que es victoria, pero yo pregunto: Estábamos nosotros en tal estado de derrota antes del 12 de julio que necesitábamos de tal ‘grande’ y ‘estratégica’ victoria después del 12 de julio?»

Entrevistador: «Cuándo los afiches del [líder del Hizbullah] Hassan Nasrallah fueron colocados en las calles de las ciudades árabes y en la Universidad [sunni] Al-Azhar – no debería esto ser considerado una victoria del Hizbullah?»

Jeque Ali Al-Amin: «En árabe, tenemos ambas la verdad y el idioma figurativo. Ésta puede ser una victoria en sentido figurativo, una victoria moral. Esto no es completamente imposible. Pero si la ‘victoria estratégica’ se refiere a nuestro bombardeo a Haifa… Saddam Hussein atacó Tel Aviv con misiles Scud – fue esa una victoria estratégica también? Nosotros no estábamos en un estado de derrota antes del 12 de julio. Estábamos ganando, y tuvimos un logro importante y grande, que debimos haber preservado».

Entrevistador: «De qué logro está usted hablando?»

Jeque Ali Al-Amin: «El logro del año 2000. Antes del 12 de julio, nosotros todavía teníamos este logro, y había una posibilidad [para el Hizbullah] a que fuese incorporado en el estado, en lugar de que la tal guerra fuese impuesta en nosotros».

Entrevistador: «Pero el asunto de las Granjas Shaba todavía permanecía, y éste siempre ha sido el pretexto para continuar las operaciones de resistencia, e incluso por la captura de los soldados israelíes».

Jeque Ali Al-Amin: «Pero ahora, después del 12 de julio, aceptaron que el tema de las Granjas Shaba pudiera ser resuelto a través de medios diplomáticos, a través de las Naciones Unidas. Esto fue posible antes del 12 de julio».

[…]

«La gente no es tan simple e ingenua que el dinero del [Hizbullah] le hará olvidarse de sus heridas, de sus tragedias, y de los seres amados que han perdido. Eso es irrazonable. La vida debe continuar, pero cómo puede uno olvidarse de tales dolores, y de todo el sufrimiento de convertirse en un desplazado. Este [dinero] no vale nada comparado con lo qué la gente ha perdido».

Entrevistador: «Pero el Hizbullah dice que la resistencia estaba defendiendo el honor del pueblo. Hemos escuchado a mucha gente diciendo que la resistencia si sirvió para defender el honor de los libaneses».

Jeque Ali Al-Amin: «Durante la guerra o pagando dinero?»

Entrevistador: «Durante la guerra, cuando la resistencia continuó sus operaciones, a través de la operación de captura de los dos soldados, a través de la resistencia a Israel, y para enseñarle una lección a Israel… el cuarto ejército más fuerte del mundo… A través de la guerra del guerrillas, este pudo darles una lección».

Jeque Ali Al-Amin: No hablemos sobre el honor. ¿Qué honor hay allí en dormir en escuelas o en la calle? Con todo el dolor y la pena – qué honor existe allí en ese tipo de vida?»

5 de septiembre, 2006

Jeque Ali Al-Amin: «Nosotros no podemos clamar que el enemigo ha sido derrotado. El enemigo también tenía metas que no fueron cumplidas, pero no existe ninguna comparación entre nuestro dolor y el del enemigo. Nuestro dolor fue grande, mientras el dolor causado al enemigo… no existe ninguna comparación. Algunos dicen: Si sufres, sepas que ellos sufren tanto como tú. No, nosotros sufrimos más que nuestro enemigo. La destrucción causada a nosotros fue mayor que la causada a nuestro enemigo. Perdimos más vidas que el enemigo, aunque yo no creo que el propósito de la guerra sea tomar vidas. Uno esperaría que una guerra tenga metas mayores».

[…]

«Israel es un país que está listo para confrontar a todos los ejércitos árabes combinados. No deberíamos estar avergonzados si no lo derrotamos. Los confrontamos, y fuimos firmes, pero no lo derrotamos, y no hay vergüenza en eso».

[…]

«En el Islam, planear es por la causa de la victoria, no para que podamos decir: Él fue valeroso, luchó, y luego fue muerto. Uno escucha a gente decir: Él entró en el campo de batalla, luchó como un héroe valiente, y luego fue martirizado. Es esa realmente nuestra meta?»

[…]

«Yo no entiendo cómo cualquiera puede exigir que un bando fue derrotado, sin perder vidas o sufrir destrucción, mientras el otro bando haya ganado, con toda esta destrucción y pérdida de vidas. Cómo puede una llamarse victoria y la otra derrota?»

[…]

«Yo no le puedo decir a mi enemigo: Quiero combatirte sólo en esto o en ese sitio, y no te permiten combatirme en ninguna otra parte. Yo quiero capturar a uno de tus soldados, para que a cambio puedas intentar capturar a uno de los míos, pero no te permiten bombardear mi infraestructura y mis fábricas. Ésta no es la lógica de la guerra».

[…]

«Yo no dudo que el Hizbullah tenga relaciones especiales y quizás únicas con Irán».

Entrevistador: «Hizbullah o los chi’itas?»

Jeque Ali Al-Amin: «No, no los chi’itas. Los chi’itas no son así. Nosotros chi’itas tenemos un principio donde nuestros lazos están con la patria. Las relaciones que tenemos con Irán o Irak son religiosas y culturales. Estas relaciones culturales religiosas son relaciones muy antiguas».

Entrevistador: «Al igual que las relaciones de los cristianos, o los católicos, con el Vaticano…»

Jeque Ali Al-Amin: «Sí, o las relaciones de los cristianos en el Líbano con Francia, o las relaciones de los [libaneses] sunni con Egipto o Arabia Saudita. Éstas son relaciones culturales que llevaron al intercambio cultural y al respeto mutuo. En cuanto a las relaciones políticas, deberían estar con mi patria. Mis relaciones están con ustedes, no con alguien lejano. Nuestro pueblo dice: ‘El infierno de lo cercano es mejor que el paraíso del lejano’. ¿Qué bueno consigo yo del paraíso lejano – el paraíso de Teherán, París, o Washington? Lo único bueno para mí es convertir a mi país en un paraíso».

[…]

«Las relaciones religiosas con Irán son relaciones culturales. Bajo ninguna circunstancia se permite a las relaciones religiosas estar a expensas de la patria».