A finales de mayo del 2006, un portal islamista saudita publicó una declaración condenando a los reformistas en Arabia Saudita. La declaración, que fue firmada por 61 jeques sauditas incluyendo a presidentes universitarios, profesores, abogados, jueces, educadores y hombres de negocios, advirtió que una «junta» había tomado posesión de los medios de comunicación sauditas y estaba actuando al servicio de enemigos externos para «Occidentalizar» a la sociedad saudita – poniendo así en peligro a la sociedad y sus valores islámicos. La declaración llamó en los gobernantes sauditas a negarles a los miembros de esta «junta» posiciones de influencia, y llamó en los líderes religiosos a frustrar los planes de la junta.
La declaración provocó respuestas de ira de muchos redactores sauditas. Algunos apuntaron a lo que ellos llamaron el extremismo de la declaración, asociándola con los movimientos islamistas que han hecho avances significativos en Arabia Saudita en los últimos años, e incluso denotó las similitudes entre las ideas expresadas en la declaración y algunas de las ideas de Osama bin Laden. Otros redactores expresaron preocupación sobre el hecho que la lista de firmantes incluyó a jueces que presiden y oficiales del Departamento de Educación.
Lo siguiente son extractos de la declaración, y de las reacciones críticas a esta:
Extractos de la declaración
* Una junta anticonvencional ha tomado control de los medios de comunicación sauditas y ha puesto en peligro a la sociedad islámica y sus valores
La declaración anti-reforma, publicada el 23 de mayo del 2006 en el portal islamista saudita «Nur Al-Islam» (www.islamlight.net), leyó:
«… Nosotros le advertimos a la nación en contra de la junta, conocida por sus anticonvencionales tendencias occidentalizadoras que han podido influir en las decisiones y de tomar algunas instituciones que tienen gran influencia en la identidad y el futuro de la sociedad [saudita]. Nuestro país está sujeto a presiones y a la formación de planes extranjeros, y esta junta se ha convertido en los ojos y oídos del enemigo extranjero y en una herramienta en sus manos, confiando en su apoyo y logrando sus metas. Esta junta es un gran peligro para la sociedad [saudita]. Ella está emprendiendo una campaña en contra de [nuestra] moral, trabajando para darle un mal nombre a los valores islámicos, e [intentando] cambiar [nuestra] identidad social. Además, está haciendo acelerados esfuerzos por resecar las fuentes del bien [en la sociedad], arrastrarla hacia varios tipos de desviaciones, y conducirla fuera de la religión restringiendo [la autoridad de] las instituciones religiosas y reduciendo los planes de estudios religiosos en el estado y en las instituciones educativas populares…
«La reforma que es necesaria, y a través de la cual [nosotros] podemos enmendar ambos los asuntos de religión y los asuntos de este mundo, sólo pueden lograrse a través de la adhesión a los dictados del shari’a y sus principios sobre la reforma – y no a través de demandas falsas hechas por aquéllos que corrompen nuestra sociedad…
«Es una medida de la gracia de Alá que toda la sociedad se opone a este programa occidentalizado de [esta junta]… Esta sociedad ha demostrado que es consciente [del peligro en] este programa, no importa cuánto se haya posesionado [la junta] de las plataformas de los medios de comunicación y de la prensa [escrita], sin importar cuántos escritores enfermos hayan alistado en favor de su programa patentado de occidentalización, y sin importar cuánto han intentado impugnar los estudiosos religiosos, a los predicadores, y a jueces en los ojos del gobernante en un esfuerzo por mantenerlos alejados de este e impedirle escuchar su mensaje de reforma. Esta junta es un círculo pequeño [de gente], la mayoría de quienes viven en aislamiento y del alejamiento de su sociedad; pero a pesar de esto, hablan en el nombre de la mayoría y en el nombre de la sociedad…»
* «Ya que las mujeres tienen gran influencia en la sociedad, [la junta] ha hecho esfuerzos de una manera astuta para occidentalizarlas, usando las patentadas consignas fraudulentas de ‘los derechos de las mujeres’, ‘la liberación de [las mujeres] de sus grilletes y ‘del progreso'»
«Ya que las mujeres tienen gran influencia en la sociedad, [la junta] ha hecho esfuerzos de una manera astuta para occidentalizarlas, usando las fraudulentas consignas patentadas de ‘los derechos de las mujeres’, ‘la liberación de [las mujeres] de sus grilletes’, y ‘del progreso’ – todo esto de acuerdo con su cultura anticonvencional. Ellos vertieron lágrimas por la condición actual de las mujeres, y no se han conformado con simplemente jugar con sus emociones, sino que las han incluso arrastrado en sus [ilusiones] y engaños. Desafortunadamente, ellos han engañado a algunas de las mujeres, y las usaron como una herramienta para llevar a cabo sus esquemas…
«Ya que los medios de comunicación y sus plataformas [en Arabia Saudita] tienen una influencia considerable – ya sea constructiva o destructiva – han apretado su control sobre esta, y han comenzado a expresar sólo sus falsas opiniones, con raras excepciones. Nuestros medios de comunicación, en esta fase, cuando están en sus manos, no expresan los puntos de vista de la sociedad, y no reflejan su identidad; más bien, van dirigidas hacia el minar los valores y la moral [islámica]…
«Ellos están actuando como verdaderos hipócritas: Blanden consignas engañosas para comercializarlas por la vía de los medios de comunicación, aunque actúen contrariamente a estas consignas más que nadie. Pretenden [hablar en nombre del] patriotismo, aun así son ellos quiénes se extrañan a si mismos de la nación al grado más elevado, y actúan tanto como para conducir a su pueblo por senderos equivocados. Mantienen contactos con extranjeros, y estos contactos se conocen a través de las embajadas de estos países y a través de los medios de comunicación occidentales. Son ellos quiénes escriben [para los occidentales] sobre la situación en el país, y les escriben informes sobre los planes de estudios escolares y sobre [el estatus de] las mujeres. Al mismo tiempo [también] calumnian al ‘ulama, exigiendo que este apoye el terrorismo, y se aproveche de la sensibilidad del país a la crítica exterior. Luego usan estos informes de los medios de comunicación extranjeros, para despertar miedo en el país y entre sus líderes sobre las consecuencias de adherirse al estilo de vida islámico.
«Estos métodos transparentes y deshonestos son bien conocidos a todos, y nuestra sociedad hoy está consciente del inherente peligro en las acciones de esta junta. Ellos pretenden respetar la opinión del otro y de llamar al diálogo, pero ninguno es más extremista que ellos… Algunos de ellos dicen cosas herejes, las apoyan, y no se retractan de ellas, y [otros] promueven las abominaciones en sus poemas, historias, y escritos. Los escritos de algunos de ellos están al corriente con la herejía y el ateísmo, y abiertamente llaman al secularismo, sin ocultarlo. Algunos de ellos han establecido una estación de [televisión] por satélite con el propósito de corromper la moral de la sociedad. La mayoría de ellos fue educada por partidos ateístas, comunistas y pan-árabes. Algunos de ellos son antiguos [periodistas] quiénes mantienen posturas gerenciales en algunos periódicos, y calumnian cada institución shari’a en el país y cada aspecto positivo en la sociedad…»
* La nación espera que los gobernantes «sean como un baluarte impenetrable contra estas corrientes corruptoras de pensamiento que apuntan a esparcir el vicio en el país»
«La nación en conjunto, y en particular aquéllos que promueven [verdaderas] reformas [e.d. los conservadores religiosos], esperan que los gobernantes sean como baluartes impenetrables contra estas corrientes corruptoras de pensamiento, que apuntan a esparcir el vicio en el país y entre la gente. Ellos deben rechazar a todos cuya [dedicación a] la religión y a la lealtad sea cuestionada… y de mantenerlos fuera de las posturas de autoridad, de las plataformas de los medios de comunicación, y de las plataformas de instrucción.
«La responsabilidad que yace con el ‘ulama del Islam es grande, e incluye la obligación de hacer juicios de valor, expresar opiniones, advertir, [y] ordenar lo bueno y prohibir la maldad. Ambos quienes mantienen posturas oficiales y aquéllos que no [sostienen tales posiciones] tiene responsabilidades por igual, y deben cumplirlas. [Deberían] aconsejar a los gobernantes y llamar a la totalidad del público [a hacer] el bien para el país y para el pueblo, y les advierte sobre los peligros circundantes y las tendencias [herejes] que conducen a [gente] por el camino equivocado, ya que ‘las declaraciones del ulama, los sermones, y fatwas ya han tenido gran influencia en frustrar el esquema de estos hipócritas.
«Nosotros llamamos en el público general a exponer la desgracia de este esquema, de advertir contra este programa de occidentalización y en contra del engaño de esta… Finalmente, llamamos en esta junta anticonvencional a [retornar] al camino correcto, e igualmente [llamamos] a todos aquéllos que les siguieron o fueron engañados por ellos a realizar un arrepentimiento sincero…» [1]
Redactores sauditas critican la declaración
* La declaración de los 61 jeques es recordativa de la llamada de bin Laden a asesinar intelectuales
El redactor reformista saudita Mashari Al-Dhaidi escribió en el diario de Londres Al-Sharq Al-Awsat: «La cuestión no es si [la gente] tiene o no tiene el derecho de publicar las declaraciones y recolectar firmas, sino más bien si la publicación de tales declaraciones, usando tal idioma y con tal incitación, es aceptable. Debemos tener en cuenta el hecho que las acusaciones [realizadas por los autores] de la declaración, y su caracterización de [los intelectuales] quiénes discrepan con ellos, suman en incitación para asesinar a [intelectuales]. [Bajo la influencia de esta declaración] el [público] podría permanecer indiferente a la – hipotética – posibilidad que algunos jóvenes excitables podrían tomar la declaración [literalmente], traduciendo las palabras en hechos, y podrían pensar que es su deber [según] el shari’a de conceder un alivio temporal a la gente y al país de uno de éstos ‘profetas de la herejía’.
«La última declaración de Osama bin Laden [del 23 de abril del 2006], que incita al asesinato de intelectuales, poetas, y autores no es lejana a [la declaración de los jeques] en lo absoluto. Al contrario, existe alguna convergencia entre las imágenes mentales en la declaración de bin Laden y [las imágenes mentales] usadas en la declaración de los 61 [jeques]. Existe incitación contra las mismas figuras, pero mientras bin Laden menciona a la gente por nombre y explícitamente urge ‘a matarlos’, los 61 [jeques], en insinuación que suena mucho a una declaración, los describen como unos hipócritas despreciables, e urgió a ‘combatirlos’ y de hablar severamente en contra de ellos, tal como le fue hecho a los hipócritas en Medina en la época del Profeta. Es decir, la diferencia [entre la declaración de bin Laden y la declaración de los jeques] es una de tono, no de tipo». [2]
* La declaración de los jeques es parte del continuo esparcir del Islam político en Arabia Saudita
Qinan Al-Ghamidi, ex editor del diario saudita Al-Watan, escribió: «Está claro que los firmantes [de la declaración] piensan que ellos son los únicos que comprenden al Islam, y que millones de saudíes – las figuras prominentes así como también los ciudadanos regulares – deberían adoptar esta comprensión suya. [Ellos piensan que] cualquiera que se desvíe de este entendimiento no entiende propiamente la religión, para decir al menos… Estas declaraciones son un fenómeno saludable, ya que revelan las opiniones y visiones que necesitan aparecer y ser discutidas abiertamente…
«[Los firmantes a la declaración] representan la ideología del extremismo y el fanatismo que son parte natural de la expansión del Islam político en el reino [saudita] que ha estado sucediendo por más de un cuarto de siglo. Es probable que las ideas y objetivos del Islam político, que se aprovecha de la religión para lograr sus metas, estuvieran detrás de la declaración de los 61 [jeques], y, antes de eso, [detrás de] la declaración de los 130, y luego [detrás de] la declaración de los 14 doctores. [3] Es probable que todos ellos son inocentes – que esta corriente [del Islam político] les engañó, se aprovechó de sus sentimientos y de su natural [propensión] a la religión, y así los llevó a la extremidad a la cual ellos han llegado – [es decir], a una comprensión limitada de tolerancia religiosa y [a la creencia] de que este [limitado] entendimiento debe ser forzado en otros de cualquier manera posible…
«Tenemos una oportunidad histórica de entender estos puntos de vista, las ideas, y las metas de esta corriente [islamista], [ahora que] están al despliegue público, y luego discutir y debatirlos en las varias plataformas y en los foros apropiados, que necesitan escuchar su voz y discutir con ellos y presentar [argumentos que son] más fuertes que los suyos, hasta que entiendan el peligro hacia el que están llevando a su país y a su patria – un peligro que yace en la ideología que ellos han adoptado. Esto es lo que nosotros debemos hacer a escala nacional. Empujarlos fuera y colocarles pre condiciones [para comprometerlos al diálogo] [sólo] ahondará la tragedia». [4]
* La mayoría de los firmantes a la declaración son educadores
El abogado ‘Abd Al-Rahman Al-Lahem escribió en el diario saudita Al-Watan: [5] «La libertad de expresión es uno de los derechos fundamentales de hombre, y nadie puede disputarlo o restringirlo. Todos tenemos [el derecho] de expresar nuestra opinión en completa libertad a través de canales legítimos. Sin embargo, la explotación de un tema particular con la finalidad de agitar las calles con un lenguaje extremo, usando la religión para impugnar las creencias de otros, y acusando a cualquiera que discrepe con uno de haberle dado la espalda a la religión… y de esforzarse por extender la corrupción y la abominación – éstas son cosas que no pueden ser incluidas de forma alguna bajo la libertad de expresión. Este [tipo de retórica] sólo excita las emociones de la juventud, que entiende, fuera de toda esta atmósfera cargada, sólo los ángulos afilados y las soluciones totales que es probable nos lleven a una nueva ola de acusaciones de apostasía…
«El aspecto positivo en esta declaración es que responde a muchas preguntas que han aparecido en los últimos años concernientes al sistema de educación y su plan de estudios. Contribuyó el plan de estudios a elevar la atmósfera extremista, o existe [esta atmósfera] en nuestra sociedad y encuentra expresión, naturalmente, en nuestro plan de estudios?… Si examinamos los nombres de los firmantes a la declaración y sus cargos [profesionales], encontramos que la mayoría de ellos tiene un papel en la educación, o han tenido tal papel en el pasado. Es más, [encontramos que están involucrados] en la fase más sensible de la educación – la [educación] universitaria – donde los estudiantes ya han alcanzado la fase del querer aceptar las ideas y abrazar las ideologías. ¿Entonces cómo podemos nosotros estar enfadados o asombrados por la tendencia de nuestros estudiantes hacia el extremismo y hacia el abrazar el extremismo y las ideas exageradas, [cuándo] sus estudios son, o fueron, supervisados por esta clase de grupo? Es concebible que un profesor que pertenece a este grupo pueda enseñarle a sus estudiantes valores como el diálogo, la tolerancia, la aceptación del otro, y la coexistencia con alguien que discrepa con ellos?!…» [6]
* Jueces que presiden están entre los firmantes de la declaración
El redactor Muhammad bin ‘Abd Al-Latif Aal Al-Sheikh escribió en el diario saudita Al-Jazirah: «No es de sorprender que sólo 61 personas de millones de saudíes firmaron una declaración extremista, irresponsable, y cáustica como esta. Hay extremistas en todas partes del mundo. Nosotros no somos los únicos que sufren de este grupo extremista de gente. [Pero] el punto que quiero hacer aquí es que dos de los firmantes a la declaración son jueces: ‘Abdallah bin Nasir Al-Suleiman, juez en la Corte Suprema en Riad, y Muhammad bin Suleiman Al-Mas’ud, juez en la Corte Suprema en Jeddah – ambos quienes, según la declaración, todavía presiden… Esto demuestra la gravedad de la situación en nuestras instituciones judiciales. [Hemos alcanzado] el punto dónde un juez – en quien el gobernante ha puesto su confianza, y quién se espera, en luz de su función pública, sea objetivo y este claro en tales polémicas y también de los partidos políticos y bloques – [se convierte] en miembro de [este] bloque…» [7]
* «El estado y el pueblo han decidido entrar en el siglo 21 mientras se adhiere al ‘sendero intermedio'»
El redactor reformista Hussein Shubakshi escribió en el diario de Londres Al-Sharq Al-Awsat: «Las declaraciones publicadas para expresar ciertas posiciones son un paso positivo en sí mismas, y es indudablemente preferible para alguien que se ate un cinturón de explosivos, se filme en video antes de cometer un acto terrorista, [y luego] se vuele a si mismo, llevándose a civiles inocentes con él. Pero el problema mayor surge cuando una declaración incluye una explícita y ruidosa mentira, una fabricación sincera y decepción despreciable. Esto es exactamente lo que ocurrió con la reciente declaración que fue publicada por un grupo [de gente] que comparte un punto de vista extremista común, [quiénes quieren] imponer su acercamiento por la fuerza, a través de un entendimiento inefectivo y débil de lo que piensan es el Islam…
«En cuanto al tema de la occidentalización, es mejor llamar las cosas por su nombre. El estado y el pueblo han decidido entrar en el siglo 21 armados con el wasatiya [el ‘sendero intermedio’] en religión y en conocimiento. Ellos no deberían considerar la llamada de aquéllos que quieren enterrarlos en antiguas cuevas centenarias.
«En cuanto al tema del al-walaa wal-baraa, a los cuales nos instan a que nos adjuntemos: [8] Ellos tienen su propio acercamiento, que contradice la biografía del Profeta Muhammad, que condujo un diálogo con los cristianos en su mezquita y tuvo [buenas] relaciones con sus vecinos judíos. Es sorprendente que ellos llamen a al-walaa wal-baraa cuando ellos mismos conducen 4x4s americanos, y algunos de ellos se llaman entre si por teléfonos celulares hechos en Finlandia, América, Corea, Suecia, y Japón, para no mencionar el hecho que publican sus ideas en portales que pertenecen a [gente] de cualquier grupo, color, y religión…» [9]
L. Azuri es Compañero de Investigación en MEMRI.
[1] http://www.islamlight.net/index.php?option=content&task=view&id=2640&Itemid=25.
[2] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 30 de mayo, 2006.
[3] La declaración de los 130 doctores y jeques, publicada el 31 de marzo del 2006, se opuso al empleo de mujeres fuera del hogar, y se opuso generalmente a la igualdad de sexos basados en la demanda que el shari’a designa a hombres ser superiores a las mujeres. Para el texto de la declaración, véase:
http://www.islamlight.net/index.php?option=content&task=view&id=2519&Itemid=27.
La declaración de los 14 doctores, publicada el 28 de enero del 2006, llamó en los encabezados de las escuelas médicas para asegurar que los estudiantes varones examinen sólo pacientes varones y estudiantes femeninas examinen sólo pacientes femeninas. Para el texto de la declaración, véase:
http://www.islamlight.net/index.php?option=content&task=view&id=2627&Itemid=25.
[4] Al-Watan (Arabia Saudita), 4 de junio, 2006.
[5] ‘Abd Al-Rahman Al-Lahem representó al Profesor ‘Abdallah Al-Hamid, ‘Ali Al-Damini, y al Dr. Matruk Al-Falih, quiénes fueron arrestados el 16 de marzo del 2004 por el crimen de agitación de una monarquía constitucional en Arabia Saudita. Fueron acusados con usar terminología occidental en sus llamadas a la reforma política. ‘Abd Al-Lahem fue arrestado a principios de noviembre del 2004 por criticar la manera en que el caso estaba siendo conducido, y él públicamente llamó a que sus clientes fuesen liberados. A todos los cuatro se les concedió amnistía por el rey en agosto del 2005. Al-Yawm (Arabia Saudita), 9 de agosto, 2005.
[6] Al-Watan (Arabia Saudita), 30 de mayo, 2006.
[7] Al-Jazirah (Arabia Saudita), 4 de junio, 2006.
[8] Al-walaa el wal-baraa es un concepto wahhabi que significa lealtad mutua absoluta entre los musulmanes y separación absoluta de los musulmanes herejes y no-musulmanes.
[9] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 6 de junio, 2006.