A continuación se presentan extractos de una entrevista con el MP iraquí Iyad Jamal Al-Din, que fue presentada en Al-Arabiya Tv el 14 de diciembre, 2007. En esta, Al-Din enfatiza la necesidad de un gobierno basado en la ley secular, y advierte contra el usar la religión como un medio para gobernar a la sociedad moderna.

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«Nuestro problema hoy – no sólo en Irak, sino en todos los países árabes e islámicos – es la dualidad del shari’a y la ley»

Jamal Al-Din: «Nuestro problema hoy – no sólo en Irak, sino en todos los países árabes e islámicos – es la dualidad del shari’a y la ley. Esta dualidad es letal. Nuestros países no cumplen el shari’a de Alá totalmente, ni siguen una ley hecha por el hombre, como en Francia y otros países – incluyendo Turquía. No hay nada malo con un país que se basa exclusivamente en la ley del shari’a, sin consideración por l ley civil. Nosotros creemos que el Corán es el libro enviado por Alá – un libro completo, sin adiciones ni omisiones. De hecho, creemos que el Corán y el Islam son la solución. ¿Por qué, entonces, mezclamos nosotros elementos de las leyes francesas y otras leyes en nuestra ley del shari’a? Permítanle a los hermanos que exigen el establecimiento de un estado religioso adherirse exclusivamente a la ley del shari’a. Permítanles, por ejemplo, recolectar el impuesto jizya de los ciudadanos cristianos. Permítanles aniquilar a los yazidis porque no pertenecen al Pueblo del Libro. Permítanles tener dudas sobre la condición de los sabaeans en Irak, porque no se sabe si pertenecen al Pueblo del Libro o no».

[…]

«Un estado religioso basado en la ley del shari’a no puede coexistir con el concepto de ciudadanía. El concepto de ‘patria’ en el shari’a difiere del concepto de ‘patria’ en el discurso político moderno. En el shari’a, tu patria es tu ciudad, y si la ciudad es grande, este significa el hogar…»

«El concepto de ‘patria’ es un concepto moderno… no puede coexistir con la manera religiosa de pensar»

Entrevistador: «Patria» significa el lugar de nacimiento de una persona».

Jamal Al-Din: «Correcto. Por consiguiente, el concepto de ‘patria’ es un concepto moderno, que está basado en el pensamiento político moderno, y no puede coexistir con la manera religiosa de pensar. Aquéllos que creen…»

Entrevistador: «Piensa usted que la religión va opuesta al concepto de ciudadanía?»

Jamal Al-Din: «Éstos son dos conceptos distintos. No podemos despojar el concepto moderno de ‘patria’… Podemos hablar sobre los ‘ciudadanos de Egipto’, por ejemplo. Éste es el concepto moderno de ‘patria’ en el discurso político, y no tiene nada que ver con el shari’a«. […]

«La mala aplicación de la religión hace que la gente en conjunto este contra la religión

«La religión es una cosa, y su aplicación es otra. ¿Quién implementará la religión – un ser humano con defectos, cuyos complejos, temores y sospechas hacia otros serán evidentes? Todos estos complejos provienen de la naturaleza defectuosa del hombre. El ser humano perfecto no teme. Ama todo – los árboles, las piedras y los seres humanos. Jesús, el hijo de Maria, inclusive amó a una bailarina. Él le dijo: ‘Eres un ser humano, digna de respeto’. El Profeta Muhammad y los hombres virtuosos actuaron de la misma manera.

«La mala aplicación de la religión hace que la gente en conjunto sea contraria a la religión. Tenemos ejemplos de esto. Existen muchos gobiernos religiosos en la región, y personas que son contrarias a aquéllos que implementan la religión – los clérigos o gente que pretenden ser musulmanes – han desarrollado una aversión a la religión misma.

«Hace una semana, estuve en una conferencia en América. Una mujer se sentó a mi lado, llevaba puesto el hábito de monja, con una gran cruz alrededor de su cuello. Ella me dijo en farsi que trabajó en alguna iglesia, proporcionando servicios a los nuevos refugiados que vienen a la iglesia. Ella comenzó a explicar lo que estaba haciendo en la iglesia. De repente, le pregunté: ‘Cuándo se convirtió usted en cristiana?’ Ella se sonrió, y dije: «Estoy seguro que usted era musulmana chi’ita y se convirtió en cristiana». Ella dijo: ‘No recientemente – hace 12 años, yo y mi marido’. Ella era musulmana chi’ita iraní, y se convirtió en monja cristiana. Ellos no les permiten a las mujeres ser sacerdotes, pero ella provee servicios en la iglesia. Yo no la reprendí o le dije que el Islam es la religión perfecta…»

Entrevistador: «Por qué cree usted que se convirtió…»

Jamal Al-Din: «Estoy llegando allí. No la reprendí, pero maldije a aquéllos que hicieron que personas como ella emigrara, y abandonen su religión. La aversión ha alcanzado tal grado que la gente no sólo huye de los clérigos, sino de la propia religión». […]

«El régimen secular protege la libertad de todos»

«Uno de los beneficios del régimen secular, el cual está basado en el principio de respeto por los derechos humanos… no diferencia si una persona es una autoridad religiosa o un cantante depravado – ambos son seres humanos. El régimen secular protege la libertad de todos – del que baila en una discoteca…»

Entrevistador: «Mientras sus libertades no tengan un efecto negativo…»

Jamal Al-Din: «Mientras no sea a expensas del otro. Una autoridad religiosa no puede estar a expensas de una barrera, y viceversa. Así es cómo un régimen neutral – el régimen secular – se forma. El régimen religioso viene a expensas de las barreras, y viceversa.»

Entrevistador: «Exige usted, un clérigo religioso, que a las barreras se les permita existir?»

Jamal Al-Din: «Definitivamente. Yo di un discurso en el 2003, y nuestros hermanos, los grandes ‘creyentes’, lo grabaron, porque fue durante la campaña electoral. Ellos le entregaron las cintas a la gente, y dijeron que yo estaba llamando por la libertad a las barreras. Reitero que yo llamo a que se le permita a las barreras [operar] libremente».

Entrevistador: «Cómo es eso? ¿No prohíbe el Islam el consumo de alcohol? No asume usted, como clérigo, que esas cosas están prohibidas?»

Jamal Al-Din: «Estas cosas están prohibidas para mí. Personalmente, yo me aseguro de no cometer tal pecado – y lo considero de ser un pecado, que indudablemente lo lleva a uno al Infierno – pero ésta es una convicción personal, que yo no impongo sobre usted o nadie más. Los otros son libres de hacer lo que les plazca».

Entrevistador: «Cuándo el consumo del alcohol fue primero prohibido, no derramaron ellos el alcohol en las calles de Al-Madina?»

Jamal Al-Din: «Eso es cierto. Si el Profeta Muhammad estuviera aquí…»

Entrevistador: «Fue esta decisión restringida al Profeta Muhammad? Cree usted que las decisiones religiosas implementadas por la Profeta le atañen a él solo?»

«La aplicación social y administrativa del Islam debe ser implementada por el infalible»

Jamal Al-Din: «La manera en que yo, como chi’ita, lo entiendo, la aplicación social y administrativa del Islam debe llevarse a cabo por el infalible. Cuando es hecho por otros, tiene ventajas así como problemas, y las consecuencias negativas sopesan las ventajas. Esto es lo que hemos estado padeciendo durante 14 siglos. ¿Cuál fue la falla en Haroun Al-Rashid? ¿Detuvo él la edificación de los países del Islam? Al contrario. En los días de Haroun Al-Rashid, había 10,000 baños públicos en Bagdad. En los días de Haroun Al-Rashid, el agua llegaba a las casas en Bagdad, había un sistema de alcantarillado e iluminación».

Entrevistador: «Entonces cuál es el problema?»

Jamal Al-Din: «El problema es que la gente era insignificante. No había libertad o dignidad humana. Cualquiera que se le opusiera a él… Haroun Al-Rashid entendió al Islam como el Islam de Haroun Al-Rashid, y cualquiera que interpretaba diferentemente el Islam era un infiel pecador y ateo, que tenia que ser asesinado, al igual que Musa ibn Ja’far Al-Kazem en prisión.

[…]

«Yo no tengo problema con la religión o con la ideología. Mi problema no es con la ideología marxista, sino con el politización de la ideología marxista, con la politización de la religión, con el uso de ideas como un medio para domar y dominar a la gente, y con el uso de todos los medios de comunicación, los poderes administrativos y de seguridad para esclavizar a la gente a cierta idea». […]

«Soy devoto en todos mis asuntos personales, pero no deseo imponer mi devoción religiosa sobre otros»

«Soy devoto en todos mis asuntos personales, pero no deseo imponer mi devoción religiosa sobre otros, usando mi influencia como político, o como jefe de estado, o cualquier cosa. La gente es libre de hacer lo que desee, y yo respeto a cualquier ser humano libre, y desprecio a aquéllos que no son libres. Desprecio a una mujer que lleva puesto el velo para conseguir trabajo, o por presión social, o por presión del estado…»

Entrevistador: «O viceversa».

Jamal Al-Din: «Exactamente. Respeto a una mujer que lleva puesto el velo aun cuando esté en Nueva York, y a una mujer que no lleva puesto el velo incluso en Najaf – mientras se haga por convicción y libre escogencia. Ningún compromiso religioso tiene algún valor si es el resultado de la coacción».

[…]

Entrevistador: «Cree usted que cuándo el Profeta Muhammad le obligó a la gente a ciertas cosas, fue una violación de las libertades que acaba de mencionar?»

«Los islamistas en general – chi’itas y sunnis – veneran la religión, no al Señor»

Jamal Al-Din: «Existe una diferencia entre sumisión al ser humano perfecto, y coerción por alguien igual que yo, a quien veo cometiendo pecados y errores, y que tiene una comprensión diferente de la religión. Quizá mi interpretación es mejor que la suya. Él es un ser humano al igual que yo.

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«La manera en que yo lo veo, los islamistas en general – chiitas y sunnis – veneran la religión, y no el Señor. Existe una diferencia entre ver la religión como un medio para rendirle culto a Alá, y rendirse culto al medio mismo – la religión. Esto produce fanatismo. ¿Por qué la gente se vuelve fanática? La religión puede ser comparada a un automóvil, que lo conduce a la Meca. Su meta es la Meca, no el automóvil. Si usted empieza a rodear el automóvil, rindiéndole culto, besándolo, usted nunca conseguirá llegar a la Ka’ba – y a propósito, la Ka’ba es en sí mismo un símbolo, un medio. La meta es el Señor, no la Ka’ba. Si su meta, cuando hace una peregrinación, es meramente la Ka’ba, entonces la Ka’ba no es nada diferente de un ídolo pagano. Igual.

[…]

«Tome a Irán, por ejemplo. Irán es un país con fronteras. Tendría que otorgarle ciudadanía a millón y medio de musulmanes. En el Islam, no debería de existir fronteras. El estado islámico, o Dar Al-Islam, es el país de todos los musulmanes. En tal caso, la ciudadanía debe ser abolida.

[…]

«Lo único en donde [los chi’itas] son diferentes es en su objeción al gobierno de Abu Bakr. Esto es lo único en donde todos los chi’itas son diferentes de todos los sunnis. ¿Por qué los chi’itas objetaron el gobierno de Abu Bakr? Si usted se olvida de todas las anécdotas históricas, hay sólo una razón, y es que Abu Bakr, quien no es infalible, se tomó para si mismo todas las autoridades del infalible Profeta Muhammad. Éste es el tema central en la ideología chi’ita. Después de 14 siglos, uno de los chi’itas jurisprudentes, quienes todos coincidimos no es infalible – y yo me estoy refiriendo a Al-Khomeini – se tomó sobre él todas las autoridades del infalible. Si lo que Al-Khomeini hizo fue apropiado, entonces Abu Bakr…»

Entrevistador: «Los chi’itas deberían oponerse a Al-Khomeini al igual que se opusieron a…»

Jamal Al-Din: «No, significa que Abu Bakr también actuó apropiadamente, y entonces cual es toda está discordancia?»

Entrevistador: «Deberíamos alegrarnos que hemos llegado a una solución…»

Jamal Al-Din: «Si mis hermanos chi’itas insisten en que Abu Bakr se igualó a si mismo al infalible, deberían declarar que Al-Khomeini no tiene nada que ver con su ideología chiíta.

Entrevistador: «Ellos deberían oponerse a Al-Khomeini al igual como se opusieron al califato de Abu Bakr…»

«Deberían agradecerle al Presidente Bush y a América por habernos salvado de ese ídolo que quiso ser adorado como Alá»

Jamal Al-Din: «El mandato del jurisprudente no puede coexistir con el mandato de Ali bin Abu Taleb.

[…]

«Debería agradecerse al Presidente Bush y a América por salvarnos de ese ídolo que quería ser adorado como Alá. Si ustedes hubieran ido a Irak en los días de Saddam Hussein – fue Saddam quien [decidió] todo desde la A hasta la Z. Saddam daba la vida y tomaba la vida, y decidía si la gente sería ricas o pobre».

[…]

Entrevistador: «No tienen los nuevos políticos mucho, si no todas las cualidades de Saddam?»

Jamal Al-Din: «Indudablemente. Nos hemos librado de Saddam, pero no de todos los mini-Saddams. Incluso antes de la guerra, dije que estaba preocupado porque la democracia por la que habíamos anhelado se convertiría en una democracia estilo Latino América, una república bananera, confiando en una mafia económica y una mafia política».

[…]

Entrevistador: «Usted ha sobrevivido a cuatro intentos de asesinato cerca de las fuerzas Badr. ¿A quién acusa usted de hacer esto? Quién tiene interés en asesinar a Iyad Jamal Al-Din?»

Jamal Al-Din: «Quizá algún chiita que no quiere que haya gente con otra opinión alrededor. Al-Qaeda no falla el blanco…»

Entrevistador: «Está usted preparado para declarar quien fue?»

Jamal Al-Din: «No, no tengo ninguna información definida sobre esto, pero Al-Qaeda no falla el blanco, así que definitivamente no fue Al-Qaeda».