Walid Jumblatt, presidente del Partido Progresivo Socialista (Druso) y miembro del parlamento libanés , alabó el atentado suicida del 14 de enero, 2004 por una mujer palestina en Gaza. Lo siguiente son citas de sus declaraciones : [1]
«Ayer, la madre palestina Reem Al-Riyashi se sacrificó a si misma, y haciendo esto se unió a las columnas de valientes guerreros del Jihad y rompió el atroz y molesto silencio árabe, la impotencia, y la retirada que preceden al fracaso y la desintegración. Ella ofreció esperanza en un mar de complacencia, indecisión, y miedo. Es una nueva Intifada. Es la Intifada de la mujer y de la tierra revolucionaria palestina, oponiéndose a la ‘Judificación’ [de Palestina], la realidad judía, y los regímenes árabes. Salió esto de la desesperación?
«No, y de nuevo no. Esto es un acto de creencia y es el camino correcto, porque la caída de un judío, sea soldado o civil, es un gran logro en tiempos de declive, subordinación, y sumisión, como una manera de minar el plan de ‘Judificar’ a toda Palestina.
«Yo digo ‘judío’ y me disculpo con los intelectuales libaneses, o por lo menos con algunos de ellos, quiénes dieron la bienvenida a la iniciativa de Ginebra, la aplaudieron, y la consideraron una solución histórica al conflicto del Medio Oriente. Ellos juegan al juego de palabras [y diferencian] entre judío e israelí, entre derecha e izquierda, y entre palomas y halcones. Algunos de ellos se pueden haber olvidado, o pretendido de que se han olvidado, que Israel fue básicamente el producto de la izquierda sionista comenzando con Weizmann, Ben-Gurion, y Peres a través de Yossi Beilin. Se han ellos olvidado de que el Partido Obrero fue a la guerra en 1967 y desde entonces comenzó a establecer judíos en la Ribera Oriental? Incluso el muro de separación hoy es el niño prodigio del Partido Obrero durante el periodo de Barak… Y están aquellos que convirtieron a Rabin en un héroe debido a una oscura promesa de que todavía estamos presumiendo sobre [la buena voluntad de Israel de retirarse de las Alturas del Golan]. No fue él, el que instaló [la práctica de] romper los huesos de los detenidos palestinos…?
Reem Al-Riyashi es la última barricada. Qué es lo que ella y otras [mujeres] están buscando o exigiendo? Unas pocas armas, explosivos, o proyectiles antitanques, [y poder pasar] a través de Jordania, Rafiah, el Líbano, Siria, o cualquier otra posible puerta para prevenir el plan de ‘Judificación,’ o por lo menos retardarlo, mientras los depósitos de [armas] de los ejércitos árabes estén llenos hasta el tope…»
[1] Al-Nahar (Líbano), enero 19, 2004.