Recientemente, el diario bahreiní Akhbar Al-Khaleej publicó un artículo del Dr. Mansour Sirhan, miembro del Consejo Shura de Bahréin, titulado «Los Judíos de Bahréin en la Historia Moderna y Reciente». En este el Dr. Sirhan hizo hincapié en que Bahréin a lo largo de su historia, tanto antes como después del advenimiento del Islam, ha ofrecido igualdad, tolerancia y respeto a todas las religiones, incluyendo el judaísmo y se centró en la historia y el patrimonio de los judíos de Bahréin y sus grandes contribuciones al país en las áreas económicas, sociales y educativas. Este hizo hincapié en que los judíos de Bahréin habían disfrutado de buenas relaciones con sus vecinos musulmanes e incluso habían ocupado altos cargos dentro de los aparatos estatales. Diferenciando entre judaísmo y sionismo, este observó que en 1948 algunos judíos habían sido atacados injustamente por ciudadanos bahreiníes porque éstos no estaban conscientes de esta diferencia.

Cabe señalar que el artículo del Dr. Sirhan fue publicado ante el contexto de recientes protestas a la apertura de Bahréin hacia los judíos. El 17 de septiembre, 2017 el Príncipe Nasser bin Hamad Aal Khalifa, hijo del Rey de Bahréin Hamad bin ‘Issa Aal Khalifa asistió a un evento en el Museo de la Tolerancia del Centro Wiesenthal en Los Ángeles. Durante el evento, el príncipe, en nombre de su padre el rey, firmó una declaración redactada por el propio rey, que instaba a todas las religiones a respetarse mutuamente y también a respetar el derecho que tiene toda persona de practicar su propia fe.[1]

Dr. Mansour Sirhan. Fuente: Akhbar Al-Khaleej (Bahréin)

Lo siguiente son extractos del artículo del Dr. Mansour Sirhan:[2]

«A lo largo de su historia, antigua y moderna, Bahréin ha sido conocido como un país tolerante. En la era pre-islámica, las tribus y grupos de diversas religiones, ambas reveladas y creadas por el hombre, moraron en su suelo… incluyendo a los cristianos, judíos, paganos y zoroastrianos, todos vivían en paz y armonía…

«Cuando el Islam llegó a Bahréin con sus principios tolerantes y valores sublimes, la mayoría del pueblo de Bahréin lo adoptó sin que la guerra lo [coaccionara] y por convicción personal… Aún quedaban algunos grupos de cristianos, judíos y politeístas. Algunos de ellos adoptaron el Islam mientras que otros emigraron hacia diferentes países…

«[El primer grupo de] judíos que regresaron para establecerse en Bahréin llegó en el siglo 19… [La mayoría de ellos eran] árabes de origen iraquí, quienes se establecieron en Bahréin debido a sus muy similares costumbres y patrimonios. Unos cuantos judíos proceden del sur de Irán y el segundo grupo [de judíos] llegó a Bahréin en la primera década del siglo 20 y que fue conocido como el Grupo de Bagdad, debido a su origen…

«En los años 40 los judíos en Bahréin numeraban entre 300 y 1300 personas.[3] Los datos demuestran que estos años fueron un período próspero para los judíos en Bahréin. La mayoría mantuvo lazos personales con ciudadanos [musulmanes] del lugar y eran estimados y respetados por la población en general por sus buenos rasgos y justas actitudes. No eran radicales en lo absoluto, por el contrario, la tolerancia formaba parte inseparable de su estilo de vida. Se integraron en la sociedad como ciudadanos honestos. Cuando el primer municipio de Bahréin, Manama, fue fundado en 1919 durante la era del Jeque ‘Issa Bin ‘Ali Aal Khalifa, el gobernante de Bahréin para ese momento y se eligió el primer consejo municipal, el gobierno de Bahréin eligió a un miembro de la comunidad judía para servir como miembro del consejo.

«Muchos judíos en Bahréin sobresalieron en las esferas de los negocios, comercializando con tabaco, perfumes, textiles, ropa de mujer y granos. [Los judíos de Bahréin] ayudaron a traer las primeras radios al país en un momento en que los comerciantes locales dudaban en hacerlo así… Los miembros de la comunidad judía también desempeñaron un papel importante en introducir televisores y, por lo tanto, fueron instrumentales en alentar al pueblo de Bahréin a interactuar con la vida moderna.

«Los judíos de Bahréin estaban interesados principalmente ​​en el comercio, finanzas y la banca… Fuentes históricas mencionan a un judío llamado Salman Zalouf, quien trabajó como maestro de aritmética en las escuelas del gobierno de Bahréin y fue amado por sus estudiantes por sus métodos de enseñanza y su tratamiento hacia ellos, que les inculcó un amor por las matemáticas… Mas’ouda Shaul fue conocido por zurcir ropa de mujer… y luego de su muerte se descubrió que había dejado algo de su dinero a los pobres y a los huérfanos en Bahréin, independientemente de su religión… [Otra mujer judía de renombre fue] Flora Jan, quien trabajó como partera… y trajo al mundo [a los bebés] de muchas mujeres bahreiníes a todas horas… Sacrificó su salud [para realizar] este importante servicio humano y cuando se hizo demasiado mayor para seguir trabajando… las mujeres de Bahréin la recompensaron y cuidaron de ella…

«Los judíos de Bahréin enviaron a sus hijos a las escuelas estatales y privadas, no tenían escuelas privadas, aprendieron hebreo en la sinagoga que fue establecida en Manama en 1930. Tenían su propio cementerio en Manama y varios de ellos abrieron tiendas de café tradicionales como lugares de reunión abiertos para todos…

«En 1948, los sionistas tomaron Palestina y algunos bahreiníes, que no entendían la diferencia entre el judaísmo como religión monoteísta sagrada y el sionismo, lo cual es un movimiento político atacaron las casas de los pacíficos judíos en un ataque de ira injustificado. Los judíos huyeron [y buscaron refugio entre] sus vecinos musulmanes y estos últimos, sunitas o chiitas, los recibieron y les mostraron respeto… La sinagoga fue atacada y sus sagradas escrituras de la Tora fueron robadas, por lo que la sinagoga fue cerrada ese año. Treinta y siete años más tarde, uno de los oriundos del lugar se reunió con David Nonoo, uno de los encabezados de la comunidad judía en Bahréin. [El local] confesó que había robado las escrituras de la Tora y la devolvió sin daño alguno…

«Luego de 1948, el número de judíos en Bahréin disminuyó, algunos de ellos emigraron a Palestina y otros a Europa o a los Estados Unidos. El gobierno de Bahréin les advirtió a los judíos que emigraron a Palestina que no se les permitiría regresar a Bahréin. Hoy solo quedan 36 judíos en Bahréin, que gozan de sus derechos como ciudadanos de Bahréin, son conocidos por su amor al reino de Bahréin, en el que nacieron y crecieron y por su respeto a las costumbres y al patrimonio de la sociedad de Bahréin, de la cual son parte.

«Dado que los criterios para ocupar un cargo en Bahréin son talento y ser un buen ciudadano, independientemente de la religión o secta, Houda Nonoo, judío, fue nombrado embajador de Bahréin en los Estados Unidos y regresó a su patria Bahréin luego de completar su mandato. Nancy Khedauri, también judía, es actualmente miembro del Consejo Shura [de Bahréin], Bahréin destaca de esta manera su naturaleza tolerante, tanto en su pasado antiguo como en el presente».

[1] Para ver la declaración del Rey de Bahréin, véase Wiesenthal.com/atf/cf/%7B54d385e6-f1b9-4e9f-8e94-890c3e6dd277%7D/BAHRAIN_DECLARATION.PDF, de fecha 3 de julio, 2017.

[2] Akhbar Al-Khaleej (Bahréin), 18 de septiembre, 2018.

[3] Según el artículo, la primera figura procede del diario del británico Charles Belgrave (1894-1969), quien sirvió como asesor de los gobernantes de Bahréin desde 1926 hasta 1957 y el segundo fue presentado por Abraham Cohen, un judío oriundo de Bagdad que emigró a Bahréin a comienzos del siglo 20.