Introducción

De acuerdo con los liberales árabes, hoy, ocho años después de 11 de Septiembre del 2001, el Islam ha sido estigmatizado y Al-Qaeda está atacando a musulmanes con un desprecio total por la santidad de su vida, sus lugares públicos o días festivos. Claman que los países árabes no han aplicado reformas suficientes, de que permanecen bajo la influencia de las teorías de conspiración, de que son incapaces de disculparse colectivamente a quienes les han causado daño y que todavía siguen creyendo en cuentos de ficción que alaban a los talibanes. Los liberales también sostienen de que no ha habido ningún cambio en la mentalidad árabe, que los árabes aún se oponen a cualquier acción militar occidental en territorio árabe o musulmán, y que la política del presidente de los Estados Unidos Barack Obama de extenderle la mano a Irán y a los extremistas de todo el mundo está siendo interpretada como una debilidad.

Lo siguiente son extractos de los artículos pertinentes:

Apertura de Obama – es vista como una debilidad por elementos terroristas extremistas

El columnista del portal liberal Elaph ‘Aziz Al-Haj escribió: «La política adoptada por la administración Bush para hacerle frente a los [ataques] del 11 de septiembre ha sido objeto de una campaña de difamación, en la que Obama y su partido han jugado un papel significativo. Esta campaña aún se está realizando con una energía frenética… Hemos advertido una y otra vez sobre el peligro de extenderle una mano a los enemigos en nombre de la apertura y el diálogo, sin tener en cuenta las víctimas de estos elementos o regímenes – los regímenes con los que Obama pareciera estar tan ansioso de asociarse sin importar el costo. Aquellos que promueven el extremismo, el terrorismo y la política internacional interpretan esto como una debilidad de Obama en buscar el acercamiento [con sus enemigos] en lugar de blandirles una porra en sus rostros.

«El tribunal internacional por el asesinato del [ex primer ministro libanés Rafiq] Al-Hariri [ha sido sacrificado] en el altar de la apertura de los Estados Unidos hacia Siria. Hoy día, vemos que [Rafiq Al-Hariri, hijo de Sa’d] Al-Hariri no puede formar un gobierno, a pesar de que su coalición ganó las elecciones. Sería una exageración colocarle parte de la responsabilidad [de esto] a la administración estadounidense, la cual está tendiéndole una mano a Siria e Irán?

«[Asimismo, el juicio del presidente sudanés, ‘Omar] Al-Bashir se ha disipado [en el aire]! Los Estados Unidos lo ha evaporado con la apertura de todos los canales a Al-Bashir, al tiempo que niegan la guerra de aniquilación en Darfur.

«En nombre de la apertura hacia Siria, los Estados Unidos no han proferido ni una [sola] palabra de solidaridad con las víctimas de las sangrientas explosiones del miércoles [19 de agosto, 2009] [en Bagdad] y mantienen una neutralidad impasible de cara a Irak, las víctimas y hacia Siria, el agresor…

«Irán malinterpretó totalmente las políticas incongruentes de Obama hacia esta: se ha vuelto más arrogante y más persistente en sostener que su expediente nuclear está cerrado y ya no es debatible. Esta sigue importando armas de última generación tecnológica de Corea del Norte y Rusia.

«Los talibanes han regresado a Afganistán, de una sola vez, y Al-Qaeda ha extendido sus actividades a Pakistán, Afganistán, Irak, Somalia y Yemen…

«La guerra contra el terrorismo exige una acción inmediata y decisiva – es decir, perseguir a los extremistas y terroristas y no mostrar tolerancia hacia ellos, sin sucumbir a [nuestra] tendencia de comportarnos como ángeles, y sin caer víctima de los abogados que se aprovechan de las fallas en la ley para beneficiar a los criminales…

«Deberíamos haber aprendido algunas lecciones graves de los ataques del 11 de Septiembre: en primer lugar, que el terrorismo islámico se ha convertido en una guerra que todo lo abarca y ubicua contra los valores de la libertad y la democracia y contra la vida humana, y que el lema de la ‘guerra contra el terrorismo» no fue un error – ¡No, es la única consigna correcta para hacerle frente a una ofensiva terrorista, mientras que años de flexibilidad en el nombre de la apertura hacia los regímenes que se esparcen o apoyan el terrorismo – en particular Irán – sólo les alentó a seguir una estrategia de tensión e interferencia en los [asuntos] regionales y en la expansión nuclear.

«Obama dirigió su famoso mensaje al mundo musulmán -, pero a cual ‘mundo’ y que ‘elementos’ tenía en mente? El mundo islámico es una combinación de ciudadanos de rango y archivo y elementos políticos, culturales, religiosos y étnicos; no es monolítico. A cual audiencia fijó Obama sus objetivos?

«Qué intenciones tiene la campaña de [Obama] contra los países occidentales que restringen el hijab? ¿Qué [intenciones tiene] el nombrar a una mujer que lleva puesto el velo, como su asesora? O acoger a una joven mujer musulmana de color que lleva puesto un hijab? ¿No podía él a [cambio] haber mostrado respeto a una mujer musulmana liberal, que no lleva puesto el velo? [Qué quiso decir con] honrar a un [mujer] que llevaba puesto un velo… por negarse a quitárselo en la corte?

¿No estaban estos y otros [gestos] destinados a ganarse a los extremistas musulmanes, mientras que al mismo tiempo los retenían debido a la atención de individuos musulmanes seculares y distintas corrientes…?» [1]

Los musulmanes cargan con la peor parte del terrorismo de Al-Qaeda

El ex decano de la Facultad de Ley Islámica en la Universidad de Qatar Dr. Abd Al-Hamid Al-Ansari escribió: «Un mundo post 11 de Septiembre es menos seguro [que antes], y la gente está más preocupada y restringida por las medidas de seguridad en todos los lugares en que viven o viajan. Sin embargo, las desgracias que sufrieron los musulmanes son aún mayores, [en donde] los musulmanes y, en particular los árabes, han [universalmente] llegado a ser considerados como sospechosos y culpables. [De este modo], Al-Qaeda le ha hecho un gran servicio a los movimientos extremistas de derecha en Europa, que han tomado ventaja de la ‘preocupación’ de los europeos por los musulmanes [que residen allí] con el objeto de inculcar en la conciencia de los ciudadanos europeos una imagen negativa del Islam, con el fin de reunir su apoyo político, reforzar su propia influencia y llegar al poder. Luego procedieron a ayudar a promover restricciones a las libertades y derechos de la diáspora islámica.

«Por todo eso, durante los últimos ocho años, Al-Qaeda no ha sido capaz de organizar un ataque contra los Estados Unidos, o al igual que en el 2005, en contra de Europa. Sin embargo, se ha convertido en el enemigo de los musulmanes, haciendo estragos en sus hogares y causando destrucción en masa, ruina, asesinatos y derramamiento de sangre [entre ellos].

«El objetivo principal de la [agresión] de Al-Qaeda, ha sido contra los lugares públicos sin protección, estaciones de [autobuses], restaurantes populares, mezquitas y santos sepulcros. Ningún lugar ha estado a salvo de la profanación provocada por esta organización, que no respeta ni la santidad de las mezquitas, ni el mes de Ramadán o las almas inocentes musulmanes.

«[Hoy], ocho años después de los ataques del 11 de Septiembre, la vasta arena islámica está repleta de grandes explosiones sangrientas que ocurren a diario, con penetrantes ataques suicidas y con conflictos violentos. Cada día, más y más víctimas inocentes son asesinadas en Irak, Yemen, Somalia, Argelia, Pakistán, Afganistán, Indonesia y en todas partes del mundo islámico.

«Este es el único legado de 11 de Septiembre. En última instancia, son los musulmanes, y especialmente los árabes, las víctimas: son ellos quienes deben enfrentar el infierno del terrorismo de [Al-Qaeda] que está consumiendo sus hogares. Son ellos los que llevan la peor parte y pagan el precio [del terrorismo], con sus propias vidas y las vidas de sus hijos, así como también con su dinero y proyectos de desarrollo – sin siquiera mencionar la imagen negativa que los musulmanes han adquirido en todo el mundo».

Ha habido reforma en los países árabes – pero no lo suficiente

«Los musulmanes no han visto lo último de los efectos negativos del 11 de Septiembre – ni existe alguna señal de que lo verán en un futuro próximo. [Cierto], esos ataques del [11 de Septiembre] fueron uno de los factores que impulsó a los países árabes a reconsiderar su situación y aplicar reformas políticas, económicas y sociales. [En consecuencia], la condición de la mujer en el mundo islámico ha mejorado, y se les ha concedido numerosos derechos, se ha avanzado en la legislación familiar y los planes de estudio en las [escuelas] han sido revisados, sobre todo en el marco de la educación religiosa. Algo de orden se ha logrado y la supervisión se ha establecido en las instituciones de beneficencia, púlpitos de las mezquitas y en los mensajes [ideológicos] de los sermones religiosos.

«Pero ni la revaluación ni las medidas adoptadas tomadas como resultado, han cristalizado en un marco claramente definido, el objetivo de la estrategia orientada a abordar cuestiones tales como» ¿Por cual tipo de aprendizaje es el que estamos luchando?»¿Qué tipo de cambio en el discurso religioso debería haber?»¿Qué nivel de vida imaginamos para las generaciones futuras?’…»

Las teorías de conspiración prevalecen todavía

«A pesar de un vasto cuerpo de evidencias, y a pesar del jactancioso reconocimiento [de responsabilidad] a Al-Qaeda por sus proezas, amplios sectores de las élites y el público en general todavía duda que Al-Qaeda estuvo detrás de [los ataques del 11 de Septiembre] y lo considera una ‘conspiración sionista-estadounidense’ para infiltrarse en el mundo islámico.

«[Por eso], algunos saltaron de alegría por la publicación del libro de un desconocido autor francés, afirmando que [el 11 de Septiembre] los Estados Unidos se había dado un auto golpe. [Después de la publicación de su libro], él [el autor], fue generosamente convidado con vino y cenas, ganó millones [de dólares], se hizo famoso – y luego se hundió en el olvido.

«[Pero] las teorías de conspiración aún dominan… Aquellos que se niegan a reconocer la responsabilidad de Al-Qaeda [en los ataques] se aferran a este punto de vista – porque si lo abandonan, tendrán que admitir que los Estados Unidos están en lo correcto en culpar al extremismo y el terrorismo en los planes de estudios y en el discurso religioso [en los países árabes].

«Al negarle la responsabilidad a Al-Qaeda por [el 11 de Septiembre], están en efecto negando su propia responsabilidad en los planes de estudios y en el discurso religioso, que están llenos de incitación». [2]

La mente árabe no ha cambiado – cualquier intrusión occidental en territorio musulmán es enfrentada con oposición

El Dr. Shaker Al-Nabulsi, un intelectual liberal jordano residente en los Estados Unidos escribió que aunque el mundo había cambiado el 11 de Septiembre, la mente árabe sigue siendo la misma, y los árabes todavía se adhieren a principios obsoletos. Por ello, dijo, los árabes, siguen estos axiomas: «No al apoyo a ninguna intrusión occidental en territorio árabe o musulmán, sea cual fuere el motivo. No existe diferenciación entre la venganza por venganza contra los gobiernos [occidentales] y contra los pueblos [occidentales] y las represalias por parte de Occidente contra los gobiernos [árabes] deben ser consideradas como represalias contra del pueblo. Las fuerzas militares árabes musulmanas deben ser llamadas a resolver los conflictos locales – no las [fuerzas] infieles occidentales. Existe un conflicto fundamental entre la cultura islámica y la cultura occidental – No estoy seguro, sin embargo, donde se encuentra la cultura islámica en este punto. Se cree que Occidente tiene planes serios para destruir al Islam, y que todos debemos manifestar para evitar que lo hagan…»

Los árabes creen en cuentos ficticios que alaban a los talibanes

Al-Nabulsi afirmó que los árabes creen en las historias de ficción, por ejemplo: «a) que los talibanes y ‘los árabes afganos’ [es decir árabes que se unieron al jihad global en Afganistán], han logrado más que los anteriores regímenes afganos, y que han tenido éxito implementado el verdadero sharia islámico en Afganistán, en toda su pureza – sin precedentes desde la época de los primeros califas, b) que los talibanes y los ‘árabes afganos’ son los más puros de todos los islamistas de los regímenes políticos árabes de hoy y c) que pueden derrotar a cualquier imperio que emprenda la guerra contra ellos al igual que derrotaron a los imperios británico y soviético.

«La gente que invadió las calles en descarada y desvergonzado júbilo en la noche del 11 de Septiembre son [los verdaderos representantes] de la mentalidad árabe dominante de hoy – a pesar de que a menudo hemos tratado de negar esto… Los norteamericanos tienen razón al preguntar ‘Hubo júbilo cuando los ciudadanos árabes palestinos y otros fueron asesinados? Claro que no! ‘Los estadounidenses dijeron: «Los árabes tienen derecho a criticar nuestra política, pero su horrendo gozo no nos deja que los abandonemos…’

«Es la mente árabe tan ineficaz en el tratamiento de los problemas políticos [árabes] que las únicas armas que les queda son las de los pobres y los débiles – es decir, el terrorismo, a menudo llamado ‘el arma de los pobres’ o ‘el arma de los débiles’ con la pobre excusa de justificar los ataques del 11 de Septiembre… [?]» [3]

A diferencia de otras naciones, los árabes son incapaces de pedir perdón, la verdadera solución de nuestra crisis es la autocrítica

El periodista árabe ‘Abdallah Al-Matiri escribió: «Cada año, las naciones se disculpan por sus errores del pasado. Cada año, el pueblo estadounidense pide perdón a los japoneses por el delito de arrojarles la bomba atómica sobre Hiroshima. Los japoneses, por su parte, se disculpan cada año por sus crímenes contra los países del Este de Asia…

«Estos ejemplos muestran que los actos de asesinato y destrucción suelen ir acompañados de un sentimiento de vergüenza – y por lo tanto los árabes son una excepción a la regla, [ya que] siempre se niegan a pedir disculpas o a reconocer errores.

«El comportamiento enfermo, confuso y retorcido es el producto de una cultura que los jueces no sobre la base de lo ‘correcto frente al mal’ sino del ‘yo contra el otro’ – [es decir] Condeno sólo al que me perjudica, y todos los demás pueden irse al infierno.

«Algunos afirman que, aunque los ataques del 11 de Septiembre fueron perpetrados por musulmanes, los musulmanes [en conjunto] no son responsables de los mismos, no hay derecho a echarles la culpa colectiva. Muchos han utilizado este argumento. Sin embargo, pregunto: A lo largo del pasado o la historia moderna, se ha sabido que la nación [árabe o musulmán] haya pedido disculpas alguna vez? ¿Ha pedido disculpas Irak a Kuwait? Se ha disculpado Egipto con Yemen? Se han disculpado los musulmanes por los crímenes que cometieron en los tiempos del Imperio musulmán? Nada de esto ha sucedido…

«La única postura valiente es la que impulsa al hombre a condenar cualquier crimen contra la humanidad, independientemente de sus motivos. Es la única posición correcta, ya que hace al hombre aceptar su responsabilidad y condenar un ataque contra un ser humano en cualquier lugar y en cualquier momento… Esta postura nos parece poco realista y factible en la insalubre situación actual, la cual se está deteriorando día a día en las culturas débiles y afligidas – pero la lección que cabe extraer de todo esto es que la verdadera solución a nuestras crisis es la autocrítica, que debe necesariamente ser dolorosa». [4]

*C. Jacob es compañero de investigación en MEMRI.


[1] www.elaph.com, 11 de septiembre, 2009.

[2] Al-Jarida (Kuwait), 14 de septiembre, 2009.

[3] Al-Jarida (Kuwait), 16 de septiembre, 2009.

[4] Al-Watan (Arabia Saudita), 16 de septiembre, 2009.