Arabia Saudita es el país productor de petróleo más grande entre los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y, como tal, es la fuerza dominante en esa organización. Cambios en la ecuación del suministro que podría disminuir su papel e influencia en el mercado de crudo internacional y, más significativamente, el futuro del cartel del crudo, preocupa grandemente a Arabia Saudita. La posible entrada de Irak, de una manera considerable, en el mercado del crudo es más que un asunto de preocupación para los Sauditas – incluso puede convertirse en una pesadilla económica.

Irak ha demostrado reservas de 112 billones de barriles que son el 11 por ciento del total de las reservas probadas totales en el mundo, y segundo sólo a las reservas de Arabia Saudita la cual cuenta con más del 20 por ciento. No ha habido ninguna exploración de crudo en Irak por más de una década y queda la posibilidad de encontrar reservas aun mayores cuando se renueven las exploraciones.

Las importaciones de crudo Arabe por los Estados Unidos en el 2002 eran de 975 millones de barriles, representando el 28 por ciento del crudo total importado por los Estados Unidos en ese año. Los más grandes exportadores de petróleo en el Medio Oriente fueron Arabia Saudita (585 millones de barriles) seguido por Irak (285 millones de barriles) – correspondiendo al 60 por ciento y 29.2 por ciento de Arabia Saudita e Irak respectivamente.[1]

Preocupaciones Sauditas

Mucho antes de la guerra en Irak, el redactor Saudita Dr. Saleh Al-Namla discutió los «esperados desafío,» desafíos económicos, políticos y culturales siguiendo a una invasión Americana de Irak – Desde la perspectiva económica, la invasión Americana, dice Al-Namla, significa «la reconstrucción de las facilidades modernas de petróleo y enorme poder de exportación [sugiriendo] que América no sólo será el que hace la jugada en el mercado internacional del crudo sino un principal participante [en él]. Esto significaría control no sólo de la cantidad y precio del crudo sino la habilidad para ejercer la arbitrariedad golpeando a los países [productores] de petróleo y [causar] sus quiebras.»[2]

Escribiendo tres meses antes del comienzo de la guerra en Irak bajo el titulo «El Petróleo es la Primera Victima después de la Invasión Americana de Irak», varios expertos Sauditas especularon sobre los efectos de la guerra sobre la situación del crudo. El artículo denunció las intenciones Americanas «por interferencia desnuda en la libertad del mercado del crudo y la militarización de este estratégico articulo para bajar los precios divorciándolos de los instrumentos del mercado de la oferta y demanda.» Un entrevistado, el Dr. Muqbi Al-Thukair, profesor de economía en la Universidad King Abd Al-Aziz, advirtió que el control Americano de los pozos de petróleo en Irak tendrá un efecto político mayor si las decisiones de la OPEP son pasadas por alto. Él agregó: «Tal Como se es conocido, el mundo Occidental está intentando destruir a la OPEP porque ellos prefieren ver los precios del crudo declinar pero sólo a un nivel que no causaría daño a sus compañías de petróleo Occidentales.»[3]

Regresando al asunto después de la ocupación de Irak, el diario Saudita Okaz advirtió en un artículo subtitulado que «la salida de Irak [de la OPEP] causará una competencia mortal entre todos los productores.» El Dr. Wadi´Kabli, profesor de economía internacional en la Universidad King Abd Al-Aziz está preocupado de que si Irak deja a la OPEP y sigue el mecanismo del mercado para la oferta y demanda podría causar que la OPEP se desintegrase y llevar al retiro de otros países de la organización, «y éste será el fin de la OPEP.» Otro entrevistado citó en el artículo, el Dr. Abd Al-Aziz Daghastani, jefe del departamento de estudios económicos en Riad, sugirió que si Irak dejara a la OPEP traería un nuevo equilibrio entre los países productores de petróleo OPEP y no-OPEP. Él concluyó: «Esto debilitará a la OPEP, y podríamos decir adiós a la organización. » El Dr. Abd Al-Rahman Al-Sanniy’, se refirió a esto en el artículo como escritor y analista de economía, está preocupado de que los Estados Unidos ejercería su autoridad sobre un nuevo gobierno Iraquí para retirarse de la OPEP. Tal retiro tendría tres consecuencias negativas:

  • Los Estados Unidos privatizarán el sector del crudo para el beneficio de las grandes compañías de petróleo Americanas, seguido por las compañías Británicas y Australianas.
  • Las compañías de crudo Occidentales manipularán la producción para bajar los precios en el mercado internacional.
  • Estas compañías empezarán poniendo presión en los precios para llevarlos por debajo a $22-28 por barril en el término inmediato, y más abajo a $15-18 por barril a largo plazo. Esto podría hostigar a la OPEP y podría traer su disolución.[4]

Escribiendo en el diario Saudita con sede en Londres Al-Sharq Al-Awsat, Al-Sanniy’ consideró a la presencia Americana en Irak como siendo manejada completamente por el deseo de ejercer el control completo sobre su petróleo. Él atribuyó tal deseo a los rápidos indicadores macroeconómicos de deterioro en los Estados Unidos desde el 11 de septiembre del 2001, a un nivel no visto desde la Gran Depresión. Él listó los gastos deficitarios del presupuesto, deuda nacional, y una alta rata de desempleo como factores que podrían llevar «al colapso de la economía del país más grande en el mundo.»[5]

Las advertencias apocalípticas sobre la economía Americana erigidas por Al-Sanniy’ sólo son excedidas por Abd Al-Wahab Al-Qahtani quién escribió un artículo en Al-Sharq Al-Awsat sobre «La OPEP y los Desafíos del Destino.» Él expresa preocupación de que «los Sionistas están planeando entrar en la industria petroquímica en Irak, e incluso en los países del Golfo, bajo la cubierta de globalización y complementariedades económicas unilaterales. Nosotros no tenemos nada que ofrecer», él lamentó, «pero las lágrimas y denuncias sobre nuestra riqueza siendo robada exactamente bajo nuestras narices.» Como evidencia de tal eventualidad, el autor recordó al anterior embajador Americano a las Naciones Unidas Jeanne Kirkpatrick «la cual es conocida por su apoyo a Israel» llamando a Irak a retirarse de la OPEP.[6]

En una pieza sin firma en el diario Saudita con sede en Londres Al-Hayat, el autor ve a la OPEP cambiando de la «ofensiva» a la «defensiva» en la re-entrada del petróleo Iraquí al mercado. Los países de la OPEP pudieron subir los precios mientras Irak estaba bajo sanciones las cuales restringieron su producción. «Ondas de miedo del futuro están rodando a través de la OPEP», dice al autor anónimo, quien llevó a Irán a advertir en contra de una lucha sobre las participaciones (bajo el sistema de cuotas de la OPEP) qué podría dar un golpe a los precios. La guerra de precios es inevitable», dijo al presidente del Comité de Energía en el parlamento Iraní, «si Irak produjera más de la participación asignada a ella..»[7]

Actuales Capacidades de Producción de Irak

Muchas de estas discusiones tuvieron lugar mucho antes de que Irak exportara un solo barril de petróleo. Pero han tenido lugar debido a una creencia de que los técnicos Iraquíes, a pesar de años de pobre mantenimiento debido a las sanciones, saqueos, la avería del sistema de comunicaciones dentro del país, y las interrupciones en los servicios eléctricos, podrá vigorizar la industria del crudo más rápido de lo esperado. Irak ha anunciado que empezaría exportando crudo a razón de 750,000 barriles por día (b/d) por la segunda mitad de junio.[8] El encabezado Americano designado del Ministerio de Petróleo estaba hablando aproximadamente de 1.4 millones de b/d para finales de junio. Esto puede parecer optimista pero es ciertamente lograble para finales del año civil.[9] Fadhel Al-Chalabi, director de Centro de Energía Global en Londres, quien llamó a la privatización del sector del crudo en Irak, habla sobre exportaciones de 8 millones de b/d en 6-8 años y quizás incluso 10 millones de b/d si los nuevos descubrimientos son efectuados.[10]

Conclusión

El peso de Arabia Saudita como una potencia en el Medio Oriente es medido por su reserva del crudo y abrumadora influencia en la OPEP. Si el papel de la OPEP es de reducirse como resultado de las políticas Iraquíes independientes del crudo, o quizás hasta desintegrarse, las consecuencias para la influencia política de Arabia Saudita son enormes. Más allá de la economía de poner el precio, el petróleo contribuye con el 85 por ciento de las ganancias del gobierno Saudita. Como un exportador de aproximadamente 7.5 millones de b/d, un declive de $1 dólar por barril traduciría anualmente en una pérdida de $2.7 mil millones. Un declive de $10 por barril se traduce en una pesadilla para el régimen que se esfuerza por satisfacer las necesidades de una población creciente y correspondientemente con creciente desempleo.

* El Dr. Nimrod Raphaeli es Analista Senior del Programa de Estudios Económicos de MEMRI.


[1] Al-Hayat (Londres), Mayo 11, 2003.

[2] Al-Riyadh (Arabia Saudita), Septiembre 10, 2002.

[3] Okaz (Siria), Diciembre 31, 2002.

[4] Okaz (Siria), Abril 25, 2003.

[5] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), Abril 15, 2003.

[6] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), Junio 1, 2003.

[7] Al-Hayat (Londres), Abril 23, 2003,

[8] Al-Zaman (Irak), Junio 3, 2003.

[9] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), Mayo 27, 2003.

[10] Al-Hayat (Londres), Mayo 13, 2003.