Introducción

En 31 de enero 31 Irak celebró elecciones provinciales en 18 de sus 22 provincias. Las tres provincias kurdas más Kirkuk no tomaron parte en las elecciones. El Gobierno Regional de Kurdistán optó por llevar a cabo las elecciones en las tres provincias kurdas en una fecha postdatada, mientras el caso de Kirkuk refleja la profunda discordancia entre los árabes, kurdos y turcomanos sobre su futuro. Las elecciones atrajeron a 14,431 candidatos, incluyendo a 3,912 mujeres, representando 401 cuerpos políticos, compitiendo por 440 escaños. Bajo la ley de elecciones, a las mujeres se les garantizó el 25 por ciento de los escaños.

El número de candidatos, mientras que fue excesivo (alrededor de 33 candidatos por escaño), es ambos una indicación del nivel de competitividad activa que caracterizó estas elecciones y una afirmación de que la democracia, mientras que todavía es tentativa, puede haber tocado algunas raíces en la cultura política iraquí. El hecho que ni un solo partido o grupo pudo ganar más del 38% de los votos en ninguna provincia es otra indicación de que no hubo ningún intento por arreglar la elección – aun cuando algún grado de fraude o irregularidades puede haber sido arrastrado al proceso cuando algunos de los votantes eran analfabetos y el dinero procedente de la corrupción era abundante.

Aproximadamente el 51% de los votantes registrados participaron en las elecciones – algo menos que el 55.7% que participó en las elecciones generales del 2005. Las elecciones fueron llevadas a cabo de una manera pacífica y ordenada, proporcionando evidencia de que «los años de violencia sectaria y operaciones armadas» pueden haber comenzado a rescindir. Pero uno debe recordar que el acto de votación fue llevado a cabo detrás de un cerco de alambre de púas y de una fuerte seguridad. [1]

Mientras no se han anunciado los resultados finales de las elecciones al final de este escrito, un análisis de los resultados provisionales de las elecciones sugiere que los partidarios de Irán y apoderados en Irak se les puede haber dado un serio golpe. Escribiendo sobre «Un Nuevo y Antiguo Mapa Político Después de las Elecciones», Muthana Al-Tabaqchali dice que las elecciones han demostrado que el votante iraquí ha puesto el verdadero interés nacional por encima de los intereses extranjeros. [2]

Las elecciones provinciales: Un golpe a la influencia iraní

Los resultados de las elecciones provinciales en Irak representan un severo golpe a la influencia iraní. El Concejo Supremo Islámico bajo Abd Al-Aziz Al-Hakim, uno de los pilares de la influencia de Irán en Irak, perdió mucho de su poder. Después de surgir como el mayor bloque político en las elecciones generales del 2005, el Concejo Supremo Islámico ha surgido en las elecciones provinciales como el segundo distante al partido del Primer Ministro Nouri Al-Maliki dawlat al-qanoun [el estado de ley] qué participó en una campaña no-sectaria y secular con énfasis en el nacionalismo iraquí. [3] De hecho, algunos de sus candidatos en el sur, buscando distanciarse a si mismos de Irán, repetidamente le dijeron a sus votantes que ellos, los candidatos, eran «cien por ciento iraquíes». Algunos de los partidos políticos que compiten circularon mensajes a los votantes instándoles a votar por partidos que «pondrían fin a la influencia iraní en los asuntos iraquíes. [4] Durante la campaña, el Primer Ministro Al-Maliki llamó en los iraquíes a votar por candidatos «que son fieles a Irak». Él dijo que los resultados de las elecciones será un golpe a los enemigos de Irak. [5]

Algunos comentaristas han sugerido que el Concejo Supremo debe rehacer su agenda y subrayar su orientación iraquí. Escribiendo en el diario de Londres Al-Sharq al-Awsat bajo el título: «Las Elecciones en Irak: Al-Maliki Barre, los Seculares Avanzan y la Influencia Iraní Obtiene un Golpe», Huda Jassim y Naseer Al-‘Ali, dijeron que los observadores consideran que el decline del Concejo Supremo Islámico Supremo, el aliado más cercano de Irán, lo obligará a que reforme su orientación hacia una confianza mayor en el nacionalismo iraquí. Ellos sugirieron que el Concejo Supremo debe redimensionar sus papeles para demostrar que es primero y por encima de todo un partido político iraquí si es que compite con éxito en las elecciones generales que están pautadas para el fin de este año o a comienzos del próximo. [6]

Escribiendo en el mismo diario, ‘Adel Darwish considera el resultado de las elecciones como evidencia de la debilidad de la influencia iraní, contrariamente a las estimaciones de los expertos». [7] Escribiendo en el diario iraquí Al-Zaman, Karim ‘Abd Za’ir sugiere que los votantes iraquíes han castigado al Concejo Supremo Islámico debido a su orientación pro-iraní. [8]

Denunciado al Cónsul iraní en Basra

El interés de Irán por el resultado de las elecciones es significativo, particularmente en la región del sur de Irak dónde una presencia iraní ha invadido todos los niveles del gobierno, las fuerzas de seguridad y a varias sociedades caritativas y religiosas; aun así un pequeño incidente obtuvo una masiva atención. Las autoridades iraquíes le han otorgado insignias especiales a los observadores internacionales de los Naciones Unidas, a la Liga Árabe y a la Organización de Conferencias Islámicas para que visiten los centros de votación y observen la integridad y transparencia del proceso. El cónsul iraní en Basra, Naseer Baghban, debe haber sentido, sin embargo, que fue exento de tales obligaciones diplomáticas, e ignorando las reglas que gobiernan a los observadores internacionales acreditados, se tomó la libertad de entrar en uno de los centros de votación en el centro de la ciudad. Al no haber mostrado las credenciales apropiadas, se le pidió que saliera del centro, pero se informó que condujo su automóvil a otros centros de votación sin intentar entrar en estos.

La conducta del cónsul causó consternación en el Ministerio de Asuntos Exteriores, que fue caracterizada como «inaceptable y en violación de las normas diplomáticas». Maysoon Al-Damlooji, miembro del parlamento en la Lista Iraquí, encabezados por el ex Primer Ministro Ayad Alawi, acusó a Irán de interferencia directa en el proceso de elecciones. Ella agregó significativamente, «No sólo viola Irán la frontera de Irak, el petróleo y sus aguas, sino que quiere interferir directamente en los resultados de las elecciones». [9] Lo que es altamente significativo de este asunto no es tanto una visita de un cónsul a un centro de votaciones, sino el nivel al cual este incidente básicamente menor fue elevado por la prensa en Irak, sugiriendo quizás un grado creciente de intolerancia en la hegemonía iraní en la parte sur del país.

La satisfacción saudita por los resultados

El resultado de las elecciones debe haberse conocido con mucha satisfacción por Arabia Saudita, el cual está liderando una feroz lucha para detener la influencia iraní en el Medio Oriente. Es en este contexto que uno debería interpretar un editorial en un diario saudita titulado «Irak Democrático – Un Experimento Colosal en la Región». No mencionando a Irán por nombre, el editorial, de Yusuf Al-Kublit, dice: «Aquéllos que aman a Irak aprecian el éxito de su régimen democrático, incluso si la democracia ha estado ausente en los países árabes. Con su diversidad étnica y nacional, y [dada] la naturaleza de los regímenes sucesivos y el sufrimiento del pueblo a los numerosos golpes de estado y guerras que culminaron en dos ocupaciones, de Norteamérica abiertamente, y de Irán a través del sectarismo, cualquier victoria [se vuelve] no sólo en salvadora de Irak, sino que romperá la barrera del miedo [arraigado] en el pánico de la democracia…»

El editorial continúa: «[Cualquier] país que busque moverse de una situación favorablemente sobre comprimida a un campo abierto se encontrara inevitablemente con esos barrios que portan las semillas para fragmentar a Irak y llevarla hacia la orientación regional manejados por la codicia y las confrontaciones». [10]

Bajo la misma corriente, ‘Ali Ibrahim escribió sobre «las fuerzas escondidas» que estaban intentando convertir a Irak en un imara oscuro [entidad político-clerical] o un país liderado por la ideología sectaria». Estas fuerzas no han desaparecido completamente como resultado de las elecciones, pero buscarán una oportunidad de alzar su cabeza de nuevo, particularmente dado de que su guerra no sólo se limita a Irak sino a la región entera.

Ibrahim ve el éxito de las elecciones provinciales como el reflejo del debilitamiento de los partidos religiosos que han buscado liderar un país «que ha distinguido civilización y logros culturales a través de la historia como edades oscuras…» Él agregó que las elecciones demuestran que la «gente común puede, a través de las urnas de votación, determinar su futuro y conducirse a si mismos hacia la seguridad… y que a la mayoría silenciosa no le gusta la violencia, y desea una vida decente… en lugar de consignas y la explotación de la juventud y del incauto a que se auto-suiciden». [11]

El surgimiento de Ayad Alawi

Si el partido pro-iraní Abdul Aziz Al-Hakim ha sido castigado, uno de los mayores políticos vocales anti-iraní, el ex Primer Ministro secular chiíta Ayad Alawi, ha sido recompensado. Su partido, la Lista Iraquí [al-qa’ima al-iraqiya] ha surgido como tercero o cuarto en la mayoría de las provincias. Comentando sobre las elecciones, Alawi acusó a Irán: «Ellos han apoyado a las fuerzas sectarias en Irak… la mayoría de las fuerzas sectarias creció en Irán. Estamos lejos de la estabilidad, y esperamos que los países regionales continúen interfiriendo en nuestros asuntos para llenar el vacío». [12]

Conclusión

Un perspicaz redactor iraquí, Katrin Michael, escribió recientemente una pensativa carta titulada «Qué me han Enseñado las Elecciones?» en donde enfatiza que los resultados de las elecciones han sido una desilusión mayor para los países vecinos. Ella declaró que mientras el éxito de las elecciones no necesariamente pondrá fin a las ambiciones de Irán en la región, estas dejarán su impresión en la desencantada juventud iraní con la revolución islámica, la cual ha destruido la economía. [13]

La interferencia de Irán en los asuntos de su vecino probablemente no ha finalizado, pero el resultado de las elecciones ha sido inequívocamente anti-iraní y ha sido, también, una reafirmación del nacionalismo árabe/iraquí/, con su animosidad histórica hacia la mayoría de lo que es persa.

* El Dr. Nimrod Raphaeli es Antiguo Analista (eméritas) en MEMRI.


[1] Al-Rafidayn (Bagdad), 1 de febrero, 2009.

[2] Al-Zaman (Irak), 6 de febrero, 2009. Al-Tabaqchali es de una muy conocida familia iraquí sunni.

[3] Al-Rafidayn (Irak), 1 de febrero, 2009.

[4] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 6 de febrero, 2009.

[5] Al-Zaman (Irak), 25 de enero, 2009.

[6] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 6 de febrero, 2009.

[7] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 7 de febrero, 2009.

[8] Al-Zaman (Irak), 1 de febrero, 2009.

[9] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 1 de febrero, 009.

[10] Al-Riad (Arabia Saudita), 7 de febrero, 2009.

[11] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 3 de febrero, 2009.

[12] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 10 de febrero, 2009.

[13] www.ahewar.org/debat/show.art.asp?aid=161560.