Introducción

La próxima convención nacional árabe socialista del partido Ba’th en su décimo aniversario, convocada para esta semana entre el 6 al 9 de junio, 2005 en Siria, ha encendido esperanzas a reformas internas en el país. La convención tendrá lugar entre crecientes presiones sobre el régimen sirio, desde ambos dentro y fuera.

Nacionalmente, la crítica al alto en la reforma siria, al desarrollo, y a los procesos de modernización está aumentando, y los activistas de derechos humanos y de la sociedad civil están tornándose en más activos a los desarrollos en el Líbano siguientes al asesinato del ex-Primer Ministro libanés Rafiq Al-Hariri en febrero del 2005.

Han habido cambios significantes regional e internacionalmente en los últimos años que conciernen a Siria – el más importante entre ellos es la caída del régimen del partido Ba’th en Irak, así como la presencia americana en la región, la Resolución 1559 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que obliga a las fuerzas sirias a abandonar el Líbano, y la aplicación de esa resolución a finales del 2005.

Las predicciones en Siria de que la convención producirá el cambio esencial en el país comenzó a aparecer seguido al discurso del Presidente sirio Bashar Al-Assad al parlamento sirio el 5 de marzo, 2005 en el que expresó esperanzas de que la convención sería «el mayor salto» en la historia de Siria, y en el cual declaró que la situación nacional estaba en el tope de su lista de prioridades.

Según estas predicciones, Al-Assad hará cambios drásticos en el liderazgo del partido de 21 hombres, reduciendo el número a 15 y reteniendo sólo a tres o cuatro miembros del antiguo liderazgo de la época de su padre. Se estima que este movimiento pavimentará la vía para que el hermano del presidente Maher Al-Assad (quién encabeza la Guardia Republicana) y cuñado de Wasef Shawkat (quién encabeza la inteligencia militar siria) se unirá al liderazgo del partido.

En el ámbito político, se espera que la convención recomiende una Ley de Partidos que anime el establecimiento de nuevos partidos políticos mientras no tengan base étnica o religiosa. También se espera que la convención recomiende una nueva ley para elecciones locales libres del concejo.

Se piensa que la convención reexaminará el estado de emergencia a efecto en Siria desde los años sesenta, y limitará la aplicación de leyes de emergencia a situaciones dónde la seguridad nacional esté en riesgo. También se piensa que concederá la ciudadanía a unos 100,000 kurdos, y reexaminará la Ley 49 de 1980, que sanciona la pena de muerte para los miembros de la Hermandad Musulmana. [1]

En el nivel económico, se espera que la convención adopté oficialmente el principio de una economía de mercado – abandonando así el socialismo que es uno de los tres principios del partido Ba’th: unidad, libertad, y socialismo. Al mismo tiempo, sin embargo, se espera que la convención cuidará de no usar los conceptos de «economía libre» y «privatización», y no omitirá lo «socialista» del nombre del partido.

Es probable que las recomendaciones de la convención tengan dos condiciones principales: El Ba’th permanecerá siendo el partido gobernante de Siria, de acuerdo con la Sección Ocho de la constitución siria que determina que el Ba’th es «el partido que lidera el país y la sociedad»; y el Frente Progresista Nacional seguirá siendo la coalisión política de los partidos autorizada por el gobierno. [2]

Las evaluaciones de que la convención actuará en pro de la reforma son encontradas por el optimismo de parte de los partidarios del partido Ba’th, y el pesimismo por parte de la oposición siria. Lo siguiente es una revisión de la opinión pública en Siria, basado en artículos de la prensa siria y libanesa: [3]

Las posiciones de los partidarios del régimen

Los miembros del partido Ba’th y los partidarios del régimen ven la próxima convención como la más significativa en la historia de Siria. Ellas expresan ciertamente que el partido Ba’th ha escogido seguir el camino de la reforma, y que esta convención emitirá recomendaciones concretas e imprecedentes. Contribuyendo en este sentido están las declaraciones por oficiales topes del partido sobre «decisiones valerosas» que se espera que la convención tome. [4]

Exigencias: Autocrítica del partido, remoción de oficiales que han traicionado la confianza del público

Refiriéndose a la convención, los moldeadores de opinión pública en pro del régimen reconocen que las fallas existen en la función del partido, y expresan esperanzas que la convención llevará su corrupción a un fin y alentará la autocrítica dentro de ella.

El editor del diario del gobierno sirio Al-Thawra, Dr. Fayez Al-Sayegh, escribió en alabanza a la capacidad del partido Ba’th para renovarse a sí mismo: «No estamos clamando que las fallas del régimen no hayan infiltrado al partido durante las últimas décadas, y que ha habido transparencia en su actividad, sin excepción. ¿Algún tipo de falla, explotación, e interés se ha infiltrado al cuerpo del partido, como cualquier partido que subió al poder en cualquiera de los países del mundo – pero las células limpias y puras del Ba’th todavía pueden ser creadas, y expandirse… El próximo liderazgo político y del partido está llamado a poner como prioridad un programa comprensivo de autocrítica… No lleva el examen constante a la misma renovación continua? Ésta es una de las tareas de la convención…» [5]

En otros comentarios sobre la conveniencia de la autocrítica, el editor del diario de gobierno sirio Teshreen, Dr. Khalaf Al-Jarrad, expresó esperanza para que la convención removiera del partido a todos esos oficiales que habían perdido su credibilidad y dañado su nombre: «Indudablemente, Hay esperanza de que la próxima convención será un hito en el manejo del partido, en sus métodos de trabajo, y en clarificar sus relaciones con el régimen. Hay esperanza de que la convención asumirá la difícil y pública iniciativa de autocrítica y de arreglar las cuentas con los granujas que dañan al partido, al estado, y a la sociedad, y se distanciará, de una buena vez, a aquéllos que han dañado su partido y a la moralidad pública y a quiénes han contribuido a la creación de una imagen que siente mal al partido debido a su conducta personal o familiar y a su falta de integridad…» [6]

La exigencia para remover a aquéllos que usan al partido para cumplir sus propios intereses personales también fue expresada por el editor del diario del gobierno sirio Al-Ba’th, Elías Murad: «Por estos días, cercanos al emplazamiento de la décima convención del partido, nos preguntamos a nosotros mismos que es lo que deseamos para el partido… No queremos que se convierta en popular de nuevo, y que sus guerreros siempre aventajen la integridad, la transparencia, y el sacrificio? ¿No queremos que sea el partido de todos, tal como comenzó, y de acuerdo con sus metas? ¿No queremos que el público se vuelva hacia este y este de pie junto a sus metas en circunstancias y en tiempos difíciles? Claro le deseamos todo esto al partido, y por consiguiente debemos distanciarnos de los favores del régimen y de los elementos corruptos dentro de este…

«… La próxima convención será, sin sombra de duda, lo más importante en la historia del partido y el país… Estamos seguros que los guerreros del Ba’th continuarán en su camino y aceptarán los desafíos que enfrentan en los diferentes niveles… Nuestros camaradas que encuentran los principios del partido de ser una expresión de ellos mismos… continuarán en el camino de la lucha, mientras aquéllos que encuentran en el partido primero y por encima de todo sus propios intereses no tendrán en el futuro ningún lugar en un partido que coloca el desafío y sacrifica en varios frentes como su prioridad…» [7]

No se han comprendido todos los principios y valores del Partido Ba’th

Muhammad Hassan Salha, quien se identifica con el partido Ba’th, explicó la importancia de fomentar el pluralismo en los partidos políticos y en los medios de comunicación para formar un frente unificado contra las amenazas desde fuera: «Como ciudadano [perteneciente] al Ba’th en una forma desorganizada, yo creo en los principios y valores del Partido Socialista Arabe Ba’th, pero encuentro que no todos estos principios y valores se han comprendido… Como ciudadano, creo que el partido liderará el país y la sociedad… [Este liderazgo significa] el reconocimiento de todos los elementos e ideas de la sociedad, y un intento por consolidar una posición colectiva para la acción…

«Aceptando al otro ciudadano y sus opiniones es lo que crea la verdadera inmunidad por la patria y lo qué garantíza el bienestar del país y logra la unidad interior para enfrentar los ataques externos que crecen más fuerte cada día… La unidad y la fuerza de la sociedad se logrará de dos maneras: el pluralismo de los partidos, a través de una ley que permita el establecimiento de partidos y asociaciones… y el pluralismo de los medios de comunicación para complementar el pluralismo de los partidos, debido a que las ideas que son manifestadas públicamente nos enriquecen mutuamente, mientras las ideas esparcidas en publicaciones secretas y vía medios de comunicación externa aumenten la división en la sociedad y la agresión en contra de cada uno de nosotros…» [8]

El MP sirio Ahmad Haj Suleiman, partidario del Presidente Al-Assad, delineó los asuntos enfrentados por la convención: «A pesar de todos los obstáculos y dificultades que estorban o perturban el principio del proceso de reforma y desarrollo, hay un sentimiento general entre los ciudadanos de que existe una necesidad para salvaguardar y apoyar la manera de pensar puesta por el presidente. Al mismo tiempo… hay grandes esperanzas de resolver muchos de los problemas urgentes para lograr la estabilidad en el país.

«Entre estos asuntos está: el mejorar el estándar de vida en [el país]; emprendiendo la guerra a la corrupción y exigiendo responsabilidad del corrupto; respetando el principio de soberanía de ley y llevando a cabo las reformas en el sistema judicial; comenzando el proceso de desarrollo alentando la inversión; respetando las libertades y los diferentes puntos de vista; la honestidad [hacia el público]; creando medios de comunicación responsables; construyendo instituciones; fortaleciendo el pensamiento social; manteniendo un diálogo político fructífero con todas las fuerzas políticas; basando la unidad nacional y fortaleciendo lazos y factores de unidad entre los hijos de la nación… La próxima convención del partido será una verdadera plataforma para expresar las opiniones y [hacer surgir] las diferentes propuestas… Somos optimistas sobre el futuro…» [9]

La posición de la oposición siria

En contraste con los partidarios del régimen – quiénes están esperanzados sobre el resultado de la convención del Partido Ba’th y lo ven como un desarrollo muy importante en la historia de Siria – la oposición expresa pesimismo respecto a la habilidad de la convención para instituir cualquier cambio significante. A la manera de ver de los miembros de la oposición, cualquier cambio será estrictamente cosmético, y apuntado a reforzar el régimen del Presidente Al-Assad, suprimiendo la crítica interna y externa del funcionamiento del régimen, y creando una ilusión de unidad. Ellos descartan la esperada repartición del liderazgo. Ellos declaran que la convención debería enfocarse estrictamente en los asuntos del Ba’th, y para que ocurran cambios genuinos en los asuntos de estado, debe haber una convención nacional general que represente a todos los partidos y corrientes políticas de Siria – incluyendo al Partido Ba’th, la oposición, y la sociedad civil.

El autor e investigador de la oposición siria Michel Kilou expresó pesimismo sobre el resultado de la convención. En el diario del gobierno sirio Teshreen, Kilou explicó que la convención debería examinar maneras de involucrar a la sociedad siria en la política, y que debe aprobar una Ley de Partidos y separación de autoridades, abolir el estado de emergencia y las leyes de emergencia, limitar los poderes de los aparatos de seguridad, y la educación sin costo, el sistema judicial, y en lo administrativo del patrocinio del [partido]. La convención, él escribió, debe reexaminar las políticas sociales y económicas para asegurar una distribución justa del ingreso nacional, y también debe reexaminar las relaciones del partido-régimen y separar las áreas en que sus poderes se interponen.

Según Kilou, no hay ninguna duda que Siria como estado, como sociedad, como régimen, y como partido ha alcanzado el final de su camino, y un nuevo comienzo es inevitable… [Pero] yo no pienso que la convención hará realmente este salto y provocará un serio rompimiento de lo que se ha esparcido hoy en nuestras vidas públicas». Al igual, Kilou opina que debe haber acuerdo en las nuevas fundaciones para la actividad pública en la cual todos los bandos, dentro del régimen y fuera de este, cooperarán. [10]

Deficiente preparación de la convención – Indicativo de la esperada desilusión del resultado

El pesimismo respecto al resultado de la convención también fue expresado por Hazem Nahar, autor sirio y miembro del Foro para el Diálogo Nacional Jamal Al-Atasi, quien fue detenido junto con el resto del liderazgo del foro a finales de mayo del 2005 por llamar al diálogo con el movimiento de la Hermandad Musulmana. En luz del esperado resultado de la convención, él predijo que la oposición aumentará en fuerza, y que la presión en el régimen se elevará. Él escribió:

«Las preparaciones para la convención y la manera como sus miembros fueron escogidos… no fueron bien presagiados, ya que el régimen no vio justo conducir un diálogo con los poderes políticos antes de la convención, ni presentó los problemas principales ante la opinión pública.

«Los programas de la convención ni siquiera fueron distribuidos a las organizaciones del partido para que pudieran discutirlas de forma que les permita sostener verdaderas elecciones que reflejen las corrientes ideológicas y políticas y opiniones y la oposición esparcida en el partido. Como de costumbre, las consideraciones personales, tribales, y familiares, y los intereses privados, entraron en [el cuadro]… Estas señales significan que la convención no llevará a nada [nuevo] de verdadera importancia e influencia para el futuro del país.

«Parece ser que el objetivo principal del régimen es indicar al mundo que presiona de que existen reformas serias [en Siria]. En el ámbito de la política extranjera, esto es para ser manifestado expresando posiciones ‘flexibles’ hacia el problema palestino y hacia todo conectado a las demandas americanas respecto a Irak. En el ámbito interno, es posible llevar a cabo varios cambios cosméticos bajo la consigna de ‘desarrollo y modernización’, tales como el derrocar a varias figuras mayores, corruptas quienes serán el chivo expiatorio de la nueva fase – y de cuya ausencia no afectará la infraestructura del régimen ni dañará su equilibrio interno – y trayendo varias nuevas caras que difieran de sus predecesores en forma y nada más…

«El formato estéril del Frente Progresista Nacional permanecerá tal como es, con la posibilidad de dar márgenes más amplios [para la acción] a los partidos reunidos bajo esta, y con un intento por agregar fuerzas adicionales a través de ofrecer señuelos y sobornos políticos o bajo denuncias falsas de ‘defender a la patria’, ‘la lucha contra el sionismo’, y contra ‘el plan americano para la región’.

«Si [somos los que vamos] a expresar un poco de optimismo, es posible predecir restricción parcial de la Ley de Emergencia y una tendencia en el futuro por ratificar la Ley de Partidos – la cual permitirá el pluralismo formal que no afectará la situación política, tal como sucedió en Egipto. Esto permitirá extender la vida e intereses del régimen hasta donde sea posible, y animará el establecimiento de las estructuras [política] amistosas del nuevo [régimen], tales como un partido islámico, para obstruir el camino de la corriente de oposición islámica [es decir la Hermandad Musulmana].

«Éstos desafortunados resultados esperados, junto con la creciente presión americana y la constante regresión a nivel económico y social, pueden en un futuro cercano causar cambios cuyo alcance es difícil de saber. En el propio Partido Ba’th, más de unas cuantas personas reexaminarán su partido, debido a que ellos… están padeciendo de los mismos problemas y crisis [de los que el resto de la gente sufre] y un número creciente de ellos están en vías a renunciar y buscar otros caminos [para la acción]. Así ellos también serán parte de las fuerzas para el cambio…

«La convención y sus resultados llevarán la posibilidad de establecer nuevas fuerzas políticas y cuerpos civiles más cercanos a la oposición… Más tarde que nunca, las fuerzas económicas dañadas por el pillaje del régimen participarán en concentrar el poder, y atraerán más cerca a las corrientes de oposición… Esta posible concentración de poder aumentará la presión sobre el régimen, y [hará] las posibilidades [respecto al futuro] a que se abran – ya que es difícil decir que el régimen pueda aceptar los cambios esenciales, que tiene en su poder el restaurar la situación a lo que fue, o que la oposición en vías de desarrollo tiene la capacidad de desmantelar al régimen político existente. Todas estas posibilidades dependen de la situación económica y en la opinión pública en Siria y fuera de ella…» [11]

Otro líder del Foro para el Diálogo Nacional Jamal Al-Atasi, el escritor sirio Hussein Al-‘Awdat, también criticó las preparaciones de la convención, y expresó pesimismo respecto al resultado. Él dijo que aquéllos que asisten a la convención no fueron seleccionados según sus posiciones, sino según el criterio de cronismo, conexiones, y origen – «como si estuviéramos enfrentando elecciones parlamentarias tradicionales». El programa de la convención no fue distribuido a los participantes, para que fueran incapaces de examinar seriamente los asuntos y consolidar una posición clara – la cual llevaría finalmente a las resoluciones de la convención que no fuesen aquéllas de la convención, sino aquéllas de los planificadores de la convención.

Al-‘Awdat sigue argumentando que el programa para la política del partido durante los años por venir se debería de haber presentado al público sirio en grande por los medios de comunicación, ya que «es inaceptable para la política del futuro del pueblo sirio que sea puesto a sus espaldas y dentro de salones cerrados».

En luz a las fallas en la preparación de la convención, Al-‘Awdat declara: «Se espera que los resultados de la convención estén limitados a elegir a líderes jóvenes, pero sin un nuevo criterio. Esto es inútil a cualquiera, ya que el problema no está conectado a la edad de los miembros del liderazgo y el gobierno, sino a la plataforma aceptada, a las formas en que es aceptada, y al modus [operandi] general del régimen y el gobierno…

«Una de las exigencias básicas siria – sin el cual cualquier reforma es imposible – es la lucha contra la corrupción (grande y pequeña) que se ha extendido y convertido en un fenómeno… [Considerando] la manera en que los arreglos por celebrar la convención fueron llevaron a cabo… es imposible llegar a un plan para luchar en contra de la corrupción o de tratar con el corrupto…

«No es necesario decir, que la convención concierne a todos los sirios – de todas las clases sociales y de todas las corrientes políticas y culturales – y no es un asunto interno del Partido (Ba’th). Esto es particularmente así debido a la prensa, los medios de comunicación, y aquéllos a cargo en todos los sectores nos recuerdan todos los días los peligros que enfrentan el país, las conspiraciones que se están proliferando, y las amenazas lanzadas al país por los enemigos desde dentro y de fuera. Por consiguiente, No existe manera alguna de tratar con todo esto excepto involucrando al pueblo en discusiones,… Este asunto no está conectado sólo al Partido Ba’th, y [el Partido Ba’th] no tiene ningún derecho… de determinar el destino del pueblo en su ausencia». [12]

El momento de «un lento paso hacia adelante y dos pasos hacia atrás en la reforma» ha pasado

El escritor sirio Wael Al-Sawwah escribió en el diario libanés Al-Nahar: «La mayoría de los sirios tienen el mínimo optimismo respecto al resultado de la convención, debido a que todas las anteriores convenciones siempre han llevado a resultados menores – mucho menos de lo que se esperaba de ellas. Lo mismo puede decirse con respecto a todos los tipos de promesas de reforma ofrecidos en el pasado…

«La próxima convención no será ninguna excepción, debido a que las reglas sirias del juego no han cambiado. El gobierno sirio continua perdiendo tiempo y confía en un milagro de cualquier clase, y todavía persiste en ignorar las exigencias internacionales… Igualmente, hay en primer lugar una necesidad para cambiar las condiciones de nuestro juego y entender las reglas del juego internacional. El lugar apropiado para lograr cualquier salto no será la convención del Partido Ba’th…

«Los días de pasos pequeños, lentos, y graduales de la reforma, avanzando un paso y retrocediendo dos, han finalizado. Ahora, los sirios aspiran que Siria tome una opción inequívoca, y se una absolutamente al club de la democracia internacional. Esto requiere cambio democrático global, que debe empezar con la abolición del estado de emergencia y las leyes de emergencia… La Sección Ocho de la constitución [siria] que hace un monopolio unipartidista al régimen sirio debe ser abolida; la puerta debe ser abierta para una economía de mercado no-parasitaria y competitiva que dará oportunidades iguales a todos sin apoyar un sólo lado políticamente y combatir contra el otro lado; debe haber una separación de autoridades e independencia para el sistema judicial… Deben respetarse los derechos políticos y culturales de las minorías étnicas; la libertad de pensamiento, de expresión, y la actividad política debe ser asegurada; y, finalmente, deben separarse la religión y el estado, y los derechos de los niños y de las mujeres deben ser protegidos…

«En esta importante encrucijada en la historia, el interés nacional sirio en la democracia integra con el interés internacional en lograr la democracia y combatir el terrorismo. Sería equivocado para los sirios no aprovecharse de esta oportunidad para empujar a su país junto a la senda del desarrollo y democracia.

«El sitio apropiado para este tipo de cambio debe ser el parlamento, el cual – en teoría, al menos – representa a todos los sirios y tiene el derecho de hacer las enmiendas a la constitución que hará posible comenzar los cambios… es nuestro derecho, como sirios quienes no pertenecen al Partido Ba’th, exigir que la convención se comprometa en sus propios asuntos y deje el asunto del cambio al parlamento, y anticiparse a una convención nacional para todos los sirios que determinará la forma de vida política futura en Siria». [13]

La raíz del problema yace en el Partido Ba’th y su liderazgo

En una discusión entre Said Abu Ghannam de la oposición siria y el líder del Partido Ba’th Ahmad Al-Hajj Ali, la cual fue transmitida en Al-Jazeera Tv el 24 de mayo del 2005, Abu Ghannam criticó el régimen de Assad:

Abu Ghannam:«Nada se deja a riesgo en la Siria de Assad – todo está planeado de antemano por los aparatos de seguridad. Los 1,200 o 1,250 Ba’thistas que se reunirán se les requiere que sirvan como ‘estampillas de caucho’ en los planes hechos por los aparatos de seguridad. Luego tienen que cantar ‘Viva al líder, Bashar Assad’, y declarar su obediencia a él para toda la eternidad, así como cantaron ‘con el alma y en sangre para su padre antes de él. Esto es lo en que pasará en la convención del [Partido Ba’th]. ¿Podemos esperar algo de ustedes? ¿No. no nos engañemos… Cuánto tiempo más estaremos controlados por la policía secreta? Qué clase de país es este, dónde ustedes necesitan una permiso de seguridad para abrir una peluquería o un puesto de falafel?… Éste se ha vuelto un país en qué Bashar Al-Assad puede darle partes de este a su tío y a su primo…»

Al-Hajj Ali: «Lo qué usted está diciendo es deshonroso y vergonzoso… no cruce la línea hacia territorio prohibido! Bashar Al-Assad está por encima de las acusaciones anteriores!» [14]

Hassan Abd Al-Azim, el líder de la Unión Democrática Nacional, que es la fuerza de oposición más prominente en Siria, también apoya una convención nacional general: «La convención del Partido Ba’th concierne sólo al Partido Ba’th, no a todos los asuntos respecto al cambio democrático. La convención del Partido Ba’th debe examinar seriamente el asunto de su monopolio en el régimen, declarado en la Sección Ocho de la constitución, y adopta una nueva política para reunir las demandas del cambio democrático nacional – el cual empezará en primer lugar con la reforma política. No importa cuan positivo sean los resultados de la convención, estas no son suficientes.

«Un verdadero diálogo nacional está por emerger entre el nuevo liderazgo que saldrá de la convención y del resto de las fuerzas y partidos en la oposición democrática nacional, incluyendo la sociedad civil…» [15]

En un artículo titulado «El Ba’th es el Problema – Cómo, Luego, Puede Haber una Respuesta?» El intelectual sirio Majed Rashid Al-‘Uweid escribió en el diario libanés Al-Nahar: «La Reforma en Siria no es meramente otra exigencia popular – sino también debe volverse una exigencia del régimen para evitar caer como el anterior régimen en Irak…

«El partido Ba’th y aquéllos que pertenecen a él tienen plena responsabilidad por la situación que siria ha alcanzado… Usted no puede ser un jefe de departamento si no es Ba’thista… y si sólo este asunto acabara ahí – pero ha llegado al punto dónde incluso contratar al desempleado para el más bajo de los trabajos requiere ser miembro del Partido Ba’th.

«Cómo, entonces, el Ba’th no es responsable por el estado que hemos alcanzado? Y si no es responsable, y los Ba’thistas se sienten avergonzados [por esto], por qué no les vemos protestar contra lo que se está llevando a cabo en nombre de su partido?…

«Cómo es posible creer, por ejemplo, que alguien que coloca artículos en Internet amenaza al estado y debilita al pueblo? ¿Y cómo es posible creer que una muchedumbre no menor de 500 personas atacando el Palacio de Justicia… constituye una amenaza a un estado que tiene tanques, aviones, y cañones? ¿Cómo podemos nosotros creer que es necesario dejar las leyes de emergencia en su lugar cuándo somos un país que está fuera del círculo de la guerra? Cómo podemos convencernos de la justicia en detener a alguien que tiene una opinión diferente que la del Ba’th…

«Por qué debemos esperar por la convención del Partido Ba’th como que si esta nos rescatará de nuestros problemas [?]… La raíz del problema yace en el Partido Ba’th y su liderazgo. ¿Cómo, entonces, vendrá la salvación de los creadores del problema y los constructores de las pirámides de corrupción, en una tierra que previamente conoció alguna medida de libertad y construyó a un hombre relativamente libre?

«Existe una necesidad de convocar una convención general… que tendrá en cuenta la voluntad del pueblo sirio para mantener su derecho al voto y su derecho a expresar su libertad sin el miedo creado en los últimos 40 años…» [16]

* Aluma Dankowitz es Directora del Proyecto de Reforma de MEMRI.


[1] Para prevenir que la Hermandad Musulmana regrese a la arena política en forma de partido o en forma de base política, se espera que la Ley de Partidos prevenga el establecimiento de cualquier partido basado en la religión. Al-Nahar (Líbano), 25 de mayo, 2005.

[2] El Frente Progresista Nacional es la coalisión de siete partidos sirios autorizados, incluyendo al Partido Ba’th, establecido en marzo de 1972

[3] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 19 de mayo, 2005; Al-Hayat (Londres), 22 de mayo, 2005; Al-Hayat (Londres), 9 de mayo, 2005

[4] Champress (Siria), 6 de abril, 2005.

[5] Al-Thawra (Siria), 22 de mayo, 2005.

[6] Teshreen (Siria), 25 de abril, 2005.

[7] Al-Ba’th (Siria), 7 de abril, 2005.

[8] Al-Thawra (Siria), 17 de mayo, 2005.

[9] Teshreen (Siria), 24 de mayo, 2005.

[10] Teshreen (Siria), 17 de mayo, 2005.

[11] Al-Nahar (Siria), 25 de mayo, 2005

[12] Al-Safir (Líbano), 11 de mayo, 2005

[13] Al-Nahar (Líbano), 13 de abril, 2005.

[14] Al-Jazeera, Qatar, 24 de mayo, 2005. Véase: http://memritv.org/Transcript.asp?P1=688

[15] Champress (Siria), 10 de abril, 2005.

[16] Al-Nahar (Líbano), 15 de abril, 2005.