Por: A. Savyon, U. Kafash y Y. Mansharof *

Introducción

En las últimas semanas el Líder Supremo iraní Ali Jamenei y el Presidente Hassan Rohani han intercambiado ataques e insultos en los medios de comunicación sobre temas en política e ideología, hasta el punto de desafiar la autoridad del otro con el objetivo de gobernar. En un discurso a principios de enero, 2015 Rohani pidió un referéndum sobre cuestiones sociales, políticas, económicas y culturales; al hacerlo, desafió la legitimidad del mandato de Jamenei.

Tres días más tarde, Jamenei respondió ordenando a Rohani obedecer sus directivas políticas y económicas – continuando la política de hostilidad y desconfianza hacia los Estados Unidos, sin concesiones en las negociaciones en materia nuclear, y dependencia en el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (CGRII) para reactivar la economía del país – y actuar de acuerdo con estas directivas a tiempo de demostrar unidad, a fin de no perjudicar el interés nacional. Jamenei también reiteró su llamado al bando pragmático a no dividir al pueblo iraní, a no crear un ambiente público que socavaría su trayectoria ideológica, y no darle al público una falsa impresión de que las mejoras económicas serían el resultado de un diálogo con Irán junto a concesiones a Occidente; también le advirtió proteger su lengua.

El intercambio de ataques continuó en los días siguientes: Respondiendo a la llamada de Jamenei a la unidad, Rohani dijo que sólo predicar la unidad no era suficiente; dos días después, Jamenei anunció que el Profeta Mahoma había dicho que la unión es la necesidad más apremiante de una sociedad musulmana.

Otros tres días pasaron y Rohani reiteró[1] que el estado y el gobierno le pertenecían al pueblo, y que las acusaciones contra un determinado funcionario que no estaba cumpliéndole al pueblo arrojaba dudas sobre su legitimidad.

El llamado de Rohani a un referéndum intensificó la colisión frontal ideológica entre los dos bandos sobre la cuestión base de la soberanía por parte del régimen. La postura de Rohani, elegido en el 2013 por una mayoría del 50,3%,[2] y su llamado a un referéndum, refleja la postura del bando pragmático, que hace hincapié en la supremacía del principio de soberanía del pueblo en las decisiones del Mandato del Jurisprudente (es decir, el líder supremo) cuya autoridad proviene de Dios. Los líderes del bando pragmático, especialmente el jefe del Consejo de Conveniencia Hashemi Rafsanjani y su protegido Rohani, han subrayado repetidamente en los últimos meses la importancia del principio de la soberanía del pueblo.

El llamado de Rohani a un referéndum provocó reacciones furiosas del bando ideológico. Sus portavoces hicieron hincapié en el daño que le hace al estatus de Jamenei como soberano del régimen de la República Islámica, cuya autoridad suprema tiene prioridad incluso sobre la soberanía del pueblo. Estos presentaron a Rohani como colaborador de una conspiración estadounidense para derrocar al régimen de la Revolución Islámica de Irán. Algunos llegaron incluso a amenazar que Rohani sería depuesto como el primer presidente post-Revolución de Irán, Abolhassan Bani-Sadr, quien se exilió en 1981 después de que expresara su desacuerdo con el fundador del régimen revolucionario, el Ayatolá Ruhollah Jomeini, advirtió contra la dictadura y también tuvo altercados con la Guardia Revolucionaria.

Este informe revisa la lucha entre los bandos ideológicos y pragmáticos de Irán acerca de si la soberanía de Irán emana del líder supremo o del pueblo; La propuesta del Presidente Rohani a un referéndum; y las reacciones por parte del bando ideológico.

El Presidente Rohani reta al Líder Supremo Jamenei

Rohani: «Estoy ansioso» por un referéndum

En una conferencia el 4 de enero, 2015 Rohani desafió a Jamenei en dos áreas: primero, en la economía del país, y segundo, en lo político y en relación a la soberanía, haciendo hincapié en la supremacía de la voluntad del pueblo sobre la del líder supremo.

En cuanto a la economía, Rohani pidió aprovechar la política exterior de Irán a beneficio de su salud económica y la del pueblo – es decir, adoptar una política exterior y en materia nuclear moderada, mientras al parecer, haciendo alusión a aceptar ciertas demandas occidentales a cambio de un levantamiento de sanciones, que servirá a la economía nacional de Irán. Esto en total oposición al principio establecido por Jamenei, basado en una «economía de resistencia» que yace en las fuerzas internas tales como la Guardia Revolucionaria – el rival ideológico del bando pragmático – con el fin de mejorar la economía de Irán.

Con respecto a la cuestión política y la soberanía, Rohani propuso volcarse hacia el pueblo a fin de obtener una respuesta acordada a las cuestiones políticas y económicas fundamentales que afectan la situación en el país.

Rohani dijo: «Tal como todos ustedes saben, desde hace varias décadas en Irán, la economía ha estado al servicio de la [política] [Pero] ellos dicen que este servicio no puede durar para siempre y debe un día ser detenido. Así que déjennos decidir hoy cuánto tiempo debe continuar la economía sirviendo a las políticas. Esta está subordinada a ambas la política interior y exterior.

«Durante una década, tratemos a la inversa – es decir, [déjennos] colocar la política exterior al servicio de la economía, y ver cómo esto afecta la situación del pueblo, sus vidas, sus medios de vida y los [niveles] de empleo a la juventud. Preguntémosle al pueblo.

«Un principio constitucional nunca implementado desde el primer día [del régimen] es el de los referendos sobre asuntos de importancia cruciales para el estado – y como encargado de aplicar la constitución, estoy dispuesto a probarlo de una vez por todas. La constitución nos dice que cuando se trata de cuestiones económicas, sociales, políticas y culturales importantes, éstas deben ser sometidas a un referéndum, en lugar de pasar una ley en el Majlis [para tratar con estas]».[3]

Jamenei a Rohani: Dividir al pueblo en dos bandos es contrario al interés nacional

En una conferencia el 7 de enero, 2015 Jamenei reprendió a los líderes del bando pragmático, pidiéndoles que no dividieran a la gente por ninguna razón, unirse en torno a los valores de la Revolución Islámica y no confiar en el «enemigo» occidental. Este los exhortó a que se adhieran a la trayectoria ideológica que había dispuesto para el régimen revolucionario, los principios más importantes de los cuales son el mantenimiento de la hostilidad ideológica y la desconfianza hacia Occidente, en particular los Estados Unidos; confiar en las fuerzas nacionales – el CGRI – para reactivar la economía del país (es decir, en lugar para la inversión extranjera); prohibiendo cualquier concesión a Occidente en las negociaciones en materia nuclear; e implementar la economía de resistencia. Este reiteró su petición de que los líderes del bando pragmático estén al frente de la línea de su plan ideológico/político/cultural/económico, incluso si no se alcanza un acuerdo en materia nuclear y las sanciones permanecen en su lugar.

También le advirtió a los líderes del bando pragmático de no menospreciarle: «La razón por el interminable resentimiento, hostilidad y enemistad de Estados Unidos hacia la nación iraní y la Revolución Islámica es el éxito de un país con virtudes y estatus estratégico como lo es Irán en salirse de su control por medio de la victoria de la Revolución [Islámica]… La hostilidad del frente arrogante [Occidente, encabezado por los Estados Unidos] hacia la nación iraní comenzó después de esta victoria.

Para ver el despacho en su totalidad en inglés por favor copie el siguiente enlace en su ordenador: http://www.memri.org/report/en/0/0/0/0/0/0/8388.htm

* A. Savyon es Director del Proyecto de Medios Iraníes en MEMRI; U. Kafash y Y. Mansharof son compañeros de investigación en MEMRI.


[1] Véase Investigación y Análisis No.1136, En Irán, el bando pragmático se enfrenta al bando ideológico 5 de enero, 2015.

[2] Esto es en contraste con las elecciones presidenciales del 2009, en el que se impugnaron los

resultados que generó en disturbios alrededor del país.

[3] Portal de la Presidencia iraní (President.ir) 4 de enero, 2015.