La liberación de Irak tendrá consecuencias económicas para sus vecinos, pero en ningún sitio estas consecuencias serán mayores que en Siria. La vehemencia de la oposición Siria a la guerra en Irak ha sido manejada por dos preocupaciones – política y económica. La preocupación política, la cual está fuera del marco de referencia de este análisis, tiene que ver con la afinidad ideológica de Siria con el partido Ba’ath Iraquí que gobernó al país durante el reino de Saddam Hussein. La des-Ba’thificación de Irak la cual será el item principal de la agenda del nuevo gobierno Iraquí, tendrá un efecto vertido sobre Siria la cual sigue siendo el único país con un régimen que desposa la filosofía casi-totalitaria del Ba’athism. Siria también tiene miedo a la política de aislamiento ya que ella esta ahora rodeada por regímenes pro-Americanos en todos los lados: Irak pos-Saddam, Jordania, Arabia Saudita, Turquía, e Israel. ¡El restante compañero del alma de Siria es Irán con el que no tiene ninguna contigüidad geográfica, pero comparte una afiliación con Hizbullah y el Jihad Islámico. La preocupación económica, sin embargo, tendrá inmediata y quizás consecuencias desastrosas para la economía Siria, y también es el enfoque de este análisis.

La Naturaleza de la Economía Siria

Por vía de la experiencia, la económica predominantemente controlada por el estado Sirio sigue estancada debido al fracaso del establishment político para llevar a cabo extensas reformas económicas. Proporciones decayentes de crecimiento, un rápido crecimiento de la población, una economía de orden socialista pasada de moda, un sector público ineficaz y sumamente regulado, y restricción de libertades políticas han detenido las inversiones extranjeras directas o la emergencia de una economía de mercado viable. Es más, la infraestructura inadecuada de Siria, su base tecnológica pasada de moda, y su débil sistema económico lo hace vulnerable a futuras sacudidas. La liberación de Irak y la emergencia de una nueva realidad económica en ese país dará una sacudida profunda al régimen Sirio.

Relaciones Comerciales con Irak

Después de 18 años de hostilidad ideológica y animosidad personal entre los Iraquíes y lideres Sirios, fueron inicialmente restauradas las relaciones comerciales entre los dos países en 1997 y puestas en alto engranaje en el 2000, siguiendo a la muerte del anterior presidente Sirio Hafez Al-Assad. Esforzándose por surgir del aislamiento diplomático en el Medio Oriente, siguiendo a su ocupación de Kuwait en 1990, Irak lanzó lo qué el anterior vicepresidente Taha Yassin Ramadhan llamó como «la diplomacia de los tratos (diplomasiyyat al-safaqat). «[1]Bajo esta forma de una diplomacia singular Iraquí, se concluyeron los acuerdos de comercio con la mayoría de los países Arabes, manejados casi solamente por consideraciones políticas haciendo concesiones de comercio que eran beneficiosas a un solo lado, que no era el Iraquí. Uno de los acuerdos de comercio más preferenciales fue firmado con Siria. ¡Uno podría agregar en paréntesis que la mayoría de estos acuerdos de comercio ó se renegociarían en principios de reciprocidad o serian desechados por el gobierno entrante de Irak.

Bajo el acuerdo de comercio, a menudo llamado el protocolo de comercio entre Irak y Siria, al último se le dio status preferencial en la exportación de bienes al consumidor como mobiliarios, jabón, bienes eléctricos y adornos, equipos de purificación de agua, farmacéuticos, y cerámicas, entre otros.[2] El volumen de comercio puede haber excedido $5 mil millones aunque podría ser más alto pasándolos de contrabando, normalmente llamado comercio de la frontera, y el suministro ilegal de crudo por Irak a Siria fue considerado.

Suministro Ilícito de Crudo

Bajo un arreglo informal, Irak proporcionó a Siria aproximadamente 200,000 barriles de petróleo por día a través del sistema de tuberías Karkuk-Banias, a un precio preferencial. El grifo está ahora cerrado y probablemente permanecerá cerrado en el futuro previsible. Cuando se vuelva a abrir, Siria tendrá que pagar el precio internacional prevalecido, menos las cuotas de tránsito quizás. Entretanto, Siria tendrá que usar su propio petróleo para consumo interno en lugar de la exportación. Ya que el embarque de crudo de Irak a Siria era ilegal bajo las sanciones de la ONU al régimen, no hay ninguna cifra en la cantidad de dinero transferida de Siria a Irak para pagar por el petróleo. Pero es cierto que lo que se transfirió fue usado por el régimen de Saddam Hussein para cualquier número de propósitos ilícitos.

Las exportaciones de Siria a Irak también han venido parándose porque los caminos están cerrados. Muchas fábricas Sirias que proveeron su producción de alimentos al mercado Iraquí pueden que sean cerradas, con el agravante de la situación de desempleo en Siria. Es más, el pago por los bienes era hecho bajo su entrega, y muchos comerciantes Sirios tienen ahora miedo de que no puedan recolectar por lo que fue entregado antes de la guerra y no fue pagado.[3]Cuando un nuevo gobierno tome posesión sobre los reinos de poder en Irak buscará probablemente bienes de consumo bajo arreglos competitivos en lugar de arreglos preferenciales, y Siria enfrentará considerable dificultad compitiendo con los similares de China y Corea, para no mencionar los Estados Unidos y el Reino Unido.

Conclusión

Lo susodicho lleva a la conclusión de que, en la Irak post-Saddam, Siria podría surgir política y económicamente como la más grande perdedora. Al contrario de su padre cauto y calculador, el Presidente de Siria, Bashar Al-Assad, ha puesto todos sus huevos en la cesta de Saddam y ahora pagará el precio.

*El Dr. Nimrod Raphaeli es Analista Senior del Programa de MEMRI de Estudios Económicos del medio Oriente.


[1]Al-Sharq Al-Awsat (Londres), Abril 10, 2003.

[2]Al-Hayat (Londres), Marzo 18, 2003.

[3]Vease Al-Hayat, Marzo 21, 2003, y Al-Thawra (Siria), Abril 9, 2003.