Introducción
La inmediata rendición del gobierno libanés y las Fuerzas 14 de Marzo a las demandas del Hizbullah, después de que fueron tomados por sorpresa por la fuerza y determinación de las acciones violentas del Hizbullah y Amal, no han aliviado la crisis del Líbano. Al contrario: La victoria del Hizbullah y Amal, la cual Irán presenta como su propia victoria sobre los Estados Unidos en la región, [1] acelerará la presión para un cambio de régimen en el Líbano. Tal cambio, cuando llegue, tendrá un impacto crítico en la seguridad de los regímenes árabes aliados con los Estados Unidos y en la seguridad de Israel, que enfrentará entonces a las fuerzas iraníes en su frontera norte así como también la posibilidad de un frente unificado que va desde Irán a través de Irak hacia Siria y el Líbano, hasta el mediterráneo.
Hizbullah y Amal, que continúan sus ataques violentos contra las milicias de Sa’d Al-Hariri y Walid Jumblatt al norte del Líbano y en las Montañas de Líbano mientras mantienen su control sobre la mayor parte de Beirut, están enfocando su presión política sobre el gobierno libanés para obligarlo a que renuncie. Un ex MP afiliado a la oposición, Wiyam Wahhab, llamó al Ejército Libanés a tomar el edificio de gobierno, el Saraya, del Primer Ministro libanés Fuad Al-Siniora, a quien acusó de rebelarse contra la constitución. [2] El encabezado druso de oposición afiliado al Partido Democrático Libanés llamó en los partidarios de Jumblatt a entregar sus armas inmediatamente al Ejército Libanés con el objeto de prevenir nuevas hostilidades en las Montañas del Líbano. [3]
En una entrevista con el diario de Londres Al-Quds Al-Arabi, Jumblatt dijo que Hizbullah e Irán habían triunfado en la operación de Beirut, y que el «Hizbullah había hecho su jugada tan pronto este descubrió una debilidad en la postura norteamericana en el Medio Oriente, efectuando por consiguiente un cambio drástico en el equilibrio de poder en el Líbano». Él continuó, «Ahora estamos esperando por el Hizbullah, Irán y Siria para determinar las reglas del juego». [4]
El 12 de mayo de 2008, una reunión de emergencia de ministros del exterior árabes fue convocada en el Cairo. El Ministro del Exterior sirio Walid Al-Mu’allem no asistió, en línea con un acuerdo Siria-Qatar para prevenir la intervención árabe contra el Hizbullah denominando los eventos en el Líbano un «problema doméstico» en donde la Liga Árabe no debería interferir.
Una fuente árabe le dijo al diario de Londres Al-Sharq Al-Awsat que un representante sirio había intimidado a los países que apoyan esta iniciativa, diciendo: «Piensan ustedes que a sus aviones le será [permitido aterri]zar en Beirut si condenan al Hizbullah?» [5] En cambio, los ministros árabes decidieron establecer un comité inter-árabe, encabezado por el primer ministro y el ministro del exterior de Qatar, para celebrar conversaciones con todas las partes en el Líbano.
Al mismo tiempo, Arabia Saudita y Egipto han continuado sus ataques mediáticos sobre Hizbullah, Siria e Irán. A continuación los extractos de estos ataques:
Crítica de funcionarios del gobierno saudita
Durante la reunión de ministros del exterior árabes, el Ministro del Exterior saudita Sa’ud Al-Faisal comparó al Secretario General del Hizbullah Hassan Nasrallah con el ex primer ministro israelí Ariel Sharon, diciendo que «ambos habían acordado invadir Beirut». Él agregó: «El gobierno legítimo en el Líbano está enfrentando una guerra a gran escala, [y] no podemos quedarnos de brazos cruzados». Debemos hacer todo en nuestro poder para acabar esta guerra y salvar al Líbano, aun cuando esto involucre formar una fuerza árabe para desplegarla lo más rápidamente posible a lo largo de Líbano, restaurar su seguridad y defender al actual gobierno legítimo». [6]
Los MPs sauditas criticaron severamente por igual al Hizbullah, acusando a Nasrallah de intentar arrastrar al Líbano hacia una guerra civil, de acuerdo con la agenda de Irán. El MP Sa’ud Al-Shammari advirtió sobre las consecuencias de la «expansión iraní en los países árabes, lo cual es evidente en Yemen, Irak y el Líbano». Otro MP, el Dr. Khalil Al-Khalil, dijo, «60 años después del Nakba palestino, nos enfrentamos ahora con otro Nakba, en Beirut». [7]
Crítica en la prensa saudita
El editor del diario de Londres Al-Sharq Al-Awsat Tariq Al-Homayed escribió que tan pronto el Hizbullah volviera sus armas hacia el Líbano, el mito del Hizbullah llegaría a su final. Él agregó que cuando el Hizbullah le declaró la guerra al gobierno libanés, la verdadera naturaleza de Nasrallah fue revelada, y cuando capturó Beirut, se tornó claro que toda la habladuría del Hizbullah sobre «resistencia» no era nada más que crudas mentiras y un encubrimiento. Al-Homayed declaró luego que la actual situación en el Líbano demostró que el desarmar al Hizbullah era inevitable, ya que era la imposición del estricto mandato del gobierno a través del país, para reemplazar el mandato del Hizbullah, Irán y Siria. [8]
En otro editorial, Al-Homayed condenó al Hizbullah y a Amal, argumentando que sus acciones estaban motivadas por intereses extranjeros. Él se refirió a fotografías dadas a conocer por varias agencias informativas que muestran a Amal y a combatientes del Hizbullah pisoteando e incendiando afiches del ex primer ministro libanés Rafiq Al-Hariri y colocando afiches del Presidente sirio Bashar Al-Assad en su lugar. [9]
En otro editorial, seguido a la reunión de ministros del exterior árabes, [10] Al-Homayed criticó severamente lo que él llamó «los árabes cobardes», e.d. los países árabes que no podían decidir a quien apoyar en el enfrentamiento entre el eje de los países radicales y el bloque de países moderados.
El antiguo redactor de Al-Sharq Al-Awsat Mamoun Fandy denominó Beirut «Gaza No. 2» y preguntó: «Esperaremos a que una tercera ciudad árabe se convierta en ‘Gaza No. 3’ – sea en Bahrein, Jordania o Egipto? Si Irán atrapa otro país árabe, esto pudiera muy bien precipitar el colapso de todo el sistema árabe. ‘Gaza No. 3’ será el punto dónde la balanza se ladee, cuando nos arrastraremos no a una guerra local sino a una guerra civil regional, [e.d.] una guerra entre sunnis y chi’itas…» [11]
En su columna en el diario de Londres Al-Hayat, Jamil Al-Dhiyabi clamó que no había ninguna diferencia entre las acciones del taliban en Afganistán en los años noventa y aquéllas del Hizbullah en el Líbano hoy día. Él escribió: «La hoja del higo del Hizbullah cayó cuando las intenciones de Nasrallah y la agenda iraní fueron expuestas. Siria se ríe y muestra sus blancos dientes, porque ha ganado un nuevo socio – Qatar. Este declara que lo que está sucediendo actualmente en el Líbano es un problema doméstico, mientras Hizbullah está ondeando sus estandartes y colocando carteles en los tejados y en las instituciones [del gobierno]… El tiempo es ya de pensar en una forma de desarmar al Hizbullah, de acuerdo con las resoluciones de las Naciones Unidas No. 1559 y 1701 – en especial desde que el Hizbullah ha apuntado sus armas hacia el Líbano y ha orquestado un golpe de estado contra su gobierno y su pueblo…
«Las acciones de las milicias de Nasrallah transformarán el Líbano en otra Irak. La seguridad y estabilidad desaparecerán de las calles de Beirut, y las puertas se abrirán para los aliados de Al-Qaeda, Fath Al-Islam y así sucesivamente para volverse más poderosas… El Líbano necesita urgentemente una fuerza de defensa internacional o árabe… para restaurar el mandato al gobierno en permitirle a este resistir a Siria y a Irán». [12]
Crítica en la prensa del gobierno egipcio
Los diarios del gobierno egipcio también criticaron severamente al Hizbullah. Por ejemplo, en un artículo en Al-Gumhouriyya, el editor del periódico y MP Muhammad Ali Ibrahim atacó a Nasrallah, contra la toma por el Hizbullah del Líbano. [13] Ibrahim escribió que Nasrallah era un nuevo ejemplo de «fascismo islámico»… cuyos otros representantes eran el líder de Hamas Khaled Mash’al en Gaza y el Guía General de la Hermandad Musulmana Mahdi ‘Akef en Egipto, y agregó que los objetivos principales de este fascismo eran instituir la agenda política de sus fundadores, derrocar a los estados «seculares» y establecer un Califato islámico, incluso sobre los cuerpos muertos de los ciudadanos del Líbano, Egipto o cualquier otro estado «secular».
En otro editorial, [14] Ibrahim escribió que Hizbullah ya no era legítimo, y ya no tenía derecho de existir. Él declaró que el Hizbullah había disfrutado de legitimidad en el pasado debido a su resistencia contra Israel, pero que su papel histórico había terminado con la rendición de la ocupación israelí y el haber forzado el retiro israelí del sur del Líbano en el año 2000. Desde ese momento, Ibrahim escribió, habría sido apropiado para las milicias convertirse en un partido político – pero en cambio Hizbullah se volvió un estado dentro de un estado y un aliado de Siria e Irán contra los intereses del Líbano. Ibrahim agregó que al mismo tiempo, Hassan Nasrallah había perdido su legitimidad, y que para el 2006, el héroe del 2000 se había vuelto menos heroico, y para el 2008 se había convertido en un asesino. [15]
* Y. Carmon es Presidente de MEMRI; B. Chernitsky es compañero de investigación en MEMRI.
[1] El Embajador iraní en Siria Ahmad Moussavi, quien es también consejero del Presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad dijo que los Estados Unidos había finalmente comprendido que «sus propios planes y los de Israel en el Medio Oriente están enfrentando una sucesión de retrocesos humillantes» (IRNA, Irán, 13 de mayo, 2005). Para ver la posición de Irán en la crisis, véase MEMRI Despacho Especial No. 1924, «Diarios Iraníes en Referencia a los Eventos en el Líbano: ‘En la Lucha de Poderes en el Medio Oriente, Hay Sólo Dos Bandos – Irán y los Estados Unidos’; Como resultado de la Victoria del Hizbullah, ‘La Influencia de los Estados Unidos en el [Medio Oriente] la Región se Detendrá, y los Regímenes Identificados Con Este Serán Reemplazados'», 12 de mayo, 2008. http://www2.memri.org/bin/espanol/articulos.cgi?Page=archives&Area=sd&ID=SP192408.
[2] Al-Manar TV (Líbano), 12 de mayo, 2008. Véase MEMRI TV Clip No. 1765, 13 de mayo del 2008, http://www.memritv.org/clip/en/1765.htm. Similarmente, Radhwan Al-Sayyed, consejero político del Primer Ministro libanés Fuad Al-Siniora, criticó severamente al Ejército Libanés, diciendo: «Desde que el [Ejército Libanés] emitió un comunicado declarando que temía una división si la lucha en las calles continuaban, yo me dije: [Cómo puede ser] que el comandante del ejército tema confrontar a estos pistoleros [?]… Pero la preocupación que me abarcó sobre la neutralidad negativa del ejército… fue reemplazada por una rabia poderosa cuándo escuché que el ejército había acompañado a los pistoleros del Hizbullah y al movimiento Amal y al Partido Nacional sirio en conquistas y ataques… El ejército les dio los edificios y medios que estaban protegiendo a sus compañeros armados del Hizbullah». Al-Sharq Al-Awsat, Londres, 12 de mayo, 2008.
[3] Al-Akhbar (Líbano), 13 de mayo, 2008.
[4] Al-Quds Al-Arabi (Londres), 13 de mayo, 2008.
[5] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 13 de mayo, 2008.
[6] Al-Akhbar (Líbano), 12 de mayo, 2008.
[7] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 12 de mayo, 2008.
[8] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 9 de mayo, 2008.
[9] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 11 de mayo, 2008.
[10] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 12 de mayo, 2008.
[11] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 12 de mayo, 2008.
[12] Al-Hayat (Londres), 12 de mayo, 2008.
[13] Al-Gumhouriyya (Egipto), 11 de mayo, 2008.
[14] Al-Gumhouriyya (Egipto), 13 de mayo, 2008.
[15] En contraste con estos artículos que atacaron severamente al Hizbullah, la posición de Al-Azhar era la más débil. Antiguos funcionarios de Al-Azhar llamaron meramente en los bandos de los adversarios en el Líbano a detener la lucha, porque, dijeron, estaba conduciendo a la anarquía y a la guerra civil. Al-Masri Al-Yawm, Egipto, 11 de mayo, 2008.