En meses recientes, el gobierno egipcio ha emprendiendo una campaña de televisión y periódico que denuncia la práctica de circuncidar a las muchachas, también conocido como mutilación genital femenina. [1] Esta campaña es la última ronda en una larga disputa sobre el asunto, y ha tomado la forma de artículos y actividades públicos, tal como la conferencia de El Cairo de junio, 2003 organizada por el Concejo Nacional Egipcio para la Niñez y Maternidad y asistido por la Primera Dama Egipcia Suzanne Mubarak.

La práctica involucra la remoción de los genitales externos, más común el clítoris. Según estudios demográficos conducidos en Egipto en 1995 y el 2001, 97 por ciento de las mujeres casadas en edad maternal habían sido circuncidadas. De 100 -130 millones de muchachas han sido circuncidadas en África – un numero que crece por otro millón mundialmente cada año.

Tres principales campos están entrelazados en la controversia: reformistas – figuras sociales y del gobierno – quiénes se oponen a la práctica; islamistas que lo apoyan; y varias figuras religiosas, algunas de las instituciones religiosas de Egipto, que no tomaron ninguna posición definitiva en el asunto. El siguiente informe resalta las tres posiciones.

I. Los Reformistas – en Contra de Circuncidar a las Muchachas
La Primera Dama Suzanne Mubarak: ‘La Humanidad de las mujeres no Debe ya más ser Ninguna Pena’

La conferencia de El Cairo de junio 21-23 2003 – organizada por el Concejo Nacional para la Niñez y Maternidad y asistida por representantes de organizaciones egipcias y no-gubernamentales europeas y de la ONU (incluyendo UNICEF) – se enfocaron principalmente en los aspectos legales de la batalla contra la práctica de circuncidar a las muchachas. También participando estaban los delegados de 28 países árabes y africanos dónde la práctica es común, así como también expertos internacionales. Participantes dijeron que la circuncisión es una indignidad para las mujeres, resulta en enfermedad y trauma emocional, y no tiene ninguna base en los textos religiosos islámicos.

En su nota predominante, Suzanne Mubarak, la Primera Dama de Egipto y la encabezada del comité asesor profesional al Concejo Nacional para la Niñez y Maternidad, etiquetó la circuncisión a las muchachas como una violación de los derechos humanos, diciendo, «La humanidad de las Mujeres no debe ser ya más ninguna pena.» [2]

Juez Principal Khalil: ‘La Circuncisión – Una Ofensa Criminal Sancionada por las Autoridades’

Khalil Mustafa Khalil, juez principal de la Corte de Delitos menores del distrito Al-Maadi de El Cairo, llamó a la circuncisión de las muchachas «una ofensa criminal sancionada por las autoridades» y «conducta criminal que iguala todas las descripciones legales de crímenes premeditados de lesión.» Khalil clamó que circuncidando muchachas también viola una prohibición legal en exponer o tocar los genitales de otra manera que para propósitos médicos. [3]

El Dr. Mumtaz Abd Al-Wahab, un experto en enfermedades mentales de la Universidad de El Cairo, definió la circuncisión en las muchachas como «un tipo de violencia contra las mujeres» e hizo una lista de una serie de repercusiones emocionales de la práctica. Primero, él dijo, la circuncisión es la fuente de muchas enfermedades mentales y complejos, los cuales pueden llevar a lo que él llama un «divorcio mental» o divorcio [de silencio].» Segundo, él agregó, circuncidando muchachas mutila los órganos genitales y causa dolor emocional para la muchacha, quien cree que el procedimiento es un castigo; ella se da cuenta de que es una «mala muchacha» y sus padres no la aman. Tercero, la muchacha desarrolla un sentido de inferioridad cuando discierne la diferencia entre los genitales de cada sexo. [4]

En la conferencia, el encabezado de la Asociación Médica Egipcia Dr. Hamdi Al-Sayyed explicó los riesgos físicos de la salud de las mujeres expuestas por la circuncisión. Él dijo que aquellos que realizan el procedimiento usualmente les falta especialización quirúrgica y usan métodos inadecuados para parar el sangramiento. Él agregó que prácticas médicas pobres podrían causar envenenamiento de la sangre, tétano, enfermedad del higado, Sida, o hasta la muerte, y de que una mujer circuncisa podría experimentar dolor durante las relaciones sexuales, causando una crisis matrimonial. [5]

Anterior Jeque Al-Azhar: ‘Nada Religioso, Moral, o Médico Requiere la Circuncisión de Muchachas’

El anterior Jeque de Al-Azhar Mahmoud Shaltout [6] se dirigió a los aspectos legales y religiosos del asunto en su libro «Fatwas – Investigación sobre los Problemas del Musulmán Moderno en la Vida Privada y Pública.» [7] Shaltout afirmó que diferente a la circuncisión masculina circuncidar a las muchachas no tiene ninguna justificación religiosa o médica. Él hizo hincapié a un principio religioso general que prohíbe infligir dolor en una criatura viviente excepto cuando el beneficio pesa más que el dolor.

Según Shaltout, la circuncisión masculina beneficia la salud del hombre, ya que el prepucio provee un medio fecundo para las secreciones que pueden causar infección. Por consiguiente, la circuncisión masculina es requerida por la ley islámica, pero este criterio falta para circuncidar a las muchachas.

Shaltout refuta la exigencia hecha por muchos médicos de que la circuncisión afecta los impulsos sexuales de las mujeres. Los impulsos sexuales de una mujer, escribe, sólo son influenciados por la figura de su cuerpo y la fuerza o debilidad de sus glándulas. Prueba de esto, él dice, son las prácticas sexuales impropias de algunas mujeres que han sido circuncidadas. En el punto de vista de Shaltout, el asunto en su totalidad es contingente a la gente, al ambiente, educación, y a la cantidad de supervisión. Él concluye, «Nada, sea religioso, moral, o médico, requiere circuncidar muchachas u ordenar su necesidad…»

La Madre Egipcia y la encabezada de la Organización de la Salud del Niño Dra. Muhammad Fayyadh, una experta en el campo de las enfermedades de las mujeres en contra de circuncidar a muchachas quien también han escrito un libro sobre el asunto, [8] sostiene un punto de vista similar. En un artículo que apareció el 2 de noviembre del 2002 en el semanario egipcio Roz Al-Yousuf, ella llamó en «el Ministro de Salud egipcio, la Asociación Médica, la Corte Suprema, madres egipcias, y las asociaciones para [los derechos] de las mujeres en Egipto» a abolir la práctica porque no tiene ninguna base religiosa, moral, o médica. En su artículo, titulado «En el Nombre de las Madres de Egipto: Detengan el Crimen que se Lleva a Cabo a Lamentos de Alegría y Llamadas de Jubilación!» la Dra. Fayyadh escribió», la Medicina tiene valores morales, la más prominente de las cuales son las que ninguna cirugía debe llevarse a cabo a menos que sea para beneficio médico, y no cause daño físico.» [9]

Posibles Acciones Contra la Práctica de Circuncidar a las Muchachas

La conferencia de El Cairo también se dirigió a los métodos para oponerse públicamente a la práctica de circuncidar a las muchachas, y el portavoz principal en este tema era el Secretario General del Concejo Nacional para la Niñez y Maternidad Moushira Khattab que propuso dos acercamientos. El primero es la de promover legislación que pone el criterio para evaluar el daño físico causado a la muchacha circuncidada y decidir qué compensación se le debe, [10] y la segunda es la de promover la educación para desanimar el esparcir la práctica.

Halima Warzazi, representante de la ONU a la conferencia, dijo que la educación era el arma más eficaz en la guerra contra la circuncisión en las muchachas «porque responde la necesidad de la comunidad de aferrarse a su tradición cultural.» [11]

En una entrevista con el semanario en idioma francés Al-Ahram Hebdo, Moushira Khattab describió cómo su organización usó medios educativos para combatir la práctica de circuncidar a las muchachas en los pueblos de Egipto: «Para cambiar la mentalidad de la gente, en cada pueblo trabajamos a través de los líderes del pueblo, tal como el encabezado del pueblo, el jeque, los clérigos principales [locales], o cualquier otro que la gente escucharían y confiarían. A través de esta gente, nosotros esperamos llegarle a las familias.» [12]

II. Los Islamistas- Defensores de la Circuncisión en las Muchachas

‘La Circuncisión es el Mérito de las Muchachas’

La base religiosa y legitimidad para circuncidar a las muchachas siempre han sido el punto focal del debate sobre esta práctica. La mayoría de los defensores apoya su posición apuntando a dos centrales – y, en su punto de vista, generalmente aceptada -las tradiciones islámicas. Una está basada en el dictado del Profeta Muhammad que «[circuncidar a las muchachas] es el mérito de ellas» y la otra recordando las palabras del Profeta a la circuncisa Umm ‘Atiyya, «Circuncisa a las muchachas, pero no exageres en la [circuncisión] como [la manera de realizar la circuncisión] gusta mejor al marido y le hace la cara radiante a [la esposa] de la mejor manera posible.» [13]

Médicos con puntos de vista islámicos también apoyan la circuncisión a las muchachas en base a este comentario religioso. Muchas de estas opiniones fueron citadas por el periodista Abd Al-Rahman Abu ‘Auf en un artículo para el semanario islamista egipcio Al-Haqiqa. [14]

Por ejemplo, el Dr. Munir Muhammad Fawzy, especialista en ginecología y obstetricia en ‘la Escuela de Médicina de la Universidad Ein Shams, cita las tradiciones siguientes como soporte para su apoyo de la práctica: «El Profeta [Muhammad] le ordenó a las mujeres que se hagan la circuncisión usando la expresión, ‘Realicen la circuncisión a las muchachas.'» Esta frase, él dice, incluye un endoso claro de la circuncisión bajo circunstancias específicas, mientras se entiende la dificultad y complejidad del asunto respecto a las muchachas: «Quitando el órgano entero que causa el placer de la mujer claramente contradice el Sunna puro [la tradición del Profeta], porque es probable que esto cause enfermedad y complicaciones emocionales a las muchachas, y así les impide el comprender sus derechos naturales. Recíprocamente, no realizando la circuncisión es probable [que] cause infecciones a las muchachas e incluso a veces enfermedades.» [15]

El Dr. Ahmad Suleiman de la Universidad de El Cairo: ‘Circuncidar a una Muchacha trae Modestia, Honor, y Equilibrio Emocional’

Puntos de vista similares son expresados por expertos en la ley islámica, tal como el Dr. Muhammad Abu Leila, conferencista en la investigación islámica en la Universidad Al-Azhar, y el Dr. Ahmed Yousuf Suleiman, conferencista sobre ley islámica en la Universidad de El Cairo.

El Dr. Abu Leila nota que circuncidar a las muchachas no es una innovación que se desvía de la ley religiosa (Bid’a), sino una costumbre que pasó de generación en generación desde los días de Abraham: «El Profeta [Muhammad] reafirmó esta costumbre, y nosotros la heredamos como musulmanes después de miles de años. [El Profeta] puso algunas condiciones humanas y científicas para realizarla para que no dañemos la humanidad de la esposa y para que el marido no se agotara después de tener relaciones sexuales con su esposa.» [16]

Según el Dr. Suleiman, el hecho de que los musulmanes han estado practicando esta tradición por miles de años elimina cualquier reclamo de que es perjudicial a la sexualidad. Él expresó su asombro sobre el argumento de que la circuncisión causa frigidez en las mujeres, diciendo que a lo largo de las muchas generaciones en que los musulmanes han practicado la circuncisión a las muchachas, ellas han estado disfrutando vidas naturales como parejas casadas. Es más, él dice, «hacer la circuncisión a una muchacha trae modestia, honor, y equilibrio emocional.» [17]

Circuncidando a las Muchachas Previene el Sida y la Prostitución

Intelectuales que favorecen la circuncisión en las muchachas dicen que el fracaso en hacerlo llevará el esparcir fenómenos Occidentales tales como el Sida y la prostitución. Algunos intelectuales acusan a Occidente de tener una intención interna en oponerse a la circuncisión de las muchachas: para esparcir valores inmorales a lo largo del mundo musulmán.

El escritor islámico Dr. Ahmed Abd Al-Rahman comparte esta sospecha sobre los verdaderos motivos de Occidente en llamar a una prohibición en la tradición: No circuncidar a las muchachas abre la puerta a esparcir la depravación y la prostitución, tal como ha pasado en Occidente como resultado de ignorar esta demanda normal y humana. Queremos ser nosotros como Occidente? Los anuncios [en contra de circuncidar a las muchachas] transmitidos estos días en la televisión son repulsivos porque contradicen la ley islámica… Su propósito es destruir a la familia musulmana y degradar la sociedad egipcia.»

Al-Rahman agrega que la campaña en contra de la costumbre es una forma detestable de complacencia con la presión americana en el marco de trabajo del así llamado «discurso religioso renovado». En su punto de vista, es destrucción y no renovación: «Con sumisión extraña, hacemos lo que se nos fue forzado en nosotros por las conferencias de El Cairo y Beijing [para] la familia y la población. Esto es, sin ninguna duda, la rendición ciega.» [18]

El Intento por Prevenir la Circuncisión a las Muchachas es una Conspiración Occidental

El Dr. Muhammad Abu Leila habló en contra de la campaña y del Occidente, el cual dice, por oponerse a la circuncisión de ambos muchachos y muchachas, se está promoviendo esparcir el Sida: «La campaña de los medios de comunicación que estamos viendo hoy no es nada más que la parte de una plena conspiración en destruir el marco de trabajo de la sociedad islámica. La prohibición en circuncidar a las muchachas es la preparación a una prohibición en circuncidar a los muchachos. Occidente no reconoce la circuncisión en absoluto, ni para las muchachas ni para los muchachos, y el seguro médico hoy para los infantes en América no cubre la circuncisión de un muchacho. El gasto recae en la familia si decide realizarlo, lo cual lleva a esparcir el Sida.» [19]

El prominente predicador islámico Jeque Mustafa Al-Azhari hace ecó de los reclamos sobre el involucramiento Occidental en la campaña de los medios de comunicación en contra de circuncidar a las muchachas: «Ésta es una campaña dudosa cuyo sólo objetivo es esparcir la promiscuidad entre los musulmanes… Los medios de comunicación [egipcios] no deberían de haber colaborado en este crimen, el cual está siendo planeado por los Estados Unidos y respaldado por Occidente…» [20]

Circuncidando a las Muchachas Previene el Placer Sexual Antinatural

Entre los defensores de la circuncisión a las muchachas están los islamistas que confían en el apoyo médico, en lugar del religioso para sus argumentos. La práctica, ellos dicen, es beneficiosa a la salud de las mujeres, ya que facilita el lavado de los genitales y contribuye a las relaciones sexuales normales.

Un especialista quirúrgico de la Universidad Al-Azhar, el Dr. Muhammad Rif’at Al-Bawwab, proporciona un ejemplo, diciendo que las mujeres pueden lavarse y limpiarse el área genital más fácilmente si la parte de su órgano sexual ha estado removida. Además, él dice, el clítoris se destaca más que otras partes de los genitales de una mujer, y «esta protuberancia causa de frotarse contra la ropa y otras cosas, los cuales desvían la atención de la muchacha adolescente hacia el placer antinatural que es probable la haga adicta a ella de una manera anormal y perjudicial… Después del matrimonio, es difícil de impedir que esto le pase a una mujer que se ha acostumbrado a ello. [La única manera de tratar con esta situación es] conducir las relaciones sexuales de una manera anormal, en el cual su clítoris es frotado enérgicamente, cuando ella se haya acostumbrado [llevándola así a su degradación moral].

«Por consiguiente, la remoción del clítoris durante la circuncisión reduce enormemente [las oportunidades] de que esto ocurra. De esta manera, la mujer permanece desprevenida, y ella encuentra goce con su marido de la manera más natural, [sólo por] el órgano masculino que frota la vagina y la cerviz de la mujer que son la fuente de su placer [y no vía el clítoris].» [21]

III. El Establisment Religioso – Ninguna Posición Definitiva

En lugar de objetar abiertamente a la práctica de circuncidar a las muchachas, clérigos de alto rango en el establisment religioso de Egipto dejan la decisión a los médicos. Esto, según el Jeque de Al-Azhar Muhammad Sayyed Al-Tantawi, es porque no hay ningún texto religioso autoritario con el cual los clérigos pueden contar. [22]

Esta opinión es compartida por el mufti egipcio Nassar Farid Wassal, quien clama que la circuncisión es una costumbre social: «El Sunna no requiere ni prohíbe la circuncisión. El Islam le dejó [la decisión] sobre el asunto a [aquellos que son] conocedores y fiables -es decir, a los especialistas médicos.» [23]

Sosteniendo un punto de vista diferente está el Jeque Yussef Al-Qaradhawi, uno de los clérigos más influyentes en el Sunni Islam y un líder espiritual de la Hermandad Musulmana. Al-Qaradhawi favorece la circuncisión parcial para las mujeres como una solución moderada, justa, y razonable mejor puesta a la realidad. Al-Qaradhawi favorece en dejar la decisión a los padres de la muchacha. En un Fatwa sobre este asunto, él escribió, «Cualquiera que piense que la circuncisión es la mejor manera de proteger a sus hijas debe hacerlo… yo apoyo esto, particularmente en la época en que nosotros vivimos. [Sin embargo], cualquiera que no [circuncide a las muchachas] no se ha pensado que ha pecado, porque esto no es nada más que mérito para las muchachas, así como está declarado por los estudiosos religiosos y por uno de los Hadiths…» [24]

* B. Chernitsky es un compañero de investigación en MEMRI.


[1] Roz Al-Yousef (Egipto), 28 de junio, 2003; Al-Ahram Hebdo (Egipto), 25 de junio – julio 1, 2003. Para más información, véase el informe de MEMRI http://www2.memri.org/bin/articles.cgi?Page=archives&Area=sd&ID=SP4299.

[2] Suzanne Mubarak también repudió la legitimidad social, religiosa y médica de circuncidar a las muchachas. Al-Ahram (Egipto), 23 de junio, 2003.

[3] Roz Al-Yousef (Egipto), 28 de junio, 2003. No está claro si Khalil, que fue citado en el artículo, estaba presente en la conferencia..

[4] Roz Al-Yousef (Egipto), 28 de junio, 2003. No está claro si Al-Wahab, quién fue citado en el artículo, estaba presente a la conferencia.

[5] Roz Al-Yousef (Egipto), 28 de junio, 2003.

[6] Jeque Mahmoud Shaltout era el jeque de Al-Azhar desde 1958 a 1963.

[7] M. Shaltout, Fatwas – investigación en los Problemas del Musulmán Moderno en la Vida Privada y Pública. Al-Qahara, Dar Al-Sharouf, 2001, el pp. 333-334.

[8] Según el artículo, en 1998 el Dr. Fayyadh publicó un libro llamado «Amputación de los Órganos Femeninos: Circuncidando Muchachas

[9] Roz Al-Yousuf (Egipto), noviembre 2, 2002.

[10] Akhar Sa’a (Egipto), junio 28, 2003.

[11] Al-Ahram Hebdo (Egipto), junio 25 – julio 1, 2003.

[12] Al-Ahram Hebdo (Egipto), junio 25 – julio 1, 2003.

[13] Otra versión de esta tradición es, «… no exageren en [realizar la circuncisión] porque [realizando la circuncisión de esta manera] es gustado por la esposa y amado por el marido… Dejen algo que se destaque y no vayan al extremo cortando. Eso hace que su cara sea más radiante y es más placentera a su marido.» http://hadith.al-islam.com/Display/Display.asp?Doc=14&ID=23086

[14] Al-Haqiqa (Egipto), junio 7, 2003.

[15] El Dr. Abd Al-Rahman también mencionó la tradición que revoca las palabras del Profeta Muhammad a Umm Atia, las cuales son tomadas como prueba que el Islam sanciona a las muchachas circuncidadas. Al-Haqiqa (Egipto), 7 de junio, 2003.

[16] Al-Haqiqa (Egipto), junio 7, 2003.

[17] Igualmente, el Dr. Suleiman clamó de que no circuncidando a mujeres resulta en el esparcir de la prostitución. Al-Haqiqa (Egipto), 7 de junio, 2003.

[18] Al-Haqiqa (Egipto), junio 7, 2003.

[19] Al-Haqiqa (Egipto), junio 7, 2003.

[20] Al-Haqiqa (Egipto), junio 7, 2003.

[21] Citado en M.S. Al-Shinawi, Circuncidando a las Muchachas: Entre la Ley Religiosa y la Medicina, Al-Haram: Dar Al-Qalam Lil-Turath, pp. 54-55.

[22] Roz Al-Yousef (Egipto), junio 28, 2003.

[23] Citado en M.S. Al-Shinawi, Circuncidando a las Muchachas: Entre la Ley Religiosa y la Medicina, Al-Haram: Dar Al-Qalam Lil-Turath, pág. 44.

[24] Y. Al-Qaradhawi, Fatwas Modernos, Beirut,: Al-Mak tab Al-Islami, 2000, pág. 468.