En un artículo publicado recientemente en el diario árabe de Londres Al-Hayat, el periodista ‘Hazem Al-Amin expone la manera en la que las autoridades iraquíes subvierten las sanciones con el fin de comprar amistades y, al mismo tiempo, obtener ingresos ilícitos. De acuerdo a Al-Amin, dos instrumentos interrelacionados se usan para este propósito: Primero, el programa de «Petróleo por Comida» administrado por las Naciones Unidas, y segundo, el contrabando de petróleo, principalmente a través de Siria, Jordania y Turquía y a través de vías marítimas. A continuación presentamos un resumen del artículo de Al-Amin:[1]
El Canal Jordano
El punto a discutir es la relación de Irak con Jordania. El camino entre Aman y Bagdad está lleno de cargamentos y tanques petroleros. La realización de enormes transacciones que generan grandes ganancias es muy común. El liderazgo iraquí es famoso por su «generosidad» hacia quienes apoyan sus causas y su financiamiento a periódicos jordanos es bien conocido por todos. Los periodistas que reciben sus sueldos de la embajada iraqui pueden criticar al gobierno jordano y a la realeza jordana, pero nunca a Irak. Otra forma de mantener a los periódicos jordanos es por medio de contratos comerciales. En una ocasión, Irak contrató a un periódico jordano para publicar libros de texto iraquis. En otra ocasión, un periódico jordano fue contratado para imprimir toda la papelería oficial de los ministerios iraquíes. Al-Amin señala que el gobierno jordano es accionista de estos periódicos y que se beneficia de estas transacciones.
Manipulaciones Comerciales
De acuerdo al programa de «Petróleo por Comida», los ingresos del petróleo se depositan en una cuenta especial administrada por las Naciones Unidas para supuestamente impedir que Irak utilice estos fondos para comprar armas o equipo y abastos bélicos. La cuenta especial paga a los exportadores y proveedores de artículos exportados a Irak bajo previa autorización de la ONU. Sin embargo, es el gobierno iraqui quien negocia los tratos con los exportadores y proveedores. En este momento, las dos partes (el gobierno y los exportadores) acuerdan agregar un gran margen, con un mínimo del 10%, al precio negociado. Esta cantidad adicional de ganancias ilícitas (conocida en el ambiente de los negocios como costo de transferencia) es posteriormente transferida en efectivo a la tesorería iraquí o a un individuo designado por el gobierno.
Otra manera de subvertir las sanciones contenidas en el programa de «Petróleo por Comida» es por medio de la importación de productos innecesarios para los mercados locales pero que son re-exportados por el gobierno para obtener ingresos ilícitos. Un buen ejemplo es la importación de trigo que se revende a comerciantes locales para exportarlo como producto nacional. Irak revende después el trigo a menor precio que el que le costó importarlo, pues el gobierno debe permitir un margen de ganancias a las compañías comerciales locales que cubran el costo de reenvío.
Contrabando de Petróleo
Hay otras maneras, a veces mas eficientes, en las que el gobierno iraquí subvierte las sanciones. Como en muchos otros países en desarrollo, Al-Amin señala, «la política y el comercio son idénticos,» particularmente en vista del hecho de que la elite gubernamental generalmente controla la economía y monopoliza las actividades económicas. En Irak, la mayor parte de las compañías comerciales pertenecen a los miembros del partido en el poder Ba’ath o a sus hijos, sindicatos, activistas y personalidades de la prensa, quienes convierten estas compañías en un «gran bazar político.»[2] Las compañías comerciales extranjeras a las que no se les permite hacer negocios directamente con el gobierno iraquí, operan a través de un representante iraquí con poder político. Algunos comerciantes, particularmente los de Qatar, firman contratos por medio de estos agentes para comprar petróleo iraqui a precio de descuento. Una vez que el petróleo llega a Qatar, se crea un nuevo «certificado de origen» y se vende a los mercados internacionales.
El problema es que muchos de los barcos usados para el contrabando de petróleo están en mal estado y causan graves daños ambientales en el Golfo.[3] De acuerdo al Buró Marítimo Internacional, los contrabandistas navegan sus barcos durante la noche a través del canal de Shatt Al-Aarab que va de Irak a Irán, argumentando que se dirigen a puertos iraníes; y después giran hacia el norte para recoger el petróleo en las terminales iraquis. Después regresan a través de aguas iraníes, muchas veces después de pagar una cuota de transito. Otro estudio afirma que los contrabandistas pagan a Irán $50 por tonelada métrica como arancel por usar sus aguas.[4]
Ofertas Especiales para Amigos del Régimen Iraquí
Existen evidencias que comprueban que Irak utiliza el programa de «Comida por Petróleo» para lograr el apoyo de escritores, artistas, cantantes y periodistas en el mundo árabe. Una forma de asegurar su apoyo, según un oficial iraqui que escapó a Aman, es regalándole cupones a individuos que les permiten recibir una cierta cantidad de petróleo ya sea gratis o a precio de descuento. El beneficiario del cupón usa los servicios de un agente local para vender el cupón a una compañía extranjera. El comprador del cupón lo entrega a la OEPP (Organización Estatal de Promoción Petrolera) de Irak, la que a su vez despachará el petróleo a través de una pipa Iraqui-Siria a beneficio del comprador quien es responsable de enviar el petróleo. Existen varios cálculos sobre el volumen de exportación de petróleo iraqui a Siria a través de la pipa Kirkuk-Banian, pero lo más aproximado es probablemente $250,000 billones de dólares.[5] La probabilidad de que Sadam Hussein utilice este dinero para la obtención de armas de destrucción masiva es enorme.
Otra forma de obtener dinero ilícito es el sobrecargo especial de $0.25 a 0.40 impuesto por la OEPP a cada barril de petróleo vendido por Irak. Mientras que este sobrecargo es ilegal de acuerdo a las sanciones de la ONU, la mayor parte de los comerciantes están dispuestos a pagarlo para mantener buenas relaciones con la OEPP.
Nuevo Régimen de Sanciones – Sin Cambio Real
El 14 de Mayo, el Consejo de Seguridad aprobó un nuevo régimen de sanciones a Irak. Mientras que a Irak todavía se le niega el acceso a productos que podrían ser utilizados tanto para propósitos militares como civiles, como camiones pesados y equipo de comunicaciones, puede importar todo lo demás sujeto a revisión del Consejo de Seguridad.
Como ha venido sucediendo desde que se introdujo el programa de «Petróleo por Comida» en 1996, los ingresos generados por el petróleo seguirán siendo depositados en una cuenta especial administrada por las Naciones Unidas, e Irak, indudablemente, continuará usando sus viejos trucos para subvertir el sistema y generar ingresos ilícitos.
[2] A finales del año pasado, el hijo de Tariq Aziz, el Delegado Primer Ministro de Irak, fue sentenciado a 6 meses de prisión por haber traicionado supuestamente a Uday, el hijo de Sadam, en una transacción de negocios.
[3] El Buró Marítimo Internacional ha solicitado que se incrementen los controles portuarios de los Estados del Golfo con el fin de impedir que barcos en mal estado contrabandeen petróleo de Irak, y de reducir el riesgo de choques y derramamiento de petróleo. Barcos de Albania, Belice, Bolivia, Camboya, Comores, Georgia, Honduras, Maldivas, Mauricio, San Vicente y Grenada han estado involucrados en el contrabando de petróleo. http://www.iccwbo.org/ccs/news_archives/2001/Iraq.asp.
[4] «Irak: El Contrabando de Petróleo Produce Grandes Ganancias,» www.rferl.org/nca/features/2000/06/F.RU.000621122248.html.
[5] Al-Hayat, Febrero 2 y Febrero 14 de 2002, y http://www.al-jazeera.com/economics/, Febrero 22-3, 2002. Un estudio reciente realizado por el Wall Street Journal (Mayo 2, 2002) sugiere que Irak recibe por lo menos $1 billón anualmente de sus exportaciones de petróleo a Siria.