En un artículo publicado el 9 de agosto, 2018 en el diario saudita en Londres Al-Sharq Al-Awsat, el autor e investigador saudita Fahd Al-Shkairan afirma que el líder de Al-Qaeda, Osama bin Laden, se inspiró en sus actividades ideológicas y militares en la Revolución Islámica de Irán y que esto se manifestó más tarde en la cooperación entre la organización Al-Qaeda e Irán y el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI) y Hezbolá. Al-Shkairan afirma que, aunque la administración Clinton estuvo al tanto de estas cooperaciones, las ignoró por completo e incluso hizo acercamientos con Irán y se inclinó ante este. Este basa sus afirmaciones en el testimonio del Príncipe Bandar bin Sultan, para ese entonces embajador de Arabia Saudita en los Estados Unidos, el cual es presentado en una biografía del 2006 del príncipe por William Simpson.[1] Según este libro, la administración Clinton ignoró las pruebas presentadas por Arabia Saudita sobre la participación de Irán en el ataque terrorista de 1996 en la ciudad saudita de Khobar, en el que 19 soldados estadounidenses fueron asesinados,[2] e incluso escondieron deliberadamente bajo la alfombra los resultados de la investigación.

La administración Obama, dice Al-Shkairan, también traicionó a sus aliados mientras se hacía amigo de Irán y según el secretario general de Hezbolá Hassan Nasrallah, se ofreció incluso a llegar a un acuerdo con Hezbolá. Al-Shkairan agrega que todo esto es un reflejo de la débil respuesta de la comunidad internacional en general y de las superpotencias en particular en lo referente a Irán, la fuente del terrorismo en el mundo y explica la creciente fortaleza de este país y las numerosas milicias que operan en todo el área del Medio Oriente y África.

Lo siguiente son extractos traducidos del artículo[3]

«El movimiento revolucionario de Jomeini logró revivir a muchos [movimientos] fundamentalistas. De esta manera, bin Laden describió la llegada de Jomeini a Teherán como ‘algo tremendo’ y expresó la esperanza de que este sueño [también] fuese realizado en Arabia Saudita. [Y de hecho], desde comienzos de la década de 1980, bin Laden comenzó a aprender sobre la experiencia del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán, del así llamado Hezbolá y de [su difunto jefe militar] ‘Imad Mughniyeh, convirtiéndose este en su aliado quien trabajó para él y llevó a cabo numerosos atentados [terroristas], entre ellos el ataque a las [Torres Khobar] a mediados del año 1996.

«La colaboración entre Irán y sus agentes estados y la organización Al-Qaeda es conocida por los estadounidenses. Cuando Arabia Saudita decidió completar las investigaciones sobre las circunstancias que rodearon al atentado [de las Torres Khobar], se produjo una larga historia, que el Príncipe [Bandar] bin Sultan narra [en su biografía]. [Bin Sultan] habló amargamente sobre el dudoso trato hecho por el personal del ex-presidente estadounidense Bill Clinton e Irán, para cambiar [la dirección] de las investigaciones y darlas por enterradas, una vez que surgieron indicios claros de que los iraníes habían participado en el atentado y habían ayudado a los perpetradores.

«Clinton encargó al entonces director del FBI Louis Freeh (este ocupó el cargo desde 1993-2001), que cooperara con los sauditas para completar las investigaciones y le ordenó: ‘No dejen piedra sin remover’. [Pero] en su libro El Príncipe, una biografía del Príncipe Bandar y lo cita ampliamente, William Simpson revela las complicaciones [que plagaron estas investigaciones], entre ellas las diferencias de opinión entre la administración Clinton y el FBI…

«Lo sorprendente es que el propio Freeh admite que ‘la explosión no fue solo un ataque de la [filial] saudita de Hezbolá,[4] sino que fue toda una campaña financiada y orquestada desde el extranjero por el liderazgo supremo del gobierno iraní’. Freeh también reconoce que Arabia Saudita superó todas las dificultades involucradas en completar las investigaciones de la mejor manera posible… Este dijo que el Príncipe Nayef ibn ‘Abd Al-‘Aziz y el Príncipe Bandar bin Sultan estaban convencidos de la participación de Irán y su responsabilidad en el atentado.

«Un desacuerdo surgió entre [Louis] Freeh y Sandy Berger, asesor de seguridad nacional [de Clinton] [desde 1997-2001], cuando Berger advirtió sobre las consecuencias políticas para Estados Unidos si los hallazgos [de la investigación] implicaban a Irán. El Príncipe Bandar, [quien fue embajador de Arabia Saudita en los Estados Unidos para ese momento], le dijo a él en respuesta: ‘No queremos ser acusados ​​de empujarlo en dirección a una guerra’. Todo el gobierno estadounidense en ese momento se alineó con la postura de Sandy [Berger]… En 1997, se hizo evidente que el gobierno estadounidense había sido frío e indiferente a [los resultados de] las investigaciones. [Bandar] dijo: ‘El gobierno estadounidense a sabiendas, dejó las investigaciones sin orientación y al mismo tiempo centró sus esfuerzos en mejorar las relaciones con el gobierno moderado en Irán’.

«Los sauditas sintieron la frialdad estadounidense… y el embajador saudita en Washington el Príncipe Bandar dijo: «Si los presidentes George Bush Jr. o [Ronald] Reagan hubiesen recibido las evidencias provistas al gobierno estadounidense y no a Clinton, entonces hubiese sucedido una invasión a Irán, estoy seguro de ello». Todas las demoras y el esconder los resultados de las investigaciones, comprendieron el proceso principal que [condujo] a emitir el anuncio de Bill Clinton en abril, 1999 de querer acercarse a Irán. Los Estados Unidos decidieron que su actitud hacia las investigaciones era un asunto suyo, ya que todas las víctimas eran estadounidenses, por lo que el archivo de [Louis] Freeh fue suprimido. El Príncipe Bandar expresó su amargura por este trato ofensivo y dijo: «Freeh y yo sentíamos que [esto fue] un vergonzoso abuso de autoridad y que Sandy [Berger] estaba ansioso por acabar con las acusaciones [contra Irán]…

«Simpson también dijo: ‘El debilitamiento de las investigaciones sobre el atentado a las Torres Khobar fue el ejemplo más claro de la continua falta de confianza y la creciente antipatía entre Clinton y Freeh. Esta antipatía se convirtió en una profunda zanja. La Casa Blanca se mostró indiferente sobre el seguimiento al tema Khobar’.

«Este breve relato, el cual es narrado detalladamente en el libro de Simpson mencionado anteriormente, muestra que hubo alternancia de avances y retrocesos en la [relación] de la comunidad internacional con Irán. [Este país] recibió un premio por sus desastrosos ataques terroristas. Y así como Clinton estaba impaciente con las investigaciones de los atentados en Khobar, Obama les dio la espalda a sus más grandes aliados y comenzó a doblegarse ante Irán, la puerta principal de entrada a todo tipo de terrorismo en el mundo. Peor aún, Hassan Nasrallah se jactó de que el gobierno de Obama le ofreció a Hezbolá un trato en billones de dólares, negociado por europeos.

«Y después de [todo] esto, el mundo se pregunta cuál es la fuente del terrorismo y por qué este se está esparciendo constantemente. Irán hoy posee milicias en Irak, Yemen, Siria, Líbano y África, las cuales financia directamente, sin siquiera inmutarse. Si el mundo es serio sobre su guerra contra el terrorismo, entonces la guerra contra los países malvados y el sitiarlos es el primer paso para lograr este objetivo. Lo que se dijo [arriba] aclara la magnitud de la catástrofe en la lucha de las superpotencias del mundo contra Irán».


[1] William Simpson, El Príncipe – La Historia Secreta del más Intrigante Individuo de Alcurnia del Mundo, el Príncipe Bandar bin Sultan (2008). El británico Simpson estudió con el Príncipe Bandar en el Instituto Universitario Royal Air Force en Cranwell, Inglaterra durante 2 años y medio y estos se hicieron muy amigos. Simpson posteriormente eligió una carrera en computadoras y finanzas. En el 2006, publicó la biografía del Príncipe Bandar, que escribió junto al príncipe.

[2] La referencia es al atentado a las Torres Khobar en 1996, en el cual un camión cargado de explosivos fue detonado dentro de un complejo residencial en Khobar que albergaba al personal militar estadounidense, entre otros. El ataque resultó en la muerte de 19 soldados estadounidenses y un local saudita junto a 500 personas heridas, 109 de ellas estadounidenses.

[3] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 9 de agosto, 2018.

[4] Hizbullah Al-Hejaz, es el nombre de una organización militante chiita saudita pro-iraní, que se estableció al este de Arabia Saudita en mayo, 1987, muy activa en Arabia Saudita, Kuwait y Bahréin. En el 2014, fue prohibida en Arabia Saudita y fue declarada como organización terrorista.