Intelectual liberal Dr. Mamoun Fandy: Condena de la periodista Lubna Hussein por usar pantalones demuestra que el régimen sudanés ha perdido sus pantalones

El 7 de septiembre del 2009, un tribunal de Jartum condenó a la periodista Lubna Ahmad Hussein [1] por violar la ley usando vestimenta inadecuada – un delito que, según el artículo 152 de la ley penal sudanés, es punible con hasta 40 latigazos y / o una multa. El Tribunal multó a Hussein con 500 liras sudanesas (aproximadamente $200 dólares americanos). [2]

En respuesta, el destacado intelectual egipcio Dr. Mamoun Fandy, quien reside en los Estados Unidos, sostuvo que el caso de Hussein es una prueba más de que el actual régimen sudanés es una catástrofe para su pueblo.

Lo siguiente son extractos del artículo del Dr. Fandy’s:

«El régimen sudanés carga con la mayor parte de la responsabilidad por los crímenes que conmocionaron a Darfur»

«Lubna Hussein… fue condenada por el tribunal sudanés en Jartum por violar la ley penal sudanesa. La Cláusula 152 de esta ley demanda [hasta] 40 latigazos como castigo para cualquiera ‘cuya conducta sea contraria a las normas aceptadas o perjudique la moral pública’ o ‘quien use vestimenta inapropiada’. [Hussein] fue condenada por llevar puestos pantalones que lucían ‘indecentes’…

«La verdad es, sin embargo, que la Sra. Lubna se viste modestamente, es el régimen que la llevó a juicio que, contra toda decencia, exhibió sus partes privadas [por cometer] los crímenes de Darfur, violó el decoro y la vergüenza expuesta al mundo entero [con sus pantalones muy por debajo].

«El régimen sudanés carga con la mayor cuota de responsabilidad por los crímenes que conmocionaron Darfur. Si bien no es mi propósito aquí acusar a este régimen de orquestar estos crímenes, no voy a redirigir mi declaración de que es el régimen sudanés es responsable por la crisis de Darfur en conjunto. ¿Cómo es posible que una crisis que comenzó como [nada más] que robos de rebaños de ovejas y cabras y ataques a pastores se ha convertido en algo imposible de resolver, convirtiéndose en un escándalo mundial que hace [estragos] en Sudán?

«Creo que es la injerencia del gobierno de Jartum en los asuntos locales de Darfur, junto con el rechazo de las estructuras tradicionales de la [comunidad], que solía [garantizar] la solución de los conflictos locales, que ha arruinado todo y ha causado que las cosas se nos vayan de la mano. El régimen en su totalidad fue llevado a juicio en la Corte Penal Internacional a causa de un problema local, mundano, que, al haber cobrado la vida de decenas de miles de sudaneses, se convirtió en un tema de [importancia] internacional».

El salvajismo del régimen de Jartum ha hecho revelante el caso de Lubna Hussein a los derechos de todas las mujeres de Sudán

«Los pantalones de Lubna Hussein son sólo un asunto pequeño. Pero la barbarie del régimen de Jartum lo ha hecho relevante a los derechos de las mujeres sudanesas, ya sean musulmanas o no musulmanas y circuncidadas y no circuncidadas, [3] y pertinente también al controvertido tema de la libertad de vestir y de la vestimenta tribal y local.

«Las guerras por los pantalones se encenderán y consumirán lo que queda de Sudán, después de que las guerras por las cabras y los niños hayan devorado Darfur y hayan arrastrado al Presidente de [Sudán] Omar Al-Bashir a la Corte Internacional [Penal].

«Lubna Hussein simboliza un régimen que ha perdido sus pantalones. Traten mientras podemos de cubrir las partes privadas al régimen de Jartum, [el hecho es que] este se ha expuesto a sí mismo desnudo ante la [totalidad] del mundo perpetrando los crímenes contra el pueblo sudanés en Darfur – norte y sur, este y oeste.

«No es Lubna Hussein, quien ha ofendido la sensibilidad moral de los ciudadanos. Es el régimen que lo hizo – al dividir el país a través de su salvajismo, es el régimen que ha herido la moral.

«Lubna Hussein, no es indecente en la ropa que nosotros vimos llevaba puesta. La indecencia y lo deshonroso son aquellos quienes la convirtieron en la protagonista de una [actuación teatral provinciana], y [al mismo tiempo], el centro de un escándalo mundial, por usar pantalones. Si el régimen le está diciendo que se avergüence de [su conducta], entonces aquellos que aman a Sudán y su gente buena dirán a los que llevaron a cabo esta actuación nefasta: Son ustedes a quienes debería darle vergüenza – no a ella!…

«[Este intento de] vestir los problemas de Sudán con pantalones de mujeres es un verdadero ultraje. La tragedia no es que las mujeres sudanesas usen pantalones – sino que deben vivir a la sombra de un régimen que no tiene puesto los pantalones en lo absoluto». [4]