En un articulo el 9 de julio, 2006 en el portal liberal Elaph.com, el intelectual cópto egipcio Magdi Khalil discute la actitud del Dr. Muhammad Salim Al-‘Awa, una figura prominente del Islam político en el mundo árabe hacia los coptos de Egipto. En su artículo, Khalil se refiere al reciente libro de Al-‘Awa, Religión y Patria – Capítulos en las Actitudes Musulmanas Hacia los No-Musulmanes que fue publicado en marzo del 2006. [1]

El Dr. Muhammad Salim Al-‘Awa es el secretario general de la Asociación Internacional de Estudiosos Musulmanes, la cual está encabezada por el jeque islamista Dr. Yousef Al-Qaradhawi. Al-‘Awa es miembro del Grupo Árabe para el Dialogo Cristiano-Musulmán y pertenece a muchas instituciones islámicas, y es fundador del partido islámico de Egipto «Al-Wasat». Al-‘Awa frecuentemente aparece en la televisión egipcia y en Al-Jazeera Tv, y sus artículos son publicados en muchos periódicos árabes. También es redactor regular para el semanario de oposición egipcia Al-Usbu’.

En su artículo, Magdi Khalil intenta exponer los verdaderos puntos de vista de Al-‘Awa – quién normalmente se presenta a si mismo como un musulmán moderado – y mostrar que estos puntos de vista no son esencialmente nada diferentes de los puntos de vista de los islamistas extremistas.

Lo siguiente son extractos del artículo de Magdi Khalil sobre los puntos de vista del Dr. Muhammad Salim Al-‘Awa:

Los coptos deben adaptarse a las leyes y costumbres del Islam

«Lo primero que atrae la atención», Magdi Khalil escribe, «es el título del libro de Al-‘Awa: Capítulos en las Actitudes Musulmanas Hacia los No-Musulmanes. Según [Al-‘Awa], el estatus de los coptos está conectado al Islam: Ellos son no-musulmanes. A lo largo del libro, Al-‘Awa coloca el estatus de los coptos en todas las áreas de la vida como [si estuvieran] adjuntos al [sistema] islámico y a la religión – y que deben adaptarse a las leyes, costumbres, reglas, y cultura del Islam.

«Al-‘Awa consagra su libro al ‘modesto… quién, cuando escuchan las palabras de la revelación del Profeta [Muhammad], sus ojos se llenan de lágrimas debido a la verdad que conocen… y dicen: Nuestro Señor, creemos [en el Islam]…'» Tal como Khalil explica, «Al-‘Awa apunta sus libros a los coptos que creen en el Islam – sabiendo que ningún cristiano en el mundo cree en el Profeta del Islam y su misión, al igual que ningún musulmán en el mundo cree en la divinidad, crucifixión, y resurrección de Jesús, y que Él se ha sacrificado por la causa de toda la humanidad. Cada religión tiene sus propias creencias, así que no existe ningún punto en argumentar sobre estas creencias o presionar a un bando para reconocer las creencias del otro…»

Ciudadanía – en el sentido islámico, no en el sentido moderno

El argumento principal de Magdi Khalil en su artículo es que Al-‘Awa ve a los coptos como ciudadanos «no de acuerdo con las reglas de un estado moderno, sino de acuerdo con las reglas de la ciudadanía que aplican a los no-musulmanes en un estado musulmán… y declara esto abiertamente en el prólogo de su libro: ‘Nosotros defendemos a los coptos fuera de toda nuestra creencia islámica’… Él no reconoce los conceptos modernos [sociales], y según él, ‘el trato a la gente en el estado islámico está basado en [su] fe – así sean musulmanes o no-musulmanes (pág. 19)».

Khalil escribe: «Aunque Al-‘Awa enfatiza, en todas sus reuniones y en todos sus escritos, que el ahl al-dhimma [los individuos con estatus de protección] pertenecen a la historia y ya no existen, él predica que existe ahora un nuevo aparato de protección que elimina la ciudadanía. De acuerdo [a este aparato], todos los derechos y obligaciones no provienen de la ciudadanía sino de la religión: ‘El Islam le otorga a los coptos la protección de Alá y de Su Mensajero, y no los coloca bajo la protección del gobierno, la policía, o las autoridades locales. Cualquiera que ataque a un copto ataca la protección global provista por el Islam…’ (p.78) [y] ‘La religión [e.d. el Islam] le obliga a los musulmanes a que protejan a los coptos en Egipto incluso antes de que lo haga la ley…’ (pág. 93)».

Clérigos cristianos no deben discutir los asuntos concernientes al Islam

«En el primer capítulo de su estudio, Al-‘Awa declara explícitamente que ‘el Corán es la fuente fundamental y primaria de todas las leyes, los valores, y las virtudes islámicas (pág. 25) y que ‘el Corán es lo que determina la naturaleza de las relaciones entre los musulmanes y los no-musulmanes de todas las otras religiones (p 33). Así, ‘en una sociedad que es principalmente musulmana, a los clérigos cristianos se les prohíbe discutir materias de religión, la ley religiosa, y el shari’a islámico, y de aceptar lo que les guste y objetar lo que no satisfaga su inclinación’ (pág. 73)…

«Sobre esta base [explica Madgi Khalil] Al-‘Awa condena la oposición del [cópto] Pope Shenouda a la imposición del shari’a sobre los coptos, y la discusión de sus detalles, diciendo: ‘Respecto a temas específicos surgidos por Pope Shenouda respecto al shari’a y su aplicación, [su] trato con éstos [asuntos] significa que admiten que tiene derecho a discutir el tema del shari’a islámico y sus leyes. No estamos de acuerdo que Pope Shenouda, o cualquier otro no-musulmán, [puede hacer] esto’ (pág. 76)».

Los coptos son infieles

Magdi Khalil explica que según Al-‘Awa, los coptos son infieles. En su libro, Al-‘Awa declara que «el Corán determina que aquéllos de ahl al-kitab que creen que Alá es el Mesías [e.d. cristianos] son infieles (pág. 31)». Sin embargo, explica Khalil, «aunque somos infieles, un musulmán puede casarse con la mujer cristiana de su preferencia, aun cuando ella crea que el Mesías es Alá – debido a que un musulmán tiene derecho a casarse con una mujer cristiana o judía que cree en su religión sin entrar en detalles de su fe (pág. 40)…. [Pero] una mujer musulmana se le prohíbe absolutamente casarse con un hombre cristiano o judío. Primero, esto es porque él rechaza su religión, y segundo, debido al principio de protección. El hombre musulmán debe ser el guardián [en la relación], y debido a que el hombre es el guardián [de la mujer, un hombre no-musulmán] no debe poseer la protección sobre la mujer musulmana. Similarmente, el hombre musulmán debe ser superior en la cama…»

En este contexto, Khalil agrega que incluso el considerar relaciones amigables, Al-‘Awa determina que «es preferible tener un musulmán por vecino que un no-musulmán (pág. 26)». Similarmente, si uno de los padres de un niño es musulmán, el niño también es considerado musulmán, «ya que un no-musulmán no tiene autoridad legal sobre un musulmán (pp 212-213)».

Las apariciones coptas en los medios de comunicación son actividades misioneras

«Muhammad Salim Al-‘Awa se niega a darles a los coptos una parte justa en los medios de comunicación para que sus compañeros en la patria reconozcan su religión; él ve esto [e.d. los coptos en los medios de comunicación] como una actividad misionera – qué está prohibida en un país islámico: ‘El estado no debe ceder ante las demandas que a veces se escuchan para permitir la predica religiosa cristiana en los medios de comunicación gubernamentales. Esto es debido a que Egipto es un país musulmán de acuerdo a su constitución, y el shari’a islámico es la fuente primaria para la legislación. Los coptos tienen derecho a predicar [sólo] en sus iglesias, entre sus correligionarios, y en sus propios vecindarios (p 101)».

Los coptos controlan la economía egipcia con ayuda extranjera

En la primera mitad de su libro, Khalil dice, Al-‘Awa discute las reglas que regulan las relaciones entre los musulmanes y otros, mientras en la segunda mitad discuten la situación de los coptos «y en esta, él sorprende con la cantidad de mentiras, invenciones, errores, e incitación».

Según Al-‘Awa, «los coptos controlan el 60% de la economía egipcia… Éste no es un problema si un individuo tiene poder económico como resultado de sus propios esfuerzos… pero si esta situación económica [superior] es el resultado de la ayuda exterior, está asociada con las fuerzas externas, o brota de la ayuda que es contingente en condiciones que deben ser reunidas – aquí es donde yace el peligro (p 99)».

En cuatro lugares en su libro, Al-‘Awa reitera que los coptos constituyen sólo el 6% de la población de Egipto; esta cifra está en línea con lo dado por todos las corrientes islámicas. Sin embargo, las cifras del gobierno egipcio declaran que los coptos constituyen el 10% de la población, mientras según los propios coptos, son el 15% o más.

Según Al-‘Awa, los coptos tienen privilegios que, por derecho, los musulmanes deberían disfrutar: «Si el estado es fanático, es fanático a favor de los coptos. No existe ninguna vigilancia de las iglesias, y las fuerzas de seguridad [egipcias] las protegen – aunque nadie sabe qué está sucediendo dentro de ellos. En contraste, las fuerzas de seguridad vienen a cada servicio de rezos en las mezquitas [para vigilar lo qué está sucediendo] – y esto es además de las 10 condiciones para la construcción de mezquitas puestas por el Ministerio de Dotaciones Religiosas (p 98)».

Además, Al-‘Awa justifica los actos de los jóvenes y violentos musulmanes que dañaron la propiedad cópta durante los sucesos en Alejandría, e incluso llamaron a que los musulmanes los visiten en prisión: «El mejor sacrificio para Alá es visitarlos en prisión en las festividades, y para todos el aliviar su situación tanto como mejor puedan. Aun cuando hayan cometido una ofensa, esto fue hecho por el fanatismo a la religión, y para defender su religión (p 241)». [2]

Khalil: «La única fuente aceptable de autoridad es la ciudadanía tal como está definido por la ley internacional»

Concluyendo su artículo, Magdi Khalil rechaza completamente el Islam «moderado» presentado por el Dr. Muhammad Salim Al-‘Awa: «Nosotros no aceptamos los derechos que se originan en los textos religiosos. La única fuente aceptable de derechos es la ciudadanía tal como está definido por la ley internacional moderna, y los derechos tal como fueron puestos por los tratados internacionales. Un hombre recibe su identidad con su nacimiento, y esta identidad le da el derecho a la ciudadanía. En contraste, la religión es una cuestión personal, y un hombre puede adoptarla o cambiarla cuando desee, en cualquier momento. Él no está comprometido a una religión específica al momento del nacimiento, excepto en países retrógrados…»


[1] http://www.elaph.com/ElaphWeb/ElaphWriter/2006/7/161549.htm, 9 de julio, 2006.

[2] Alejandría ha visto varios estallidos de protestas capto-musulmanes. Al parecer, la referencia aquí es a los eventos de octubre del 2005, que siguieron a la actuación en una iglesia de una obra que fue percibida por los musulmanes como difamatoria del Islam y de los musulmanes. Cuatro personas fueron muertas y docenas heridas en subsecuentes disturbios en la ciudad.