Nota a los medios de comunicación y del gobierno: Para obtener una copia completa del artículo, envíe un correo electrónico con el siguiente destacado «Anwar Al-Awlaki-Inspire V» a media@memri.org. Por favor, incluya su nombre, título y la organización a la que pertenece en su correo electrónico.

En un nuevo artículo de la quinta edición de la revista en inglés Inspire de Al-Qaeda en la Península Arábiga (AQPA), publicada el 29 de marzo, 2011 en los foros jihadistas, el clérigo yemení oriundo de Estados Unidos Anwar Al-Awlaki celebra la caída de los líderes de Túnez y Egipto, Mubarak y Ben ‘Ali y expresó optimismo sobre el futuro del movimiento jihadista. A largo plazo, según él, los disturbios en el mundo árabe permitirán que el movimiento del Jihad florezca, por varias razones. En primer lugar, el derrocamiento de los gobernantes de Túnez y Egipto ha roto la barrera del miedo entre las masas árabes y ha demostrado que es posible derribar regímenes. Segundo, los nuevos regímenes en el mundo árabe no serán tan opresivos como los anteriores en contra de los agentes y simpatizantes del Jihad, por lo que éste será capaz de operar con relativa libertad. En tercer lugar, la propagación de los disturbios en Yemen y Libia – y sobre todo la posibilidad de que los alzamientos irrumpan en los países del Golfo, principalmente en Arabia Saudita – abrirán nuevas oportunidades para el Jihad.

Al-Awlaki ridiculizó a los Estados Unidos por abandonar a Hosni Mubarak y afirmó que la nueva situación perjudicará a los Estados Unidos, ya que desviara su atención y los recursos de la guerra contra el terrorismo.

Lo siguiente son extractos del artículo:

«Este tsunami de cambio ya ha beneficiado a la comunidad islámica»

«Uno sólo puede imaginar los sentimientos de Hosni Mubarak, viendo su enorme retrato, que, observando por sobre la gran sala donde sus ministros de gobierno se reunirían, fue derribado y solemnemente trasladado del salón, poniendo fin a un legado de opresión, corrupción y una vida de apostasía…

«Hosni Mubarak… resultó ser una versión de maldad peor a la de su predecesor [Anwar Sadat]. Este fue más allá a la persecución de activistas musulmanes y mujahideen y profundizó el proceso de convertir a Egipto en un estado cliente de Occidente e Israel. La corrupción se incremento bajo su gobierno y la brecha entre ricos y pobres se amplió aún más.

«Esta vez fue removido, sin embargo, no por unos pocos, sino por toda la población del mayor estado árabe. Ochenta millones hablaron con una sola voz y dijeron: ‘váyase’ a un aliado de Estados Unidos e Israel.

«Durante mucho tiempo el mundo musulmán no ha sufrido un estancamiento tal en sus formas de gobierno. Mubarak, Al-Gadafi, Ben Ali, Saleh, Assad y los reyes de Marruecos, Jordania y el Golfo han sido una plaga sobre el ummah y muchos no veían el fin a distancia…

El texto completo de este informe está a disposición de los subscriptores del Proyecto de Supervisión a la Amenaza Terrorista y Jihad de MEMRI.

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Los suscriptores del PSATJ pueden visitar www.memrijttm.org para ver el informe.