En un sermón de los viernes en el Centro Islámico de East Plano (EPIC) en Plano, Texas, el Imam Hasan Khalil dijo que la mejor mujer es «la que se somete al mandamiento de su marido», porque este es el camino de la mujer al cielo. El Imam aconsejó a las mujeres que acomodaran sus horarios de acuerdo al de su marido además de decir que una mujer que va a clase mientras su esposo tiene que servirse a sí mismo y comer solo no tiene «idea de lo qué es la religión». Citando al Profeta Mahoma de que «una mujer que entiende los derechos de su esposo no se sentará hasta que su esposo termine de [comer]», el Imam Khalil lamentó que las mujeres estén dispuestas a trabajar como meseras, sirviendo a otras personas por un pequeño salario la hora, mientras sus maridos las apoyan. También dijo que los hombres que no le den dinero a sus esposas para gastar «no comprenden [su] religión». El sermón del 17 de agosto fue transmitido en vivo por el canal YouTube de EPIC.

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«La que se somete a la orden del marido es la mejor de todas las mujeres»

Hasan Khalil: «El marido es el cielo o el infierno de la mujer.

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«Una mujer justa y honrada y por supuesto, esta es con lo que se supone uno debe casarse, ese es el mandato del Profeta, ella acomodará su horario de acuerdo al horario de su esposo. No es cuando este llega del trabajo, tú estás dormida y «estás despierta cuando este se marcha a trabajar. No es que comas en otro momento y él llega y come solo. No es que estudies en tu escuela y todo lo demás cuando tu esposo desea sentarse y hablar contigo». Uno organiza su tiempo de acuerdo al tiempo del marido, no tu tiempo, porque él es tu cielo. Hoy, hermanos, pueden adorar a sus hermanas todo lo que quieran y rezar todo lo que quieran y ayunar todo lo que quieran, no será igual que cuidar a tu marido.

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«La mejor de todas la mujer… Hermanas, mírense unas a otras, ¿quién es mejor que yo, yo o tu? La que se somete a las órdenes del marido es la mejor de todas las mujeres.

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«No iremos y le diremos a todas las hermanas, vayan a pelear y luchen, vayan a sufrir y haz todas esas cosas que la gente hace, no. Solo vean bien, vístanse bien, complace a tu marido cuando te posa la mirada, es igual a todo eso».

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«No piensen y reflexionen y pregunten por qué, más bien, digan ‘Escucho y obedezco, mi objetivo es el cielo y todo lo que me lleva al cielo, qué cosa tan maravillosa»

«Las estadísticas demuestran que en los países musulmanes, las mujeres que trabajan, el 30% de sus ingresos se lo gastan en maquillaje y demás. Treinta por ciento. ¿Y adivinen qué, para quién es este maquillaje y tal? No es para el marido, es para lucirlo en el mundo exterior. El esposo paga y cuida de ti día y noche y te apoya y todo y ni siquiera intentas verte bien para tu marido.

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«Las mujeres persiguen todo lo bueno y se olvidan de lo mejor en el hogar. Cuando la hermana sale a dar conferencias y cosas así, y el marido llega a casa para estar solo, o comer solo, o servirse por sí mismo, por Alá. Ella no tiene idea de lo qué es la religión.

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«[El Profeta Mahoma] dijo que si la mujer comprende los derechos de su marido, no se sentará hasta que este termine de comer junto a su bebida. Sin embargo, ella está dispuesta a ir por 10 dólares la hora y sentarse como camarera y servirle al universo entero por 10 dólares. Y su esposo le da miles y gasta miles y [él es] el camino al cielo.

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«¿Cuántos de nosotros agradecemos alguna vez a nuestras esposas por ir de compras y cuántas esposas les agradecen a sus maridos por pagar las compras y cuántos de ustedes intensifican lo dado a sus esposas en estos días, cuando un dólar a tu esposa es mejor que cualquier dólar que das por el bien de Alá? ¿Le diste a tu esposa más dinero para gastar? No. ¿Por qué? Porque no entiendes la religión. Porque piensas, ‘Oh, yo solo vengo a los rezos de los viernes y solo vengo a leer el Corán y hago esto y todo aquello, eso es todo lo que Alá desea… ‘Hermanos, enfóquense en sus vidas, en particular, tu esposa. Y, hermanas, enfóquense en sus maridos en estos días. Busquen la felicidad allí. No piensen, reflexionen y pregunten por qué. Más bien, digan ‘Escucho y obedezco, mi objetivo es el cielo y cualquier cosa que me lleve al cielo, qué cosa tan maravillosa'».